-Y entonces, Patas de nuez tomo al proscrito por el pescuezo y lo mando a volar "La próxima lo pensaras dos veces antes de querer ser un pájaro" Exclamo colocando una zarpa en su gordo omóplato...-

-Zarpa de miel, ve a tu guarida a dormir, el sol se escondió ya hace tiempo- Escucho la voz de Zarpa de abejorro en la entrada de la guarida.

-Puedes terminar de contarme la historia, quiero saber que pasa- Suplico Zarpa de miel a la veterana.

-Lo siento, pero debes ir a dormir, una aprendiza mal descansada es una aprendiza muerta. Ahora vete a dormir y mañana te la contare- Maulló dulcemente Pata de marmota.

Luego de despedirse de la veterana, se dirigió a su guarida, y entro en la cuenta de lo cansada que estaba.

Cuando entró a la guarida, vio a Zarpa de nube y Zarpa florida en sus lechos, ambas profundamente dormidas. Zarpa de abejorro se estaba acomodando en su lecho para dormir.

Al pasar junto a Zarpa de nube, recordó dolorosamente que su hermano Zarpa de monte, que debería estar durmiendo a su lado, se encontraba en la guarida de Pelaje lluvioso por la enfermedad.

Se ovillo en su lecho, el cual tenia renovado el musgo, y entro rápidamente en un profundo sueño.

Abrió los ojos en un pequeño claro, el cual estaba caldeado por el sol y agradablemente rodeado de abundante vegetación.

Al voltearse, vio como esperaba, a Binatang, pero a diferencia de antes, no estaba dando saltos ni explorando todo. En cambio, jugaba desanimadamente con una pequeña piedra, sin el habitual brillo de sus ojos.

Con una punzada de dolor recordó el deprecio que le habían dedicado los gatos de su clan y lo dolido que se había sentido.

Un movimiento alerto a los dos, y al voltearse al unísono, vieron que de la vegetación surgía un gato rojizo con las patas, hocico y pecho grises y ojos muy oscuros, seguramente un aprendiz que hace poco salió de la maternidad por su tamaño.

El aprendiz se erizo instantáneamente, pero a diferencia de los otros, no huyo, se quedo contemplándolo con las pupilas como rendijas.

-Ho... Hola ¿Quién eres?- Titubeo tembloroso el aprendiz.

Zarpa de miel lo observo boquiabierta. ¡Era el primer gato que no había reaccionado con horrible miedo, y el primero que hablaba primero!

-Hola, soy Binatang, seguramente me recordaras cuando entre en su campamento- Respondió desanimadamente, pero Zarpa de miel pudo ver, por un laido de corazón, un brillo de ilusión en sus ojos.

-De hecho.. Yo solo era un pequeño cachorro cuando eso sucedió, mi madre me conto la historia- Ahora, el aprendiz había dejado de temblar y hablaba con mas seguridad.

-Y... ¿No me tienes miedo?- En Binatang, poco a poco iba creciendo un brillo de esperanza en sus ámbares ojos.

-Bueno... De primera impresión si me intimidaste con tu tamaño, pero si hasta ahora no me has comido, seguramente eres alguien bueno- Las palabras del aprendiz dejaron perplejos tanto a Zarpa de miel como a Binatang.

-Eso significa... ¿Qué podremos se amigos?- Las palabras de Binatang estaban temblorosas de la emoción.

-Pues claro, me alegraría- Respondió el aprendiz alegremente. -Igualmente, no tengo amigos- Susurro para si mismo.

Instantáneamente, Binatang se levanto de un salto y empezó a correr y saltar por el claro, asustando un poco al aprendiz.

-¡Por fin! ¡Por fin alguien quiere ser mi amigo!- Exclamaba alegremente mientras daba brincos.

De repente se detuvo, con curiosidad irradiando de su ojos.

-¿Cual es tu nombre?- Pregunto mas tranquilamente.

-Oh claro, no me he presentado- EL aprendiz hincho el pecho, intentando sonar firme.-Mi nombre es Zarpa de salmón, aprendiz del clan del alba y futuro guerrero-

-Como ya escuchaste antes, soy Binatang, y no soy de ningún clan- Se presento nuevamente.

"¿Zarpa de salmón? Nunca eh oído ese nombre, debe ser muy antiguo" Pensó Zarpa de miel mientras observaba la escena. "O muy nuevo".

-Hasta un cachorro notaria eso, eres mas grande que dos tejones juntos- Bromeó Zarpa de salmón.

Zarpa de miel empezó a sentir como la oscuridad la invadía, dejándole como ultima imagen la sonrisa de Binatang y Zarpa de salmón.

-Oye, Zarpa de miel- Zarpa de miel abrió perezosamente los ojos, apenas consiente de donde estaba.

-Zarpa de miel, necesito que me ayudes en algo- Volvió a sonar la voz, pero Zarpa de miel estaba tan desorientada que apenas sabia quien le estaba hablando por la oscuridad.

-¡Zarpa de miel, levántate de una vez!- Esta vez, la voz sonó mas fuerte, y le siguió un pinchazo en el lomo.

-Ya voy, ya voy- Gruño la aprendiza mientras se levantaba con sus patas delanteras y se desperezaba. -No tienes porque ser tan rudo, Zarpa de abejorro, de todas maneras ya me iba a levantar-

Esta vez, escucho un indignado respingo.

-¡¿Zarpa de abejorro?! ¡Soy Cielo sombrío!- Sonó completamente indignado.

Zarpa de miel no pudo evitar retorcer los bigotes de la risa y ronronear sonoramente.

-¡Silencio! Todos están durmiendo- Susurro Cielo sombrío.

-¿Por que me despiertas tan temprano? Estaba disfrutando mi sueño- Se quejo Zarpa de miel. -¿Y cuanto falta para el Alba?-

-Bastante, ahora levántate rápido y sígueme- A continuación, ambos gatos cruzaron silenciosamente la guarida de los aprendices, procurando no despertar a nadie.

-¿Que es lo que pasa? ¿A caso nadie sabe que estamos aquí....- Zarpa de miel todavía estaba un poco desorientada, además de su confusión de que estaba tramando Cielo sombrío.

-Solo guarda silencio y sígueme, después te lo explicare todo- La cortó.

Ambos gatos caminaron por el claro, con gran tensión por la situación. Pasaron sin problemas por la entrada, ya que Cielo sombrío era quien estaba de guardia.

Caminaron un rato en dirección al lugar de las asambleas en completo silencio, hasta que Cielo sombrío se detuvo.

-Ahora si podemos hablar- Dijo finalmente mientras se sentaba, pero Zarpa de miel se mantuvo de pie, confundida por lo que estaba pasando.

-Bueno, primero ¿Qué esta pasando?, Segundo ¿Por que me despiertas a mitad de la noche? y tercero ¿Por que siempre me llevan a mi?- La confusión de Zarpa de miel se transformo en enojo ¿Por que la tenían que involucrar en todo siempre?

-Te traje a ti porque es una situación que solo tú podrías manejar- Empezó, con la mirada llena de emoción. -Últimamente he encontrado muchas señales o cosas extrañas, y pensé que juntos podríamos buscarlas y encontrar que significa y....-

-No- Lo cortó Zarpa de miel sacudiendo ferozmente la punta de la cola. -No hay un "Juntos". Si encuentras señales extrañas, resuélvelo tu solo y no me involucres- Gruño dando media vuelta.

Camino de vuelta al campamento sin importarle si el guerrero la estaba siguiendo o no. No tenían por que siempre acudir a ella siempre que necesitaran algo, habían mas gatos en el clan.

Con aquel pensamiento, entro gruñendo al campamento, camino a la guarida de los aprendices, se acomodó en su lecho y ahí durmió tranquilamente, esta vez sin ningún sueño.

Al volver a abrir los ojos, ya estaba claro, y en la guarida solo estaba Zarpa de nueve, que dormía de espaldas.

-Ya era hora- Escucho la voz de su hermana, quien entro en la guarida apuradamente pasando por encima de Zarpa de nube. -Pelaje lluvioso necesita que vayas a recoger la Nébeda que hay cerca de la granja de dos patas, Zarpa mellada no puede ir ya que ambos están cuidando a los enfermos.- Le indico mientras la guiaba por la guarida hasta salir al claro.

Zarpa de miel asintió con la cabeza y salió disparada hacia la entrada, con la energía renovada después de un buen sueño.

Corrió por el bosque, disfrutando la fría brisa de la estación sin hojas chocar contra su pelaje y alborotarlo. Tan tranquila estaba, que estuvo a punto de chocar contra un zarza y caer en ella.

Al llegar al claro de la granja de dos patas, camino tranquilamente hasta llegar al centro, se sentó y empezó a acicalarse el alborotado pelaje para esperar.

"¿Donde estará?" Se pregunto cuando ya había pasado un rato ahí sentada.

Con una punzada de ansiedad recordó porque había ido hasta ahí. Debía recolectar Nébeda para Pelaje lluvioso, no entrenar al minino domestico.

Gruñendo, se levanto y empezó a caminar rodeando la granja para buscar. No pasaron ni cinco latidos de corazón para que un gran peso callera sobre ella, inmovilizándola, pero para su sorpresa, no estaba usando las garras. Sintió el caliente aliento de su atacante.

-¡Y finalmente capture a la presa!- Susurro.

-¡¿Qué, por el clan estelar, estas haciendo!?- Bramo Zarpa de miel sacándose de encima al minino domestico con las orejas ardiendo de ira. -¡¿Qué no te había dicho que no hicieras eso?! ¡¿No recuerdas que hay verdaderos enemigos ahí afuera!?-

-Pero.. Te atrape sin que te dieras cuenta, como me enseñaste- Susurro Ramsés mirándose las patas.

De repente, Zarpa de miel empezó a sentir una terrible vergüenza ¡No era su culpa, lo hizo como le había enseñado perfectamente, además que ella era la que tenia baja la guardia!

-Lo siento, yo fui la que no estaba atenta, lo hiciste bien- Se disculpo bajando la cabeza con las zarpas ardiendo de vergüenza.

-No hay problema, pero... ¿Qué vienes a hacer si no me vienes a entrenar? ¿Qué no deberías estar haciendo cosas de clan?- Pregunto ladeando la cabeza.

-Eso hago, vengo a buscar Nébeda- Respondió dando media vuelta. -Y ya me he tardado bastante, debo apurarme-

-Nébeda... ¡Yo se donde hay, y mucha, sígueme!- Exclamo repentinamente el minino domestico corriendo hacia la valla y salvándola de un gran salto. -¡Que esperas!- Se escucho su voz desde el otro lado.

Zarpa se miel corrió para alcanzarlo, y al llegar junto a la valla dio un enorme salto y aterrizo del otro lado casi cayendo de cabeza, donde Ramsés la esperaba agitando la punta de a cola. Acto seguido, ambos gatos corrieron uno al lado del otro hacia donde crecían plantas doradas.

-¡Alto!- Exclamo Ramsés frenando de golpe frente aquellas plantas. -Ven por acá- Giro hacia la derecha y rodeo cuidadosamente las plantas, seguido de cerca por Zarpa de miel.

Luego de unos momentos, llegaron a un pequeño claro rodeado por vallas no mas grandes que un gato.

-Ahí están, listas y frescas para sacarlas- Ronroneo Ramsés mientras apuntaba con la cola a aquellos largos tallos.

Zarpa de miel se acerco cautelosamente a aquellas plantas, ladeando la cabeza para sacarlas.

Empezó a morder la parte de abajo de un grupo de plantas, y las saco mas fácil de lo que pensaba. Repitió el proceso varias veces hasta haber sacado casi todo. Sostuvo entre sus fauces la valiosa carga, procurando no beber el esencial jugo aunque se sintió bastante tentada.

Mientras ambos gatos se dirigían tranquilamente de vuelta a la valla, pero fueron interrumpidos por un chillido de dos patas.

-¡Que es lo que pasa!- Exclamo Zarpa de miel alertada y completamente erizada, dejando caer su carga.

-Oye, tranquila, solo nos esta avisando que es hora de comer- La tranquilizo Ramsés levantando la Nébeda y entregándosela. -¿Te gustaría venir?- La invito amablemente.

Zarpa de miel quería negarlo, pero el recuerdo de la deliciosa comida la hizo titubear, pues ahora el olor era aun mas fuerte que antes, haciéndole salivar por el antojo.

-Esta... Esta bien ¡Pero solo por ahora!- Accedió con vergüenza.

Esta vez, Ramsés llevo la delantera, con Zarpa de miel siguiéndolo un tanto dudosa, pero en seguida lo olvido, pues el dos patas colocó los primeros dos cuencos con algo jugoso y con un increíble olor.

Unos momentos después, aparecieron Botas y Rucio, quienes caminaba hombro con hombro hasta llegar a sus cuencos.

-Hola Zarpa de miel ¿De nuevo vienes a comer acá?- Pregunto Botas distraídamente.

-Oye, es cierto, ¿Por que estas acá si deberías estar comiendo con tu clan?- le presionó Rucio mientras ladeaba la cabeza burlonamente y daba un paso al frente. -¿Acaso ya no eres de clan?-

Zarpa de miel dio un paso atrás, algo incomoda por las preguntas del minino domestico, ya que sabia que estaba en lo cierto.

-Oye no es tu problema, no tiene nada que ver que como acá a que sea de clan- Ramsés dio dos pasos al frente, agitando levemente la punta de la cola.

Fue interrumpido por el dos patas, que dejaba otros dos cuencos en el piso.

-¡A comer!- Exclamo Ramsés dándole un empujón amistoso a Zarpa de miel.

Olvidando lo demás, los cuatro gatos se agacharon a comer aquella deliciosa comida.

-Minino, ¿Cómo se llama esto? Es aun mas delicioso que el "Pastel"- Pregunto a Ramsés con la boca llena.

-Oh, esto. Se llama carne, seguramente al horno- Respondió mientras tragaba.

-¿Carne?- Pregunto Zarpa de miel confundida. -La carne no es así, la carne se come recién cazada, además que es mas pequeña que esto-

-Esa es la que comen ustedes, esta no es de ratón ni aves raras, sino de los animales que tienen allá- Respondió Rucio apuntando con la cola a un lugar de donde venían sonidos de animales.

Luego de comer, Zarpa de miel se sentó pesadamente y empezó a relamerse los bigotes. Acto seguido levanto la Nébeda y se dirigió hacia la valla. Saltó y aterrizo en la parte superior, se despidió con la cola y bajo para volver al campamento.

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Hola!

Se que este capitulo esta algo corto poco interesante para el tiempo que me tarde haciéndolo, pero los próximos estarán mejor. Solo basta la paciencia.

Bueno, espero que estén bien, y sin nada mas que decir...

Bye!