Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo {2}:

Alexia Belén:

Nuevo hogar...

—Ok, veamos donde queda este lugar—  me digo luego de bajarme del bus observando la dirección escrita en un papel en mis manos y caminando por la acera sin rumbo fijo.

Bueno, no está nada mal este pueblo, rodeado de árboles, muy... muy... natural.

El viento sopla incesantemente y las hojas de los árboles a mi alrededor crugen como susurrándome una gélida bienvenida. El pueblo de Catarina, donde ahora me encuentro, al parecer siempre será así, frío y atemorizante, algunas hojas secas ruedan por el suelo, a pesar de estar en el mes de febrero, parece otoño.

Al menos aquí podré comenzar de cero.

~~~

Después de estar casi media hora caminando, me detengo.

—Mierda, tan difícil es encontrar una simple dirección en este lugar—  vuelvo a hablar para mí misma  —Oiga señora—  me fijo en una mujer que pasa a mi lado, ella se detiene —¿Sabría decirme dónde queda esta dirección?.

Le da un vistazo al papel y luego señala un lugar en específico detrás de mí  —Es ese edificio de allí.

Me volteo para ver un edificio de aproximadamente 15 pisos o más.

—¿Un edificio?—  pregunto incrédula.

—Sí—  responde con una sonrisa.

—Gracias—  le doy la espalda y retomo el camino.

¿Cómo no me había dado cuenta de que la dirección era de un apartamento?

Soy un poco despistada

Miro a mi lado donde yace una parada de ómnibus más cerca que la anterior.

—Si tan solo fuera adivina— suelto un poco de aire haciendo que mechones de pelo rebeldes de mi extensa cabellera en mi rostro movidos por el viento se apartaran.

En serio, tengo que cortar esta cantidad de pelo, a veces molesta.

Me paro frente al edificio, parece viejo pero en buen estado.

—Hola— saludo al guardia en la entrada  —¿Esta dirección es de aquí?—  le muestro el papel.

—Sí, en el piso 12.

Le doy una sonrisa de boca cerrada, mis favoritas  —Gracias.

Entro al edificio encontrándome con una mujer que viene hacia la salida.

Me acerco al ascensor.

—Ni se inmute—  me dice la mujer captando mi atención —está roto, lo van a arreglar la semana entrante.

—¡Genial!— exclamo frustrada por lo bajo.

—Tendrá que subir por las escaleras— señala una escalera metálica a mi derecha.

—Ok gracias—  me dirijo a la dichosa escalera.

~~~

Luego de ejercitarme con cuatrocientos treinta y dos escalones, que los conté todos, llegué al piso 12 jadeante, parecía haber corrido una gran carrera con todos los fantasmas de mi vida, vivos y muertos cayéndome atrás.

De acuerdo, creo que exageré un poco, pero igual estoy a punto de perder el conocimiento.

Otra nota: hacer ejercicios.

Prosigo en busca de la puerta número 124, hasta que llego.

Doy tres toques con mi mano libre estando frente a ella mientras con la otra sostengo mi bolso.

Nadie responde, vuelvo a tocar.

Lo que me faltaba, que no haya nadie, sería el colmo, juro que me va a dar un des....

—Hola—  saluda una chica de cabello rubio y ojos negros.

—Hola, soy tu nueva compañera de apartamento.

—Oh, debes ser la famosa Belén— reafirma la chica frente a mí —soy Éricka.

—Mucho gusto—  sonrío de boca cerrada  —en realidad mi nombre es Alexia, Belén es mi apellido y de fama no tengo nada—  aclaro.

—De acuerdo, anda entra—  se hace a un lado abriendo por completo la puerta para dejarme pasar.

Algo que tiene este país es una casa y un trabajo seguro para los que cumplen condena hasta que se puedan estabilizar.

No es un apartamento ostentoso, más bien... acogedor, con una pequeña sala de estar, una puerta de madera a un lado de la misma y un pasillo que llevaba a no sé dónde.

—Bueno esta es la sala—  vuelve a decir mientras se acerca a la puerta de madera abriéndola y mostrando una mesa en una esquina, otra de mármol, con los equipos electrodomésticos y un fregadero  —esta, la cocina—  sigue al pasillo, yo siguiendo sus pasos  —estas las habitaciones, la mía—  apunta una puerta a su derecha  —y la otra que ahora es tuya—  la puerta a la izquierda  —las habitaciones no tienen baño incluido, este está fuera, al final del pasillo—  me acerca a lo que será mi cuarto.

—Gracias.

