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Cap 16: Mares Agitados, Sirenas Encalladas.

Evelynn revisó nuevamente su maquillaje frente al espejo de bolsillo, algo discreto, pero que resaltaba aún mas sus rasgos, dándole un toque encantador y sexy.

Era de esperarse, todo se veía bien en ella, sin embargo poco podían hacer el maquillaje y sus hermosas prendas y accesorios por la expresión de disgusto que reflejaba.

Además, no ayudaba en nada su actitud. Se encontraba sentada en la barra repleta de copas mientras golpeaba la madera pulida con sus garras evitando que incluso los encargados dudaran en acercarse a ella a ofrecer alguna copa.

Sólo recordar que había llegado "ese" día le ponía de mal humor, tanto así que la noche anterior había despachado a su ninja favorita de su habitación, porsupuesto, no sin antes haberse satisfecho lo suficiente de ella, lo que había sido peor para la morena pues, la había hechado de su habitación aproximadamente a la madrugada.

De haber sido otro momento, no habría dejado escapar a la menor en toda la noche, recientemente había descubierto que se sentía cómoda cuando el aroma de ésta y su calor le rodeaban mientras dormía, sobre todo si "Su" Akali tendría una cita con la perra oportunista de Sona.

No se sentía celosa, para nada era el caso. Era solo que odiaba que los demás tomaran sus cosas sobre todo cuando eran de tal calidad, y no le costaba nada admitirlo, la morena era de lejos el mejor juguete que había conseguido en su vida, a tal punto que no había sentido la necesidad de salir a jugar con más nadie desde que "salía" con ella. Claro, también estaban las "reglas" que habían puesto cuando empezó su pequeño juego... Pero en ese momento no creyó que fuera a obedecerlas.

Todo marchaba bien, de hecho, marchaba tan bien que casi olvida la tormenta que presentaba el simple hecho de ser ella misma, hasta que ese maldito texto llegó a su teléfono celular se lo recordó.

Nuevamente las expresión en su rostro que había empezado a ceder por pensar en Akali volvió a endurecerse. Largó un suspiro queriendo terminar con el "Asunto" rapidamente y volver al dormitorio.

De pronto un par de manos cubrieron su visión, el penetrante aroma del perfume usado en exceso, así como sus irritantes acciones le hizo saber de quién se trataba sin necesidad de mirarlo.

  - Creí haber dejado claro que no me gusta que me toquen sin mi permiso-

Soltó tajante sin inmutarse.

  - Cierto, lo olvidé-

El tono burlón irritaba a la de cabellos rosas como de costumbre, pero no permitió que su enojo se filtrara más de lo que ya lo hacía. Las manos se alejaron de ella, y un hombre joven con un extravagante traje dorado de corte se sentó en el banquillo a su lado poniendo su codo despreocupadamente en la barra y dejando descansar su rostro en su mano, perfilado en su dirección.

  - Aunque también creí que estarias mas feliz de verme-

  - ¿Desde cuando es algo bueno tener que verte?-

La sonrisa landina en el sujeto no desaparecería sin importar cuán tajante pudiera ser ella, lo sabía a la perfección, después de todo no era la primeea vez que trataba con él así que decidió ir directo al punto.

  - Traje el resto de tu dinero, tómalo y piérdete-

Tomó el maletín que descansaba en sus muslos y lo puso frente al hombre, quien asintió en respuesta, tomándolo y sólo dando un vistazo rápido al interior para asentir y volver a cerrar el maletín, dejándolo a un lado de su banquillo.

  - No dudo que es la cantidad correcta, pero tampoco tengo prisa ¿Te parece si te invito un trago? No me gustaria perder nuestras... Costumbres. Además, te tengo un pequeño regalo de despedida-

La sonrisa de soberbia en el joven hizo que el ambiente se tornara frio durante un segundo, sobre todo por que el idiota se dió el lujo de dejar caer su mano derecha sobre su rodilla, dejando disimuladas caricias en la piel expuesta, ella enserio odiaba a este hombre.

Estuvo por rechazarlo, pero se contuvo y en su lugar buscó en su escote su móvil fingiendo ver la hora, notando las llamadas que había ignorado hace poco y dibujando una sonrisa, era casi tierno la cantidad de llamadas que le había hecho su pequeña ninja en tan poco tiempo.

Pero, tenía que dejarlo de lado por ahora, quizas luego la recompensaria por no haber contestado, y al mismo tiempo se desquitaria con ella por haber ido a una cita con cierta zorra oportunista.

  - Por supuesto, aún tengo algo de tiempo-

Soltó con un tono coqueto mientras se cruzaba de piernas para deshacerse de manera discreta de la mano del contrario y tomar su copa. No podía caer tan bajo como para que un simple inconveniente destruyera su aura de control. 

Tal como esperaba, la copa ofrecida se convirtio en varios tragos, y la audacia de su indeseado acompañante no se quedaba atrás, las caricias y los roces eran cada vez mas frecuentes y menos discretos. Pero ella aún tenía que soportarlo, ésta era la última vez que tenía que ver su odiosa cara, no podia arruinarlo otra vez.

