Ｄｅｄｉｃａｄｏ ａ:

╚»★«╝ Night-train ╚»★«╝

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Sus pasos son lentos, recorriendo aquel parque tratando de sentirse mejor mientras lo hace, buscando algo bueno en todo eso, pero no lo encuentra. Ni él ni TaeHyung son felices, lo sabe por qué nuncao ve sonriendo, y si lo hace, ya no como antes.

Ni siquiera él, que es libre y tiene la posibilidad de buscar a alguien a quien amar y que lo ame, es capaz de sonreír con solía hacerlo, el brillo que su mirada y sonrisa tenían había disminuido considerablemente, ya no tenían vida desde que TaeHyung contrajo matrimonio con alguien a quien, estaba seguro, no ama, a pesar de que siempre decir que si, todos podían notar que no era verdad.

Una verdadera sonrisa surco en sus labios tan pronto como vio a un pequeño perrito acercarse a él, se agachó para tomarlo en brazos y dejar que el chachorro le diera lengüetazos por todo su rostro, se emocionó al saber que vería a TaeHyung, sin embargo, tan pronto como su mirada se encontró con la del contrario, su sonrisa se desvaneció al ver también a la hermosa esposa del mayor, su hermana.

El otro se acercó a él y para su sorpresa, lo abrazo, por un corto tiempo pero lo hizo. —Tanto tiempo sin vernos, Kook— Una sonrisa tan brillante como lo fue la suya al ver al perrito hizo brillar que rostro del azabache, su mirada se iluminó cuando vio al menor, pero de nuevo, la cruda realidad lo golpeó al escuchar la suave pero chillona voz de su esposa pronunciando su nombre.

Él tan solo atinó a ponerse rígido, él brillo que por un momento había estado en su mirada y sonrisa desaparecieron y su rostro ahora era de total seriedad.

—Si, bastante— Contestó el menor bajando su mirada hacia el canino en sus brazos, sonrió apenas y acarició su cabeza. Hizo ademán de devolvérselo a TaeHyung pero este lo impidió posando sus manos sobre la suya.

—Deberías cuidarlo por unos días, te ha extraño mucho— YeonTan ladro y volvió a lamer la piel del castaño, el perrito era de ambos, cuando vivían juntos decidieron adoptarlo para tener más compañía.

—Pero TaeHyung...— La voz de la mujer hizo al mayor rodar los ojos, seguro quería protestar pero eso no le importaba, ella ni siquiera soportaba a YeonTan por lo juguetón que era.

—HyuJin, no hables— Dijo sin necesidad de girarse a verla, JungKook casi sonríe al darse cuenta de su expresión de indignación, la mayor y él nunca se habían llevado bien.

—Lo llevaré a tu casa en unos días— Pronunció sonriendo, tener la compañía del canino no le caería mal, últimamente se sentía tan solo y triste que jugar con YeonTan le haría bien. TaeHyung sonrió asintiendo y solo entonces el menor siguió con su camino, tendría que pasar a una tienda a comprar comida para el perrito.

Al llegar a su casa, dejo al canino en el piso y él no pudo más que sonreír con tristeza, sus ojos se cristalizaron y un par de lágrimas traicioneras resbalarom por sus mejillas hasta caer por su barbilla hacie el suelo, se arrodilló frente a Yeontan y acariciando su pelaje lloro en silencio.

—Tu eres el único que sabe que lo amo— Susurro con pesar, su voz quebrandose y dejándose llevar por la presión en su pecho, sollozando con fuerza. —Lo amo— Repitió en el silencio de su hogar, el canino se restegro más contra sus caricias antes de acostarse en sus piernas, en un intento por darle un apoyo.

Sorbio su nariz antes de dejar a Yeontan en el sofá y ponerse de pie para dirigirse a su habitación, echándose en su cama para seguir llorando contra la almohada, su casa ahora se sentía vacía, TaeHyung ya no vivía más con él y tenía que afrontarlo aunque le doliera tanto verlo con alguien más, sería menor doloroso si por lo menos fuera feliz pero sabía que no era así.

