Este capítulo fue escrito por kt_mininos_ ¡muchas gracias mibida! <3

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Una vez Taehyung estuvo adentro de la cabaña sintió como el aroma de Jungkook le golpeaba el rostro. Sabia que el pelinegro había entrado en celo.

Se acercó a la mesita que había al lado de la puerta del lugar, rápidamente dejó las cosas que traía consigo mismo y caminó hasta Jungkook.

Una vez estaba al lado del alfa menor iba a acercar su mano derecha a la frente del otro pero sabía que si Jungkook se despertaba iba a ser un problema ya que los dos son alfas y que uno esté en celo no ayudaba en nada. Pues este podría despertar a la defensiva viendo que otro alfa "invadía su territorio".

Más, su lobo estaba emocionado y le pedía que se acercara a él cosa que Taehyung no iba hacer, ya que Jungkook era de un alfa sangre pura y él era solamente alfa, en la jerarquía el era más bajo que Jungkook. Y no sabía que reacción tendría el más pálido con su presencia ahí.

Trató de buscar supresores e inhibidores por la cabaña, buscó en la mesita de noche, el botiquín del baño, incluso entre las cosas del contrario. Pero nada.

Como última opción, se dirigiría hasta la cabaña de los docentes donde preguntaría por un supresor o algo que ayudase a calmar al alfa, pero a su vez temía por dejarlo sólo.

Luego de un momento de estar parado, pensando junto a la par de la cama del pelinegro, optó por irse.
Sin embargo, su marcha se vio interrumpida por un quejido con su nombre en él.

Jungkook lo veía desde abajo, sudoroso y con una respiración apnea. Su fuerte brazo se levantó hasta que los dedos se enroscaron con los del menor.

-Taehyung...- llamó de nuevo el de sangre pura.

«Esto si que es extraño», pensó Kim.

Jungkook no se veía reacio a su presencia, era lo contrario, este halaba de su mano para que se acercara. Kim se lo concedió, se sentó a la orilla del colchón y como un imán y Jungkook siendo el metal, se apegó al de piel más oscura.

Sus brazos rodearon su cintura y su rostro escondido a un lado de su cadera. -Taehyungie..., por favor, no te vayas...

Se escuchaba tan dócil, y su lobo rasgaba su interior ante la necesidad de abrazarle mejor, de sentir más su aroma, enterrar su nariz justo encima de la glándula de las feromonas.

«Taehyung, respira», poco a poco el calor se iba apoderando de su ser. La idea principal sobre ir en busca de ayuda, quedó muy en el olvido. Sus instintos le llamaban a que supla la necesidad de su alfa.

-Ayúdame... Ayuda a tu alfa

Exclamó de nuevo el azabache, y bueno, Taehyung ya no estaba cuerdo. El calor recorría bajo su piel, al parecer su celo había llegado también.
Y aunque era extraño, ambos lobos parecían llamarse.

Taehyung se paró del lecho, y comenzó a desnudarse, Jungkook no tardó en seguirle. Cuando ninguna prenda cubría ya sus cuerpos, pudieron escanearse de pies a cabeza.

Taehyung pudo ser bendecido de aquella vista: Jeon en verdad era un alfa en todo su esplendor; su cuerpo desarrollado y trabajado, con su abdomen marcado, sus brazos con venas visibles y uno lleno de besables tatuajes, así como sus piernas y muslos fuertes y dobles y en medio de estas su polla, eróticamente erguida, grande y gruesa digna de su raza, de color bermellón sobre todo la punta que aparte se veía un poco húmeda, más arriba sus pecotareles deseables, sus caviculas perfectas para marcar de rojo, luego se veían esos bellos mechones nocturnos que contrastaban tan bien con su piel de luna, su marcada mandíbula y ese tierno pero sexy lunar que el de mayor rango poseía bajo esos gruesos y comibles labios.

Jungkook también aprovechó de ver a su pareja, su piel tostada pero brillante, con hermosos vellitos por doquier, con un abdomen plano pero que se veía fuerte al tacto, su pene del mismo color amielado como su piel, igualmente de buen tamaño y grosor, era alfa a fin de todo; unos muslos formados con unos cuantos lunares y piernas delgadas, sus brazos largos y finos también decorados por un par de lunares, sus clavículas marcadas y su cuello terso, que llamaba a Kook a marcarlo con mordidas y chupetones, luego su marcada mandíbula y pómulos, su cabello castaño y con un par de rulos.

