Capítulo 7
Pov Mafuyu Sato
El frío del aire nocturno me golpeó mientras caminaba junto a Haruki y Akihiko. Ellos hablaban sobre recuerdos antiguos, intentando aliviar la tensión que claramente pesaba sobre mí, pero apenas podía concentrarme en sus palabras.
Mi mente seguía atrapada en ese momento, en esas palabras que salieron de mi boca como dagas.
"El problema era yo."
¿Por qué lo dije? ¿Por qué no pude simplemente callarme y responder con algo neutral? Pero no, tuve que abrir esa herida, una que ni siquiera estaba seguro de que alguna vez hubiera cicatrizado por completo.
En ese tiempo cuando nos separamos creía que él solo estaba siendo un maldito egoísta arrogante y obvio todavía lo es, pero también pensé en que él es alguien que nació para estar en un escenario.
Es como si cada fibra de su cuerpo fuera música, creando canciones con la misma facilidad con la que respira.
La voz de mi antiguo bajista me sacó mis pensamientos.
— Mafuyu, ¿estás bien? —preguntó Haruki, colocando una mano sobre mi hombro.
Lo miré, notando la preocupación genuina en sus ojos. Haruki siempre había sido como un hermano mayor para mí, alguien que intentaba protegerme incluso cuando no sabía cómo hacerlo.
— Sí, solo... necesito tiempo para pensar. — Mi voz era más baja de lo habitual, pero no quería preocuparlos más.
Kaji-san frunció el ceño, claramente no convencido, pero no dijo nada. Era su forma de darme espacio, y lo agradecí.
Me separe de ellos quienes iban en su auto, me ofrecieron llevarme pero me negué, como dije, tenía un asunto que atender así que simplemente me despedí de ellos.
Quise seguir mi camino pero una extraña sensación persistió, iré ligeramente la cabeza, y vi a la única persona que conoce mis podridos secretos.
— ¿Que haces aquí? ¿Me seguiste? —
Katashi fue mi amigo más cercano durante todo mi desorden emocional, sin embargo, siento que soy egoísta con él sabiendo lo que siente por mi.
— Por supuesto, ¿Estás trabajando con ellos otra vez? Te dije que podrías salir lastimado nuevamente —
Su voz salió molesta y frustrada, odiaba que él fuera así, no soy un niño al que tienen que cuidar y aunque él me haya ayudado en su momento detesto que se involucre en mi vida así.
"A mi nadie me dice que hacer"
— Y yo te dije que sé lo que hago. No deberías estar aquí, estamos cerca del set y hay demasiado guardias de seguridad por si no te diste cuenta. —
— ¿Qué con eso? —
Enserio eres un completo idiota, confío en él, pero en estos casos aunque no quiera debo respetar la confidencialidad de todo este asunto, aunque llevo años de no ser parte de todo este asunto de ser famoso todavía recuerdo bien algunas reglas.
No sé si es que tengo buena memoria o quedé con el maldito trauma.
— Que no puede estar aquí. No quiero volver a verte cerca de aquí. —
— Ni siquiera voy a preguntarte porque, déjame adivinar, estás protegiendo su privacidad y todo esa mierda, ¿Cierto? Vamos, ya te esta afectando estar cerca de tu ex... —
— Me protejo a mi, idiota, aún recuerdo como es esta industria así que o me haces caso o me haces caso, no tienes otra opción y te callas. —
Este asunto me tiene demasiado fatal y eso que apenas es el día uno faltan más días y mucho más trabajo.
Y ahora con Katashi queriendo estar más cerca de mi solo por el hecho de que estoy trabajando con Uenoyama me lo pone más difícil.
El silencio continuó por varios segundos hasta que Katashi finalmente habló.
— Bien, no me acercaré, pero si veo que te juntas demasiado con ese tonto, voy a intervenir, sabes lo que siento por ti y aún así decides relacionarte con él. —
— Yo me junto con quien quiera, y recuerda que yo no siento lo mismo por ti, eres mi amigo y conoces por lo que pasé, pero no por que lo sepas quiere decir que te veré de una forma más allá de la amistad. —
No dije nada más y me alejé, él siempre fue insistente en el tema de que lo usará para mis juegos, pero nunca lo tome en cuenta porque es mi amigo y sabiendo lo que siente por mi lo haría peor.
No sería capaz de lastimarlo de esa manera.
De camino a la estación el ruido de un auto captó me atención al detenerse al lado mío, antes de que pudiera hacer alguna cosa la ventaja bajó revelando el rostro que no quería ver.
