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[12]

—¿Q-Quién eres tú?— preguntó al pequeño chico de cabellos castaños que estaba en el suelo.

Ambos mirándose con sorpresa y directamente a los ojos.

TaeHyung tuvo que sostenerse de un mueble para no caer de la impresión.

¿De dónde había salido ese chico?

Hubo un largo silencio. El castaño seguía sin responder aunque dejó de estar impresionado, en cambio TaeHyung seguía en shock.

—¿No vas a responder?—le preguntó tragando duro.

Aquel chico sonrió mostrando sus lindos dientecitos. Y a TaeHyung le vinieron un millón de recuerdos al ver aquella sonrisa.




—TaeTae...—TaeHyung reaccionó al escuchar ese cariñoso sobrenombre.

—¿Eh? ¿Sabes mi nombre?—cuestionó ladeando la cabeza.




¿Acaso era él?

No, era imposible, no podía ser él.

Siguió viendo el rostro de aquel chico y efectivamente... era idéntico.




—¿Qué te ha pasado? ¿Te han golpeado? ¿Quién fue?—comenzó a preguntar acercándose a él, el temor se había ido.

El otro pequeño soltó una risita y las mejillas de TaeHyung se entintaron de un tono rosado.

—Siempre eres así de atento ¿Cierto, TaeTae?—le dio una sonrisa que hacía ver sus dientitos delanteros parecidos a los de un Conejito.




Su expresión de sorpresa se desvaneció al reconocerlo.

Seguía siendo tan bonito...

—Tú...—musitó roncamente. El chico ensanchó su sonrisa y ladeó la cabeza como si fuera un niño.

—Hola, TaeTae...




—Yo... Eh...—rascó su nuca con nerviosismo.

El niño bonito soltó una risa en respuesta.

—Lo eres...—musitó aquel niño con una sonrisa.




No supo cómo ni por qué, pero de la nada ya estaba abrazando el cuerpo de aquel chico con fuerza.

Sólo lo había visto una vez y aun así le daba tanta alegría verlo de nuevo. El castaño simplemente no se movió, sólo cerró los ojos aun sonriendo mientras el rubio le abrazaba.

TaeHyung se apartó de él un poco. Tomó su mejilla, la que en su niñez curó. Sin dejar de mirarse a los ojos.

—Eres tú...—examinó su rostro una vez más. Pero estaba seguro de que era él—¿Dónde has estado? Sólo te vi una vez hace años...—le dijo.

El castaño borró su sonrisa mirando tristemente al rubio.

—No quería que te enteraras así, Tae...—musitó confundiendo al mayor.

—¿Qué?—frunció el ceño sin entender. El menor suspiró resignado, ya era hora.

—Soy yo...—dijo pero el rubio seguía sin entender.

—¿A qué te refieres?

¿Cómo decirle sin que suene ridículo o loco?

El castaño mordió su labio inferior un poco angustiado, sin saber que hacer o decir. Si le decía de seguro TaeHyung lo tomaría como un loco.

—¿Kookie?—eso lo dejó paralizado. ¿TaeHyung lo sabía?

—¿Eh?—parpadeó cuando el de cabellos miel se le acercó más, analizando su rostro.

—¿Quién eres tú? ¿Por qué te pareces tanto a él? ¿Por qué te fuiste?—la voz de TaeHyung salió al final con tristeza. Realmente lo había extrañado mucho... no importaba si no lo conocía y lo vio una sola vez.

El castaño lo miró fijamente a los ojos, sin hablar. Pensando en cómo decirle su descabellada situación, no le creería.

TaeHyung no creería que él es aquel muñequito de felpa que tanto quería en su niñez. ¿Cómo era eso posible? Ni el castaño lo comprendía, sólo recuerda que desde pequeño siempre tuvo aquel poder. Todo mundo le temía, incluso su propia familia. Sufrió demasiado durante su niñez.

Su madre lo abandonó por ser un fenómeno.

Y un dichoso día, fue acogido por la madre de Tae, ella nunca le tuvo miedo. Ya había nacido el mayor, y la señora Kim supo que él haría feliz a su hijo.

¿Cómo? Sólo ella lo sabe.

TaeHyung seguía esperando a que el chico bonito hablara, dijera algo. Pero parecía estar perdido en su mirada y comenzaba a desesperarse un poco. Abrió la boca para hablar de nuevo pero el castaño se adelantó...

—Yo...—musitó.—No me vas a creer...—agachó la cabeza.

—¿De qué hablas? Sólo... dime quién eres, necesito saber...— le tomó las manos y suplicó con la mirada.

Pero el chico bonito seguía en silencio, con sus ojitos llenos de incertidumbre y miedo. Sabía que era aquel niño bonito que conoció cuando era pequeño. Tenía la misma sonrisa, se parecía tanto a él y a...

Kookie.

—No me creerás, TaeTae, dirás que soy un loco...—sonrió de lado y se encogió los hombros.

El rubio fruncio el ceño, ¿Qué quería decirle con eso? Él quería saber quién era aquel chico tan bonito, saber su nombre, conocerlo, porque desde su niñez no ha dejado de pensar en él. Había perdido la esperanza de volver a verlo. Y ahora lo tenía enfrente de él, de nuevo, ambos habían crecido.

Y no se cansaba de admirar lo hermoso que se había puesto...

—¿Por qué dices eso?—habló con evidente confusión en su voz.

Y de nuevo todo fue silencio. Ambos se miraron el uno al otro, fijamente a los ojos. TaeHyung esperando a que dijera algo, y apreciando la lindura que era, el castaño se acercó un poco más e inconscientemente ambos cerraron los ojos.

Juntaron sus frentes y suspiraron al mismo tiempo.

—Porque yo soy Kookie, TaeTae.


😻🐾


Con esta pequeñez anuncio mi comeback, ahre ❤


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