Un cumpleaños pasifico
Espero y les guste. No olviden comentar su opinión.
Narra Jack.
Al fin Victor esta dormido, dejo de llorar hasta que llego la noche, ahora que sabia su horrible pasado entendia mas su timidez y su inseguridad.
A la mañana siguiente comenzó a escuchar unos golpes leves en la puerta, Víctor seguía dormido...
Hoy era su cumpleaños...
Me levante despacio y mire a la puerta, era Emily con un regalo en las manos y Sally con un lindo pastel de chocolate con fresas y una vela ensendia.
Ellas entraron y yo acaricie el cabello de Víctor para despertarlo.
-Víctor... despierta... Emily te tiene una sopresa-dije susurrando en su oído para despertarlo sin alterarlo.
Víctor despertó se levanto un poco de la cama y vio a su hermanita con una gran sonrisa.
-Sorpresa... Feliz cumpleaños hermano-dijo con su gran sonrisa y alado de Víctor.
Emily se subió a la cama y solo se abrazaron, la pequeña no se daba cuenta de las heridas de Víctor atras de su cuello.
-Se que te sientes mal hermano, pero almenos quiero selebrar tu cumpleaños, ten te hize este regalo-dijo Emily como siempre tan tierna, y le da su regalo.
-Gracias hermanita-dijo Víctor tiernamente.
Víctor al tomar el regalo lo abrió como cuidado y era como una clase de marco.
-Somos nosotros-dijo Emily sonriendo.
Narra Victor.
Me había olvidado de mi cumpleaños...
Pero al abrir el regalo de Emily, me alegro mas de lo que habia imaginado.
Emily le gustaba mucho dibujar, y lo que me dio era un marco con todos nosotros, eramos Emily, Jack, yo, Sally, los gemelos Luigi, Fabián, Mehgiw, Zero, Scraps, Sparky, Gildergad, hasta él caballo del caruage, todos nos dibujo.
-También dibuje a mamá y a papá-dijo Emily ceñalando al dibujo hacia las nubes.
Eran ellos como angeles estando en las nubes, eramos todos... Emily me alegro tanto que me querían salir lagrimas, pero tenía que soportar esta sensación abraze a Emily.
-Muchas gracias hermanita... me gusto mucho- dije muy feliz por este tan bonito regalo.
El resto del día en mi cumpleaños, quería salir un momento de la habitación, pero un con mi sensibilidad en mi retaguardia no podia moverme, Sally amabelemente me trajo una silla de ruedas que del señor William, una que no era electronica. Todos salieron de la habitación y Jack en ayudo a ponerme unos pantalones mientras que aun susaba su suéter morado, me puso un abrigo.
-Esta iniciando el invierno así que sera mejor estar bien abrigados-dijo Jack amablemente mientras botonaba el abrigo, me trataba como un bebé.
Al salir y con mucho cuidado me bajo de las esclaeras me llevo a la cocina donde me prepararon un agradable vanquete con mis platillos favoritos.
No podía decir mucho de este día, tener una comida con los unicos que me han tratado bien, estar con Emily y Jack a mi lado apesar de este dolor emocional que tengo por ahora era un cumpleaños muy pacifico. En mis otros cumpleaños, solo podía recordar a mi madre enferma y yo esperando en las calles una limosna para comer, esperando en la nieve... Pero ahora, puede que este viviendo en esta mansión lujosa y con comida suficinete para poder llenar mi estómago que habia estado vacío por mucho tiempo, creo que no puedo pedir nada mas que seguir tranquilo estando con todos los que me rodean.
Al terminar de comer todo hasta él pastel, solo seguiamos hablando de las historias de los gemelos Luigi y Fabian que siempre eran las mas divertidas, era inevitable soltar una carcajada.
-¡Víctor mira!-grito Emily emocionada hacia la ventana.
Todos miramos y en ese momento vimos como caían copos de nieve, nos hacer vamos a la ventana para ver mejor la nieve.
-La nieve llego mas pronto de lo esperado-comento Hildergad tiermanemente.
