Cap 13: Deidades y Mortales
El sonido de la puerta principal abriéndose nuevamente provocó que Kaisa dejara de prestar atención al objeto entre sus manos para observar al oscuro pasillo, mientras se encontraba sentada con las piernas cruzadas en el mullido sofá para dos personas del recibidor.
Ya que esta vez habían usado llaves para abrir y las otras dos chicas integrantes del grupo que habitaban en el dormitorio habían llegado hacía algunos minutos atrás, significaba que sólo podía tratarse de una persona.
Tal cómo sospechó, la figura delgada y esbelta de la rubia no tardó mucho en aparecer frente a ella con sus labios fruncidos en una mueca de preocupación, pero en lugar de preocuparse también volvió su atención a lo que le tenía absorta desde hacía algunos minutos. Ahri se quitó los zapatos y la chaqueta y se adentró en el lugar dirigiéndose a Kaisa.
- No tiene caso, llamé a algunas personas que podrían saber el paradero de Eve, pero ninguno la ha visto recientemente... No sólo eso, fui personalmente a algunas de sus residencias y me dijeron que tampoco se había aparecido por allí. Supongo que sólo podemos esperar por ahora...-
Kaisa levantó nuevamente su vista a su pareja y comentó en un tono mucho mas tranquilo.
- Ah en realidad, ellas llegaron no hace mucho...-
- ¿Qu...-
Ahri estaba por preguntar, pero notó el particular objeto que Kaisa sostenía con cuidado en sus brazos.
Quizás no se había fijado en ello antes porque su mente estaba completamente nublada al pensar en que algo podía haberles pasado a Evelynn y Akali, o aun peor... Que la Diva había estado haciendo algo que seguramente daría bastantes dolores de cabeza a sus managers y mucha comidilla para los medios.
- ¿Que es eso?-
- Ah, es sólo el recuerdo que me trajeron las chicas de su pequeña salida, mira... ¿Acaso no es lindo?-
Kaisa sonrió feliz mientras dejaba de abrazar el suave y adorable peluche y lo exponía a la líder sosteniéndolo con cuidado con ambas manos por debajo de sus axilas, cómo si se tratase de algún pequeño niño, o en este caso, una pequeña cría de zorro.
Apenas identificar el vestido de colores brillantes y muchos volantes, así cómo las orejas zorrunas y las nueve colas afelpadas color rosa no pudo evitar congelarse en el acto, un sudor frio corrió por todo su cuerpo provocando que éste empezara a temblar.
- ¿De... De donde sacaste eso?-
- Evelynn me lo regaló... ¿Por que no sabía nada de esto?-
Contraatacó Kaisa visiblemente insatisfecha haciendo un puchero mientras mantenía sus ojos color fantasía en los ámbar de la rubia.
- Porque se suponía que nadie debía saber nada de eso...-
Comentó Ahri derrotada, bajando los hombros sintiendo que su mundo de dignidad y orgullo se venía abajo. Quizás si tuviera colas y orejas largas como su versión rellena de felpa y algodón estarían caídas.
- ¿Por que? No tienes que avergonzarte... Yo pienso que te ves muy linda-
Kaisa volvió a girar el peluche hacía sí misma y lo abrazó con fuerza, oprimiendo el dispositivo de voz en el pecho. Haciendo que la inconfundible voz de Ahri, pero mucho más infantil sonara pronunciando un "Kiko~".
- Ah~ Me muero de ternura-
Las palabras de su chica fueron más que suficientes, un color rojo se apoderó del rostro de Ahri... Justo cuando pensó que no podía ser mas humillante para ella, resulta ser que el endemoniado muñeco no sólo imitaba de manera descarada sus rasgos y apariencia, sino que también tenía su voz.
Ahri tomó una decisión mientras volvía a levantar su rostro, apretaba sus puños y caminaba a pasos largos atravesando el recibidor en pocos segundos y dirigiéndose a la escalera.
- ¿A donde vas?-
La voz de Kaisa le hizo detenerse en su lugar y sonreirle cálidamente. Su hermosa y perfecta sonrisa no ocultaba lo tenso de su rostro mientras apretaba los dientes con fuerza, provocando que un escalofrío recorriera la espalda de Kaisa.
- Oh, no te preocupes amor, volveré pronto... Una vez que haya matado a Evelynn, claro-
Murmuró por lo bajo Ahri mientras Kaisa escondía su nuevo tesoro con sus brazos, como temiendo que el pequeño peluche también sufriera la ira de la rubia, pero luego una imagen vino a su mente.
