Cap 4: Elixir para Dragones
-Buenos días-
La voz de Evelynn junto a la exagerada pose anunciando su llegada forzó que todas en el comedor interrumpieran su momento del desayuno para mirarle un segundo antes de volver cada una a lo suyo.
-Buenos Dias, Evelynn-
Pronunció Ahri mientras tomaba un trozo pequeño de sus panques con miel con el tenedor y llevarselo a la boca.
-Buenos Dias- Saludó Kaisa de la misma manera mientras se levantaba de su lugar y se dirigía a la cocina antes de volver un par de minutos luego con un plato con panqueques extra y dejándolo en el lugar vacío de la mesa para cuatro.
-¿Uhm?- Evelynn miró en dirección de la única persona que se había mantenido en silenció, encontrándose con una Akali claramente distraída, completamente absorta en apuñalar sus panqueques con el tenedor sin haber probado siquiera su comida, como si lo que fuera que rondaba en su cabeza era completamente culpa de su desayuno.
Evelynn no le tomó demasiada importancia y simplemente se dispuso a tomar asiento en el único lugar disponible en la pequeña mesa circular, que para mala suerte de la mas joven era justo a su lado.
Akali chasqueó la lengua y giró su vista a otro lado cosa que causó gracia a Evelynn no pudiendo evitar sonreír.
Fue suficiente para hacer que la ninja se levantara con clara brusquedad azotando sus manos en la mesa y saliera del lugar, con todas las miradas de las presentes sobre ella, dos que aún no terminaban de entender la situación y otra divertida por la reacción.
-¿Que le hiciste?-
Preguntó Ahri mas con curiosidad que con reproche.
-No lo sé. Pero creo que me hago una idea-
La Diva se encogió de hombros restándole importancia mientras daba el primer bocado a su desayuno.
-¿Y donde se supone que estabas ayer?-
Nuevamente se encogió de hombros, pero esta vez no hubo respuesta.
Ahri le miró un momento, pero al final desistió. Largando un suspiro.
-Eve, sabes que no me entrometo en tus asuntos personales y mucho menos en que haces con tu tiempo libre... Pero, una semana. Eso es todo lo que falta para nuestra gran entrada como grupo al mundo de la música, y es todo el tiempo que te pido porfavor mantengas tu libido bajo control. Sé lo mucho que te gusta hacer escándalos-
Evelynn río aun sin levantar su vista del plato.
- Y sabes muy bien que al igual que antes te voy a cubrir la espalda si eso pasa. Pero, porfavor una semana, es todo lo que pido-
- No creo que pueda mantener mis instintos bajo control durante tanto tiempo, me pides algo casi imposible foxy-
Canturreó la Diva en tono juguetón.
- Eve...-
- Esta bien, esta bien. Prometo... Hacer lo que pueda. Ahora, si me disculpan, Parece que debo hablar con un Dragón enojado-
Evelynn tomo una servilleta y limpió con cuidado sus labios, aunque apenas si habia dado un par de bocados y manos saliendo del comedor, dejando el lugar en silencio unos breves momentos.
Kaisa sorbio su nariz suavemente, y de manera casi imperceptible y limpio el rabillo de sus ojos con sus dedos, cosa que Ahri pudo notar
- ¿Hmm? ¿Que pasa Bookie?-
-Me tome mucho tiempo en preparar esos panquques con forma de poros para todas...-
- ...-
------
Akali seguía dandole vueltas al asunto que su cabeza le insistía en recordar. Por más que intentaba olvidarlo o simplemente hacerse creer que no debería importarle, esa escena se repetía una y otra vez, como un viejo CD.
Evelynn era una mujer adulta y una que lejos de agradarle solo le había causado molestias durante el corto tiempo que se conocían, ¿entonces por que? ¿Por que seguia siendo tan molesto... Y doloroso? ¿Porque esa imagen de aquel hombre recorriendo y mancillando aquel ante sus ojos inmaculado cuerpo no salía de su mente, incluso cuando se había dedicado a ejercitar su cuerpo para olvidarlo?
Los músculos en sus brazos empezaban a doler y el sudor de su rostro caía a gotas por su nariz, sin embargo incluso su agotamiento físico quedaba en segundo plano en comparación a lo cansado que era darle vueltas una y otra vez a un solo asunto.
Estaba tan absorta, en sus pensamientos y en tratar de obviarlos que no escuchó cuando alguien llamó a la puerta de su habitación y mucho menos como era girada la perilla de la puerta y sólo cuando un par de esbeltas piernas entraron en su rango de visión se detuvo en seco para sentarse sobre la alfombrilla que había tendido previamente.
