Marnie le hace un montón de preguntas a Sedna, sobre su su estado y su familia, le pregunta por Clarisse. Sedna niega conocerla, mi padre pregunta por la famosa Guirnalda y ella vuelve a negar, la Señora Rogers nos trae té de tila a todos , y aunque no doy muy fanático a el, lo siento necesario.

Todos aturden a Sedna con preguntas mientras yo solo puedo verla atontado, ¡está hablando! habla mi lengua y nada me hace más feliz que sentir que puedo comunicarme de verdad, que ahora que tiene piernas tiene un mundo por conocer. Su voz es la cosa más suave y dulce del mundo.

-Cuando fuiste al bosque ¿te vió algún humano? -Pregunta nuevamente Marnie, y el entender la razón por la que hace la pregunta hiela mi sangre ¡Hay personas tras ella! Personas peligrosas, ahora más que nunca debo protegerla.

-No -Mueve su cabeza suavemente, su cabello rojo aún se encuentra húmedo tras su baño y una manta le tapa los hombros, Deborah le prestó algo de la ropa que ella tenía aquí. -Mi no ver a nadie.

-Sedna... -La reprende Debbs, quien tiene la cabeza agachada, sin duda está aturdida además de agotada -Así no es.

-Oh... -Ella mira hacia quien es su profesora, su amiga. -¿Tú estar molesta con yo? -Parece aterrada de la posibilidad de que Déborah este molesta con ella, y se ve tierna, como un corderito perdido.

-No. -Deborah le dedica una sonrisa mínima que al parecer le cuesta un esfuerzo enorme completarla -Y eso también está mal pronunciado.

Sedna asiente como si comprendiera por todo lo que pasa y siento que estoy subestimando la relación de estas dos,por la manera en que con una mirada se dicen todo lo que quieren decir, la pelirroja se pone de pie,ante la atenta mirada de todos , nadie pasa por alto el temblor en sus torneadas piernas y camina muy despacio hasta sentarse a mi lado.

-Creo que ahora si podrás contarme tus historias directamente -Paso mi brazo sobre sus pequeños hombros para atraerla a mi y ella no duda en acurrucarse -Ya no necesitamos traductor.

Ella levanta su mirada y sus grandes ojos parpadean varias veces como analizando lo que dije.

-Yo... -Comienza a hablar. -... Me acerque a la redes para que atraparan mi,quería yo.

Automáticamente me atraganto con la saliva, de todas las cosas posibles, de rodas las palabras que pudo haber dicho, esas fueron las que menos imaginé. Incluso ella tampoco tenía planeado decirlas porque vi la sorpresa en su rostro tanto como el de todos en la habitación. Era una confesión bastante extraña.

¿Qué demonios? ¿Se quería entregar?

Mi padre rápidamente le habla en su idioma, supongo que para confirmar lo que ella dijo y Sedna asiente.

Mal , mal.

¿Por qué no le había contado a nadie esto ?

-¿Por qué querías que te atraparan? -Pregunto viéndola perdida en sus pensamientos, y apretando con fuerzas la manta que la cubre -Hey -Susurro tomando su mano. -Puedes contarnoslo. -Sus ojos azules caen sobre mi removiendo todo en mi interior, consiguiendo que cada vello de mi piel se ponga de punta. -Confía en mí.

Y no lo digo en broma, estoy siendo tan serio, como los guardias reales británicos, puede confiar en mi, seré la última persona sobre la faz de la tierra en fallarle. Prometí cuidarla y cumplo mis promesas.

-Ellos... Los pescadores-Tiembla y es por miedo, lo sé, cada hueso de mi cuerpo lo sabe. -Atraparon a toda mi familia... Sola estoy.

Deborah levanta la mirada y la lleva hasta Sedna, quien se mantiene mirando la nada, simplemente hablándonos, llevamos días siendo nosotros los que hablábamos, los que contaban sus problemas, es hora de que sea ella quien hable.

-No lo estás, preciosa. -Entrelazo nuestros dedos. -Estoy a tu lado, estamos a tu lado.

Baja la mirada, se siente avergonzada, pero aún así no suelta mi mano, de hecho la aprieta y sin importarme quien este en mi cuarto, quien nos observe la estrecho contra mi cuero en un abrazo, como si mis manos fuesen a alejarla de todos los problemas, deseando que fuese así.

-Quería que se acabara. -Susurra sin despegarse de mi. -Quería que dejaran de cazarnos.

Mierda, mierda. No puedo dejar que llore, no puedo dejar que sufra soy capaz de hacer lo que sea por ella, joder, nunca me había sentido así.