- Ah... No sé si deberías interrumpirla ahora...-
Ahri giró su cuerpo por completo esta vez levantando una ceja.
- ... ¿A que te refieres?-
- Digo que, para este momento ya deben estar muriendo... Una y otra y otra y otra vez-
- ... ¿Cómo?-
Ahri no respondió de inmediato y en su lugar esperó una explicación más clara de la bailarina, pero esta seguía absorta en su regalo y no agregó más nada a su extraño comentario.
- Ademas, Mini Ahri es adorable-
- ...-
Ahri no dijo más ni esperó por una explicación que no llegaría y en su lugar continuó subiendo las escaleras. Ya era lo suficientemente malo que su oscuro secreto saliera a la luz de ese modo cómo para que ahora esa "cosa" tuviera nombre.
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- Ah~-
La tierna voz de Evelynn inundó la habitación, causando que la joven morena experimentara una mezcla de placer y ternura al mismo tiempo. Dejó de mordisquear el cuello de la mujer mientras volvía frente a ella para volver a apoderarse de sus labios, acariciando suavemente la piel tersa y expuesta del vientre de la Diva.
En poco tiempo descubrió que le encantaba sentir esa zona con sus dedos, a diferencia de su propio cuerpo cuyo entrenamiento había dado unos abdominales que se marcaban ligeramente, el vientre de la mayor era plano y suave, como si estuviera hecho para reconfortar las llemas de sus dedos que entraban en contacto con él.
Evelynn volvió a jadear y luego río por lo bajo.
- Y eras tú quien decía algo sobre el pudor en los asuntos de cama o no sé que cosas... Y mira, fuiste tú quien prácticamente me trajo a rastras a mi habitación-
Akali ni se molestó en volver su mirada a la mujer para contestar, simplemente soltó los labios y antes de empezar a descender nuevamente habló.
- Es estúpido y peligroso no mantener las manos quietas mientras te llevo en mi motocicleta... No puedes culparme por quejarme de eso. Pero, aquí puedo poner toda mi atención a ti-
La verdad es que la mujer de cabellos rosas tenía razón. Fue ella quien tuvo prisa en llegar a la situación actual, pero fue porque durante todo el camino de regreso la Diva había aprovechado su posición de abrazada a su espalda para empezar a recorrer con evidente descaro su cuerpo, susurrando palabras que le sacaban de este mundo cuando le hablaba de las posibilidades al llegar al dormitorio.
Y ya que sus manos estaban ocupadas en los manubrios y su mente debía concentrarse en el camino poco pudo hacer para devolver los golpes críticos de Evelynn.
En su intento por mantener el autocontrol mordió su labio inferior hasta sentir el metálico y espeso sabor de su sangre y en silencio juró que la sirena pagaría con creces su atrevimiento y le haría entender que, ella había seguido su juego sólo porque sabía que podia ganar.
La mente de Akali imaginaba dejando la motocicleta a un lado de la entrada y de ser necesario cargar a la mujer hasta su habitación y evitar que cerrara los ojos hasta el amanecer.
Para su mala suerte, apenas llegar al dormitorio de las cuatro se consiguieron con Kaisa, quién esperaba en la sala de estar sentada cruzada de piernas con su mirada fija en el pasillo que daba a la puerta principal.
Apenas cruzaron, Kaisa se lanzó sobre ellas abrazandolas antes de que su rostro cambiara completamente a uno enojado y empezara a reprenderlas severamente por la preocupación que les habían causado a ella y a su líder por desaparecer todo el día sin contestar a sus llamadas ni haber avisado previamente.
Incluso describió la preocupación de Ahri de que Evelynn no tuviera su móvil a la mano en todo momento así como de no conseguirla en sus lugares habituales y cómo la rubia ya un poco presa del pánico, había salido por su cuenta a buscar pistas de su paradero.
En la mente de Akali, de pronto los cabellos púrpura azulados de la bailarina empezaron a tornarse rubios mientras la voz de Ahri empezaba a superponerse con la suya a medida que el sermón se alargaba... Ahora entendía que la enorme compatibilidad de la líder y la bailarina no eran meramente físicas.