Pov Ritsuka Uenoyama
El aire nocturno era helado, después de lo que ocurrió en el set salí hacia el otro estudio del edificio, podría decirse que reflexionando sobre mi vida, pero no tengo nada que reflexionar.
Ya habían pasado algunos minutos así que decidí irme a casa, a estas alturas me supongo que ya otros se habrán ido, sin embargo, a lo lejos pude divisar una figura complementa conocida, lo que me hizo frenar mi auto.
Caminando solo, con las manos en los bolsillos y la cabeza ligeramente gacha, parecía cargando un peso invisible que hacía sus pasos más lentos de lo normal.
Mafuyu.
No quiero hablar con él ahora, por dos muy buenas razones, la primera, sería incómodo por lo que dijo hace rato y la segunda porque me sentiré más culpable de lo que ya me siento.
"Pero... todavía... me preocupo por ti..."
Detuve el auto a su lado y bajé la ventana, el motor rompiendo el silencio de la noche.
— ¿Qué haces caminando solo a esta hora? — pregunté, tratando de no sonar demasiado preocupado.
Se detuvo, giró la cabeza y me miró como si mi aparición fuera lo último que necesitaba en ese momento.
— No es asunto tuyo.
Bueno pues vete al carajo.
Ese tono distante que siempre usaba cuando quería alejarme. Podrían irme claro, pero si termina perdido en algún lugar Kedama quedará solo sin su padre y no es así como pienso volver a pelear por su custodia.
— Sube al auto — Ordené.
— ¿Desde cuando me das órdenes a mi? —
— Desde el día en que te conocí, súbete ahora. —
— Eres un fastidio. —
Sus ojos se encontraron con los míos por un instante, y por un segundo juré ver algo en ellos: cansancio, dolor, tal vez algo más profundo que no podía descifrar. Finalmente, con un suspiro resignado, abrió la puerta y se sentó en el asiento del copiloto.
El silencio llenó el auto mientras avanzábamos. No me atrevía a mirarlo directamente, pero podía sentir su presencia, pesada, como si sus pensamientos estuvieran ahogándolo.
Dije que no quería hablar de eso pero... Nada de lo que pasó fue mi culpa, ni suya, pero creo que mis acciones demostraron lo contrario.
— Oye, sobre lo que dijiste en set... — solté finalmente, rompiendo el incómodo silencio.
— Uenoyama lo que dije fue verdad, no trates de decir lo contrario. —
Su voz salió molesta pero con deje de desprecio, si bien ya sabía que estaba enojado conmigo por obvias razones, siento como si hubiera algo más ahí.
"¿Que sucedió antes de que lo encontrará?"
— No me voy a justificar pero... —
— Uenoyama, no quiero hablar de eso. —
Su tono seco debería haber sido suficiente para hacerme callar, pero algo en su rostro me decía que necesitaba hablar, aunque no quisiera admitirlo.
Decidí no insistir. Si quería seguir tragándose todo, no iba a ser yo quien lo obligara a desahogarse.
"Después de todo, es parte del pasado, ya no me importa, ni él ni a mi"
Llegamos frente a su edificio, y pensé que ahí terminaría nuestra interacción. Pero cuando se bajó, me sorprendió con una invitación.
— ¿Quieres pasar? —
Aunque la idea sonaba tentadora, no me parecía correcto, la última no terminó bien y aunque ahora estoy en mi cinco sentidos no cambia el hecho de que podría perder la cordura.
"La edad te hace bien, lindo, atractivo y encantador, aunque tu tristeza aún se refleja, puedo saber que apenas ponga un pie dentro no me haré responsable de mis acciones"
— No creo que sea buena idea. — musité.
Una sonrisa ladina y arrogante se posicionó en su rostro. Mierda.
— Supongo que no quieres ver a Tama, bien, así es como te olvidas poco a poco del que fue tu hijo. —
Ese fue un golpe bajo, en una de estas me llevaré a Kedama sin que te des cuenta, es obvio que esa bola de pelusa me prefiere a mi.
— Solo por Kedama. — Apagué el motor y lo seguí hasta su apartamento.
Al entrar, Kedama corrió hacia mí, ladrando emocionado. Me agaché para acariciarlo, usando al perro como una excusa para no mirar directamente a Mafuyu. Pero incluso con Kedama entre nosotros, podía sentir la tensión en el aire.
— ¿Quieres algo de beber? — preguntó Mafuyu desde la cocina.