-Esos malditos -Hasta aquí se siente la ira de Marcela cuando habla. -Malditos estúpidos no se dan cuenta de que ellos son como nosotros, son incluso mejores.

-Las tratan como animales. -Masculla mi padre, Sedna mantiene la cabeza oculta en mi cuello. -No ven más allá de el dinero que le provoca arrancar sus colas.

-¿Por qué no llamamos a la policía? -Pregunta Déborah y sinceramente me sorprende que haga esa pregunta que se responde sola.

-Porque el gobierno se beneficia. -Espeto. -Esto debe ser más grande de lo que imaginé.

-De hecho no lo hace -Interrumpe mi padre -El presidente está al tanto de la situación y trata con todos los medios de desactivar la pesca.

-Pues no se notan sus medios -Pongo los ojos en blanco -¿Y qué tienes que ver tú en todo esto?

-Su padre y el presidente tienen grandes intereses en común -Explicó la Señora Rogers - Ellos día a día investigan como ayudar su especie, encontrarles un santuario.

Esto es demasiado increíble, mi padre es parte de algún proyecto secreto de protección de sirenas.

- Si eso fuera cierto su situación no sería tan crítica.

-Ojalá pudiéramos hacer más, pero que el mundo desconozca de su existencia nos frena un poco -Explicó mi papá -Si la existencia de ellas saliera a la luz, sería el verdadero fin de su especie.

-¿Por qué?

-Porque los humanos no todos son como ustedes -Interrumpió Sedna -Son egoístas, solo piensan en enriquecerse.

-Con sus escamas se fabrican diamantes -Explica Marnie -Nadie podría parar las pescas masivas.

-Esto es más grande de lo que pensaba -Admito aturdido.

-No tienes idea. -Marnie saca del bolsillo de sus vaqueros una tarjeta y se la entrega a mi padre. -Soy miembro de OHS.

-No me sorprende la verdad -Es todo lo que dice mi progenitor

-¿Eso que es?-Pregunta Tyler -Suena a enfermedad de trasmisión sexual.

-Es la organización de la cuidad que se encarga de protegerlas Ocean Harbor Side o en sus siglas OHS -Explica mi padre - lleva siglos luchando contra los pescadores, tu madre y yo éramos parte junto a nuestros amigos.

-¡¿Mi mamá sabía de las sirenas ?!

-Tú madre era la que más ferozmente las protegía, Guirnalda era su mejor amiga, ambas se entendían como una, ambas siempre se cuidaron la espalda , luego de que Guirnalda se marchara sorpresivamente , tú mamá no volvió a ser la misma y dos años después le diagnosticaron su enfermedad, pero ni aún así dejó de investigar, de tratar de facilitarles la vida.

Trago el nudo que se forma en mi garganta, he vivido rodeado de secretos, trato de buscar recuerdos de la tal Guirnalda, pero no lo hago, tampoco consigo recordar cuando diagnosticaron a mi madre, pero sé que era muy pequeño así que tal vez nunca la conocí .

Pero imagino todo el dolor que sintió al perder a su amiga, Sedna lleva poco tiempo a mi lado, pero la conexión es más que evidente.

-Debemos hacer algo para pararlos, a los pescadores me refiero-El cristalino miedo se apodera de mi, pensar en lo que esas horribles personas puedan hacerle a Sedna.

La siento moverse sobre mi, no me di cuenta en el momento en que quedó a horcajadas, no me molesta de hecho, podría acostumbrarme bien bien a la fabulosa sensación.

-No tengas miedo. -Susurra en mi oído. -Prometo que siempre estaré bien.

-Y yo prometo que te cuidaré toda mi vida.

Y yo no miento, yo cumplo mis promesas aunque me cueste la vida Hundo mi cabeza en su cuello y nos fundimos en un abrazo.

...

ᴅᴇʙᴏʀᴀʜ

La misión de hoy es comprar ropa para Sedna, ya que no puede andar con ropa de mi abuela por toda la vida,no es que no quisiera darle mi ropa o Marnie la de ella, es que físicamente es muy diferente a nosotras, más baja que yo y con muchas más curvas.

Caminar con ella es como andar con una niña de seis años, todo le gusta, todo llama su atención, todo lo quiere tocar. He pedido la cuenta de cuantas veces he dicho "Sedna, no se toca"en lo que va de mañana.

Marnie se dedica simplemente a observarla de lejos, a asecharla como una especie de águila. Sin contar que yo practicamente le estoy huyendo, porque le tengo miedo, no a ella, sino a lo que me puede contar, a la verdad que tanto me he negado a reconocer desde soy pequeña y que ahora parece querer caerme encima.

-¿Y eso que es? -Pregunta mirando con ojos brillantes el Centro Comercial que se alza al otro lado de la calle.

