Enamorada de mi amigo...

Yusdailis Romero:

Nunca en mi vida me he sentido tan deseosa por comenzar ya el turno de Literatura, es que la profe Belén ha logrado despertar ese amor dormido que siento por esa asignatura.

Ella es tan atenta con todos y aparte de impartir sus clases nos aconseja y habla con nosotros a diferencia de la plástica de Bianca que llega sin un buenos días, da sus clases y se va, por eso es que le deseo lo mejor a Belén y espero que Paul se dé cuenta de lo considerada que ella es.

—¡Mami me voy!— exclamo desde el umbral de la puerta.

—Esta bien mi amor— responde desde la cocina —no olvides comerte el almuerzo...

—Y estar pendiente a las clases— ya me sé eso de memoria, ella se encarga de recordármelo todos los días.

Mi madre siempre está al pendiente de mí y mi padre a pesar de que siempre está viajando, también, diría que mi familia es perfecta pero no hay familia perfecta.

Salgo hacia el frente de la casa para subirme al auto que me espera.

—Vamos Jorge— le digo al chofer.

—Sí señorita.

Si creían que era una de esas personas que se creen el emblema del planeta por tan solo tener buena posición en la sociedad como Lara, pues no lo soy, así no logro nada.

Como seguía diciendo, me he dado cuenta de que la profesora Belén está enamorada de Paul, es que todos en el aula se han dado cuenta, al principio ella le decía piropos, halagos, que quizás una persona todavía estancada en otro siglo dijese que no está bien que una mujer le diga ese tipo de cosas a un hombre pero yo lo veo natural, entonces de unos días acá ha dejado de hacerlo, ayer mismo estaba diferente, tal vez haya pasado algo entre ellos.

Formarían una bonita pareja y sé también que ella le gusta a Paul, lo sé por la forma en la que él la mira sin que se dé cuenta, desde hace unos días atrás se ha relacionado un poco más con nosotros, no sé si la profe tiene esa influencia pero me gusta, incluso ayer como que nos pidió un consejo indirectamente y todo supimos enseguida de a quién se refería.

—Hemos llegado— me habla el chofer.

—Gracias.

Me bajo del auto quedando frente a la preparatoria, arreglo mi uniforme, el cual consiste en una camisa azul junto a una saya de doble tachón, alante y atrás con varios botones en la parte delantera del lado izquierdo que abrochan a la misma, acompañado de un monograma con la identificación de la escuela y una chalina azul oscuro adornando el cuello de la camisa.

Luego me adentro en la institución y veo como Jorge se aleja en el auto, él siempre espera a que yo entre.

—Buenos días— saludo al entrar al aula, apenas hay dos o tres estudiantes.

—Buenos días nerd.

Esa voz, me giro para encontrarme con Peter.

—Peter— nombro alegre, coloco mi mochila en mi puesto y me acerco a él —¿dónde has estado?.

El se levanta del asiento —¿No piensas saludar?— abre los brazos con dramatismo, pongo los ojos en blanco y lo abrazo —Yo también te extrañé nerd— me dice con el mentón apoyado en mi cabeza.

Lo abrazo más fuerte para darle a entender de que nos habíamos extrañado mutuamente pero se queja de dolor, rápido me separo y lo miro a los ojos —¿Estás bien?—  mis manos se mantienen en su cadera.

—Sí— expone una débil sonrisa.

—No me mientas— le pido, sé cuando lo hace, siempre mira a todos lados menos a la persona que está frente a él, no responde —lo ha vuelto a hacer— tampoco responde dándome la razón, me separo de él por completo.

—Yudi no te preocupes.

—Peter tienes que hablarlo con alguien.

—No, no volvamos a lo mismo.

—¿Entonces que vas a hacer? Faltar a clases cada vez que lo haga, también vas a desaprobar este curso.

—Es complicado.

—¡No me digas que es complicado!— casi grito y el mira a nuestro alrededor.

—Baja la voz— susurra, acuna mis mejillas entre sus manos  —te dije que no te preocuparas por mí.

Cómo no lo voy a hacer, Peter y yo nos hemos llevado desde la secundaria, él es un año mayor que yo y que todos en esta aula porque desaprobó un curso debido a sus ausencias, su padre es un magnate en la ciudad por lo que él asiste a esta escuela pero también es un hijo de puta.

No lo voy a negar, siempre me ha gustado pero nunca he tenido el valor de decírselo, me he conformado solamente con su amistad, nos comenzamos a llevar bien cuando unos chicos en la secundaria se metieron conmigo y él me defendió.

Peter no es de esos chicos fornidos y musculosos, al contrario, es delgado de tez pálida, ojos azules con motas grises que no sé de quién las sacó porque el padre no las tiene y cabello negro azabache.