— Estoy bien, gracias. —
Lo escuché moverse, abrir y cerrar puertas, mientras yo seguía acariciando a mi hijo. Finalmente, salió de la cocina con un vaso de agua para él y se dejó caer en el sofá frente a mí.
Nos quedamos en silencio de nuevo, esta vez más cargado. Sentí que algo estaba a punto de romperse, pero no quería ser yo quien lo empujara al borde.
— Uenoyama... —
— ¿Que quieres? —
Aunque parecía que estaba a punto de decir algo, sus palabras no salieron, en cambio se levantó de donde estaba y camino lentamente hacia mi.
Sabía que esto terminaría así.
Sin darnos cuenta nuestros labios se encontraron en demandante beso, mis manos sostenían firmemente su cintura mientras él enredaba sus dedos en mi cabello.
La misma dinámica de hace años.
La ropa fue despojada de nuestros cuerpos y siendo lanzada por todo el pasillo hasta llegar a su habitación donde terminé recostandolo en su cama.
Me separe de él por falta de aire y admire la imagen que tenía frente a mi.
Incluso cuando me odias, incluso cuando mi rencor hacia ti sigue presente, reconozco la belleza de tu cuerpo y la suavidad de tu linda piel.
— ¿Por qué...? — pregunté.
— No hay una razón, quiero tener en mi cama cada vez que te veo... solo quiero tu cuerpo. —
Ante esas palabras mi sonrisa se hizo presente.
"Con que así quieres que sean las cosas"
Ya sabía hacia donde iba esta situación, no me importa, ni me molesta, ya que yo también siento lo mismo.
Un pequeño juego no me vendría mal, al final necesito buena armonía con él si quiero que toda esta estupidez de mi documental salga bien.
— Es curioso porque, yo también solo quiero tu maldito cuerpo. —
Sin más palabras entre nosotros continué besando sus labios, su cuello, cada rincón de su cuerpo hasta hacerlo mío nuevamente.
Así es como inicia nuestro jueguito que nos beneficia a los dos.
Pov Mafuyu Sato.
Los rayos del sol atravesaban las cortinas con una insistencia que me resultaba molesta. Abrí los ojos lentamente, sintiendo el calor de las sábanas enredadas en mi cuerpo y el vacío de la cama a mi lado.
Me senté en la cama, mirando el caos que habíamos dejado en la habitación. Ropa tirada, sábanas arrugadas... Cada detalle era un recordatorio de lo que había sucedido la noche anterior, de lo que seguía sucediendo entre nosotros.
"Esto no es amor."
Me levanté, ignorando el ligero dolor en mi cuerpo, y me dirigí al baño. Mientras el agua caliente caía sobre mí, intenté dejar que se llevara todo: la tensión, el arrepentimiento, el deseo que no debería estar ahí. Pero el peso seguía presente, como una sombra constante que no me abandonaba.
"Solo quiero tu maldito cuerpo."
Sus palabras de la noche anterior resonaban en mi mente. Dolorosas y, al mismo tiempo, liberadoras. Porque, en el fondo, sabía que yo también sentía lo mismo.
Este juego tarde o temprano iba a suceder, él y yo tenemos una conexión, no hay amor, pero si el deseo de sentir su cuerpo junto al mío para olvidarme de la dura realidad.
— Eres un idiota... —
Susurré al vacío, el insulto era para él y en parte para mi, idiotas los dos que nos metimos en esta porquería de la cual no podremos salir fácilmente.
Pov Ritsuka Uenoyama
La mañana era fría, y el aire fresco me ayudaba a despejar mi mente mientras caminaba hacia el set de grabación.
Había dejado el apartamento de Mafuyu, temprano por la mañana, no podía soportar quedarme más tiempo del necesario, al final esto es solo juego, no necesito quedarme con él hasta que se digne a despertarse.
"Esto no es amor."
Cuando llegué al set, Kuriharu ya estaba ahí, revisando algunos papeles mientras hablaba con el director. Apenas levantó la vista para verme, pero su mirada fue suficiente para que supiera que algo había notado.
— ¿Qué? — pregunté con brusquedad, deteniéndome frente a él.
— Nada. Solo parece que dormiste bien anoche. — Su tono era neutro, pero había algo en su expresión que me hizo fruncir el ceño.
No respondí y me dirigí al camerino, donde encontré a Haruki y Akihiko. Ambos estaban sentados, hablando sobre la sesión de grabación de hoy. Cuando me vieron entrar, sus conversaciones se detuvieron por un segundo, pero ninguno dijo nada.
