Cap 10: Juego para Dos.
Akali se giró una vez más con incomodidad entre las finas sábanas que le envolvían, buscando una posición cómoda nuevamente aunque sin mucho éxito, y aunque cerró con aún mas fuerza sus ojos no pudo evitar sentirse hastiada de intentar forzarse a sí misma a continuar durmiendo, así que terminó por rendirse y abrir los ojos para posteriormente levantar la parte superior de su cuerpo, aún cubriéndose con las frazadas.
Se sentía desorientada, mirando un punto fijo en la tenue penumbra del dormitorio sin realmente reparar mucho en él, e inmediatamente como si despertaran con ella, las punzadas en su cabeza no tardaron en hacerse presentes provocando que presionara su palma contra su frente y cerrara los ojos con fuerza una vez más.
Recordó todo hasta ese momento, su presentación, la fiesta posterior a la que habían sido invitadas y cómo producto de un acto que ahora veía bastante infantil de celos se había pasado de tragos, razón por la que ahora ahora su cuerpo se quejaba con ella por su propio descuido, lamentó un poco sus acciones no propias de ella, pero entonces empezó a rememorar lo sucedido luego de eso...
Se fijó mejor en la habitación en la que se encontraba, el cuarto oscuro era iluminado por la lámpara de lava que irradiaba una luz fucsia, y ahora también por la blanca y mucho mas brillante luz que se colaba desde el pasillo por la puerta que se encontraba entreabierta, lo que le permitió detallar más cómodamente el dormitorio.
La enorme cama con sábanas de seda dorada entre las que aún se encontraba envuelta, el pequeño tocador personal con cantidades abarrotantes de productos cosméticos en la esquina de la pared, los armarios y guardarropas abiertos con algunas prendas y estanterías con una desbordante cantidad de zapatos y accesorios, así como la puerta de cristal polarizado del fondo, con una blanca bata de baño colgada de un pequeño perchero a su lado. Le sorprendió un poco el hecho de que todas esas eran cosas de las que no se había percatado la noche anterior.
Para ella, hace unas cuantas horas sólo existía la habitación tenuemente iluminada, la suave cama de exquisita calidad... Y por supuesto, la causa de que obviara cualquier otro detalle innecesario: Evelynn.
- Ah...-
Como si recordara algo, la vista de Akali volvió a pasearse por toda la habitación, pero como supuso desde un primer momento, la dueña del lugar no se encontraba por ningún lado.
Se encontraba completamente sola en la habitación, y se sintió ligeramente decepcionada por este hecho, quizá la cómoda sensación de abrazarse al cuerpo cálido y suave de Evelynn y el aroma de la Diva impregnando sus fosas nasales mientras dormía plácidamente sólo había sido producto de su imaginación, en otras palabras, el alcohol y la excitación que la madrugada trajo consigo le habían jugado una mala pasada.
Sacudió su cabeza suavemente para obviar ese hecho y se decidió a levantarse finalmente de la cama, aunque desconocía que hora era y su cabeza aún le daba punzadas de dolor producto de la resaca, no podía quedarse allí todo el día.
El suave roce de las finas telas en la piel y sobre sus senos cuando retiró las sábanas con las que se cubría le hizo recordar el hecho de que su torso aún estaba desnudo, y ahora que se fijaba mejor en ella misma sólo llevaba su pantalón ajustado puesto, de resto, nisiquiera llevaba sus calcetines.
Largó un suspiro en resignación y finalmente abandonó el lecho para poner sus pies descalzos en la suave alfombra y con la pasimonia propia de quien acaba de levantarse y más aún con una resaca mundial, se dedicó a buscar sus prendas faltantes en el suelo de la habitación, recogiendolas una a una, preguntándose cómo era posible que fueran arrojadas tan lejos una de la otra.
Finalmente, luego de arduos minutos, había terminado su labor, y luego de colocar la gorra sobre su cabeza ya estaba completamente vestida y lista salir de la habitación y dirigirse a las escaleras al final del pasillo.
Llegó al recibidor, y pudo encontrar a Evelynn degustando una taza humeante de lo que pudo adivinar era alguna infusión o té dulce por el aroma que llenaba el lugar, mientras se encontraba sentada en el sofá manipulando su móvil.
- Buenos días-
Saludó cortésmente la mayor sin dirigir la mirada a Akali, quién no tardó en responder de la misma manera.
