PRIMER DÍA DE CLASE 1
_¿Cómo te llamas?_ Le pregunta la profesora, el primer día de clase.
_¡Gonzalito!_ Le responde con su rostro colmado de alegría, porque la profesora en toda la jornada a él no se dirigió, menos sin sentir una mirada de la persona que dirigía en el salón. Para Gonzalo, el no tener alguna atención era signo de desprecio. Es lo que su abuela se lo hacía notar.
_¿Gonzalo?_. Le insiste la educadora.
_No Gonzalito, siempre me dicen Gonzalito Cansino, mis hermanos, la mamá y el papá y sobre todo mi abuela ¡Mi abuela compuso una canción para mi, Para cuando esté triste!_. La profesora lo observaba con esmerada atención, lo veía un niño extrovertido, con ganas de saberlo todo. Abriendo sus ojos, como si todo le entrara por la vista y mostrando sus verdosas pupilas, para dar un contraste con su blanca tez de niño protegido, muy cuidado. La profesora lo invitó a cantar su canción, dándole a entender que él quería cantar adelante, para que sus compañeros también la aprendieran y con su personalidad innata, comenzó a dirigir con alegría la canción, para que todos las cantaran. Quedando la profesora entusiasmada, al ver cómo los niños sonrientes, cantaban con entusiasmo, las letras de ésta canción extraordinaria.
A la mañana siguiente, la profesora le pidió, que pasara a cantar y fue que con el mismo entusiasmo, los alumnos interpretaron la canción para ser feliz. Muy inmediatamente y sin que nadie le propusiera les enseñó una frase "GRACIAS DIOS MÍO, POR APRENDER, POR NUESTRA BUENA SALUD Y POR SER FELIZ" los niños entusiasmados, repitieron la frase de gratitud y haciendo una venia a su maestra, fue a su asiento. Una vez más, la profesora quedaba encantada, con su personalidad.
Un poco antes, de terminar el tercer día de clases, dos niños se transan en disputa, por unos lápices, Gonzalo apresurado se acerca y en medio, con sus manos extendidas a cada compañero los separa, diciéndoles, que a los golpes no se solucionan los conflictos. Una niña sentada en el primer puesto, en la fila del medio, le habla en voz alta.
_¡No cierto gonzalito, que los tontos pelean!
_¡El mundo está lleno de necios! Dice mi abuela y ya no somos chicos, no estamos en pre kínder, somos de kínder. El rostro de la profesora se encandiló de risa, nada le era más gracioso que escucharlo hablar.
Por la tarde, al llegar sus padres del trabajo, le preguntan, qué cómo estuvo su día, él, les responde, que vino su abuela, hicieron las tareas y jugaron a la pelota. No le creyeron, a un así, lo dejaron contar su versión, lo veían tan niño y solo, ya que sus otros hermanos, estaban mucho más grandes que él, con otros juegos y distintas diversiones. Hasta su hermano de tercero, lo encontraba muy pequeño, para compartir sus juegos. Él solo se dedicaba por ratos a mirarlos, cuando su abuela no iba a visitarlo, o su primo Cristián, que sí lo extrañaba, porque al estar juntos hacían ejercicios, salían a la plazoleta y de vuelta se regresaban tralléndo al hombro, diciéndole, su primo preferido y su abuela también quería a su primo preferido, ya que vivió con él y fueron muy unidos.
Al comenzar el cuarto día de clases y sin que la profesora lo hiciera pasar adelante y antes de cantar la canción, los hace repetir la frase de gratitud, ya en éste día los niños sabían la letra y sin dejar de hacer la venia se fue a su asiento. Comenzando la clase con mucha armonía. Su hermano de tercero que estudiaba en el mismo colegio, pasaba a mirarlo para saber su comportamiento. Fue cuando le comentó que se le olvidó su lonchera con la comida del día. Fue en esa hora en que le comunica a su profesora que sentía mucha pena por su hermano y pidiéndole que por favor lo llamara a comer. La joven maestra no se niega y manda a la profesora ayudante, a buscar a su hermano de tercero A. Lucas Cansino. Al llegar su hermano, no dudó en sentarse a su lado y dándole las gracias por avisar de su falta de comida. La profesora no entendía si la personalidad de Gonzalo era por sus hermanos mayores o el acercamiento con su abuela. No dejó de conversar con Lucas, sin notar similitud entre sus hermanos.
Quinto día de clases, hoy los apoderados recibirían notas para reunión y en éste día se les preguntó por sus hermanos. Siendo muy gracioso para la profesora, al mencionarle Gonzalo que su abuela le dice que en su casa están los hijos tuyos, míos y nuestros, ya que su hermano mayor es solo de la mamá, luego viene el hijo solo del papá y los nuestros son los del padre y madre, el hermano Lucas y él. Hoy está tranquilo porque le tomó la lonchera de su hermano y la subió al furgón, su abuela le propuso que le cooperara ya que Lucas tiene que llevar muchos materiales, pero de igual forma fue a comunicarle que sentía hambre y fue de esa forma que le pidió a su compañero de asiento, su fruta y se la entregó. Su hermano con pocos años mayor siempre tiene hambre, sed o frío, si cuando van a la playa su madre le lleva un chal para rebosarlo después de meterse al mar. Su madre trabaja de jefa en la Findi Power, bebida de fantasía, su abuela le dice que esa bebida se toma en ocasiones y no todos los días, porque contiene mucha azúcar y ella está segura que contiene agua carbonatada y eso le elimina los minerales esenciales en su cuerpo, pero como su mamá es la jefa le regalan un montón y su familia es adicta a la bebida.