"¿También ellos lo notaron?"
Más tarde Mafuyu apareció y comenzamos la grabación, los días siguieron pasando, semanas en realidad.
Y cada noche que podíamos terminábamos enredados entre las sábanas. Que patético.
Pasar de tener la relación más hermosa que cualquiera podía desear, a caer en los deseos más bajos del otro.
Bueno, algún beneficio debemos sacar de esto.
Pov Katashi.
El campus estaba lleno de estudiantes yendo de un lado a otro, pero mi atención estaba fija en una sola persona: Mafuyu.
Lo observé mientras caminaba hacia su próxima clase, su postura relajada pero su mirada perdida en algún lugar que no podía alcanzar.
Llevaba días notando algo extraño en él. No solo eran sus constantes desapariciones o sus respuestas evasivas. Había algo en su forma de ser, en su mirada, que me decía que estaba metido en algo que no podía controlar.
Y algo me dice que el imbécil de su ex-novio tiene algo que ver.
Apreté los puños, respirando profundamente para calmarme antes de acercarme a él.
— Mafuyu. — Mi voz fue firme, lo suficiente como para detenerlo en su camino.
Se giró lentamente, su expresión mostrando una mezcla de sorpresa y cansancio, y puede que algo de molestia por mi tono de voz.
— Katashi... ¿Qué quieres? —
— ¿Qué estás haciendo con tu vida? — Mi tono fue más duro de lo que esperaba, pero no podía contenerme.
Él frunció el ceño, claramente incómodo con la confrontación.
— No entiendo a qué te refieres. —
Quita maldita y bonita cara de perro perdido. Dime la verdad.
Aunque no tengo derecho de exigir respuesta igual debo saberlo, puedo soportar verlo ser un idiota con otros chicos, pero si algo esta pasando con ese tonto... haré hasta lo imposible con tal de que se aleje de una nueva vez.
Prefiero seguir al margen con sus juegos con otros que permitir que vuelva a tener alguna relación con Ritsuka Uenoyama.
— Sabes perfectamente a qué me refiero. — Di un paso hacia él, reduciendo la distancia entre nosotros. — ¿Qué está pasando entre tú y Uenoyama?
Su mirada se endureció, y por un momento pensé que iba a negarlo, pero luego dejó escapar un suspiro pesado.
— Te dije que estoy trabajando con él y con mis viejos amigos. Además recuerdo haberte dicho que no te metieras. —
— ¡Claro que me meto! Soy tu amigo, y me preocupa lo que estás haciendo. ¿Crees que no sé lo que pasa cuando estás con él? ¿Crees que no veo cómo te afecta? —
Cuando lo conocí, sabía lo que hacía para pasar el rato, pero a diferencia de los demás me tome el tiempo de ser su amigo y de escuchar toda la mierda que ese guitarrista le hizo pasar, sin darme cuenta terminé enamorado de él.
A pesar de que mis sentimientos no son correspondidos, haría lo que fuera con tan de mantenerlo a mi lado, así sea solo como un amigo.
— ¡Basta! — Su voz se elevó, atrayendo la atención de algunos estudiantes cercanos. Bajó el tono rápidamente, mirando alrededor antes de continuar. — No necesito que me cuides, Katashi. Ya no. —
Oh pero lo haré, porque ese idiota no te merece.
— Solo dime una cosa. — Mi voz tembló ligeramente, pero mantuve mi postura. — ¿Estás teniendo tus jueguitos con él —
Su silencio fue todo lo que necesitaba para saber la respuesta.
— No lo estás negando. — Mis manos temblaban mientras lo miraba. —
Él desvió la mirada, incapaz de responder. Y en ese momento, supe que Mafuyu había tomado su decisión, pero yo haría algo al respecto.
Ritsuka Uenoyama, esto apenas es el comienzo, no porque hayas vuelto quiere decir que recuperaras lo que alguna vez fue tuyo.
Ni tu banda, ni al chico que decías amar.
Y bueno a quien no le gustan los juegos sexuales (。-∀-) vamos gente, sería divertido, estamos a tres capitulos de que este fic termine. Quiero que me digan que team son;
Team Ritsuka
Team Katashi
Veré cuando volveré a actualizar mientras tanto aquí les dejo, y hagan sus teorías fumadas de lo que creen que pasará después, así me dan inspiración también JAJAJAJA nos vemooos
Bye, bye. ( ^▽^)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro