Salty seguía sin creer lo que Chio y Yec les había dicho, al igual que Deltha, quien con sus ojos se veía el nerviosismo atravesar todo su cuerpo; parecía que los ojos saldrían de su órbita.

No era extraño, ni mucho más, en realidad Deltha siente un respeto y al mismo tiempo, un enorme afecto hacia los Getz; lo cierto es que Deltha fue criado, antes de la llegada de Yec a su vida, por uno de ellos.

Esto fue hacía unos años atrás.

Como lo ha contado Yec y la mayoría de personas que saben de la historia, es decir, toda la institución, exceptuando Salty, Deltha había nacido en el seno de una familia con muchos problemas.

Era una pareja fuera de lo usual, ya que su padre era un humano y su madre era una elfa. Esto, no solamente era mal visto por la sociedad mágica (esto debido a que los humanos fueron vetados de Plutón, por más lejano que fuese el día donde los seres terrícolas pudieran viajar hacia otros planetas), sino que, debido a la fisiología tan diferente, lleno de un sentido de los órganos, de los cromosomas, y a un órgano interno en los elfos, que es esencial para la reproducción, varios de los hijos que tuvieron antes de Deltha, habían nacido con alteraciones genéticas y padecían de enfermedades; tales como deformaciones, crecimiento acelerado o lento, enanismo, junto con ello, diversas y muy extrañas enfermedades mentales y fobias, tales como retraso mental, episodios de doble personalidad, psicopatías y otras afecciones que se desconocen por respeto a la pareja y a Deltha.

Al momento que nació Deltha, dieron con un bebé elfo bastante saludable, psicológica y físicamente. No hubo anomalías en su ser, no había descontrol en sus años siguientes y parecía ser un hijo perfecto.

Para desgracia de Deltha, su padre, debido a las condiciones del planeta, lo afectó gravemente, detonándole un extraño cáncer que no era conocido por nadie en el mundo mágico; en realidad, fue cáncer celular, o al menos eso fue como se pudo diagnosticar a la perdida de unión entre los tejidos, la decaída del mismo ser y la degeneración, tal vez no veloz, pero si notoria, durante toda su estancia en el planeta Plutón.

Su madre, quien jamás supo la verdadera causa de la muerte de su marido, no tuvo mayor opción que dejar a Deltha a cargo de unos viejos grajeros, quienes habitaban el bosque Getz, antes de que fuera ilegal hacerlo.

La nueva pareja de padres granjeros, que se conformaba por una mujer araña y un esposo cucaracho, jamás hicieron caso de Deltha y lo tomaron como un adorno más en la casa.

Deltha, sin tener más que miseria y poca atención en esa casa, salió por aburrimiento y recibió más cariño, atención y amor a una pareja de Getz, los cuales fueron más como sus hermanos y sus padres que simples y meras mascotas.

Pasaron los años y a pesar del gran amor y mutuo respeto que había entre especies, Yec, tras un viaje inesperado otorgado por el congreso, fue hacia su "rescate", cosa que no le agradó a ninguna de las partes del traro o la familia. Sin embargo, Yec, además de ser un gran brujo y veterano de guerra tanto en el planeta tierra y en Plutón, también es bueno para hacer tratos; como promesa eterna, Deltha iba, sin ninguna falla, a visitar a su familia de Getz al bosque mismo sin ninguna tardanza o contratiempo.

Deltha aprendió, con el tiempo, que quienes en realidad lo aman, eternamente esperarán hasta el último minuto del atardecer, solo para saber que él está bien. Demasiado para Yec, quien tampoco había recibido las justas y mayormente cálidas enseñanzas.

***

Tan rápido como dejaron la biblioteca, Chio y Salty bajaron de la misma hacia las catacumbas del instituto, un lugar que, inclusive si tuviese el más horrido y poderoso artefacto mágico que sería ambicionado por las manos más ambiciosas y malignas, su sistema de seguridad sería todo menos eficaz.

-Bien – Dijo Chio.

- ¿Por qué nunca hay vigilancia en este lugar, Chio? – Preguntó Salty.

-Digamos que no hay suficiente presupuesto – Dijo Chio con un sentido humorísticamente sarcástico, pero que no era para nada sarcasmo.

-Oh.

Salty ya no quiso más explicaciones, porque sabía que, en el mundo mágico, todo seguía igual que en la tierra, salvo que ahora había hechizos y rocambolescos fenómenos que solamente puede suceder allí.

Las catacumbas del instituto eran iguales, o parecidas, mejor dicho, a las catacumbas de Paris, no obstante, lo raro no radicaba en la existencia de cráneos, ya que no los poseía, si no que todas sus paredes se formaban con mosaicos con partes del cuerpo de lombrices enormes, de formas sin sentido y muy deformes, que siempre quedan a interpretación de quien las vea.

El lugar era sucio, seco y frio, no por nada la mayoría de sus visitantes salen con enfermedades de índole respiratoria o pulmonar; aun así, las catacumbas son quizá el lugar que tiene muchos misterios.

