Detuvo sus pasos enfrente del gran edificio por fin se había decidido ya no soportaba tener un caos en la cabeza.

Empezó su caminata de nuevo adentrándose al lugar, había sido fácil colarse los guardias estaban tan entretenidos mirando la pantalla de un celular tal vez miraban algún partido de fútbol.

Y así fue como subió las escaleras hasta la azotea, si no fuera por qué le daban miedo las alturas abría podido disfrutar de la hermosa vista que tenía enfrente suyo.

-Bueno, ya estoy aquí.- Murmuró acercándose al barandal.

Las náuseas y mareos se hicieron presentes como cada vez que subía a una gran altura.

-Carajo.- Maldijo con las manos temblorosas. Le estaba dando vértigo.

Se sentó intentando no mirar hacia bajo.

-Esto me pasa por no querer un suicidio normal- Se quejo.

¿Un suicidio normal?

¿Que significaba eso?

Sabía que era algo ridículo lo que había dicho pero las palabras correctas no las encontraba.

Y en su situación era válido todo lo que saliera de su boca.

Un suspiro salio de sus labios, el frío estaba traspasando su abrigo sabía que el tiempo estaba pasando, que si lo haría era en ese instante sin pensarlo tanto solo se tenía que arrojar y todo vacío que llevaba dentro desaparecería.

-Estoy lista.- Murmuró.