Seungmin había vaciado todas las galletas en un plato y caminó hasta su novio, quien observaba cada uno de sus movimientos, reposado sobre el islote de la cocina. El pelinegro sonreía nervioso ante la atenta mirada del castaño, y le resultaba imposible verlo
directamente como este lo
hacía.

—Aquí están, dime qué
tal— habló con el menor
titubeo posible, dejando
el plato frente al mayor.
Chan, bajo sus ojos, miró
las galletas, tomó una y
se la llevó de una manera
que Seungmin catalogó como característica.

Un extraño sonido fue
provocado por Chan, lo
que alertó al pelinegro.
insistió.

—Y bien?.insistió Seungmin, pendiente de la reacción de su pareja.

—Sabroso—respondió
Chan. El doble sentido y el
tono en sus palabras eran
notorias, Seungmin lo sabía.

—Come más, las hice con
mucho amor—confesó
el menor con una amplia
Sonrisa.

Chan obedeció y tomó
otra. El bocado fue más
grande que el anterior, lo
que provocó que las migas
quedaran pegadas en sus
Comisuras y unas cuantas
chispas derretidas le
mancharan.

Seungmin hizo un piquito con los labios al ver el pequeño desastre en la cara de su novio y rió bajito.

—¿Qué pasa? ¿Tengo algo encima? —preguntó el
mayor con una expresión
"preocupada". Seungmin negó rápidamente de la misma manera.

—N-no... O sea, tienes un
poco de galleta en tu...—
hizo un gesto con su dedo
cerca de la misma Zona
donde yacían los restos de
galleta en el mayor.

—Oh.

—Déjame te lo quito
—se ofreció Seungmin, posando sus pequeños dedos sobre el mentón del mayor, corriendo así las migajas.

Chan sonrió de lado,
tomándolo por la muñeca,
apartando su mano. Seungmin lo miró confundido.

—Las migajas se fueron,
pero el chocolate no podrás quitarlo con simplemente tus dedos.
Seungmin relajó la mirada y parpadeó un par de veces.

—¿Y qué quieres que
haga?

—Quítalo—el menor
asintió —Pero con la lengua.

Les esta gustando?