capítulo O4
Toc! Toc! Toc!
Con fuerza golpearé.
🍯
Estaban todos en clases menos Jungkook, se había quedado dormido debajo de las escaleras, por segunda vez en esa semana. Pero al sentir un dolor en el pecho, se despertó.
Estaba tan asustado y preocupado por lo que sentía, tan confuso; su lobo le gruñía diciendo "nuestro omega, es nuestro omega" que no ayudaba en aquella situación.
Se encontraba tan concentrado en sus pensamientos junto a su lobo, y caminando sin ser consciente, hasta que paso por una puerta donde sintió más fuerte aquel dolor.
Sin pensarlo dos veces fue hacia aquella puerta y al atravesarla vio que estaba en el patio trasero del colegio.
Confundido y viendo para todos lados, o bueno, intentándolo, ya que no podía ver bien por el dolor. Estaba caminando intentando encontrar de donde provenía aquello, pero el sonido de unos sollozos hizo desconcertante todo. Se acerco al lugar de donde se oían y vió a Jimin.
Lo vio llorando, solo y perdido. Se acercó a pasos lentos a su lado y empezó a acariciarle la espalda dándole animo y apoyo.
No tenía idea de porqué estaba haciendo aquello, pero algo le decía que era lo correcto.
Pasaron bastante tiempo así, en la misma posición hasta que Jimin de a poco paro de llorar para agradecerle a la persona que estuvo con él. Cuando vio de quien se trataba, se puso feliz y lo abrazó, sorprendiendo a Jungkook.
Y los lobos de ambos se iban calmando al sentir el aroma del contario.
—Gracias... Gracias hyung...
—No es nada pequeño. Ven, vamos por ahí...
Se levantaron los dos y empezaron a caminar, tranquilos y cómodos, uno al lado del otro esperando verse sonreír. Jungkook porque no le gustaba ver aquella mueca triste en la preciosa cara de su Jiminnie, y Jimin porque le gusta demasiado la sonrisa de su hyung.
Y aquella persona que los estaba observando, no pudo hacer nada más que eso. Pero al verlos irse, también optó por eso.
🍯
—Hyung... ya terminé.
Se encontraban en una cafetería comiendo algunos dulces, sin preocuparse por la escuela, los demás y el llanto de Jimin; es decir, Jungkook trataba de distraer al menor para disipar cualquier molestia que podría sentir el omega.
Al escuchar aquellas palabras, se levantan de sus asientos y se dirigen hacia la salida, no sin antes pagar lo consumido.
Decidieron ir a caminar un rato más. Caminando se encontraron con un parque, se dirigieron debajo de un árbol.
—Jimin, ¿quieres hablar de lo que sucedió?
—No lo se, hyung... ¿Primero me da un abrazo? Por favor~ — le preguntó haciendo un tierno puchero y, sin poderse negar, Jungkook se acercó a su menor para rodearlo con sus brazos dándole un abrazo con suavidad—. Te contaré un valioso secreto, pero solo quedará entre nosotros. Solos tú y yo, prometalo hyung...
Le dijo susurrándole en el oído, estaba seguro de confesar todo lo que escuchó, lo que le dijeron Seokjin hyung la primera vez que le hablaron y de sus sentimientos.
—Esta bien Jiminnie, lo prometo. —Yoongi se encontraba nervioso, por la cercanía con el menor y por sus sentimientos hacía él.
Con varios suspiros sueltos y dándose animo, decidió por fin a hablar.
—Seokjinnie hyung y su grupito la primera vez que me hablaron... me pidieron que no me acercara a ti y que oculte mi olor... Pero yo no sabía de que se trataba de ti porque deben de haber un millón de Jungkook's y no pensé en la posibilidad de que serías tú, hyung. Tampoco oculté mi olor, pero ellos no lo notaron... Cuando me estuve juntando con usted, ellos lo notaron y obviamente se alejaron, no me hablaron por muchas semanas y hoy los escuché planeando algo para alejarnos y me dolió porque no puedo volver a estar lejos de ti, no otra vez... También ellos eran muy fríos conmigo...
—Ya no hay que preocuparse, me tienes a mi, yo seré tu amigo. Si supuestamente eran tus amigos no debieron decirte aquello desde un principio... Además ¿por qué no querían que te acerques a mí? — preguntó confuso, estaba completamente enojado con esas personas, por tratar mal a su Jiminnie.