La miro, no deja de hacerme gracia su mirada curiosa y emocionada, supongo que descubrir un mundo nuevo, es así, porque hasta las cosas más sencillas llaman su atención.

-Lo llaman centro comercial.

Ella vuelve a mirarlo antes de tomar mi mano y muy decidida cruza la calle. -Me gusta, vamos.

Llegamos y como era de esperarse, me veo tentada a empujarla un para de veces para que no choque con algo por andar distraída mirándolas luces.

-Así jamás llegaremos a comparar ropa. -Resopla Marnie tomándola por los hombros, digamos que comienza a molestarse por las constantes distracciones de la pelirroja. -Vamos.

La toma por los hombros y la lleva directo al la tienda de ropa, Sedna ahora si parece un pez en el mar. Mira todo y aparta unas cuantas piezas, yo no pienso la oportunidad para enviarle un vídeo a Dylan y al señor O'Conner después de todo esta ropa la pagará su tarjeta de crédito.

-Tiene buen gusto. -Murmura Marcela cuando sale del vestidor, con un vestido verde ajustado y tacones.

¡Tacones! Aprendió a caminar ayer, literalmente, y ya camina en tacones mejor que yo.

-¿Cómo luzco? -Preguntó dando una vueltecita como toda una diva.

--¿Cuándo aprendiste a usar tacones? -Pregunto aterrada viendo como camina sin más sobre las trampas mortales que lleva en sus pies.

-Es muy fácil. -Sonríe. -Además, en las pelis que ve Dylan conmigo las chicas siempre llevan tacones y lucen muy bien.

-Una sirena tiene más gusto para la moda que tú. -Se burla Marnie. -Luces increíble, Sedna.

Así pasamos prácticamente toda la mañana, enviándole vídeos y fotos a Dylan de cada conjunto, Marnie burlándose de mi, Sedna sonriendo hasta por la más mínima cosa, siendo adolescentes normales.

-¿Creen que a Dylan le gustará? -Sale del vestidor con una falda, una blusa roja sencilla y un par de botas.

Yo la miro de arriba a abajo, sin duda sabe como vestir y como posar, una sirena en todo el dominio de la palabra, porque apuesto que con ese aspecto llevaría a cualquier hombre a la perdición.

-Tía estás cañón. -Marnie incluso le da un chuflido.

Sedna ríe divertida,y va a hablar cuando alguien sale a toda velocidad detrás de uno de los probadores.

Betty.

-Esto se pondrá interesante. -Susurra Marnie poniéndose de pie junto a mi.

Caminamos hacia Sedna que la mira confundida antes de ponerse a la defensiva.

-¿Por qué a Dylan, mi novio tendría que gustarle eso? -Señala su atuendo. -¿Quién demonios eres?

Mierda, como Sedna diga que es una sirena, o acaba en un manicomio o acaba en las manos del hermano del chicle que es Betty.

-Es la prima canadiense de Dylan. -Marnie llega a su lado. -Y son muy apegados, así que más te vale tratarla bien no vaya a ser que se queje con su primo.

-¿Qué? ¿Dylan tiene una prima? -Ahora la mira confundida. -No sabía que había pelirrojos en su familia.

-Eso fue racista. -Mencioné yo poniéndome al otro lado de Sedna quien cruzó sus manos.

-No sé quien eres. -Espetó la pelirroja dejándonos heladas a todas. ¿Dónde quedó la dulce Sedna? -Pero sin duda no tienes la pinta de novia de Dylan.

-¿Te estás metiendo con mi aspecto? -Betty le dio una revisión. -¿Tú?

-Si yo, por lo menos puedo asegurar que mi cabello es natural, no como el tuyo que debe tener más decoloraciones que pelos. -Oh mira que interesante, dentro de la dulce sirena se encuentra una perra.

No podría agradarme más esta chica.

-Mira. -Señala el pasillo. -Toma tu bolso de piel falsa, tu falda de muchos usos y largate, que molestas mi vista.

La cara de Betty se vuelve de un rojo intenso y yo estoy a punto de romper a reír, cuando tomando con furia su bolso pasa por mi lado, como alma que lleva el viento.

-¿Qué demonios Sedna? -Ríe Marce divertida. -¿Cuándo diste clases de defensa contra rubias oxigenadas?

-Son diálogos de una peli que veía Dylan -Ríe. -La chica me rocordó a esa pesada y no dudé en usarlos. -Se encoje de hombros

Y sin más las tres rompemos a reír, sin duda, Betty y Lydia no serán las mejores amigas.

Hola!!! Espero que estén disfrutando. No olviden votar y comentar. Con amor. Hielo.