Blancas: alfil x f6
Fue al detenerse el taxi en un semáforo cuando Taehyung rompió el silencio.
—Yoongi es alucinante.
—¿Por qué?— preguntó Hoseok.
—¿Tú qué crees?— lo dijo como si pareciera evidente. —Sale del hospital esta mañana hecho una furia, con Jimin medio muerto, y se mete a buscar al tipo que anoche...— miró al taxista y no siguió hablando.
—Pero tiene razón— intervino Jungkook. —Si conseguimos una pastilla de esas...
—Los médicos están bastante despistados, ¿no?— manifestó Hoseok.
—A mí me da un poco de miedo, por no decir mucho— plegó los labios Taehyung.
—¿Miedo?
—Yo estoy en coma, y tú te encuentras cara a cara con el tipo que me ha dado eso. ¿Qué haces, le dices que necesitas otra pastilla para ver si así me salvas o le das golpes?
Hoseok parpadeó.
—Oye, ¿no irás a pensar que Yoongi...?— dudó Jungkook.
—Sólo digo lo que hay— repuso Taehyung.
—Pero lo importante es conseguir esa pastilla— convino Hoseok.
—Ya, nos acercamos y le pedimos una. ¿Crees que el tipo va a estar tan normalito?
—De entrada, el tipo no sabe que tú estás en coma— dijo Hoseok, —así que normalito sí va a estar.
—Otra cosa es que tras conseguir la pastilla, si es que Yoongi tiene la suficiente sangre fría como para esperar, después...— aventuró Jungkook.
—¡Eh!, no somos héroes de cómic— dijo Taehyung.
—¿Has visto cómo se ha puesto Yoongi esta mañana con nosotros?— puso el dedo en la llaga Jungkook. —¿Te imaginas con ese camello?
Taehyung volvió a mirar al taxista. Parecía muy ocupado controlando el tráfico de última hora de la tarde.
—Esas personas son peligrosas— advirtió Hoseok.
—¿Ése? No era más que un mierda —dijo Jungkook con desprecio.
—¿Y si lleva un arma?
—Oye— Jungkook miró a Taehyung. —¿qué te crees, que esto es Nueva York o qué?
—Bueno, sea como sea nosotros somos cuatro— terció Hoseok. —Me sigue dando miedo Yoongi. Está loco por Jimin.
Ese pensamiento los mantuvo en silencio en los instantes siguientes. El taxi se paró en un nuevo semáforo. El taxista les lanzó una mirada distraída por el retrovisor interior. La detuvo sobre Taehyung, bastante rato, casi todo el que duró la espera ante el semáforo. Él se la acabó devolviendo, y el hombre retiró sus ojos.
—¡Vamos ya, que está en verde!— protestó levantando una mano en dirección al vehículo que le precedía.
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