Por la tarde su abuela estuvo jugando en el jardín, luego tanto jugar se fueron a tomar un vaso de leche, su nana la tía Érica le dijo que tomara bebida, pero su abuela le movió la cabeza y él le respondió que quiere un vaso de leche, su abuela le mostró el dedo pulgar y sonrieron y por reír su nana le tiró el pelo, molesta su abuela le tiró al suelo un plato, saltando los pedazos por todos lados. Sentados en la terraza rieron por hacerle esa travesura a la nana.
_¡Qué se cree que te viene a pegar! Eso no me gusta, a los niños no se les pega. Incitándolo a que recolectaran caracoles en una bolsa y al mandarlo a la cama la tía Erica, su abuela le metió los caracoles en su cartera, riendo se fue a despedir de su nieto para marcharse.
Primer fin de semana de clases, su madre estaría con ellos, por lo tanto su tía Érica no iría a trabajar, sentados con su madre en la terraza después de almorzar, la abuela le dice a su nieto que le diga a su madre que está muy linda pero que se ve cansada y que sería mejor que contrate una nana peruana son muy hacendosas. su madre molesta le pide que le diga a su abuela que no se inmiscuya, enojada la abuela le insiste que le pregunte "que donde está el camionero" el que ella no lo deseaba como yerno.
_¡Dile a tu abuela que se vaya! Molesta su abuela camina a la puerta de salida, Gonzalo sale tras ella pidiéndole que no se fuera.
_Me voy porque tu madre no me quiere, ni una flor me va a dejar. Antes de marcharse jugaron en el jardín, las risas del niño se escuchaban desde la terraza. A los momentos el niño se reúne con su madre y le comenta que su abuela se marchó triste, diciendo que no le llevaba flores.
Su madre creía que su hijo menor hablaba con su abuela muerta, ya que ella también compartió por muchos años con su abuela, madre de su madre quien murió cuando ella tenía pocos años de vida y que se fue para siempre cuando quedó embarazada de su primer hijo. Aunque no pretendía mencionarle de la existencia de su madre, para que no le tuviera temor y que solo se iría dando cuenta de apoco. Sabía que a su marido lo llamaba el camionero, ya que al terminar con el padre de su primer hijo Francisco se conoció con Lucas, quien trabajaba como chofer de la empresa y al darse cuenta su madre no dejó de llamarlo camionero y tratarlo con poca empatía.
De vuelta en clases, el día lunes, Gonzalito no dudó en pasar adelante, dirigir la oración de gratitud y cantar la canción para ser feliz. Siendo la primera clase de la mañana lenguaje, la profesora se percató de su alumno destacado leía a la perfección y por supuesto también escribía a la perfección y que sin dudarlo era una pérdida de tiempo tenerlo en kínder. Muy enseguida comenzó la clase de historia, Gonzalo pasó al pizarrón y dibujando el sistema solar, comenzando por el sol, luego dibujó Mercurio, diciendo que ese era el planeta más caliente por estar muy cerca del sol, la temperatura es casi quinientos grados, que el segundo era Venus con más de cuatrocientos grados, que con esa temperatura no seríamos ni polvo cósmico y que el tercer planeta era el nuestro, donde nosotros habitamos, temperatura y clima perfecto, adaptable para el ser humano, habló de los anillos de Saturno, que el planeta Marte posee más de treinta y cinco grados, con una mínima de menos de cien grados y que el resto de los otro planetas, poseen temperaturas de más abajo de ciento sesenta grados, temperatura no apta para nosotros los terrestres. La tercera clase fue de naturaleza, Gonzalo comenzó a jugar diciendo que esa materia era muy básica para él, que su abuela ya le enseñó todo eso y sin que la profesora lo pasara a la pizarra dibujó un cuerpo, señalando cada parte, de los músculos, las extremidades, diciendo que nuestro cuerpo está formado por células y que la célula es un organismo elemental (importante para la vida) y que las partes principales de la células es; el núcleo, en donde se encuentra el ADN, membrana celular, encargada de cubrir la célula y que regula lo que entra y sale y el citoplasma es donde se albergan los orgánulos celulares y a contribuir al movimiento de estos y que el citoplasma se encuentra en las células eucariontes y procariontes. La profesora abismada le pregunta qué quién le enseñó todo eso, sin demorar le responde que su abuela es la gestora de su anticipado saber.
_¿Que te ha enseñado en matemática?
_Las cuatro operaciones, ya está con las raíz al cuadrado, me contó que todo numero multiplicado por si mismo da la raíz al cuadrado, cómo decir dos por dos, cinco por cinco.
_¿Sabes cuánto es seis por seis. Sin demorar le contesta treinta y seis. La educadora se dirige a contarlo a la directora. La que toma la resolución de cambiarlo al curso de su hermano.
CANCIÓN PARA SER FELIZ
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