- Buenos días-
- ¿Cómo te sientes?-
- ¿A parte de que siento que me taladran la cabeza? Bien-
Esta vez Evelynn arrojó el aparato a un lado y dirigió su vista a ella y dando un pequeño sorbo a su bebida antes de responder.
- No es algo que debería sorprenderte en realidad... Ya es un milagro que no hayas hecho un desastre en mi habitación-
Evelynn río por lo bajo para sí misma y luego continuó.
- Bueno, de todas maneras. No tienes que quedarte allí todo el día, e imagino que estás hambrienta. Ven, vamos al comedor-
Con apenas un asentimiento Akali siguió a la mayor, adentrándose en el lugar hasta llegar a lo que suponía era la cocina y comedor.
Ambas partes eran separadas por un pequeño muro de marmol y en él, una plancha empotrada del mismo material se extendía, sostenida en el extremo opuesto con un par de columnas ornamentadas bajo esta. En el centro, se podía observar un patrón constructivista a cuadros que jugaban con los colores blanco y negro y sobre esta una canasta con algunas frutas frescas, y algunos frascos ocupaban su lugar en el mesón el cual era acompañado con un par de mullidas y altas sillas dispuestas a cada lado de marco negro y revestimiento de cuero blanco a juego.
Evelynn dijo algo como "Toma asiento donde gustes" mientras pasaba al lado de la cocina.
Akali obedeció y dirigió su mirada a la mujer. Nunca había visto a Evelynn cocinar por sí misma. Así que supuso que ésta sería una muy rara oportunidad para ver un espectáculo, no obstante, eso no sucedió.
Evelynn tomó un paquete grande, con un envoltorio hermético, lo abrió y saco un tazón blanco de un tamaño considerable de él, sellado con un cobertor transparente, luego revisó el interior de la bolsa una vez más y tomó un par de palillos de madera y servilletas.
Volvió al mesón y puso frente a Akali el tazón y a su lado las servilletas y los palillos.
- No sabía exactamente que cosas te gustaban y que cosas no, así que pedí que lo prepararan con todo...-
Comentó mientras le restaba importancia. Akali, por otro lado sólo asintió y retiró la cobertura plástica del tazón de Ramen y el aroma fragante de la comida aun caliente le embargó e inmediatamente se sintió aún más hambrienta.
Tomó ambos palillos y se dispuso a comer sin reservas. No era un sabor tan familiar y perfecto como el del viejo que solía visitar en la calle 34 de la zona baja. Pero sin duda seguía siendo exquisito. Podía ver que Evelynn se había tomado la molestia de hacer un pedido a domicilio a algún restaurant cercano y agradeció el gesto, aunque realmente no le habría importado, incluso si era una caja de fideos instantáneos.
No le tomó mucho tiempo devorar el tazón por completo, y no supo si se debió al vapor o los fideos nadando en caldo caliente, algún ingrediente, o el simple hecho de poner algo en su estómago, pero las punzadas en su cabeza y los demás síntomas de la resaca que le había agobiado desde que se despertó desaparecieron en cierta medida.
Agradeció con cortesía y genuina gratitud a Evelynn y luego de unos momentos en silencio, finalmente se armó de valor para buscar la mirada de Evelynn con la suya y tocar el tema que había querido tratar desde el principio.
- Escucha... Sobre lo de anoche...-
Evelynn sonrió en respuesta sin evitar su mirada. No era su típica sonrisa maliciosa, era mas bien una sonrisa tenue, más bien tranquilizadora.
- Si quieres podemos simplemente hacer como que nada pasó y ya esta-
Pero para su sorpresa Akali negó ligeramente mientras mantenía su vista fija en ella, no podía darse el lujo de dudar ahora.
- Me gustas, Evelynn-
- Ah si... Recuerdo que dijiste algo similar-
- Lo digo enserio, me gustas. Me gustas mucho, tanto que me enoja... Tanto que odio admitirlo-
- Hmm...- Evelynn ladeo un poco su sonrisa - Bueno, debo admitir que en cierto modo, también me atraes, así que entonces no hay problema con...-
Pero Akali volvió a negar sus palabras.
- Lo hay-
Le aseguró. Dejó los palillos de madera en el mesón un un poco de fuerza y se levantó, se dirigió al lado contrario y acercó su rostro al de Evelynn, aun con su mirada fija en la de ella.