Su mirada seguía fija en las torneadas piernas que no tenía siquiera que preocuparse en adivinar a quien pertenecían pues estuvo segura desde el primer momento.
-¿No dicen que primero hay que alimentarse bien antes de ejercitarse?-
Perfecto. Aunque sabía que era inevitable, esa era exactamente la voz que menos quería escuchar.
-¿Que haces aquí?-
Su tono era frío y estoico y aún no se animaba a levantar la mirada.
-Supuse que el dragón estaría en su guarida y pensé era buena idea venir y aclarar algunas cosas-
Se adentró en la habitación sin pedir permiso ni creyendo necesitarlo y de la misma manera se sentó en el borde de la cama frente a la otra chica.
- No hay nada que aclarar-
-Bueno, ya que montaste toda una escena en la mesa con mi llegada, yo creo que si-
Esta vez Akali tomo toda la valentía que tenía en su interior y por primera vez fijo sus orbes en los de la Diva. Esos orbes dorados como los de un depredador, no pudo evitar asociarlos con la noche anterior cuando los vió brillar en la oscuridad. Sintió su enojo crecer y frunció el seño.
- No. No hay. Ahora vete-
La de cabellos rosas no hizo ademán de querer marcharse, más al contrario se estiró descuidadamente y se recostó en la suave cama levantando una de sus piernas, regalando apropósito una exquisita vista a Akali quien tuvo que emplear toda su fuerza de voluntad para no dirigir sus ojos a aquella zona de tentación.
-¿Sabes?- dijo Evelynn mientras sacaba un objeto de entre sus prendas y lo ponía frente a si misma para admirarlo ante la luz de la lámpara que iluminaba la habitación. -Para ser un ninja, incluso uno retirado, el sigilo y la discreción no parecen ser tus puntos fuertes-
Akali fijo su mirada en el objeto que sostenian con cuidado los elegantes y delgados dedos de la mayor dandole vueltas con cuidado y se quedó sin palabras al darse cuenta de qué era. Un objeto con un brillo metálico, pequeño y de puntas. Reconocería donde fuera una de sus armas.
-Ayer cuando huiste. Dejaste caer esto. No es que lo necesitara realmente para reconocerte, después de todo, muy pocas personas de 1,50, con peinado alocado que escapa incluso de una gorra y con fetiche por las máscaras se queda mirando a una pareja que hacen lo suyo en un callejón-
Evelynn volvió a guardar la Shuriken, no parecía que la fuera a devolver.
Akali no respondió nada.
- Sin embargo, hay algo que me causa curiosidad... Y es, ¿por que motivo me seguiste? Dime, Akali-
Nuevamente no hubo una respuesta a la pregunta, pero la diva ya se lo esperaba.
-¿Tenías curiosidad por lo que iba a hacer? ¿O acaso ya lo sabías y simplemente querias verlo por ti misma?-
Con cuidado acomodó su cuerpo, volviendo a quedar en una posición de sentada mientras se inclinaba en dirección a la maknae acercando su mano con lentitud, atenta a cualquier indicio de rechazo, pero la pelinegra se quedó sinplemente mirandola, sin abandonar la expresión de enojo, aún cuando la palma de la mayor se posó en su mejilla y le acariciaba la piel suavemente con el pulgar.
- Oh cariño, ¿entonces por eso estabas molesta? ¿Estabas celosa? Dime... ¿Acaso nuestra pequeña cachorrita callejera me ve como un objeto de su propiedad?-
Evelynn sonrió, acercó su rostro al de Akali, quien cerró sus ojos.
Aún se sentía enojada y herida pero había algo en los toques de la mayor, algo mágico en sus caricias, o quizás eran sus ojos de un color irreal de los que sentía su mirada incluso ahora o la fragancia que despedía su cercanía, la cual empezaba a dudar que fuera algún perfume y empezaba a atribuírselo a la escénica natural de la mujer que adormecia sus sentidos.
Había algo que aprendió cuando se unió al grupo, desde la primera vez que conoció un poco a cada una de sus compañeras.
Si bien Kaisa era una belleza exótica y Ahri poseía una hermosura angelical. Entonces Evelynn tenía un atractivo demoníaco, tentador, hipnotizante.
La de cabellos rosas sabía que tenía total control sobre la menor en ese instante asi que se tomó su tiempo admirando a la joven.
Era verdad que la de cabellera alocada y oscura poseía atributos modestos, pero su rostro era realmente atractivo, igual que no le sentaba nada mal ese cuerpo ligeramente marcado pero que no dejaba de verse femenino, con curvas donde era justo que las tuviera y esas anchas caderas con las que no era difícil fantasear.