...

Yeontan ya estaba de regreso con TaeHyung, de nuevo se encuentra vagando sin rumbo y a lo lejos puede ver al azabache, iba solo, gira rápidamente sobre sus talones y regresa a su departamento, ya no tiene la suficiente fuerza como para hablar con él como si nada le pasará.

Tiene el presentimiento de que si abre la boca solo para decir 'hola' su voz se quebrara, se deja caer en el sofá de su hogar pero casi de inmediato se ve obligado a ponerse de pie para ir a abrir la puerta pues tocaron el timbre, tallo su cuello y al abrir la puerta todo a su alrededor se detiene.

TaeHyung le sonríe y él es incapaz de hacer lo mismo, baja la mirada al suelo y se hace a un lado para dejarlo entrar. El mayor suspirar al estar dentro, aspirando el aroma del lugar, el mismo aroma que JungKook tiene.

—¿Me estas evitando?— Preguntó tan pronto como estuvo sentado a un lado del  menor, era obvio, cuando fue a dejar a Yeontan fue a una hora en la que sabía que TaeHyung no estaría, había dejado de ir a la empresa del mayor para no tener que verlo y mandaba a alguien más.

—No— Contestó con simpleza, tratando de aparentar desinteres pero sus ojos temblorosos y el continuó juego entre sus manos dejaban ver lo nervioso que estaba.

—¿Seguro? Yo creo que si, ha pasado desde la última vez que nos vimos y eso que fue por casualidad— JungKook sonrió apenas y bajo la mirada a sus manos.

—Siempre estaré cuando quieras— Así le doliera como si le clavaran una espada y luego le dieran vuelta en su interior, lo haría, estaría para TaeHyung siempre que esté quiera o lo necesite.

—Lo sé, por eso he venido, estoy harto de tu hermana— El menor hizo una mueca pero no sé atrevió a preguntar por qué, sabía la respuesta. —Además, tus padres ahora parecen odiarme, no los entiendo— TaeHyung bufo y se dejó caer sobre el sofá, apoyando su cabeza en las piernas del castaño y tomando una de sus manos para hacer que la pusiera sobre su cabeza, JungKook sonrió y comenzó a jugar con el cabello del mayor.

—Tal vez saben que no la tratas del todo bien.

—No lo creo, me odian desde la boda— JungKook ya no supo que contestar, pero no hizo falta que alguno dijera algo más, solo se quedaron de esa forma, haciéndose compañía y disfrutando de ese pequeño momento juntos.

Suspiro al estar de nuevo frente a la casa de los Kim, tocó el timbre y pronto una de las sirvientes le abrió y le encaminó hasta llegar al salón de fiestas, otra de las reuniones que los dueños de las empresas más prestigiosas usaban para alardear de su poder y de cuando su dinero había crecido.

Tomó un gran bocanada de aire y se quedo observando todo desde un punto de la habitación, con una copa de vino en su mano derecha. Su hermana pidió la atención de todos y dejó a todos en shock antes sus palabras, hasta a TaeHyung.

—Un nuevo miembro llega a la familia, estoy embarazada— El azabache casi asesino con la mirada a su esposa e hizo rechinar sus dientes, tuvo que fingir una sonrisa ante las felicitaciones, hasta que su mirada se encontró con la de JungKook, este dejó la copa en algún lugar y salió corriendo del lugar, pero no tardó en escuchar los pasos de alguien siguiéndolo, TaeHyung le tomó de la mano antes de que logrará subir a su auto y lo abrazo con fuerza.

Los sollozos del menor no se hicieron esperar y quiso separarse pero el azabache no lo dejó. —Dejame ir, TaeHyung, sueltame— Pidió en un grito, el mayor negó abrazándolo aún más fuerte.

—No te dejaré ir creyendo cosas que no son, yo nunca me he acostado con tu hermana, ni siquiera dormimos en las misma habitación, si esta embarazada, no es mío— El menor dejó de forcejear pero no correspondio el abrazo.