-¿Puedo ir a jugar a al nueve, papá?-dijo Emily emocionada.
-Solo si te abrigas bien-dijo Jack dulcemente.
-Iré con ella-dijo Sally igual de emocionada como una niña.
Ambas salieron corriendo, al igual todos salieron, Jack y yo nos quedamos en la ventana viéndolos, Jack en una silla a mi lado.
El silencio era tranquilo, ver a Emily con Sally haciendo angeles de nueve era adorables verlas, los gemelos y Mehiw hacían esferas grandes de nieve y las mascotas corriendo de un lado a otro.
-¿Quieres salir?-dijo Jack curisos.
-Tal vez otro día... por ahora quiero estar aquí-dije tiernamente.
-Buenos... creo que es tiempo de darte mi regalo-dijo Jack levantandoce de la silla y llevarme a otra habitación.
-Jack no tienes que darme nada-dije preocupado.
-Tranquilo... mi regalo no tiene ningún valor en cuanto al dimero, se que no te gusta ese tipo de cosas-explico Jack llevandome al salón de fiestas.
El lugar siempre a sido una inmensa habitación vacía, en este salón seria capas de entrar casi la mitad de la ciudad, le llevo a alas escaleras pero debajo de ellas habia una gran caja tapada con una savana algo polvoriena.
-Dame unos minutos-dijo Jack deandome casi en medio del salón.
El se quito su saco y subió un poco sus mangas a sus codos, en esos momentos enpujo la gran caja que tenia ruedas y entre mas salían de las esaleras pude ver perfectamente que era un piano, Jack la puso a unos metros de mi a un extremo del salón.
-Este es mi regalo-dijo Jack quitando la sabana.
Era un gran piano largo muy hermoso de un blanco con detalles doraos sus teclados eran tan balacos que era nuevo.
-Hace tiempo me dijiste que sabias tocar el piano, tenia la curiosidad de saber si es verdad-dijo Jack hacercandome al piano y levantando la tapa del piano.
-Yo... no puedo aceptar este regalo... debió costar una fortuna-dije sorprendido.
-Ya te dije que no tiene ningún valor en cuanto el dinero-repitio Jack, el hacerco la silla de piano y se sentó alado de mi-... al contrario, este piano tiene un valor sentimental... le pertenecía a mi madre, desde que ella murió nadie a tocado este piano...Sally me dijo que antes de nacer, mi madre siempre tocaba el piano cuando mi padre estaba enojado o estresado, que eso era todo el tiempo, decia que las melodias de mi madre eran tan hermosas que hacia desaparecer el tiempo, te atrapaba en su musica que te hacia olvidar todo lo malo de tus días... pero este piano lleva demasiado tiempo sin usar y quiero que ahora tu lo uses-dijo Jack tiernamente.
-Pero yo... no soy muy bueno-dije preocupado.
-A mi madre le hubiera gustado saber que la personas que mas quiero en este mundo lo use-dijo tiernamente.
Jack en tomo de la mano y la puso en el piano.
Desde niño, siempre deseaba tener un piano, mi abuela me enseño cuando era muy pequeño muy apenas podía estar de pie y ahora, jamas pense que Jack me dejara usar el piano de su madre, no puedo decir que es mio sabiendo el gran valor, pero veía a Jack emocionado de que lo usara.
(Me gusto mas este vídeo por que tiene él mismo tono que la película y ademas de que es corto y como un final agradable)
NARRADOR.
El eco del piano que rebotaba en el gran salón hasta llegar a cada rincón de la mención Skeleton, y una persona pudo escuchar la melodía llamando por completo la atención.
Narra Víctor.
Solo pude recordar esta misma melodía de mi abuela, era una melodia profunda que no expresaba tristesa o alegre, era mil emociones en una melodía tan clara... al tocarala me hacia recordar los arboles, la leña de la chimenea, el dulce aroma del te de stevia, hasta el mismo perfume de mi abuela a rosas.
Cuando termine, Jack solo dio unos aplausos leves y su rostro solo expresaba asombro.
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