Sin embargo, luego de escuchar por un tiempo, y un simple "Si, Si. Lo siento" Evelynn empezó a buscar en la bolsa plástica que traía, acallando a la chica al presentarle el regalo que había traido para ella, explicó brevemente lo que era y activó el dispositivo de reproducción de voz en el pecho del peluche. Dejando a Kaisa completamente enamorada de la pequeña Ahri Guardiana Estelar desde el primer momento.
Luego de eso, Evelynn tomó de la mano a Akali y mientras Kaisa parecía distraída le dió un furtivo beso en loa labios y se dirigieron rápidamente a las escaleras, llegando a la habitación de la mujer, donde sería Akali quien tomara la iniciativa y prácticamente encerrara a la mujer en un desenfrenado beso frente a la puerta para luego llevarla a la cama con prisa.
Akali decidió cumplir con la promesa que se había hecho a sí misma en silencio y se lanzó sobre la Diva, prácticamente arrancando las prendas superiores de su cuerpo exponiendo su torso para su disfrute, pero la mayor, cómo la experimentada entre las dos no se dejó amedrentar y demostró su propio interés en el asunto, también sacando la camiseta de la ninja, dejando solo su top deportivo negro.
Pronto se encontraron en un ir y venir, besando y mordiendo cada milímetro de piel expuesto ante ellas, dejando la mejor parte para el final.
Akali sentía que perdía el control de su cuerpo, a medida que la sensación de cosquilleo en su vientre empezaba a aumentar junto con su temperatura corporal, y a medida que su necesidad se hacía mayor las prendas que aún llevaba empezaban a molestar más y más.
Un poco renuente de tener que separarse de los deliciosos labios de Evelynn se levantó de su posición sobre la mujer, se deshizo de sus zapatos y calcetines para, al final, empezar a desabrochar sus pantalones.
- Vaya... Esa es una buena imagen. Es una pena que mi móvil haya quedado en la chaqueta que lanzaste a quien sabe donde-
La voz de Evelynn aún en su cama le hizo mirar a la Diva quien mordía su labio inferior, observándola con deseo y una ansia depredadora digna de un cazador nato.
Akali por respuesta sonrió, y luchando contra sus instintos se despojó de la prenda con mucha más lentitud, dejando que la otra chica disfrutara aún más del espectáculo.
- No se pueden tomar fotos-
Respondió Akali mientras también retiraba la última prenda que cubría su piel, quedando completamente a merced de Evelynn. Mientras volvía a la cama, subiendo a gatas, avanzando hacia su querida Diva.
- Que mal... Entonces, tendré que disfrutar de este momento para que quede en mi memoria-
Contestó la mayor recibiéndola con los brazos abiertos y dejando que volviera a posicionarse sobre ella.
Akali reanudó sus besos, esta vez mucho más humedos e intensos, y sus manos dejaron el último rastro de pudor atrás cuando buscaron desabrochar el sujetador negro de Evelynn, apoderándose rápidamente de sus bien formados senos, que, aunque no era la primera vez que los veía seguía sorprendiéndose de lo maravillosos y perfectos que eran, al igual que cada centímetro del cuerpo de la mayor.
Por su parte, la mayor disfrutaba de la posesividad de la ninja dejándose adorar de la manera casi desesperada en que la otra parte le buscaba, y pronto se encontró perdida en sus propio sentir, no creyendo que, las aunque insistentes aún notoriamente novatas caricias, besos y toques de la menor en realidad le hacían sentir bien y cuando ésta descendió por su cuerpo dando atención a este con sus labios, dejando un húmedo rastro por donde habían recorrido, sintió un arranque de ternura impropio de ella al ver el hermoso rostro esforzándose por complacerle.
- Te ves adorable de esta manera...-
Soltó mientras una de sus manos se perdía en la melena enloquecida que tenía en frente, acariciando suavemente la cabeza de la chica.
Akali no dijo nada, pero entre abrió un poco sus ojos para observar fijar su vista en los dorados de la endemoniadamente sexy mujer, un poco aturdida por el momento, pero aún así disfrurando de las tiernas caricias.
Evelynn río con verdadera gracia cuando imaginó que un poco más y la ninja ronronearia encima suyo. Pero no le interrumpió de continuar con su descenso, ansiosa de atención en la zona que se empezaba a volver un desastre bajo la tela... Un desastre muy húmedo.
