Si, definitivamente este no era real.
El obsceno sonido de la boca de Felix atendiendo el miembro despierto de su novio iba de la mano con los suaves gemidos que este botaba por sus labios.
Felix se había bajado del islote y acomodó de rodillas quedando a la altura de la notoria erección bajo los pantalones de él moreno.
Cuando Chan plantó su atenta mirada a cada movimiento de su novio, una extraña corriente le recorrió el pecho y ese cosquilleo al sentir sus prendas ser retiradas y una vez deshechas, el tibio tacto de las manos ajenas le hicieron perder totalmente la poca cordura que yacía encerrada dentro de él.
Él australiano menor se encontraba acorralado contra el islote, sosteniéndose con ambas manos en este; él mayor le agarraba del muslo y con su otra mano envolvía el erecto falo de su menor, jadeaba con deseo y anhelo de cumplir las expectativas de Bang al devorarle con hambre el pene.
Él moreno que había tenido su cabeza echada para atrás, la volvió adelante apretando un poco sus párpados cuando sintió el delgado pulgar de él pelirosa sobre su glande y sobarle con suavidad, el lubricante "natural" con la saliva eran de ayuda para que ese dedo pudiera deslizarse más fácil en su volumen.
Abrió nuevamente los ojos y sintió sus piernas temblar levemente.
Carajo, estaba por venirse, Lee Felix estaba por hacerlo venir. Su jodido novio le iba a dar su primer orgasmo, qué orgullo.
Lo tomó por el cabello envolviéndolo y sin decir nada lo obligó a meter el tronco entero dentro de su boca.
El reflejo vomitivo en la garganta de él pecoso le hizo emitir un claro sonido cuando la punta de su miembro rozó una parte de esta y la úvula.
— Vamos, mámala — ordenó Chan casi en un gruñido, a pesar de que era él quien tenía el control en ese momento, Felix intentó mover su lengua aprisionada contra la gruesa extensión de su novio. Bang pudo sentirlo —. Eso, muy bien... — empezó a ejercer movimientos de atrás hacia delante, embistiendo la boca de Lee, creando huecos pero mojados sonidos dentro de esta, siguiendo sus jadeos y los gemidos de él mayor —. Mierda, Felix, dónde aprendiste a chupar una polla si nunca lo habías hecho antes... Ugh, me estoy por venir... — cerrando sus párpados con fuerza. suspiró
Unos pocos segundos después, estaba llenándole del espeso líquido la cavidad bucal a su novio, quien no puso objeción alguna al abrirla recibiendo gustoso la esencia de su novio.
— Eso, trágalo — ordenó agarrando por el mentón para que lo viera mientras esté cumplía con su pedido.
— Sabes bien — confesó él mayor con una sonrisa en sus labios, Chan repitió el gesto e hizo que esté se parase antes de robarle un beso, restándole importancia a los restos de semen su semen en esta.
— Mmh... Creo que es mi turno de devolverte el favor.
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