Sonríe  —No es nada, estoy súper feliz de tener una nueva compañera de piso, la anterior se fue hace unos meses y era insoportable.

—No te preocupes que insoportable no soy, solo un poco fuera de tiempo.

Suelta a reír  —Sabré lidiar con eso, bueno, debes estar cansada, te dejo para que conozcas tu habitación, luego seguimos conociéndonos.

Con esto se va a la cocina y yo decido entrar a mi cuarto.

No está para nada mal, tiene una ventana de madera que se abre hacia afuera sin balcón, un pequeño armario que para la cantidad de ropa que tengo alcanza y sobra, una pequeña cama y una mesita de noche.

Dejo mi bolso sobre mi cama y me quito las botas para dejarme caer en la misma.

Soplo, haciendo que los mechones de pelo que paseaban por mi rostro se ubicaran un poco. Esa es una de mis manías.

Ahora: A olvidar el pasado y vivir el presente.

~~~

—Y ¿dónde trabajas?—  pregunta.

—Bueno, me voy a incorporar como profesora de Literatura en el instituto de aquí—  respondo.

—Oh, eres la nueva profe.

—Eh sí, ¿cómo sabes de eso?—  se me hace raro que ella sepa algo de eso.

¿Acaso este pueblo es tan pequeño?

—Yo trabajo ahí.

—¿En serio? ¿De qué?.

—Profesora de Biología.

—Ah— qué casualidad.

Estamos en la mesa de la cocina comiendo macarrones en salsa, por cierto, cocina de maravilla, yo apenas sé freír un huevo.

—¿Y te gusta tu trabajo?—  vuelve a cuestionar.

—Lo amo.

Y es cierto, adoro impartir clases, solo que no he tenido el tiempo suficiente en adquirir la experiencia suficiente como para trabajar en una universidad.

—Supe también que das las clases súper bien.

—No es para tanto, todo fuese mejor si no hubiese...—  me callo al recordar el motivo por el que estoy pasando todo esto.

—No te preocupes— si se dio cuenta de mi repentina pausa pues lo ignoró categóricamente —además los estudiantes son buenos.

—Eso supe.

  —Claro, cuando se lo proponen son un caos.

—Más caos soy yo.

—Ya veo— dice sonriendo.

—También supe que es una preparatoria conformada por estudiantes ricachones.

—Bueno sí porque es la única preparatoria en el pueblo, y este es un lugar pequeño pero lleno de gente con dinero.

—Ah.

Continuamos comiendo en un cómodo silencio por unos minutos.

—Y... eh... ¿cuántos...—  vuelve a hablar haciendo pausas innecesarias temiendo decir algo mal.

La animo a continuar con la mano.

—¿Cuántos años tuviste en la cárcel?—  suelta rápidamente.

—Dieciocho años pero por buen comportamiento en este último año, disminuyeron mi condena a diecisiete.

—Wow, es mucho tiempo.

— Sí —  suspiro de forma dramática —lamentablemente me pasé media vida allí.

—Bueno no exageres—  sonreímos -Y el motivo detrás de todos esos años ¿Cuál es?—  por un segundo mis músculos se tensaron.

Muerdo mi labio inferior  —Mejor no...

—Ah tranquila, está bien— menos mal que entendió lo que quise decir.

Terminamos de comer y yo fregaba la cocina mientras Éricka tomaba de su chocolate caliente recién preparado, (por ella misma).

Seguimos hablando e intercambiando información sobre nosotras, supe que trabaja en la preparatoria desde los 18 cuando aún estaba de práctica, que su familia es de la ciudad, ella vive aquí porque es un lugar tranquilo sin tantos problemas, exceptuando los de la escuela en la que pronto trabajaré.

Ahora me pregunto: ¿Si esa preparatoria es tan reconocida por qué rayos me aceptaron? A mí, a una mujer con antecedentes.

Estoy pensando que me quieren para dar miedo a esos estudiantes y controlarlos un poco, si no me equivoco; esto parece novela, donde la profe llega nueva para controlar a los estudiantes malos, en este caso, (la profe casi asesina) como yo.

—Bueno, voy a dormir—  Éricka me aleja de mis pensamientos —mañana será un día largo—  se levanta de la mesa para colocar la taza a mi lado en el fregadero.

—Buenas noches—  le digo.

—Buenas noches— responde  —fue un gusto conocerte.

—Igual—  y se aleja de la cocina camino a su cuarto.

Yo termino de organizar todo aquello para hacer lo mismo, porque mañana iré a esa escuela para aclarar algunas cosas (...)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro