♪⁰⁰⁴♪
Una semana más había pasado, los estudiantes empezaban a preguntarse sobre la ausencia de Sunoo, empezando a parecer demasiado sospechoso, nunca había faltado tanto, los exámenes estaban cerca.
Sunghoon se limitaba a escuchar los rumores sobre el pelicastaño, unos decían que se había mudado, otros decían que había conseguido pareja y había dejado la escuela, incluso decían que había renunciado a ser músico, algo totalmente descabellado. Pero claro, no podía contradecir a nadie sabiendo la verdad, no era de su incumbencia.
Algunos estudiantes estaban felices con su ausencia por el simple hecho de que no lo soportaban, y por último estaban a los que les daba igual, no ponerle atención era una mejor opción que preocuparse o inventar rumores.
Sunoo estaba cansado de llorar, había tenido un día muy agotador en el velorio de su madre al que sólo asistió Jake, su padre y algunos amigos de la familia, pero no había nadie para consolarlo a él, sabía que era por su falta de amigos, no pudo evitar sentirse triste por eso, pero no iba a lamentarse por algo así, ya tenía suficiente.
Se metió en su cama como siempre hacía, parecía muerto en vida, no comía, no hablaba, no dormía, simplemente respiraba porque no podía hacer algo en contra de eso.
Su padre y su hermano habían estado muy atentos con él, sabiendo que solo estaba siendo una carga ya que su padre no podía faltar tanto tiempo a su trabajo y su hermano no podía dejar sus estudios por él. Había escuchado a su padre decir que debía contratar a alguien para cuidarlo y ayudarlo con sus cosas básicas, también necesitaba que lo ayudaran con sus estudios y tareas, no podía perder su año escolar siendo tan aplicado, sería desperdiciar todo su esfuerzo.
Pero él no deseaba que nadie lo cuidara, no quería la ayuda de nadie ni su lástima, cada día estaba más convencido de que realmente era muy odiado en su escuela, a lo mejor nadie sabía lo que había pasado, haciéndolo sentir peor. Luego de unas horas, logró quedarse dormido, no sabía ni siquiera si era de noche, simplemente cayó dormido.
Momentos más tarde suaves toques sonaron en la puerta de su habitación, haciéndolo despertar.
ㅡPuedes pasar, Jakeㅡdijo somnoliento el pelicastaño, apartando las sábanas de su cuerpo, sintiéndose frustrado de nuevo por la oscuridad que lo rodeaba.
ㅡHey, mocosoㅡhabló con voz suave el mayorㅡ¿Cómo has estado?
ㅡCiegoㅡdijo con simpleza, haciendo que a su hermano mayor le doliera el pechoㅡ¿Irás a la universidad hoy?
ㅡSi...
ㅡBien, yo estaré bien así que no te preocupes. Sólo no vengas tardeㅡdijo con voz más suave, volviendo a su posición en la cama.
ㅡVengo a avisarte que papá encontró a alguien para ayudarte con la escuela.
ㅡ¿Qué?ㅡpreguntó, posando sus ojos en donde creía que estaba su hermano, pero claro, no había atinadoㅡ¡Les dije que no dijeran nada!ㅡexclamó con desesperación, aún no estaba listo para esoㅡ¡Quién quiera que sea no lo traigan!ㅡvolvió a gritar, sintiendo las lágrimas caer por sus mejillas nuevamente, aferrándose con fuerza a su sábana, sintiendo impotencia.
Jake lo miró con tristeza, viendo como Sunoo tenía sus ojos puestos en la pared y no en él, estaba siendo realmente difícil verlo en esa situación. Se acercó rápidamente hacia su hermano menor, tomó su rostro entre sus manos y limpió sus lágrimas.
ㅡShh, tranquiloㅡle dijo suavemente, sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas tambiénㅡNo puedo dejarte solo, sabes que no puedo. Por favor, ayúdame en todo estoㅡpidió, llevando a Sunoo a sus brazos para tranquilizarlo, sabía que se pondría mal con eso, pero no le quedaba de otra.
Sunoo asintió luego de un rato, odiaba totalmente la idea, pero no quería ser un obstáculo en la vida de su hermano, tenía que dejar su orgullo y vergüenza por un momento.
ㅡ¿Quién vendrá? ¿Lo conozco?ㅡpreguntó, alejándose de su hermano y limpiando sus mejillas, tratando de tranquilizarse.
ㅡDe hecho... Ya está aquí.
ㅡDime quién es.
ㅡEs el vecino, el que va a tu escuela.
ㅡ¿¡Jungwon!?ㅡgritó el menor alarmado.
ㅡ¡Aquí estoy!ㅡapareció el pelirojo con demasiada emoción, entrando a la habitación.
ㅡ Jungwon, no te estaba llamando aúnㅡrió divertido JakeㅡPero ya que estás aquí pues, quédate con Sunoo, yo tengo que irme.
Jungwon asintió con una enorme sonrisa, despidiéndose de Jake.
Sunoo no sabía ni qué decir, había visto a Jungwon varias veces en la escuela por algunos años, pero jamás cruzaron palabras, solo sabía que era su vecino y que era alguien muy animado. Era un poco incómodo, pero no tenía más opción, también tenía que poner de su parte.
ㅡ¿Hablas en serio? Pero si tú lo odiasㅡdijo Jay muy sorprendido al escuchar que su mejor amigo estaba pensando en ir a visitar a cierto pelicastaño que tenía un mes de no aparecer en la escuela.
ㅡYa me hiciste la misma pregunta tres vecesㅡsuspiró mientras guardaba sus cosas en su mochilaㅡY si, hablo en serioㅡacomodó su mochila en su hombro, empezando a caminar hacia la salida con Jay a su lado.
ㅡPero lo odias.
ㅡYa deja de decir eso. No me agrada, es muy arrogante e irritante... Pero al parecer fue muy grave lo que pasó para que haya pasado un mes sin venir.
ㅡSi sólo vas a crear caos en su casa mejor no vayas, sabes como se pone con solo verte. ¿Al menos sabes en donde vive?ㅡpreguntó, subiéndose al auto de Sunghoon.
ㅡNo iré a pelear con élㅡrodó los ojos, poniéndose en marchaㅡY justo por eso vas conmigo, sé que tú sí sabes en donde vive por Taehyun, así que sólo llévame ahí.
Y de esa manera, ambos amigos se encontraban de camino a casa de Sunoo, no teniendo ni la más mínima idea de lo que realmente pasaba, creyendo que únicamente estaba en cama descansando de sus golpes.
Sunghoon realmente no estaba seguro de lo que hacía, simplemente se encontraba frente a la puerta de su casa que era mucho más grande de lo que se había imaginado, todo en esa residencia se veía lujoso.
Luego de unos toques en la puerta, un chico muy sonriente con cabello rojo abrió. Sunghoon y Jay lo reconocieron al instante. Lo habían visto varias veces en algunas clases y en los pasillos de la escuela con otros chicos del área de canto, de seguro Jay lo conocía.
ㅡ¿Jungwon?ㅡnombró el más bajo, sorprendiéndose por la presencia del menor en esa casa.
ㅡJay, holaㅡsaludó sonriente el menorㅡ¿Qué hacen aquí?
ㅡEste tonto de aquí viene a ver a Sunooㅡexplicó Jay, empujando levemente a su amigo.
ㅡPero tú odias a Sunooㅡdijo Jungwon con el ceño fruncido.
ㅡ¡Ya sé!ㅡexclamó SunghoonㅡSolo déjame entrar a verlo un rato y me voy, es todoㅡdijo con más calma.
Luego de prácticamente rogarle a Jungwon, lo dejo entrar, indicándole en donde estaba la habitación de Sunoo. Subió hacia el segundo piso, sintiéndose increíblemente extraño por estar ahí, seguía sin saber el porqué había llegado tan lejos, pero por alguna razón había estado pensando mucho sobre lo que le pasó a la persona que más detesta.
Tocó la puerta de la habitación indicada sin escuchar respuesta alguna, volvió a tocar y hubo silencio de nuevo. Tomó un poco de valor para adentrarse.
Asomó su cabeza con duda, encontrándose con Sunoo envuelto en una sábana con sus audífonos puestos, siendo esa la razón por la que no había respondido. Se acercó hacia él, quitándole uno de los audífonos, haciendo que el menor se asustara, tirando sus sábanas y su celular.
ㅡ¡Te he dicho muchas veces que no te acerques así, Jungwon!ㅡgritó Sunoo con molestia.
Sunghoon retrocedió rápidamente un poco asustado, sin entender porqué le acaba de decir Jungwon. Se quedó parado un momento expectante, atento a cada movimiento de Sunoo.
ㅡ¿Jungwon?ㅡdijo el menor, posando sus ojos en un punto de su habitaciónㅡJungwon deja de asustarme.
ㅡSunoo...
El pelicastaño se tensó, definitivamente esa voz no era la de su vecino. Se sintió acorralado, no podía ni siquiera fingir que lo estaba viendo. Cerró sus ojos con fuerza, sintiéndose demasiado molesto y avergonzado, de todas las personas justo Park Sunghoon estaba en su habitación.
ㅡ¿Q-Qué haces tú a-aquí?ㅡpreguntó con dificultad y en un susurro el menor, obteniendo únicamente silencio por parte del pelinegro que solo lo miraba con sorpresa, haciendo que el enojo lo llenara aún másㅡ¡Te hice una pregunta!
ㅡYo solo... Quería saber cómo estabas.
ㅡClaro que si, muy creíbleㅡdijo con una risa sarcástica el pelicastañoㅡBien, ya me viste que estoy muy jodido, ¿algo más?
Sunghoon lo seguía mirando, el menor tenía la vista pegada en la pared, como si estuviera hablando con ella, dándole un escalofrío que recorrió todo su cuerpo, entrando en suposiciones a las que no quería llegar porque eran demasiado extremas.
Al no escuchar respuesta alguna, Sunoo movió su cabeza hacia ambos lados, tratando de escuchar algo que le afirmara que Sunghoon seguía ahí, pero todo era silencio.
ㅡ¿Sigues ahí?ㅡpreguntó Sunoo, de nuevo con la mirada fija a un lugar vacío de la habitación.
ㅡSi.
ㅡ¿Necesitas saber algo más de lo que ya sabes?
ㅡ¿Por qué no me miras?ㅡse aventuró a preguntar, acercándose a paso lento hacia el menor.
ㅡ¿No es obvio? ¿Dirás que no te diste cuenta?ㅡpreguntó con amargura, sintiendo su pecho doler, sintiendo sus ojos arder y su enojo expandirse por todo su cuerpoㅡ¡No puedo ver una mierda! ¡No puedo ver tu horrible rostro!ㅡgritó con enojo, liberando más lágrimas que no sabía que aún tenía de tanto llorarㅡNo puedo ver, ¡ni siquiera puedo tocar el violín por este maldito brazo roto!ㅡlevantó su brazo roto.
ㅡ Sunoo, cálmate, estás muy alteradoㅡdijo con suavidad el mayor, tratando de procesar la información que le acaba de soltar.
ㅡ¡Ya tienes lo que querías así que vete!ㅡgritó, pasando con fuerza su mano por su cabello, estaba desesperado, odiaba su vida, odiaba sentirse inútil, odiaba que justo Sunghoon llegara a enterarse en su propia casa, odiaba que su madre ya no estuviera. El sufrimiento lo estaba consumiendo, simplemente deseaba no poder despertar de nuevo.
ㅡ¡Sunoo detente!ㅡse acercó Sunghoon rápidamente hacia el menor, sosteniendo su mano para que dejara de hacerse daño, estaba descontrolado.
Jungwon entró de repente a la habitación, sintiéndose asustado al ver a Sunoo en aquel estado tan alterado. Se acercó hacia donde estaba Sunghoon, haciéndolo a un lado para poder hacerse cargo de Sunoo que lloraba desconsoladamente, tomándolo entre sus brazos y sobando suavemente su espalda, sabiendo que eso lo calmaría.
ㅡ Sunghoon, veteㅡpidió con amabilidad el pelirrojo.
ㅡYo soloㅡ
ㅡVete, tal vez otro díaㅡinterrumpió Jungwon, regalándole una sonrisa alentadora, una sonrisa de "todo estará bien".
Sunghoon bajó rápidamente las escaleras, dirigiéndose directamente a su auto seguido por su mejor amigo que corrió tras él tan pronto lo vio salir de la casa. Estaba nervioso, agitado y con un dolor incómodo en su pecho. Es cierto que Sunoo no le agradaba, pero verlo en esa situación no lo alegraba ni un poco. Arrancó el auto lo más rápido que pudo, alejándose de la casa del pelicastaño con una horrible sensación.
ㅡOye... ¿Qué fue todo eso? Sabía que iban a discutirㅡhabló Jay luego de varios minutos en silencio.
ㅡ Sunoo tuvo algo así como un ataque.
ㅡ¿Tan mal está?
Sunghoon negó, no estaba mal de la cabeza, estaba jodido emocionalmente y eso fue lo que le produjo ese tan aterrador ataque que lo hizo llorar de esa manera.
ㅡÉl... Él no puede ver. Está ciego.
Sunghoon se estacionó frente a la casa de Jay, el camino fue silencio, ambos demasiado absortos en sus pensamientos, simplemente parecía todo tan irreal, nunca imaginaron que algo así pasaría, bueno, nunca nadie se espera lo peor.
ㅡSabes... Su madre murió hace unas semanaㅡdijo Jay luego de varios segundos. Obtuvo aquella información del pelirojo.
ㅡJodida mierda, está peor de lo que penséㅡdijo con sorpresa Sunghoon. Sentía que debía hacer algo al respecto, algo con respecto a Sunoo a pesar de la manera en la que se llevan, sabe que no es el indicado para consolarlo, pero algo dentro de él lo empujaba a hacerloㅡ¿Qué hacía Jungwon ahí?
ㅡAl parecer, él cuida de Sunoo ya que su padre y hermano no pueden estar en casa. Jungwon estudia en la mañana y al salir se dirige hacia esa casa, justo cuando el hermano mayor de Sunoo tiene que irse.
ㅡCómo que estás muy informadoㅡdijo Sunghoon con un toque de diversión.
ㅡ Jungwon habla demasiadoㅡrió el más bajoㅡAhora recuerdo porqué no me junto con él.
ㅡNo seas tan malo, parece agradable.
ㅡEs que si lo es, pero esa boca suya nunca está en silencio, además, no entiendo como es que una persona puede sonreír tanto, ¡ese chico no hace más que sonreír!
Sunghoon rió, recordando que efectivamente nunca dejaba de sonreír, porque incluso cuando llegó por Sunoo, estuvo sonriendo, tratando de calmarlo. Era realmente alentador y no molesto como su mejor amigo lo planteaba.
ㅡBueno, en todo caso, hablamos mañana, tengo cosas que hacerㅡdijo el pelinegro, observando como segundos después Jay salía de su auto para entrar a su casa.
Definitivamente no dejaría de pensar en ese día tan extraño y lleno de emociones. Condujo hacia su casa con su mente divagando en muchas cosas, deteniéndose rápidamente en el rostro de Sunoo que apareció en su cabeza con su cabello revuelto, vestido con una pijama que se notaba lo costosa que era con solo verla y sus ojos.... Sus ojos tan perdidos y apagados le dieron un escalofrío, no imaginaba la tristeza por la que estaba pasando en esos momentos. Pero justo él no podía hacer nada, justo él era la persona menos indicada, no quería aparecer por su casa para causarle más molestias.
Sólo esperaba que la situación no se complicara, sabía que sería difícil la reincorporación de Sunoo en la escuela, la gente sería cruel con él, pero ¿Cómo va a esperar algo diferente de alguien que se ha hecho odiar por todos? Las personas podían ser demasiado crueles con alguien que ha pasado por muchas cosas, no pueden dejar de lado las diferencias y tener un poco de empatía. Tendrá que prepararse para lo que vaya a pasar.
ㅡ¡Mamá, estoy en casa!ㅡgritó Sunghoon dejando su mochila tirada en el sofá mientras se dirigía hacia la cocina, sabía que estaría ahí ya que ese era su día libre.
ㅡHijo, ¿Cómo te fue?ㅡpreguntó la mujer, secando sus manos en una toalla de la cocina.
ㅡHoy... Fue un día realmente extraño.
ㅡA ver, suelta.
Sunghoon suspiró y tomó asiento en la mesa del comedor, tal vez su madre podría ayudarlo con lo que debía hacer.
ㅡHoy fui a visitar a Sunoo, ya sabes, por lo de su accidenteㅡempezó a hablar, obteniendo totalmente la atención de su madre, ella sabía la rivalidad existente entre ambos chicos y le parecía demasiado extraño que Sunghoon haya tomado esa iniciativaㅡY pues claro, reaccionó muy mal, pensó que iba para burlarme de él y no lo culpo, nuestra relación desde siempre es así.
ㅡLo cual me parece muy mal, y lo sabesㅡdijo rápidamente la mujer, obteniendo la mirada de su hijo.
ㅡLa cuestión es que Sunoo está mucho peor de lo que imaginé.
ㅡ¿Está tan grave?
Sunghoon asintió mientras veía sus manosㅡDebido al accidente él se quedó sin la capacidad de ver... Y su madre murió.
ㅡPor Dios, Hoonㅡdijo con asombro y tristeza la mujer, Sunoo era solo un niño de diecisiete años con muchas ambiciones y un gran futuro por delante. Un futuro que ahora es incierto.
ㅡÉl reaccionó muy mal al saber que yo estaba ahí, cree que fui a verlo para reírme y para pasar el chisme por toda la escuelaㅡmiró a la mujer con sinceridad en sus ojosㅡTe juro que no fue por eso, algo dentro de mi me empujó a ir para ver cómo estaba. Y entiendo que él piense que yo quería hacerle el mal, siempre hemos discutido.
ㅡSi no es así, ¿tienes alguna intención de ayudarlo o solo tienes curiosidad?
ㅡYo...ㅡse detuvo un momento, pensando en que realmente debía dejar su agresividad y odio, Sunoo ni siquiera tenía amigos y saber que estaba tan jodido lo estaba molestando, debía ayudarloㅡCreo que quiero ayudarlo, es decir, no me agrada todavía, pero acabarán con él desde el primer momento en el que él ponga un pie en esa escuela.
ㅡEntonces hazlo, ayúdalo. Empieza poco a poco hasta que se acostumbre a tu presencia.
ㅡSolo será por un tiempo, por lo menos hasta que esté mejor, no creo que le emocione mi presencia.
Sunghoon sabía que Sunoo rechazaría a toda costa su ayuda, pero después de verlo en la situación en la que estaba no pudo ignorarlo. No buscaba ser su amigo, aún era su detestable rival.
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