- Hay un problema. De verdad me gustas...-
- Vaya. Creo que ya dejaste bastante en claro que...-
La burla de la de cabellos rosas fue interrumpida cuando los finos labios de la ninja se adueñaron de los suyos, fue un acto repentino, pero le permitió hacer como quisiese y simplemente correspondió al beso, los labios de la menor eran exigentes y demandantes pero para la vocalista no fue un problema dejarse hacer, no duró mucho tiempo pues el beso fue cortado en un instante.
- No quiero compartirte. No quiero que nadie más te toque... no quiero que nadie más te tenga. Quiero que seas mía-
Evelynn no dijo nada durante un momento, esa declaración había sido más inesperada que el beso.
- Hmm... Puedes ser bastante directa cuando quieres-
Puso su mano en la mejilla de la menor y le acarició con suavidad. Pero luego se retiró y se encogió de hombros.
- Sin embargo, sólo juego bajo mis reglas. Aún así... Tampoco fuiste mala compañía, así que debo decir que me causas intriga. ¿Como dijiste? Ah si, "Más de la que quisiera admitir". ¿Quien sabe? Esto podría ser bastante divertido-
Akali no dijo nada. La respuesta de Evelynn había sido muy ambigua. Si bien era cierto que no le había rechazado tampoco había aclarado ninguna duda, con la excepción de que ésto aún era una especie de juego para ella.
- De cualquier manera. Deberíamos volver al dormitorio que se nos asignó, aunque es probable que Ahri y Bookie sigan durmiendo... Si alguien más descubre que cada una se fué a dormir con su miembro favorito de la banda, rumores extraños pueden empezar a rondar por allí, no queremos causarle problemas innecesarios a nuestra querida lider ¿Verdad?-
- ¿...?-
Akali no pudo responder, ¿eso había sido una indirecta? ¿O sólo lo había dicho para picar su curiosidad? Conociendo a la sirena de cabellera rosa, entonces sería lo segundo. Así que Akali también sonrió de manera descarada, imitando a Evelynn.
- Supongo que tienes razón. No debería causar problemas a Ahri cada vez que quiera escaparme... contigo-
Sea cualquiera de las posibilidades. Akali siguió la corriente y contestó imitando el tono jugueton de Evelynn. Si esto era un juego para la mayor, aún cuando ella había dejado en claro su posición y sus sentimientos, entonces Akali no sólo no se rendiría, sino que entraría a jugar también.
Después de todo, aunque ella ya había caído en los encantos de Evelynn, nada impedía que Akali también intentara atraparla. Aún si la Diva quería jugar con sus propias reglas, este era un juego para dos.
La mayor por respuesta sólo ladeo su sonrisa y dejando un corto beso en los labios de Akali se escuso para ir al estacionamiento a buscar su auto.
Quizás la pequeña ninja había captado sus palabras, o quizás no. De cualquier manera, su juego de caza el cual creía habría terminado la noche anterior, de pronto parecía que se había vuelto más interesante.
....
Ahri creyó haber escuchado algo entre sueños, pero la calidez y suavidad del cuerpo que tenía debajo y que había servido de almohada de cuerpo completo durante la noche le llamaba a volver a acurrucarse en su pecho y continuar durmiendo. Agudizó sus sentidos adormecidos un par de segundos, y cómo no pudo captar nada volvió recostarse, no le tomaría mucho volver a dormir.
Recostó su rostro sobre el cuello expuesto entre hebras de cabello púrpura y cerró los ojos bañada en la deseable fragancia de su chica, el sueño empezó a apoderarse de ella nuevamente, de pronto, algo captó su atención nuevamente.
Esta vez, el pitido molesto sonó por más tiempo, y luego de eso empezó a sonar con insistencia una y otra vez. Maldijo a quien fuera que había decidido instalar un timbre en el lugar, aunque muy probablemente fue ella misma y también a quien parecía querer dejarlo obsoleto por su insistencia al llamar.
Ahri se levantó con cuidado de no despertar a Kaisa, aunque, ya que no había despertado con el ruido era poco probable que esto ocurriera. Se alejó del sofá que había servido como lecho para ellas y luego de que sus acolchadas pantuflas estuvieron en sus pies tomó una camiseta holgada que encontró, probablemente de Akali y que apenas cubría hasta sus muslos y que cada vez que se balanceaba dejaba ver un poco el color negro de la ropa interior que vestía.
