Roseanne estaba cansada.

Tenia mucho que ver con que no había dormido durante toda la noche anterior, también tenía que ver con Lisa y que no podía pensar en otra cosa que no fuera ella.

Las manos le temblaban y eso hacía que los acordes que rasgaba en su guitarra no sonarán bien, su mente se había quedado en ese tanque en el que había estado con Lisa y sus labios... sus labios...

—Rosie, linda, ¿te pasa algo? No podemos seguir así, suenas terrible —Jennie le puso una mano en el hombro y todas las demás posaron sus ojos en ella.

—Necesito café.

—A mi se me hace que lo que necesitas es otra cosa —susurró Jisoo, pero lo suficientemente alto como para que los demás oyeran.

—Por cierto, ¿dónde estabas en la mañana?

Hyeri la veía mientas le daba vueltas a sus baquetas entre las manos desde la batería.

—Fui a caminar por ahí, esa pequeña tienda de campaña me estaba asfixiando.

—¿Te sientes mal de verdad? —Teddy parecía realmente preocupado, pero Roseanne ya se olía que Jisoo, Hyeri y Jennie sabían el por qué de su falta de concentración—. Te traeré un café, llamaré a Vince para que vaya haciendo fila por mí, ustedes sigan, recuerden que después otra banda también quiere practicar un rato.

Teddy dejó una mochila en el suelo y bajó del escenario mientras se llevaba el teléfono al oído.

Las otras tres chicas se quedaron viendo a Roseanne.

—Entonces... —Jisoo comenzó a hablar—, la encontraste, supongo.

Roseanne bajó la cabeza.

—Estaba preciosa —dijo, más para ella misma que sus amigas.

—Ay Chaeyoung... —Hyeri se acercó para abrazarla—. ¿Hablaron?

—Sí.

—¿Está enojada?

Jennie también se acercó para abrazarla.

—Creo que no, no lo sé... ella es tan... no lo sé, creo que sólo fue amable conmigo.

Jisoo se llevó una mano a su barbilla, como si analizara toda la situación.

—Ya veo por qué no contestabas mis llamadas. De haberlo sabido te hubiera dado más tiempo con ella.

—Jisoo...

Ella también se acercó a abrazarla.

—¿La veras después? —preguntó Jennie.

—Eso quiero.

—Oh, por esa razón es que estás tan nerviosa, tu cabeza se fue para otro lado, ¿no? —dijo Hyeri.

Roseanne estaba avergonzada, pero de alguna manera estaba alegre, estaba bien, nerviosa, pero estaba bien.

Asintió para Hyeri, dándole la razón.

—Perdón por arruinar el ensayo chicas, sólo estoy nerviosa, demasiado nerviosa.

—Está bien, respira mujer —Jennie le dio una palmada en la espalda—, solo no lo vayas a arruinar cuando estemos en vivo.

Roseanne comenzó a hiperventilar.

—Jennie... —la reprendió Jisoo—. No ayudas.

—Lo siento, lo siento —la chica rebuscó entre los bolsillos de sus pantalones—. Toma un caramelo, puede que te tranquilice.

Le tendió a Roseanne una paleta en forma de corazón, esta se rio y la guardó en su bolsillo.

—No estoy de ánimo para dulces en este momento, pero lo guardaré para más tarde.

Justo antes de que procedieran a interrogar a Roseanne respecto a su madrugada anterior, Teddy volvió con sándwiches y café para todas. Les dijo que había conseguido que un amigo le prestara el baño de un camper rodante para que se ducharan y ellas se lo agradecieron. Luego de eso ensayaron durante una hora más, está vez con Roseanne un poco más calmada.

Las cosas fueron pasando, tomaron una ducha como personas civilizadas gracias a Teddy, se pusieron sus outfits para el festival, fueron a ver algunas de las presentaciones de la mañana y luego fueron a almorzar barbacoa a uno de los puestos ambulantes, siguieron dando vueltas por el lugar para matar tiempo y disfrutar de la música hasta que llegara la hora de ellas de estar arriba del escenario, y aunque narrandolo se va en pocas líneas, para Roseanne cada segundo fue una tortura, viendo a su entorno por si se encontraba a Lisa en su camino, sin tener suerte ni en eso, sintiendo que esas mariposas en su estómago revoloteaban e intentaban escapar por su garganta, transformándose en una sensación parecida a las náuseas.

