—Porque yo soy Kookie, TaeTae...

Después de aquello todo fue silencio. El chico bonito miraba los ojos del rubio esperando alguna reacción, alguna palabra, pero no había nada en el rostro de TaeHyung.

Sólo se miraban fijamente, el castaño se había comenzado a poner nervioso, el mayor no decía absolutamente nada. ¿Y si ahora pensaba que estaba loco?

Tenía miedo, miedo de que TaeHyung lo alejara como todos lo habían hecho en el pasado. No supo cómo interpretar el ceño fruncido que mantuvo su mayor de repente.

Las palabras del chico bonito lo habían confundido. No entendía nada, ¿A qué se refería con ser Kookie? No comprendía, es decir, sí se parecía a su Kookie, cosa que siempre le pareció bastante extraño. Pero no podía ser que aquel chico era su juguete.

Era una cosa ridícula, irreal, imposible.

—¿Tae...?—salió de su transe para pobre atención a la dulce voz que tenía el chico. Este lo veía preocupado, asustado, triste... no sabría decir.

—¿Qué quieres decir con eso?— su voz salió algo brusca y evidentemente confundida.

El pequeño chico se encogió un poco mientras miraba el suelo, estaba nervioso y asustado. ¿Cómo explicarle todo? TaeHyung no le iba a creer. Siguieron en silencio, ambos con un debate mental sobre que estaba pasando. El rubio estaba comenzando a impacientarse, el castaño enfrente suyo no decía nada y seguía con la cabeza gacha.

—E-Escucha, Tae...— elevó su rostro y sus miradas se encontraron. TaeHyung sintió una ligera punzada en el pecho al ver los ojos llorosos y brillantes del chico bonito.—sé... que no me vas a creer si te lo digo...— relamió sus labios.— pero... creo que ya es hora de que lo sepas...

Sus palabras seguían confundiendo cada vez más al de cabellos miel.

—No entiendo nada... ¿A qué te refieres? dímelo, por favor—sujetó las mejillas del más pequeño, impaciente, el chico sujetó las muñecas del otro mordiendo su labio inferior.

—Soy Kookie, Tae, yo soy JungKook, soy aquel juguete que quieres tanto...—soltó. Y TaeHyung lo único que hizo fue fruncir más el ceño y apartarse de él.

—¿Qué? Eso es imposible, no...— observó como el chico lo miraba fijamente aún con sus ojitos llorosos.— Estás jugando, ¿Cierto? Tú, tú no puedes...— pero el menor sólo bajó la mirada.

—Sé que es loco, e incierto, lo sé... pero Tae, yo realmente soy-

—No, no es cierto.—le interrumpió, el tono de su voz sonó molesto.— Tú no puedes ser Kookie, es un juguete, (¡ERES UN JUGUETE! -insertar a Woody ahre no, sigamos-) los juguetes no tienen vida y mucho menos son personas. Eso sólo pasa en las películas, no en la vida real, sólo...—suspiró— sólo dime quien eres, no estoy para bromas como esta...— habló firme. Aún seguía molesto por el beso de Irene.

Pero no pudo evitar sentirse mal al ver al chico bonito con lágrimas en los ojos. ¿Habló muy mal?

—No te estoy mintiendo, TaeTae... ni estoy bromeando... créeme, por favor...

Y pudo captar en sus ojos que decía la verdad. Pero por dios, eso era imposible, ficticio. Ya hasta creía que estaba soñando, simplemente no lo podía creer, era tan descabellado. ¿Cómo diablos podía ser eso cierto? La magia no existía, sólo en las películas.

—¿Cómo quieres que crea algo así?—pasó su mano por su cabello—me estás diciendo que tú eres aquel juguete que tanto quise en mi infancia, que siempre tuvo vida...—pausó un momento para seguir analizando la situación. Tenía que estar soñando.

—Tae...—se le acercó a paso lento y el nombrado le observó aún con el ceño fruncido.—sólo... créeme... tu madre-

—¿Mi madre?—cada vez se sorprendía y confundía más—¿Ella sabe que tú...?—sólo vio como el castaño volvió a morder su labio inferior.

—Sí... ella siempre lo ha sabido, ella me entregó a ti porque-

—Es una broma de ella ¿verdad?—sonrió burlándose de sí mismo por creer tal cosa.

—No. Tae, no es una broma. Te estoy diciendo la verdad, yo soy Kookie.

—¿Cómo puedes ser Kookie? Él es un juguete y tú... eres un chico, como yo...—sujetó sus hombros.—Lo que dices es imposible...

El más pequeño sonrió.

—Nada es imposible, TaeTae...

El rubio se quedó callado, estaba en shock. ¿Cómo podía creer en tal cosa?

—¿Q-Qué? No, la magia no existe.

—No es necesario magia, Tae. Yo simplemente pienso y me...—calló, buscando una forma de explicar su extraño don.

—¿Te transformas? Eso es ridículo. ¿Por qué no simplemente me dices quién eres?—estaba comenzando a irritarse.

—¿Y tú porqué eres tan terco? Soy JungKook, tú elegiste ese nombre para llamarme. Soy Kookie, soy aquel niño que curaste también. Entiendo que es tan loco pero, Tae...—tomó sus mejillas entre sus suaves manos y no pudo apartarse.—Soy yo...

De nuevo estaban tan cerca, sus miradas conectadas e inconscientemente TaeHyung bajó sus ojos a los pequeños y rojos labios del más bajo. Quería acercarse más, las mejillas del contrario instantáneamente cambiaron a un color rojo.

Pero el rubio sacudió su cabeza y se alejó.

—¿T-Tae?—vio cómo su mayor se alejaba y caminaba directo a la puerta. Intentó seguirlo pero rápidamente recibió una mirada de TaeHyung que indicaba que no se moviera.

—No te acerques...—y eso volvió a llenar de lágrimas los ojos del menor.— quiero estar solo, ¿sí?—y sólo se fue.

En cuanto escuchó la puerta principal cerrarse, JungKook derramó sus lágrimas, TaeHyung no lo quería cerca. También lo había asustado, y lo alejaba. Sabía que algo así pasaría y a pesar de eso le dolió más de lo que imaginaba.

Tal vez... la señora Kim se equivocó y TaeHyung en realidad no lo necesitaba.

😻🐾

Quedó horrible, lo sé :c

No tienen idea por todo lo que pasé los meses que no actualice, omg, a parte del bloqueo creativo.

Tuve pareja, salió fatal, lloré, todo sad y no fue todo, ah. Terrible, lloremos ;-;

Ahre no, pero trataré de actualizar más seguido. Se viene el taekook re fuerte uwu