Wolf

- No has cambiado mucho...eres más grande y musculoso. Vaya, ya no tienes el rostro de un niño, pero tú sonrisa...es la de uno...como siempre lo fue - Decía James mientras acariciaba una de mis mejillas - ¿acaso...te olvidaste de mi? - me preguntó acercándose más a mi y lamiendo mi mejilla.

Me quejé un poco, no por disgusto, sino por pena. Ese contacto, aunque deseado, lo sentía muy lejano a mi.

Sentí como posaba su mano en mi mentón y me obligaba a verle, con pena y llorando dejé que me guiara a sus ojos. Estaba muy confundido, yo estaba igual, podía ver sus ojos ya que no tenía sus gafas puestas. Las había dejado colgando de su camisa, permitiéndome ver esos ojos verdes como una esmeralda.

El silencio entre nosotros lo decía todo, algo estaba mal, ninguno tenía el valor para enfrentarse a la verdad y disimular como si nada hubiera sucedido entre nosotros.

Pero no podíamos estar callados para siempre; tome todo el valor que tenía e intenté comenzar una charla entre los dos.

- James... - Dije, aún lo miraba y él a mi.

Pude ver como se ponía nervioso y, en su mirada, pude ver que tenía idea de que le iba a hablar.

Pero antes de que pudiera continuar, él se dejó caer encima mio y en silencio comenzó a llorar. Verlo de esa forma me rompía el corazón. Sentía como mi camisa se mojaba, lentamente comencé a sentarme con a él (que en ningún momento se separó de mi) para estar más cómodos los dos.

Esto era una tortura para él y para mi también.

Acaricié con cuidado su espalda, dándole todo el tacto necesario para calmarme.

- Lo siento... - Comenzó en voz baja - siento no haber estado allí para ti...no pude evitar mi muerte y sólo sucedió...perdón. Te dejé solo por mucho tiempo y...y...

- James - Le dije con seriedad y un poco de calma - No es por eso por lo que tienes que disculparte - Él calló al escucharme y se aferró más a mi - ...cuando te fuiste...me enteré de todo. Las razones por las que no nos veíamos siempre...y lo que hacías.

Sentí un nudo en mi garganta, sacar todo esto de forma tan rápida había sido algo duro para mi, pero que necesitaba sacar en algún momento.

- Wolf...no...yo no... - No podía decir nada, al menos no algo completamente, y se comenzó a soltar de mi.

' Odio esto... '

Algunos segundos pasaron, yo comenzaba a recordar algunas cosas.

' Otra noche sólo... '

' ¿Dónde podrás estar? '

' Te extraño... '

Me dolía mucho pensar en todo eso, todo me lastimaba ahora.

...

Habíamos estado en silencio por un rato para intentar calmar las cosas, la verdad ni siquiera yo tenía ganas de hablar. Todo esto me parecía absurdo por mi parte.

¿Cuándo fue que el gran Wolf O'Donnell se había acobardado tanto?. Mucho antes de ser universalmente conocido como un criminal espacial.

- James - Dije, intentando llamar su atención. Se que él me escuchó, mas no desea responder o verme a los ojos, siquiera se da el lujo de moverse - James, no pretendas que no me escuchas - No había respuesta por su parte, por lo que algo cansado decido empujarle para que reaccionase.

Él me miro y yo a él. En su mirada el miedo y pena abundaba. Entre esos, también veía arrepentimiento, por todo tal vez.

Necesitaba un respiro de todo esto de una maldita vez.

...

Narrador

- ¿Hm? - Un joven lobo miro hacia la puerta principal al escuchar pasos cada vez más cercanos, sus orejitas se alzaron en dirección al típico sonido de pisadas alegres, ya suponía de quien se podía tratar.

Espectó desde el sillón esperando a que la puerta fuese abierta, no quería apenarse frente quien estuviese tras esta. Por eso, contuvo lo suficiente su emoción y decidió esperar pacientemente.

No podía contener todo la felicidad que sintió, por esto varias lágrimas comenzaron a hacerse visibles en sus ojos.

La puerta fue abierta y, tras esta, un zorro alto de buen aspecto y con flores en la mano se dejaba ver, tenía una sonrisa dibujada en el rostro y un aire de lo más alegre del mundo. Miró en dirección al lobo y caminó hacia este para no hacerle esperar, puesto que sabia con claridad la felicidad que debía estar sintiendo el chico.

- ¡Wolf! - Gritó con felicidad acercándose al lobo, quien con una mano secaba sus lágrimas esperando que no sean dadas de importancia por el zorro. Era tanta la emoción que no había dicho palabra alguna, sólo miraba al zorro moviendo de lado a lado su cola expresando su felicidad.

Cuando el zorro llegó a Wolf le abrazó con fuerza, y aumentó cuando sintió como su abrazo era correspondido por el menor.

El canino mayor comenzó a reírse al sentí como Wolf se enterraba en su pecho y acomodaba en sus brazos. Totalmente enternecido le acarició el cabello en señal de aprecio y cariño. Podía sentir las lágrimas de su chico pasarse por su propio pelaje, haciéndole abrazarle más fuerte para hacerle saber una cosa: estaba aquí.

El zorro pensaba decirle algo tierno, cuando entonces el lobito pronunció su nombre algo desesperado.

- J...James - Le llamó aferrándose más a este, causando un sonrojo en el zorro.

Wolf había extrañado mucho a James. No le había visto desde hace dos semanas y ya le hacía demasiada falta (mejor dicho, desde que se fue). No tenía idea de a dónde había ido, pero eso no pasaba por su mente ahora.

Ahora lo único que ambos haría sería quedarse abrazados por un largo tiempo, disfrutando uno del otro y respirando sus aromas. Luego seguramente harían el amor, a James le gustaba mucho hacérselo (a Wolf) cuando volvía de su trabajo, Wolf no se negaba a esto pues lo disfrutaba también.

Solo serían ellos dos por, probablemente, tres días. James no solía quedarse más tiempo por su agotador trabajo. Pero, a Wolf no le importaba si era poco tiempo en el que se veían, puesto que, estaba ciegamente enamorado de él.

James entonces separó un poco a Wolf para verle a la cara y plantarle un beso y mientras le basaba lo cargó y le llevó a su habitación, iban a tener un tiempo para ellos sólos, un tiempo donde los gemidos de Wolf serían lo único que sus oídos podrían escuchar, y lo único que ahora quería escuchar.

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Chao chao