Después de la eternidad, Roseanne al fin pasaba sus manos por la correa de su guitarra de nuevo, con sus doc martens puestos, sus fieles y desgastados compañeros de aventuras, bien aferrados al suelo del escenario. Respiró profundo, volvió a hacerlo, escuchó como Jennie las presentaba al público con fervor y adrenalina en su voz, escuchó al público, modesto, pero público a fin de cuentas. Volvió a respirar.

Tenian 3 canciones por delante.

El público, como dije, era modesto al ser ellas una pequeña banda local nada más, pero a Roseanne eso la tenía sin cuidado. Un show era un show. Una presentación era una liberación. Se dijo a sí misma que lo haría bien, no solo por el público, no sólo por sus compañeras, no solo por ella, sino también por Lisa; para Lisa. Esa noche Roseanne tocó para Lisa a pesar de que ni siquiera la alcanzaba a notar entre la multitud, sabía que estaba allí y eso le bastaba.

Abrieron con un cover de Knee Socks, idea de Jisoo para atraer a oyentes curiosos y casuales a su tarima, cosa que terminó funcionando muy bien. Y es que Jennie obviamente no era Alex Turner, pero sonaba poderosa y Roseanne le seguía, jugando con el tono de su voz en agudos y graves. Más gente se acercó a ellas para la mitad de la canción y cuando llegaron a la parte del coro de nuevo, el público se les unió para cantar hasta que terminaron con el último golpe de Hyeri en la batería.

Había sido un buen calentamiento,  Roseanne estaba más suelta que antes y la gente les aplaudía.

Siguieron con otro cover porque a Jisoo le pareció la movida más inteligente,  así que ninguna se lo cuestionó. Tocaron My Name is Dark de Grimes, Esta vez con Roseanne liderando con su voz, cosa que pareció agradarle al público. Para el final de esa canción ya tenían un número mayor considerable de personas prestándoles atención.

Los dedos de Roseanne cosquilleaban al hacer los últimos acordes. Tenia mariposas en el estómago de nuevo, pero no debido a Lisa, sino por la emoción del momento.

Acercó su boca al micrófono para prepararlos para la siguiente canción.

—Esta canción nos la dio un amigo nuestro y la elegimos para cerrar —dijo entrecortado—. Se llama "como si fuera la última vez".

Luego de decir eso el público enloqueció, como si las siguieran de años y la hubiesen escuchado, expectantes, les gritaron efusivamente. Roseanne deslizó su guitarra a un lado y tomó el micrófono con sus dos manos.

—¡Más les vale que bailen como si lo fuera...!

Su grito fue certero, su voz quebrandose al final de la oración denotando su emoción al expresar aquello.

El público volvió a enloquecer.

Euforia, eso fue lo que Roseanne sintió.

Y al final, se despidieron de su audiencia para dar lugar a la siguiente banda.

Roseanne se apresuró a bajar de escenario, incluso con su guitarra aún colgada en su hombro, y llegó en donde estaba el staff del evento para buscar a Lisa con la mirada.

Aún no la veía, quizá movilizarse entre la gente se le había complicado, de repente sintió una mano en su espalda.

Era Jisoo.

—Esperala —le dijo—. Nosotros llevaremos los instrumentos a la camioneta.

—Gracias Jisoo.

Luego Hyeri también se acercó a ella.

—Me iré con Vince y Somi mañana por la tarde —le entregó las llaves del auto que Roseanne le había dado para que las cuidara—. No quiero sonar como la aguafiestas, pero recuerda que debes estar en tu casa mañana a las diez de la mañana.

Roseanne asintió, deseando en lo más profundo de su ser que las horas se le hicieran eternas hasta entonces.

Siguió esperando por algún indicio de Lisa mientras sus amigas y otros chicos les ayudaban con los instrumentos, y justo cuando creyó que ella no llegaría vio su cámara alzada entre la multitud.

—¡Fue más complicado llegar aquí de lo que pensé que seria! —le gritó desde el otro lado de la barda de seguridad.

Roseanne le sonrió.