—¿Y que importa? ¿No te das cuenta de que me duele estar cerca de ti? ¿No te das cuenta que te amo más que a mi vida? Déjame ir, TaeHyung, por favor... Si me quieres aunque sea como tu amigo, dejame ir, necesito olvidarte— Su voz se quebro en las últimas palabras, dejando caer su frente en el hombro derecho del mayor y llorando con más fuerza.

—Yo también te amo, por eso no puedo dejarte ir— El mayor se separó lo suficiente para tomar las mejillas del castaño entre sus manos. —Por favor, no me dejes.

—No puedo quedarme y verte casado con ella, ya no puedo más...

—Me divorciare de ella, haré lo que sea con tal de que no te vayas, por favor, por favor, JungKook— TaeHyung dejo caer unas cuantas lágrimas, viendo con desesperación al menor, quien negó y le obligó a soltarle.

—Estoy cansado, iré a casa— Susurro antes de subir a su auto y marcharse. El mayor seco sus lágrimas y regreso al salón de fiestas, tomando de la mano a su esposa y parándose en el centro del salón antes de hablar.

—Les pido por favor que dejen de felicitarme por que si el bebé que ella dice estar esperando existe, no es mío, HyuJin y yo ni siquiera dormimos en la misma cama, señores Jeon, lamento esto pero yo no quiero a su hija, a quien quiero...— Repiro con fuerza y cerró sus ojos por unos segundos. —A quién quiero, es a su hijo, JungKook— Y sin más, soltó la mano de HyuJin. —E iré con él.

—TaeHyung, no te atrevas a irte o te olvidas de la empresa y todo lo demás— Le amenazó su padre, siendo audible solo para él, sonrió al hombre.

—Me importa un comino tu empresa, quitame todo, a mi solo me importa JungKook— Admitió sonriendo. —Aunque posiblemente ya lo haya perdido— Susurro más para sí mismo que para su padre, se aflojó la corbata antes de salir a paso apresurado y subir a su auto, dirigiéndose al departamento de JungKook.

Tocó el timbre con insistencia, sin esperar ni un solo segundo, el castaño el abrió segundos después, queriendo cerrar la puerta al verlo pero entró antes de que pudiera hacerlo. —TaeHyung, vete.

—No me iré, ya no tengo a donde regresar.

—Claro que si, a tu casa, vete.

—No, JungKook, yo... Le dije a todos en las fiesta que no quiero a tu hermana, que te quiero a ti— TaeHyung se acercó al menor y acarició sus mejillas. —Por favor, no me dejes, incluso sino quieres intentar nada conmigo, solo mantente a mi lado como mi amigo, por favor— Su voz sonaba desesperada, su mandíbula tembló y sus labios se abrieron y se cerraron varias veces como si quisiera decir algo más.

—Dilo...

—Yo te amo, también te amo más que a mi vida, JungKook— Para el menor eso fue más que suficiente para volver a llorar, envolvió sus brazos alrededor del torso del azabache y lo abrazo con fuerza ocultando su rostro en su hombro.

—¿No te vas a arrepentir?

—Nunca— Contestó firme, devolviendo el abrazo y acariciando su cabello. —¿No me dejaras?— Preguntó aún con miedo.

—No lo haré— Respiro con tranquilidad ante la respuesta del menor, ambos se separaron y juntaron sus labios por primera vez, sintiendo los fuegos artificiales estallar en su interior, podrían jurar jamás haber probado unos labios tan suaves con los contrarios.

TaeHyung se sintió aliviado y al besarlo supo que no estaba soñando, JungKook suspiro entre el beso, jamás había sentido tanta felicidad, nunca pensó en qué algún día estaría de esa forma con el amor de su vida, entonces pensó que valió la pena la espera, todo parecía tan irreal.

Sonrió inmensamente al separarse y volvió a abrazarlo con fuerza. —Tambien te amo, Tae— El mayor no creyó que algún día se sentiría tan feliz, tan dichoso por tener a alguien a su lado y ahora... JungKook esta haciendo realidad todo lo que nunca creyó posible.

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Moon, espero que te guste, es tu regalo de navidad. 😊😊