¿Yoongi?

¡Oh!, Dios... ¿Eres tú, Yoongi?

¿Estoy soñando? No, no es un sueño. Eres tú.

Reconozco tu voz, y huelo tu perfume y... sí, también puedo verte, al lado de Jihyun. Y ahora mamá, que te da un beso mientras papá sigue abatido, ahí, junto a la ventana.

Has llegado. Sabía que lo harías, pero como aquí el tiempo no existe, no sabía cuándo sería posible verte. ¡Ahora, sin embargo, me alegra tanto tenerte a mi lado!

Aunque lamento mi aspecto.

Estoy horrible, ¿verdad?

Y pensar que lo último que te dije fue...

Te quiero. No hablaba en serio, ¿sabes? ¡Qué estúpido fui! En realidad... no sé, estaba jugando, ya sabes tú. Creo que me asustaba atarme. Se dicen tantas tonterías acerca del primer amor: que si empieza pronto luego se estropea enseguida, que es mejor vivir primero y después...

No quiero perderte, Yoongi.

Ni quiero perderme yo.

¿Por qué no tomas mi mano?

Por favor...

¿Has estudiado mucho? Supongo que sí, toda la noche. Que grande eres. Y terco. Y ahora esto, ¡terrible lío! Si el lunes suspendes el examen, encima será culpa mía. Me sabe mal, cariño, pero te juro que yo no quería acabar así. Lo único que deseaba era pasar una noche loca, emborracharme de música, olvidar, volar. Lo deseaba más que nunca.

Aunque te echaba de menos.

Me crees, ¿verdad?

Claro. Estás aquí. De lo contrario, no habrías venido.

Toma mi mano.

Vamos, toma mi mano.

Así...

Gracias.

Ahora ya no me importa el silencio ni la oscuridad.

Ahora...