Incluso, la ropa deportiva que dejaba al descubierto mucha de su piel que brillaba suavemente producto del sudor y algunas pequeñas cicatrices en sus hombros y brazos le daban un aire sensual y valiente.
Pero lo que mas le excitaba a la Diva era que la siempre altanera y terca Akali estaba allí, sentada en el piso en frente suyo completamente sumisa, a su completa disposición.
Su sonrisa se llenó de lujuria y luego de hacerle esperar durante un tiempo finalmente acerco sus labios a los finos de la menor.
- Bien, bien- Felicitó burlándose de Akali -Parece que nuestra cachorrita es en realidad una perrita muy buena-
Junto sus labios con los de la rapera suavemente, sintiendo el contacto entre ellas con paciencia. Saboreando la esencia de la menor y encontrandola exquisita para sí misma.
Luego, depositó otro beso, esta vez abriendo sus labios para rozar con la punta de su lengua los finos que tenia en frente solo para separarse, y ver con deleite como la ninja había abierto los ojos suavemente, sin embargo sus negros, siempre brillantes como obsidiana se encontraban opacos, aparentemente nublados y perdidos en el éxtasis que le causaba la mayor.
Evelynn volvió a acariciar su mejilla.
-Aún no contestas mi pregunta-
Le recordó manteniendo aún un tono de burla.
-¿Por qué me seguiste? ¿Acaso tan caliente estabas que solo querías ver cómo alguien me usaba?-
Akali se sacudió ligeramente, reaccionando ante las palabras.
- Acaso te excita ver como alguien mas me foll-
No terminó la frase, pues acto seguido su campo de visión se movió bruscamente y el ardor en su mejilla no tardó mucho mas en hacerse notar. Por instinto, llevó su palma a la zona adolorida en su mejilla y miró a la única persona en la habitación que pudo haberle causado daño.
-¿¡Acaso crees que soy uno de tus estúpidos juguetes!?-
Tal cómo esperaba, la joven tenía su mano izquierda extendida en su direccción con la palma abierta.
La ninja le miraba com la misma expresión de odio que portaba en el momento en que entró en la habitación, sin embargo lo cristalino en sus ojos y la voz quebradiza le indicaron un tipo de molestía distinta.
Cosa que despertó la curiosidad de la diva.
Sabía que la ninja tenía un ojo encima suyo, lo había notado desde el primer momento. Sin embargo esto era tan común para ella que decidió ignorarlo. Su físico era excepcional después de todo, y nadie estaba mas consciente de eso que ella misma. Y no fue hasta hace poco que decidió que sería entretenido molestar un poco a la más joven con esto.
Pero, esa expresión de enojo pero a punto de estallar en lágrimas era algo distinto. Algo que si bien podía suponer, no podía estar del todo segura hasta verlo, tal cómo ahora.
"Fascinante."
Evelynn se relamió los labios, estaba encantada ante su hallazgo.
Finalmente, había encontrado la manera de pasar las escasas semanas que quedan antes del gran concierto sin romper la promesa que había hecho a Ahri y sin morir de aburrimiento.
No dijo nada más, simplemente mantuvo sus iris dorados sobre los negros de la ninja sonriéndole de lado y luego de eso se marchó, dejandola sola.
Akali esperó a que la mas alta abandonara el lugar para finalmente poder respirar, era como si la mera presencia de la pelirosa generara un ambiente pesado y agoviante.
Apenas recuperar el aire en sus pulmones y simplemente tomó lo primero que tuvo a su disposición y lo arrojó con toda la fuerza que pudo, en un intento de deshacerse de su frustración.
- Esa... Maldita... Perra-
Soltó entre dientes, apretando sus puños antes de suspirar pesadamente en un intento de deshacerse de la tensión que sentía en su cuerpo.
Al final decidió que sería mejor salir del dormitorio y dar una vuelta, quizás ir por una taza de ramen en la 34, hacía tiempo que no veía al viejo. O pasarse por alguno de los callejones y ver si había alguna batalla en curso, ya fuera para verla o quizás unirse. Cualquier cosa que le alejara de el demonio de cabellos rosas sonaba bien para ella.
----
Continuará...
#ImHakku
Nota: Sorry por tardarme tanto, realmente escribí varias veces este capítulo, pero no me gustaba como quedaba. Me cuesta hacer a Eve una perra mala, que... Si, lo siento pero lo es :c así que quisiera escuchar su opinión acerca de este monstruo, eso me ayudará para los futuros caps aunque ya tengo la noción para los siguientes 2 caps así que dudo que tarden mucho en estar, pero tendré como guiarme para la narración uwu.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro