01
—No quiero esto—dijo con una seriedad que enmarcaba sus facciones de forma terrible—. Me dijiste que aún no tenía que desposar a nadie, que podía estar tranquilo por un tiempo.
Su padre, JongSuk le miró con la misma seriedad de siempre, bebió un poco de whisky para aclarar su garganta, no podía comprender el enojo de su hijo. La cena lamentablemente había salido peor de lo que imaginó, debido a que su hijo no tenía la mínima intención de hablar, se mantuvo en silencio, haciendo mala cara y respondiendo a las preguntas directas con monosílabos. No llegaba a comprenderlo, últimamente se estaba comportando de una forma muy inusual, y eso le puso en alerta. Taehyung era muy responsable al cumplir sus deberes de príncipe heredero, jamás se negaba a nada, supo, desde una edad temprana que tendría que casarse con un omega principe del reino vecino, era una tradición, dentro de su rango no existían los matrimonios por amor, era un contrato que beneficiaba a ambas partes.
—Has cumplido los veintiocho años Taehyung, tu matrimonio se ha pactado desde que te presentaste como alfa, sabías que esto iba a ocurrir tarde o temprano, ¿Qué problema hay que sea ahora?
—Es demasiado pronto.
—No lo es, es mejor que suceda ahora, tendrán tiempo para conocerse antes de que tomes el trono.
Taehyung apretó la mandíbula, no estaba de acuerdo con su padre, él no quería casarse aún, mucho menos tomando en cuenta que su corazón le pertenecía a otra persona, no podía dejar de pensar en Yoongi, si bien, sabía que en algún momento tendría que casarse, creyó que aún le quedaba tiempo para estar con la persona que amaba.
—¿Esa es la verdadera razón? —preguntó con frialdad. Su padre nunca faltaba a su palabra, le prometió que tendría más tiempo y ahora había cambiado de opinión de repente, tendría que haber una buena razón para que Taehyung aceptará casarse con ese omega.
—Mi salud no es la mejor Taehyung—dijo con un suspiro lleno de angustia—. Los doctores no me dan buen pronóstico, en algún momento dejaré de poder transformarme, entonces, tú tendrás que tomar mi lugar, entiendo que no estás listo para el matrimonio, en realidad nadie lo esta, pero, como mi heredero es algo que tienes que hacer por tu reino y tu manada. ¿Puedes entenderlo?
Sintió una incomodidad en su pecho, su padre aún lucía íntegro, había cumplido los sesenta y cinco años pero seguía siendo muy fuerte y jamás se rendía, saber que estaba llegando a sus últimos momentos de transformación fue difícil. No sólo era el rey de ese reino, sino el alfa de la manada del norte, quien los había llevado a la gloria y a la paz durante muchos años, al igual que su abuelo y sus ancestros, pero, una vez que dejara de poder transformarse en un alfa de calibre, debería dar un paso atrás y retirarse como los grandes para dejarle a él su puesto, ya que era el único alfa que había engendrado, sus hermanas y hermanos mayores resultaron ser omegas que ahora estaban casados con personalidades importantes.
—¿Estás seguro de eso? —preguntó con un hilo de voz.
—Sí, sucederá en algún momento, sé que te prometí que te daría tiempo, pero ahora es imposible, la tradición dicta que tienes que contraer matrimonio con el príncipe del sur para mantener los acuerdos.
—¿Cuánto tiempo?
—Su boda se efectuará en un mes, el príncipe pasará aquí un par de semanas, después regresará a su hogar a prepararse. Te pido que lo intentes, que trates de conocerlo en estos días.
Taehyung sintió un horrible sabor de boca, su pecho dolió ante la realidad que se presentaba frente a él. Era su deber en contra de sus deseos, la posibilidad de elegir no estaba en sus manos, mucho menos cuando sabía que su linaje peligraba y que su padre lo necesitaba. Era el camino más fácil, pero también el más cruel de todos. ¿Por qué tenía que dejar a la persona que amaba?
—Lo haré, con una condición, quiero que aplacemos la marca, hasta el día que tenga que tomar el trono, quiero conocerlo primero, sabes que una marca sin conocernos o formar un vínculo podría hacer que la rechacemos.
—No te preocupes por eso, he hablado con el rey Jeon y también está de acuerdo en eso, será un matrimonio sin marca hasta que asciendas al trono.
Eso hizo que se sintiera un poco más tranquilo, aunque no eliminará la angustia y el fastidio, por lo menos le calmaba saber que no estaría enlazado en cuerpo y alma al omega, porque de hacerlo, no podría esconder sus sentimientos y dudaba que su lobo pudiera acoplarse. Sería una tortura para ambos, prefería no sentirlo en lo absoluto, incluso, se negaba a consumar el matrimonio, no podía pensar en nadie más de esa forma sólo en Yoongi, quien estaba presente en todo su ser a quien no quería renunciar. La vida era injusta.
—Bien—suspiró de forma amarga.
—Taehyung, hijo, te pido por favor que lo intentes, en su estadía, trata de acercarte a él y conocerlo. ¿Podrías hacer eso?
—Lo haré—aceptó a regañadientes, porque simplemente no tenía otra opción.
—Verás que esto valdrá la pena. Tú madre ha organizado que tomen el té en el jardín está tarde, por favor, trata de ser amable, él es un buen chico.
Taehyung no confiaba en las palabras de su padre, él no tuvo que tener un matrimonio arreglado, porque encontró en su madre su alma destinada, no sabía lo que significaba para él tener que casarse con un completo desconocido, no cuando su corazón ya estaba ocupado por alguien más. No dijo nada, sólo asintió y se levantó, hizo una reverencia y salió de la oficina con un pésimo sabor de boca, estaba asqueado, necesitaba encontrar una salida, ahora, la idea tonta de fugarse con Yoongi resultaba mucho más tentadora.
Se encerró en su habitación y gruñó con fuerza, no quería hacerlo, se negaba rotundamente, entró a la ducha para bañarse nuevamente, quería sacarse esa sensación del cuerpo, y al mismo tiempo calmar su enojo, su piel quemaba al tacto, su alfa se mantenía al margen. A pesar de lo que los demás creían él no tenía una buena relación con su lobo, trataba de mantenerlo callado e ignoraba sus deseos. No quería caer en sus instintos. Después de un baño, se quedó en la cama mirando el techo, pensando seriamente qué es lo que haría, necesitaba a Yoongi, debía hablar con él, volver a pedirle que huyeran juntos a dónde nadie se interpusiera en su amor. Eso es lo que haría. Se levantó, y tomó los supresores para no dejar que su alfa lo molestará, la mayoría de las veces se encontraba demasiado dormido como para actuar, lo hacía a escondidas, porque, se esperaba que él estuviera en armonía con su lobo, ya que, de eso dependía su buen manejo de la manada. Era una balanza, entre sus instintos y su razonamiento lógico, uno le ayudaría a mantener a la manada controlada y el otro a reinar con cordura.
Jamás pensó que llegaría el día en dónde su padre se retiraría, lo veía tan sano que ignoraba sus obligaciones a futuro, estaba bien siendo el príncipe aunque tantas tareas llegarán a agobiarlo, ¿Qué pasaría cuando la responsabilidad sea aún mayor? Posiblemente terminaría enfermo o loco, en el mejor de los casos lo revelarían de su cargo, pero eso también significaba perder todo por lo que sus ancestros habían luchado, tenía un gran pedo en sus hombros.
Escuchó que llamaban a su puerta y bufó, se levantó ya listo y salió de ahí, uno de sus guardias hizo una reverencia.
—Mi señor, lo esperan en el jardín.
Asintió emprendiendo camino, entre más rápido terminará con eso sería mucho mejor. En su camino trataba de mentalizarse sobre cómo debería hablar con ese omega, apenas lo había visto en la cena de anoche, lo ignoró por completo, porque estaba perdido en sus pensamientos. Salió al jardín, y tomó una gran bocanada de aire, a unos metros se encontraba un kiosco, en dónde estaba el comedor de exterior, ahí, estaba ese omega, detrás de él se encontraban dos mujeres que suponía eran sus chaperonas, por nada del mundo los dejarían completamente a solas. El omega se levantó cuando lo vio acercarse, era más alto que Yoongi, menos delicado, delgado, con piel clara y un cabello tan oscuro que brillaban, era ligeramente largo, lucía un traje color beige, con un collar de diamantes, sus ojos eran grandes y muy expresivos, parecidos a los de un ciervo, para cualquiera sería un placer mirarlo, pero para él, era sólo un recordatorio de su terrible suerte en la vida.
Ambos hicieron una reverencia al otro, Taehyung indicó con su mano que tomará asiento, él lo hizo un poco después, sobre la mesa había una cantidad absurda de postres y galletas para dos personas, además de el té humeante de jazmín. Arregló su saco y terminó mirándolo, el omega no lo observaba, miraba atento alrededor, parecía un poco inquieto. Bufó, no sólo estaría casado con un desconocido, sino también con un inquieto inmaduro, odiaba a ese tipo de personas.
—Espero que haya pasado una buena velada—dijo con voz sería.
El chico lo miró y sonrió en grande. —Oh, claro, es un lugar muy bonito, aunque las noches son un poco frías.
—Es un poco diferente al sur ¿No? Su clima es más tropical, aquí es seco, los días calurosos son terribles, y las noches frías.
Asintió sin dejar de sonreír, estaba haciendo un buen esfuerzo por entablar una conversación imaginando que no estaba cerca de su futuro esposo, sino con alguien totalmente diferente.
—Mi hermano dice que es bueno en los obstáculos con caballos.
—Equitacion—respondió con simpleza—. Es un deporte que práctico desde niño ¿Usted práctica algún deporte?
—Mmmm no—negó un poco apenado—. No en realidad, bueno, por un tiempo traté con el esgrima, pero me aburrí rápidamente.
—¿Le pareció aburrido? Considero que es un deporte bastante entretenido y lleno de disciplina.
—Fue ese el problema—rio por lo bajo—. Mi hermano dice que soy incapaz de mantener una rutina y acatar las reglas como son, soy algo inquieto, he probado de todo en realidad, pero, lo descarto rápido cuando llego a aprenderlo.
Taehyung elevó una ceja. —¿Aprende rápido?
—Mucho—sonrió con un pequeño sonrojo, a cualquiera le parecería tierno, no a él.
—¿No es algo pretencioso de su parte?
Jungkook se encogió de hombros. —No voy a mentir, puede sonar pretencioso, pero, es la realidad.
—Me disculpara, pero, es difícil creerlo.
—Está bien si no me cree—sonrió a medias, un poco apenado ya que huía de su mirada—. Tal vez algún día pueda verlo por sí mismo.
Taehyung elevó una ceja. —¿Siente mucha confianza de sí mismo?
—Sí—rio por lo bajo.
Uno de los mozos se acercó e hizo una reverencia antes de servirles el té. Jungkook miró los postres con deseo, negó con una mueca.
—Adelante, coma lo que desee.
No le dijo dos veces, el omega tomo un macaron de vainilla y lo mordió poquito, cerró los ojos unos segundos y sonrió.
—Esto sabe delicioso ¿Usted no come nada?
—No me gusta lo dulce—dijo antes de beber un poco de té.
Lo miraba de reojo, era demasiado extraño, ya que comía de todo y nada al mismo tiempo, mordía una postre, lo dejaba en su plato y tomaba otro, así hasta probar varias cosas al mismo tiempo. La forma en la que organizaba lo que comía era lineal, y hasta podría decir que los alineaba en color y tamaño. Una de sus damas se acercó y tocó su hombro de forma discreta. Jungkook elevó una ceja y alejó la mano de los postres, guardandolas en su regazo.
—Comeré todo esto, no crea que voy a desperdiciarlo.
Lo miraba de forma apenada, como si hubiese roto una regla impuesta, parecía nervioso y conflictuado por causar una mala impresión. Taehyung rodó los ojos mentalmente, sí que parecía un niño extraño.
—Para la próxima, pediré que partan los postres en pedazos más pequeños, así puede comer de todo sin remordimiento.
No sabía por qué había dicho eso, sólo creyó que era correcto, no podía avergonzarlo al omega, estaba seguro de que los guardias alrededor le dirían a su padre si hacía algún comentario fuera de lugar.
—Lo siento, es...me gustan los postres, pero no me permiten comer demasiado, mi hermano dice que el azúcar es contraproducente para mí.
—¿Cuántos años tiene?
—Veinticinco—bebió un poco de té—. ¿Y usted?
—Veintiocho. Habla mucho de su hermano, ¿Y sus padres?
Taehyung lo sabía, era su deber saberlo, pero, no dejó de hacer esa pregunta, porque quería eliminar la sonrisa de ese chico, y lo logró, Jungkook bajó la mirada y dejó de sonreír. Taehyung se sintió mal al instante ¿Por qué era un idiota? El omega no tenía la culpa de lo que estaba sucediendo.
—Lo lamento, en verdad no quise hacer una pregunta que lo incomodara.
—Oh, no, no se preocupe, mis padres murieron hace diez años—sonrió a medias y volvió a beber té—. Mi hermano se ha hecho cargo del reino y de mí desde entonces, aunque creo que ahora que me iré, tendrá que dejar de aplazar el buscar una pareja—rio por lo bajo, como una broma privada.
—Puedo ver qué es cercano a su hermano. Debe ser difícil estar aquí un par de semanas sin él.
El rey Jeon Namjoon había regresado a su reino esa mañana, claro que había dejado a su pequeño hermano muy bien vigilado y cuidado.
—Es un poco extraño—asintió con una mueca—. Pero, me dijo que tengo que acostumbrarme a no tenerlo siempre detrás de mí pidiendo que me comporte.
—¿Qué piensas acerca de esto? Me refiero a matrimonio arreglado.
Jungkook lo miró perplejo, no esperaba que preguntara aquello de forma tan directa, no era cortés, ellos no debían hablar de eso, porque no eran quienes habían hecho el trato, sólo sus padres y su hermano podían mencionar el tema. Pero, Taehyung quería saber con que clase de persona estaría condenado a vivir.
—Yo...—dijo un poco nervioso—. Pienso que es algo que debemos hacer y estoy bien con eso.
—¿A pesar de que no me conoces?
—Eso se puede arreglar, nos estamos conociendo en este momento.
—¿Es así como quieres vivir?
Escuchó un carraspeó a sus espaldas, uno de los guardias de su padre estaba interrumpiendo, supo que estaba llevando las cosas muy lejos.
—Lo lamento, ¿Desea dar un paseo por los jardines?
Jungkook asintió, aunque no eliminó la incomodidad en su rostro. Ambos se pusieron de pie, una de las damas del omega abrió una sombrilla y se mantuvo a un paso de distancia de él para cubrirlo del sol, uno de sus sirvientes hizo exactamente lo mismo con él. Caminaron en silencio, a una distancia prudente, Jungkook miraba los jardines con cierto anhelo.
—¿Cómo es su reino? —preguntó reanudando la conversación.
—Muy caluroso, el castillo está cerca de la playa, es una muy bonita, tiene arena blanca y el agua es cristalina, hay muchas cosas para ver y visitar, con gusto lo recibiríamos cuando usted quisiera.
—Suena interesante—asintió—. Conozco a alguien que le encantaría conocer la playa.
—¿Un amigo suyo? Puede llevarlo.
—Un amigo—rio de forma amarga—. Gracias, es usted muy amable, lamentablemente no creo que esté reino sea tan interesante como el suyo.
—Lo es, hay cosas que me gustaría conocer antes de volver.
—Sientase libre de decirle a mi madre lo que desea ver, ella se encargará de todo.
Jungkook asintió, agachó un poco la cabeza, Taehyung lo miró de reojo, al tiempo que una brisa de viento movió su cabello, entonces pudo percibir su aroma, era una combinación interesante, magnolia, cereza y algo más, dulce y refrescante, él contuvo la respiración cuando sintió a su lobo removerse incómodo. Era extraño, sus manos temblaron y hubo una presión en la boca de su estómago. Relamió sus labios nervioso antes de hacer una rápida reverencia.
—Disculpe príncipe Jeon, tengo que volver, he recordado algo importante que tengo que hacer. Gracias por su tiempo.
—Gracias a usted.
El sonido de su voz era diferente, Taehyung se dió la vuelta y caminó de regreso al castillo con pasos veloces, quería alejarse de ahí, estaba sudando frío, ¿Por qué ese aroma le parecía tan apetecible? Gruñó internamente, dejó a sus guardias y desapareció en el castillo, caminó hacia el ala de su madre, y se escondió entre los peldaños, espero, impaciente, apretando sus manos, tenía que irse, no podís quedarse ahí y no quería casarse con ese omega. Por más que lo veía no había nada que le interesaría, no se imaginaba vivir enlazado a él toda su vida, era atroz, espero por mucho tiempo, tal vez demasiado, hasta que miró a la corte de su madre, omegas y betas que entraban al salón privado, dejó que todos entraran, no tuvo que esperar mucho hasta verlo a él.
Su cabello rubio brillaba de forma hermosa, su piel palida resaltaba en ese traje borgoña, sus ojos grises estaban perdidos, no dudo en ir hacia él y tomar su mano para esconderse de nuevo entre los peldaños. Yoongi lo miró con horror, observando alrededor.
—¿Qué se supone que estás haciendo? —susurró—. ¿Te has vuelto loco? No podemos vernos aquí.
—Me quieren casar—soltó sin dejar de apretar su mano—. No quiero esto, ¿Lo entiendes? No puedo, a quien amo es a ti, ¿Cómo podría casarme con alguien más? Por favor, huyamos juntos.
Yoongi lo miró desolado, sabía lo que eso significaba, alargó la mano para tomar su mejilla y le sonrió apenas.
—Es tu deber, sabíamos que esto pasaría.
—¿Es eso lo que vas a decir? ¿No escuchaste? ¿No me amas lo suficiente?
—Te amo Taehyung, claro que te amo, pero, ¿Qué podemos hacer? Dime, ¿Debemos irnos juntos? ¿Crees que tú familia lo dejaría pasar tan fácil? No, no será así, nos perseguirán y tú tienes que ser rey.
—No me importa mi familia, no me interesa mi linaje o si debo o no ser un rey, lo único que me importa es estar contigo, por favor, te lo pido.
Yoongi mordió su labio inferior con fuerza.
—Está bien, está noche, te espero en el jardín.
Taehyung sintió tan grande que sus mejillas dolieron, se acercó y lo besó, no le importo dónde estaban o si alguien los miraba, sólo junto sus labios con el mismo anhelo de siempre y lo besó con deseo y amor. Había tomado una decisión y nadie le haría cambiar de opinión. Jamás.
JiEun miró a su guardia con seriedad antes de suspirar.
—Llámalo, haz que venga aquí.
—Enseguida alteza.
Sus ojos se llenaron de lágrimas, estaba entre su amor de madre y su deber como reina, no había decisiones fáciles, pero, ella no podía dejar que su hijo se desviara de su camino. Controló sus emociones al tiempo que escuchaba la puerta de su habitación abrirse, miró al recién llegado con una mueca.
—Alteza—hizo una reverencia.
—Siéntate Yoongi, hablemos.
Va a haber muchas cosas cliché aquí.
Espero que les guste, hace mucho que no escribo Taekook.
Los amo, bebés patos 💖
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