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—¿Qué acabas de decir?— habló el rubio con los ojos bien abiertos mirando al pelirosa.

—Que saldré con YoonGi...

Hubo un gran silencio y de repente TaeHyung respiró profundo.

—¡¿Qué saldrás con Min YoonGi?!—gritó incrédulo.

—Cállate, no grites—trató de calmarlo.

—No puede ser que le estés haciendo esto a Hobie...—dijo algo enojado.—Él te ama, lo sabes, y ahora saldrás con su ex novio cuando le prometiste no acercarte a él—JiMin bajó la cabeza avergonzado.

—Lo sé, pero... él me gusta ¿Sí?—confesó mirando los ojos del rubio quien abrió su boca con sorpresa.

—¿YoonGi te gusta? Creí que HoSeok te gustaba...— vio al pelirosa suspirar.

—Me gustaba, pero...

—¿Ahora ya no?—preguntó y el silencio del contrario le dio la respuesta. Dio un largo suspiro, calmándose un poco.

—Por favor, no le digas a Hobie que yo-

—No lo haré, ¿Okey?—lo tomó de los hombros dejando las compras en el suelo—pero piensa bien lo que haces ¿Sí?—JiMin asintió y TaeHyung dio palmadas en su hombro—Bien, ve a bañarte y vestirte para tu cita—recogió las bolsas y comenzó a caminar a la casa de su amigo seguido por éste.


🐰🍪


JiMin ya había salido del baño y era hora de elegir su atuendo.

Miró la hora y después las compras sobre su cama.

En la puerta apareció YoungMin descalza y vestida con una falda rosa pastel y una blusa blanca.

—¿Minnie?—ladeó la cabeza mirando curiosa a su hermano mayor.

—YoungMin, ¿Tú qué opinas que me pueda poner de todo esto para una cita?—señaló todas las bolsas de ropa.

Su hermana cambió su semblante a uno pensativo.

—Mmh... veamos—casqueó los dedos acercándose a las bolsas y empezando a sacar la ropa.

Sólo faltaban siete horas para su cita.


🐰🍪


TaeHyung, después de que acompañara a JiMin, fue a una cafetería a desayunar. Su madre no estaba, había ido a visitar a su tía hasta Daegu desde temprano. Vaya que debía aprender a cocinar en lugar de ir a una cafetería.

Pero era mejor lo segundo.

Entró al local haciendo sonar una campanilla con la puerta. No había mucha gente ahí pero no era como si a TaeHyung le gustara mucha compañía.

Se sentó en una de las mesas esperando a que le entregaran una carta para poder ordenar.

De repente una chica con uniforme se le acercó y le entregó la carta.

—Buenos días, aquí tiene—saludó y le entregó la carta.

—Buenos días—regresó el saludo—mmh...—comenzó a ver la carta pensando en lo ordenaría. Después de unos minutos pidió su orden y la señorita lo apuntó todo.

—¿Sería todo?

—Sí.— levantó el rostro al entregarle la carta de regreso y su mirada chocó con la de la castaña.

La chica abrió los ojos sorprendida al verlo.

—¡¿TaeHyung?!—lo señaló aún sorprendida. TaeHyung frunció el ceño y la vio con atención.

—¿Irene?— preguntó sorprendido, aunque un poco menos que la castaña.

—Oh por dios ¡Eres tú!—la chica lo abrazó como si no lo hubiera visto en años.

Aunque así fue.

Irene después de la escuela primaria se desapareció de la vida de TaeHyung y pues hasta ese momento la volvió a ver.

—Wow, wow...—tomó su cintura y la apartó de su cuerpo volviéndola a mirar. Ella con un sonrojo en sus mejillas hizo una reverencia.

—Lo siento, es que... me dio mucha alegría volver a verte después de tanto tiempo...— acomodó un mechó rebelde de su cabello detrás de su oreja.

—También me da gusto verte.

—Sigues casi igual...—lo miraba fijamente—sigues siendo muy apuesto...—casi lo dice en un suspiro.

TaeHyung sonrió con gracia.

—Gracias. Tú igual sigues como antes... aunque más alta y más linda ¿No?— sonrió con amabilidad. Pero las palabras del rubio no eran con otra intención y la castaña lo había tomado de otra forma.

—G-Gracias...—dijo aún más roja y nerviosa.—Bueno... te traeré tu orden, ahora vuelvo—se fue muy emocionada conteniendo un chillido agudo.

TaeHyung negó con la cabeza mientras sonreía con gracia mientras veía hacia afuera el paisaje y se dedicaba a esperar su orden.


🐰🍪


Su orden ya había llegado hace mucho y ya la había terminado y pagado. Seguía ahí por una razón...

Irene.

Y es que cuando ella trajo su orden ésta le pidió que salieran juntos después de su turno. Casi le suplicó cuando estuvo a punto de negarse así que no tuvo de otra más que aceptar, después de todo no tenía nada que hacer en un sábado. Sus tareas las hacía el viernes y tenía el resto de los dos días libres. Así que saldría un rato con JooHyun.

El turno de la castaña terminó. Eran como las dos de la tarde. Estuvo esperando por tres horas y le dolía el trasero de tanto estar sentado.

Salió de ahí con la castaña.

La chica estaba hablando en todo el trayecto del camino. TaeHyung no prestaba mucha atención, tenía su mente en otras cosas.

Ya había anochecido, eran las siete de la noche.

TaeHyung había acompañado a la chica a su casa.

—Muchas gracias por traerme, TaeHyung...—le dijo evidentemente nerviosa.

—No fue nada...—dijo con simpleza.

La castaña respiró profundo y apretando un puño se acercó con mucha rapidez a él, se puso de puntas y abrazando el cuello del rubio lo besó en los labios.

TaeHyung quedó paralizado y sin poder reaccionar.

¡Irene lo estaba besando! ¡Irene le dio su primer beso!

Las castaña se alejó y se echó a correr a la entrada de su casa.

—¡Gracias, Tae!—se metió sin decir más.

TaeHyung estuvo minutos ahí shockeado aún. Reaccionó después sintiéndose enojado de repente.

Después de eso él regresó a su propia casa. Su madre no llegaría hasta mañana y pues seguía muy aburrido. Ella y él solían jugar juegos de mesa los sábados y todo era muy divertido.

Se echó a su cama aún molesto y tomó a Kookie en sus manos. Olfateó su aroma a galletas y sonrió inconscientemente.

A su mente regresó aquel niño. El cómo lo curó, lo besó y durmió con él, no había parecido un sueño en verdad. Frunció el ceño al recordar que nunca lo volvió a ver. Y después la imagen de Irene besándole.

—Mierda...—susurró molesto. Se levantó con Kookie aún en sus manos y pasando sus dedos por sus rubios cabellos.

Su enojo aumento sin razón y por desquitarse arrojó al muñequito que estaba en sus manos al suelo mientras que al mismo tiempo lanzaba un fuerte gruñido.

Se dio la vuelta dispuesto a salir de la habitación hasta que...

—Auch, eso dolió...—un gemido de dolor se escuchó de repente dejando a TaeHyung paralizado por segunda vez en el día.

¿Qué carajo?

Volteó con rapidez y sus ojos casi salen de sus órbitas al ver lo que provocó el sonido.


🐾😻


¡Chan, chan, chan! :v


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