De pronto, el móvil del hombre sonó, y éste simplemente dio un vistazo a la pantalla, sonriendo antes de volver el aparato a su bolsillo.

  - Entonces, querida Evelynn, fué todo un placer para mi, haber "negociado" contigo estos cortos años.-

Se levantó dejando esas palabras acercandose a ella y sujetando su mentón para hacerla levantar su mirada. Lo vió girar su vista un momento, y luego de eso se acercó rápidamente a sus labios, plantando un beso profundo y casi necesitado.

Por su parte, la Diva contuvo las ganas de empujarlo lejos y simplemente correspondio, si ese beso era su tan hablado regalo de despedida, entonces con gusto lo concedería con tal de no verlo más.

Incluso cuando el beso se torno aún mas apasionado o cuando sintió unas cálidas manos posarse en sus caderas. Sintió su piel ponerse de gallina, no sería la primera vez que tendría sexo con él, pero esta vez se encontraba más reacia y asqueada que de costumbre, cerró los ojos, haciéndose una imagen mental que difería por completo con el sabor de los labios que tenía sobre los suyos en ese momento, pero empezaba a hartarse y querer detener los avances allí mismo.

Sin embargo no fue necesario, las caricias así como el beso se cortaron repentinamente, abrió los ojos y vió como el cuerpo del joven era tironeado hacia atras con brusquedad dejando a la vista una silueta mas baja, con unos alocados cabellos y un rostro que ardía en furia detrás de los enormes y para ella hermosos ojos que desbordaban en lágrimas.

  - ¿Kali?-

Mencionó el nombre casi de manera inconsciente, pero de pronto, la realidad llegó a ella y se dió cuenta de lo que había pasado. Pero aún no lograba entender cómo "ella" había llegado precisamente a ese lugar.

......

Luego de un par de vueltas por la ciudad, Akali se había cansado y decidió tomarse un descanso. Empezaba a sentirse hambrienta y no se lo pensó dos veces en lo que quería comer, lamentaba mucho que su puesto de ramen favorito, el puesto de ramen de la calle 34 quedara en otra zona de la ciudad y le tomaría mucho tiempo en ir y venir, así que se decidió por simplemente probar algun puesto cercano, y el que había escogido definitivamente tenia buen olor.

Aún estaba algo preocupada por su Diva, pero no ganaría nada con preocuparse por nada, luego de la pequeña conmoción cuando retiró su casco y dejó a la vista su rostro, teniendo que firmar algunos autógrafos y negar algunas propuestas pidió dos tazones grandes de ramen picante con todos los ingredientes que había disponibles y se dispuso a saciar su apetito.

Su móvil vibró alertandole de un nuevo mensaje de texto y con la esperanza de que fuera Evelynn rápidamente buscó y leyó lo que había escrito, sin embargo para su decepción no era de esa chica de ensueño de cabeera rosa, sino que era un mensaje de Sona, haciéndole saber lo mucho que había disfrutado su pequeña cita y lo ansiosa que se encontraba porque la oportunidad se repitiera, quizyas esta vez en un sitio más privado, haciendo énfasis en que aún habían muchas cosas de ella que estaba "ansiosa por conocer".

Akali texteo su respuesta a la primera parte, agradeciendo por la salida e ignorando completamente la segunda parte.

Apenas terminar ambos tazones y sentirse satisfecha, la morena se dejó caer sobre la mesa, indecisa si debería volver al dormitorio. La pantalla táctil de su celular mostraba que eran pasadas las 7pm. Aún no había avisado a Kaisa que volvería tarde, asi que era muy probable que dentro de poco Ahri empezara a llamar para preguntar donde estaba.

Se estiró para animarse y volver, cuando nuevamente sintió la vibración del móvil en sus manos avisándole de un nuevo texto. Ya había perdido la esperanza de que fuera Evelynn,  sin embargo para su sorpresa tampoco se trataba de Kaisa, Ahri, o incluso Sona. El remitente era un número que no tenía registrado en su agenda, con un misterioso mensaje.

Ponia un lugar, además de las extrañas palabras palabras "En 30 minutos, y tendrás la oportunidad de pescar una Sirena"

Vale, las palabras eran extrañas, sin embargo no pudo evitar asociar la palabra, Sirena con Evelynn y de pronto todo su mundo se puso de cabeza. No perdió tiempo en salir disparada del lugar y subir a su vehículo, encendiendo el motor de la motocicleta y acelerando a fondo, incluso olvidando poner su casco.

El sitio marcado quedaba algo lejos, y se sentía agradecida de no perder la costumbre de ocultar su Kama en sus ropajes siempre.

Apenas le tomó 20 minutos llegar al lugar especificado, una pequeña entrada custiodiada por un par de hombres altos y fornidos quienes le miraron de arriba a abajo, pero no evitaron su entrada como había esperado, incluso le dieron la bienvenida y le desearon buena estadía antes de darle paso.