Lleva consigo un lunar en la parte de arriba de el labio superior, al lado derecho, siempre he soñado con acariciar ese diminuto punto oscuro cerca de sus labios.

Vamos que si creyeron que era la típica mojigata de la clase se equivocaron, además estoy en la etapa de la adolescencia donde las hormonas están a mil.

Llevo mis manos por encima de las suyas en mi cara —Es por tu bien y lo sabes.

—Nadie me creería.

—Sí lo harían, quizás... — callo, porque conociéndolo sé que no lo aceptará.

—¿Quizás qué?.

—Si hablas con Belén de seguro te ayud...

—No, Lara me advirtió de que no es buena persona.

—Lara, Lara, Lara— me suelto de su aguante en mi rostro —no ves que esa chica te está usando.

—Ella nunca haría eso.

Comienzan a entrar el resto de los estudiantes.

—Olvídalo— decido volver a mi puesto.

—Yudi.

Me giro a él —Ah, ese ya no es tu puesto sino de Kim, han habido cambios.

Le doy la espalda.

Minutos después Kimberly viene a mi mesa —Dime si le preguntamos.

—No sé tú.

—Te pregunto porque sé que más nadie lo hará.

—Sí, pero si ella no responde.

Sacando cuentas del consejo que nos pidió ayer el profe de Mates nos haremos pasar por Cupido, sí, lo sé, somos lo mejor.

—Claro que lo va a hacer.

Lo pienso por unos segundos —Está bien.

—¡Sí!— exclama —te amo, preciosa— me abraza.

—Ay ya, aléjate.

Reímos.

Ella piensa volver a darse la vuelta cuando habla de nuevo —Sabes que Peter va a tener que sentarse contigo ¿no?.

¿Qué?

—No lo había pensado.

Antes quien se sentaba conmigo era Kim pero al cambiarse lo lógico sería que Peter se sentara a mi lado.

—Solo te digo— me guiña un ojo y se va a su asiento.

—Hola queridos— la profe acaba de entrar junto a Diago y a Michel.

—Hola profe.

—¿Cómo están en el día de hoy?.

—Bien— respondemos.

—Genial— da una rápida mirada al aula —oh Peter, estás aquí, ya estaba pensando pasar por tu casa.

Él sonríe con desgana mientras espera que le den un nuevo puesto.

»De seguro estás preguntándote dónde sentarte, tendrás que ocupar el viejo lugar de Kim, al lado de mi hermosa nerd.

Puedo distinguir su ceño fruncido al escuchar ese sobrenombre pero luego se relaja cuando comprende mejor lo que le han dicho. Camina hasta mi mesa y se deja caer en la silla a mi lado dándome una sonrisa.

—Bueno como saben el día de hoy vamos a hacer un pequeño debate sobre la obra que se está estudiando, Casa de muñecas y...

Le pregunto o no, sé que Kim no lo va a hacer, ella lo dejó en mis manos, pero es que yo tampoco me atrevo...

—Dime Diago— ¿en qué momento este levantó la mano?.

—Le tengo una pregunta que no tiene nada que ver con la clase ¿puedo hacerla?.

Uf, me ha salvado.

—Siempre hacen preguntas que nada tienen que ver con la clase— todos sonríen —sí, puedes hacerla.

—¿Qué tipo de regalos le gustaría que le hicieran?.

Ella se sienta en la silla atrás de la mesa del profesor —Bueno yo amo todo tipo de regalos pero soy más fan de las cosas simples, esas que vienen del corazón ¿entienden?.

—¿Como cuáles?— inquiere Michel.

—No lo sé, me gustan las rosas, soy amante de los poemas o puede ser un abrazo.

—Todavía me pregunto el motivo por el cual estuvo presa, no se parece en nada a una reclusa— dijo Malena.

—¿Usted tiene tatuajes?— cuestiona Julie —pregunto porque todas las presas o la mayoría lo tienen.

—Sí tengo, pero ahora continuemos.

Unos toques en la puerta nos hace voltear a todos.

Lara está en la puerta con sus aires de suficiencia, la camisa por fuera, su cartera Luis Vuitton, todos los días la cambia y mascando chicle.

—Hola ¿puedo entrar?— pregunta con su cara dura.

Presiento que esta mañana será un tanto intensa (...)

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Hola, hola...

Sé que muchos se deben preguntar ¿si la historia es sobre la profe porque los estudiantes también narran? Pues verán, la historia es de Belén sí, pero en el ámbito de la escuela, los estudiantes, donde doy el punto de vista de la mayoría de ellos para que puedan entender mejor la novela.

Si les gusta no se olviden votar, comentar y compartir, así me ayudarían bastante.

Besos muñequit@s