Su cabello lacio estaba hecho un desastre y quizás su rostro no estaba en mucho mejor estado, pero considerando que esta semana era su tiempo libre y que no había recibido ningún mensaje o llamada para avisar la llegada de algún miembro ejecutivo de la disquera o el staff, sólo habían dos personas de las que podría tratarse, por lo que no había problema con su desaliñada apariencia.
Arrastró sus pies pesadamente hasta la blanca puerta y la abrió incluso sin preguntar de quién se trataba. Allí la luz del sol le cegó un momento, pero no tardó en dirigir su vista a las dos figuras que se encontraban allí, la más alta se había inclinado ligeramente hacia la otra juntando sus rostros, más específicamente sus labios, mientras la más baja parecía querer alejarla empujando con sus brazos.
Ahri parpadeó un par de veces, y creyendo que aún estaba soñando se refrego los ojos, sólo para volver a abrirlos y encontrarse con Evelynn sonriéndole mientras le saludaba con un - Foxy~- y akali haciendo un gesto mientras sostenía la vicera de su gorra.
- Ah... Si, hola-
De no ser por que notó como Evelynn saboreaba sus labios creería que lo que vió hace un momento había sido producto de su imaginación. No es que le extrañara el comportamiento de Evelynn, después de todo, era una parte natural de la Diva, e incluso ella misma tenía viejas historias con la mujer de cabellos rosas, pero... Ya fuera con su innumerable fila de amantes o antaño con ella misma... Era la primera vez que la mayor del grupo estaba siendo tan familiar en un sitio que no fuera privado u ocultandose en la sombra de alguna esquina, aparte de ello había algo que se sumaba y le hacía sentirse fuera de lugar era que Akali actuara tan normal frente a ese gesto.
- ¿Ahri?-
La voz de Akali detrás suyo le hizo despertar de su atontamiento.
- Ah... si, voy-
"Bueno, de cualquier manera... Si Kali está bien con eso no hay problema supongo..."
Terminó por restarle importancia y se dirigió adentro con las demás.
Apenas llegar al recibidor, vió cómo Akali se perdía por las escaleras mientras Evelynn miraba divertida a una Kaisa sentada sobre el sofá refregando sus ojos y bostezando.
- Sabía que no podrían llegar a la habitación-
Se burló Evelynn. A lo que Ahri solo se encogió de hombros.
- ... Apenas si pude arrastrarla a la sala... Casi fuí violada en la puerta ¿Sabes?-
- Lo siento~-
Soltó Ahri aunque sin sentir culpa en absoluto y Evelynn no pudo contener sus risas ante la interacción de las dos tórtolas
"Bueno, ya no es cómo que pudiera burlarme de ellas..." Murmuró para sí misma. Y se dirigió a su habitación, pero antes recordó algo.
- Ah, si. Kali y yo desayunamos en mi departamento. Así que no se preocupen por nosotras-
Kaisa asintió y luego de que la diva también se perdiera en las escaleras miró a la rubia y murmuró.
- Acaso...-
Ahri no respondió de inmediato. Pero luego de pensarlo un momento también susurró.
- Parece que nuestra Maknae tuvo una noche divertida también-
- Pobre Kali...-
Susurró Kaisa, y Ahri entendió sus palabras de inmediato, se notaba a leguas, almenos para ellas, lo perdida que estaba la joven rapera por la Diva, y que ésto quizás no podría resultar bien para ella.
Ahri nuevamente pensó su respuesta pero contrario a lo que Kaisa pensaba no le dió la razón de inmediato.
- Quien sabe. Nunca antes la vi besando a alguien a plena luz del día, o interesarse en alguien después de haber conseguido lo que quería...-
- ¿Mmm?-
- Oh nada, entonces... ¿Que habrá para desayunar? ¿O debería comerte a ti?-
Kaisa notó como Ahri cambió el tema, pero no le importó en absoluto. Lo que sea que pasaba entre las dos miembros restantes era algo en lo que no debían entrometerse.
Y ya que sabía que la amaneaza de Ahri era muy real por los ojos fieros que le miraban se apresuró negarse y prácticamente huir a la cocina.
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#ImHakku
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