—No lo sé... Uhm, hyung... También tengo algo que decirte, es mi secreto...
—Tranquilo, dilo cuando te sientas seguro... ¿Sí? —se lo dijo de manera suave y despacio, no quería incomodar a su pequeño y espantarlo, también de que no le cuente su secreto.
—uhm... Bueno, fus~ está bien, tú puedes Jimin... sino no eres Park Jimin. -de lo nervioso que estaba, ya se encontraba balbuceando—. Bien... Lo que pasa es quemegustamuchoynopodiadecirteloporqueteníamiedodetureaccionyquetealejarasdenuevo. Ah~ listo, eso fue fácil.
—Espera, ¿qué? Dilo de nuevo y más despacio, por favor~
No podía, no podía, no podía...
—E-está bien hyung... Me... ¡Me gusta! Y ya no podía seguir ocultándole éste sentimiento que he estado sintiendo por usted... No se lo dije antes porque tenía miedo de su reacción y de qué cuando se lo dijera se alejara de nuevo. Entonces preferí ocultarlo solo para mí... pero ya no aguanto más el mentirle en la cara y piense que lo que siento por usted es solo amistad, por favor no se aleje... No de nuevo
No hubo respuesta, no había ni se escuchaba ningún ruido de parte del mayor y eso estaba desesperando tanto a Park como a su lobo. Tenía su cabeza agacha porque no podía ver el rostro de su hyung.
—Jimin, mírame.
—Si va a rechazarme, mejor no lo diga... Y solo vayase...
—Jimin... Por favor~ — lo dijo en un tono tan dulce que eso hizo que Park levantara la cabeza y lo mirara—. Tú... Tú también me gustas, mucho...
—Esto no se desvanecerá como el merengue. Haremos de éste nuestro tan solo nuestro secreto... — le dijo susurrando.
🍯
Luego de varios sonrojos y sonrisas tímidas por parte de ambos y que sus lobos muevan sus colitas felices, decidieron ir hacia la casa del menor para preparar dulces.
En el camino se encontraron, sin que ellos sepan, con el chico que vió lo que le pasó a Jimin. Aquel joven iba del otro lado de la calle y cuando vio a Jungkook junto a Jimin agarrados de la mano, se sintió triste y feliz al mismo tiempo. Triste porque le hubiese gustado estar él al lado de Park y feliz porque por lo menos pudo encontrar a alguien que lo apoye y esté a su lado, aunque sea Jeon Jungkook.
—¡Hey, Yoon! — sacándolo de sus pensamientos y viéndolos irse presta atención a la persona que gritó su nombre.
Era su mejor amigo, Namjoon.
—¿Qué pasa Nam?
—Oh, nada... Solo es Jin hyung, quiere que vayas a casa...
Luego de eso, los dos chicos fueron en dirección contraria de donde se dirigía primeramente Min Yoongi, aquel chico misterioso.
En la casa de Jimin, él y JungKook estaban preparando una deliciosa tarta de frutilla -ya era como la quinta que preparaban- que solo le falta la decoración y ya estaba terminada.
—Hyung... Quería decirle, que me gusta mucho~ mucho~ —un sonrojado Jimin hablaba mientras decoraba la tarta.
Jungkook no podía hablar de lo avergonzado y tímido que estaba, con sus cachetitos pintados de un rosita tan suave que si lo observabas de cerca o fijamente te darías cuanta que lo tiene, que se ha sonrojado.
—Sabes hyung... No lo aclaramos en el parque... Y no se, solo si usted quiere y si está de acuerdo, podríamos ser... Ser pareja... Porque sabe que me gusta, que lo amo y quisiera ser de usted tanto como quiero que sea mío... Pero no de una forma mala y eso, sino de...
—S-sí... Seamos, y te prometo que esta vez... No me alejaré.
Los dos estaban demasiados nerviosos y felices, Jimin porque por fin pudo decirle su gran secreto a su hyung y JungKook porque no se alejará de su menor, no dejará que nadie lo dañé y lo protegerá por siempre.
—Jiminnie terminemos esto, mañana tenemos que ir a la escuela...
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