Varios de ellos son legendarios entre los alumnos; tales como la aparición de rostros en la humedad y el polvo del conjunto de pasadizos en la parte interna baja del instituto; visitas clandestinas con diversos reportes de robo y afecciones de salud por el exceso de virus, bacterias, parásitos y hongos, los cuales viven siendo aún más mortíferos que el plutonio; una evacuación, relacionada con él exceso de microrganismos, debido a que unos pocos estudiantes entraron por rebeldía y salieron con altísimos niveles de radiación y con cáncer; también se presume que esos microrganismos fueron cultivados por una autoridad mayor, o eso dicen las malas lenguas; inclusive, debido a diversos recursos perdidos para la sociedad mágica, se presume que los biomas fueran injertados en el lugar para distraer la atención.

Ahora no es más que un mero lugar abandonado en la institución, que a nadie le importa y mucho menos es algo impresionante, ya que los secretos de la institución, han causado el descubrimiento clandestino de un lugar con mayores niveles de daño causado por más microbios.

Esas historias siempre fueron magnificas para contarles a todos los estudiantes y tema de platica entre amigos y colegas, tanto académicos como catedráticos. Aun y con ello, sigue siendo considerado como mero mito, siendo considerado todo, como una farsa para entretener.

Para resumir, en un lugar lleno de misterios, riesgos de salud y con registros ocultos, era el oculto y sencillo aposento del ojo de "BIclatukth".

Aquella era la verdadera explicación del porqué no había seguridad alguna en las catacumbas. Era prácticamente un suicidio o al menos, una muerte lenta, llegar tranquilamente hacia ese lugar inhóspito.

No obstante, por experiencias anteriores, Chio y Salty habían logrado generar alguna forma de protegerse contra aquellos microrganismos.

La única forma de entrar sin salir afectadas fue a través de un hechizo, que duraba un total de veinte minutos. Pasados los veinte minutos, el hechizo se desvanecía, dejando completamente vulnerables a Chio y Salty.

- ¿Cuánto tiempo nos queda? – Preguntó Salty.

-Diecisiete minutos – Contestó Chio – Y contando.

Habían pasado ya dos pasadizos, llenos de restos de sangre, huesos y gusanos retorciéndose; dieciséis minutos.

Volvieron en sus pasos, viendo que el camino era incorrecto, puesto a que debían ir de forma inversa; quince minutos.

-¿Entonces es por aquí? – Dijo Salty.

-Si – Dijo Chio; catorce minutos.

Volvieron a tomar el camino que, en teoría, debieron tomar en primer lugar, sin titubear y tratando de llegar sin perder tiempo mirando a las pequeñas larvas que trepaban de forma rastrera por todas las paredes; trece minutos.

Siguieron y siguieron sin éxito, puesto a que, además de ser un lugar ocultado para evitar afecciones a la salud, el ojo se ocultaba en una pared que era como un rompecabezas; doce minutos.

-Creo que esta es la pared – Dijo Chio.

- ¿Cuál pared? – Preguntó Salty.

-El ojo se oculta en una pared, la cual es un rompecabezas que debe completarse, como si fuera una lombriz enorme – Respondió Chio; once minutos.

Empezaron a ordenar las tablas de la pared que era un rompecabezas, todas ellas con el mismo decorado de lombrices enormes, los cuales podían volverse a acomodar para poder armar la figura oculta; nueve minutos.

Quitaban y colocaban las partes del mural para encontrar una forma, pero no lo habían logrado; ocho minutos.

-Espera – Dijo Salty – Creo que esto debe ir así.

Cambiando la posición de una pieza hacia el sentido opuesto de como lo iban haciendo, lograron descifrar cual era el misterio. Era un resorte o remolino de gusanos juntos, adosados como si fueran uno solo; seis minutos.

La pared empezó a temblar y del mural, que se desvanecía, ambas presenciaron el ojo de "BIclatukth".

-Aquí lo tenemos – Dijo Chio – Lo único que debemos hacer es regresarlo después de haberlo usado.

-¿Cómo lo usaremos? – Preguntó Salty.

-Será mejor que nadie lo sepa – Dijo Chio tranquilamente, volviendo tanto ella como Salty entre sus pasos; cuatro minutos.



Observando el ojo, Salty y Chio dejaron las catacumbas, deshicieron el hechizo, no sin antes revisar que ningún microrganismo, como larvas u hongos se les hubiera pegado; afortunadamente, no ocurrió nada.

- ¿Este es el ojo de "BIclatukth"? – Preguntó Salty.

-Si – Dijo Chio – Sin embargo, era aún más espectacular cuando lo encontraron por primera vez, con colores más vivos y un aura más bizarra.

Durante todo esto, la vigilancia de las catacumbas siguió igual de inexistente como de costumbre; cero minutos.

En realidad, fue muy rápido entrar y salir.