Akali finalmente llegó a su objetivo, abriéndose espacio entre las piernas de la mayor, pero luchó por no lanzarse a devorar a la mujer como quería y en lugar de eso dedicó tiempo a dejar besos en la zona superior de sus muslos, provocando que la mirada tierna de la mayor se borrara y en su lugar cerrara los ojos y empezaba a arquear su espalda tratando de reprimir los jadeos y gemidos que escapaban con mas intensidad y frecuencia que antes.
Finalmente, la morena tenía a la Diva de la manera en que había fantaseado, provocando que fueran sus toques y caricias las que hicieran romper la siempre soberbia actitud de ésta y volver a su diosa una simple mortal, presa de sus sentidos.
- Kali... Deja de jugar-
Un tono suplicante mezclado de pesadas respiraciones llegó a sus oídos. Nunca pensó que podría llegar a oir algo así de la mayor, y mucho menos el apodo que le habían dado Ahri y Kaisa, de boca de Evelynn. Sin embargo, en lugar de atender su pedido dió otro beso en la zona baja de su vientre mientras con sus dedos tanteaba la humedad sobre la última prenda de la mayor.
- Porfavor...-
Nuevamente, la hermosa voz de la cantante le suplicó y Akali pensó que era suficiente de jugar, ella también estaba en su límite.
Abandonó su lugar entre las piernas de la mayor, hizo gala de su fuerza física para levantar las hermosas caderas de la Diva y retirar la pequeña pieza de tela, finalmente observando con sus propios ojos la fuente de toda la humedad que había sentido antes. Se abrió paso nuevamente entre sus muslos y los abrazó firmemente con ambos brazos.
Haría que Evelynn elogiara la agilidad de su lengua nuevamente, aunque esta vez no se tratara de soltar rimas a alta velocidad en el escenario sin enredar.
Sin embargo, ese momento no llegó, pues la atmósfera propia de una habitación que presenciaba sus actos se desvaneció cuándo el seguro de la puerta fue violentado por la llave de la cerradura y la perilla giró rápidamente abriendo la puerta con un estruendo.
- ¡Esta vez si voy a matarte Evelynn! Se suponía que....-
La voz de Ahri se fue apagando a medida que su cerebro procesaba la situación frente a ella, manteniendo su vista en la escena como si su cerebro tratara de buscar alguna otra razón para que ambas chicas estuvieran desnudas en la cama, como queriendo una excusa razonable, pero luego de eso desistió y finalmente dejó de buscar más razones y comprendió de inmediato de que manera "morirían una y otra vez" como dijo antes su pareja, quedando en blanco un par de segundos más.
- ... Perdón por interrumpir-
La lider volvió a cerrar la puerta despacio luego de dejar esas palabras. Provocando que Akali y Evelynn se congelaran en su lugar.
- Bueno... Eso fue... Incómodo-
Evelynn fue la primera en espabilar, soltando esas palabras. Akali apenas asintió, mientras su rostro empezaba a ponerse rojo de vergüenza y agachaba su mirada, quedando completamente muda durante algún tiempo.
La Diva supuso que ese sería el final de su encuentro... Y no pudo evitar lamentarse profundamente, cuando la aún aparentemente avergonzada voz de la rapera le llamó.
- ¿Quieres... seguir?-
En un principio se sorprendió, pero no es como que no entendiera a la chica. Ella también sentía que habían esperado demasiado tiempo, y esta vez no permitiría que la pequeña interrupción desvaneciera por completo las ganas.
- Por supuesto-
Fue la simple respuesta que dejó para acariciar la mejilla que tenía frente a si.
Debía admitir que la joven, en cuanto a asuntos de cama se trataba podía carecer un poco de experiencia, pero sin duda desbordaba de talento nato y energía, con sólo un poco de práctica sería una compañera de sábanas con la que quisiera compartir bastante amenudo. Lo que le hizo pensar, que esta vez admitiría que la ninja había sumado bastantes puntos a su favor.
"Quien sabe, quizás no sea tan malo perder por primera vez en mi propio juego"
Pensó para si misma mientras las nuevas oleadas de placer recorrían todo su cuerpo cada vez que la menor daba con uno de sus puntos sensibles.
Evelynn se consideraba a sí misma una diosa y para todos era más que claro que sus apodos de "Sirena" y "Diva" no eran sólo para mostrar. Sin embargo, desde esa noche se daría cuenta que también podía sentir que alcanzaba el cielo con las manos como sólo un mortal podría hacerlo.
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# ImHakku
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