El sitio parecía alguna especie de club nocturno, sin embargo contrario a la poca calidad de la entrada y su ubicación en general en un rincón alejado de la ciudad su interior era bastante prolijo y ostentoso. Una musica suave daba ambiente para que las pocas personas que ocupaban las mesas alrededor se relajaran en sus conversaciones o tomaran una copa en solitario.

Escaneo el lugar con la mirada, hasta dar con el para ella inconfundible color fucsia de esa cabellera que caía de lado sobre el hombro izquierdo de la mujer que estaba en medio de un apasionado beso con un joven galante de traje.

Sintió un dolor ahogado en su pecho, que dio paso a un enojo sin sentido. Abriéndose paso rápidamente por el lugar hasta quedar detrás de la cariñosa pareja, tomando al chico por el cuello de su saco y tironeando de él con fuerza, forzandolo a separarse.

Evelynn que parecía realmente sorprendida por su presencia apenas pudo soltar un. "Kali". Y eso sólo enojó mas a la ninja quien la encaró sin importar lo que acababa de hacer.

Y en cambio saludo su mejilla con la palma abierta, maldiciendo con todo su ser no tener el valor suficiente para darle el puñetazo que sentía merecía la mayor y se mordió el labio con fuerza para evitar lagrimear allí mismo.

  - ¿Enserio creí que había cambiado algo, sabes? Enserio, pensé que... Lo nuestro era algo... No se, que siquiera existía algo entre nosotras.-

Su voz era mas calma de lo que pensaba, se sorprendió a sí misma. Sin embargo, solo ver el rostro de la mujer de frente le lastimaba cada vez mas. No quería resquebrajarse, no frente a ella. Se giró dispuesta a abandonar el lugar cuanto antes, pero la mano de Evelynn se posó en su hombro deteniendola.

  - ¡Kali! !Espera, Yo...!-

Pero no tardó en sacudirse del agarre, no quería escuchar nada de lo que dijera la mayor, y mucho menos ese apodo que hasta hace unos minutos tanto amana escuchar con su melodiosa voz.

  - No me llames así. Solo mis amigos y cercanos me llaman de esa manera, y tu... A ti ni te conozco-

Por primera vez en su vida, vio la expresión de Evelynn desmoronarse. Sin embargo no le importó en el momento y se limpió las lagrimas que insistían en escapar de sus ojos.

  - ¡Felicidades!- Soltó con sarcasmo. -!Ganaste tu estúpido juego! Adelante, ya puedes ir y seguir follandote a todo el que se cruce en tu camino como una perra en celo, a mi no me importa-

Escucho a la mujer llamar su nombre una vez más, pero decidió ignorarla y seguir su camino, tomó su motocicleta y se dirigió al dormitorio, queria llegar a su habitación cuanto antes... Pero imaginar a Ahri y a Kaisa preocupadas por ella y tener que darles explicaciones era algo que no quería hacer en absoluto, así que cambió de rumbo, y buscó en  su agenda de contactos el número que recientemente había registrado.

.....

  - Enserio que las personas de baja clase hacen los mejores espectáculos...-

La voz del hombre le regresó a sus sentidos y se giró para ver el rostro burlón el joven que aún se resentia del cuello por el tirón que había recibido.

  - ¿Y? ¿Que te parece, te gusto mi regalo?-

  - ¿Tu la trajiste aqui?-

La voz de la mayor destilaba odio con cada ya sin ocultarlo cosa que hizo que él ensanchara su sonrisa.

  - No, para nada... Pero quizás sí le di la dirección. Enserio, siempre soñe con ver esa expresión de angustia en tu arrogante rostro, pero, no importaba lo que hiciera no lo lograba. ¿Quien lo diria? Hacía falta una pulgosa salida de algun callejón para bajarte de tu pedestal casi intocable, ¿no?-

La expresion de la Diva se torno oscura, y se dirigió al hombre, sosteniendo su camiseta con fuerza.

  - ¿Estas segura? Algo como esto fue lo que te metió en problemas en primer lugar, ¿no?-

Evelynn siseó, y al final soltó al chico a regañadientes.

  - Ya he terminado nuestro contrato, no quiero volver a verte nunca más-

El joven simplemente se levantó y sacudió su ropa, tomando el maletín y dispuesto a marcharse.

  - Por supuesto, fue un placer-

Apenas se marchó Evelynn salió del lugar, se sintió tentada a llamar a Akali, pero sabía que no contestaría así sin más. Si de algo estaba segura era del fuerte carácter de la ninja.

Antes de darse cuenta estaba pensando en las maneras en las que podría contactar con Akali. Incluso cuando llegó al dormitorio no pudo evitar tener la esperanza de encontrarla allí, aunque tampoco fue una sorpresa que no lo estuviera.

¿Por qué de pronto se sentía agitada? Se sentía terrible, de un humor peor que el que había tenido toda la tarde, pero... Extrañamente, triste. No conocía bien la causa, pero sí que conocía la fuente. Necesitaba hablar con Akali, y justo cuando pensó que sería imposible en días o incluso en algún momento... Su rayo de esperanza llegó antes de lo que creía y desde el lugar, mejor dicho, de la persona de quien menos lo habría esperado.

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# ImHakku

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