Y cuando ambos iris se encuentran, por la Luna, aquello fue el apocalipsis de la cordura,
Mientras que los ónix de Jungkook se volvía un ámbar vivo, las almendras de Taehyung se volvían de un naranja brillante. Sus lobos llamándose el uno al otro, comunicándose por medio de las ventanas más puras y sinceras.

Ambos se acercaron e iniciaron un beso, cálido, fogozo, lleno de sentimientos que sus lados concientes siquiera sabían que sentían.

Jungkook tomó la iniciativa y calentó la situación; tomó con algo de fuerza la cintura de Kim, y este posó sus palmas en el ejercitado abdomen blanquecino dejando caricias con la punta de sus dedos ocasionando que Jeon se estremeciera de vez en cuando. Le escuchó un pequeño gemido cuando con su palma barrió una de sus tetillas, era una zona sensible al parecer.

Taehyung sentó a Jungkook sobre el colchón y este se situó justo encima de sus caderas, el par de ojos brillando intensamente del deseo, lujuria y orgullo de compartir este momento con su pareja, aunque claro, la parte de humana de ello no lo sabía.

Fue Jeon quien extendió su mano frente a su boca y escupió para luego sonreír ladino y acercar la palma al contrario quien dejó ir una buena cantidad de saliva también, bajó su mano y así juntar ambas erecciones e iniciar un vaivén lento pero ajustado y húmedo, haciéndolos a ambos jadear sobre los labios contrarios.

Se regalaron un sucio beso siendo sus lenguas las más participativas en él. Taehyung poco a poco se dirigió a la comisura del mayor, luego dejar una mordida en su mandíbula, haciendo al azabache gruñir a lo que respondió con una sonrisa ladina, se encimó un poco y así empujar con su cuerpo a Jeon contra el colchón, unir sus manos sobre de su cabeza y acercarse a su oído:

-Deja que te ayude, alfita. Así como tú lo pediste.

Susurró con voz grabe encima de su oreja para luego mordisquearla un poco. Bajó a su cuello e hizo lo que anhelaba desde hace minutos atrás. Taehyung gimió cuando el aroma del alfa chocó directamente con su nariz: era un olor boscoso con un toque de humo. Perfectamente representaba al alfa, pues lo definía como alguien libre, pero así mismo como un espíritu rebelde y dominante, quizá era por su aroma (además de sus ropas usuales) que los demás en la escuela lo consideraban alguien problemático.

Dejó una leve mordida entre la unión de su cuello y hombro, y entre besos bajó hasta el pectoral izquierdo, lugar que recibió más besos y lamidas.

-¡Ah!- exclamó el mayor en sorpresa cuando Taehyung tomó una de sus tetillas entre sus dientes. Este espero algún movimiento que le indicara que se alejara del lugar, mas al no recibirlo continuó estimulando, Jungkook apretaba las sábanas bajo él, aquello realmente se sentía bien.

Luego de que Kim erectara más con su boca ambos pezones, bajó a besar cada uno de los cuadritos del azabache. Jungkook volvió a gemir cuando la punta de su polla fue apresada por la calida boca del alfa.

Era la primera vez que Taehyung hacía una felación, la primera vez en que JungKook estaba con un hombre, la primera vez que ambos estaban con otro alfa.
Pero lejos de sentir repelo ambos se estaban dejando ser y disfrutar, no quisieron pensar demasiado, querían sentir más; además sus lobos estaban muy inquitos y bastante presentes.

Taehyung tomaba lo mejor que podía el grosor de Jeon, este se encontraba extasiado, disfrutaba grandemente del calor bucal de Tae.

-Tae~, ven aquí, cachorro

El lobo de Taehyung meneó la cola muy feliz por el apodo y Kim sonrió inconcientemente, se levantó se posicionó pecho con pecho con el mayor. Jungkook rió quedito y luego se lanzó a los labios de su compañero.

Las pálidas manos se dirigieron a los cachetes traseros de Tae, este gimió sobre los finos labios cuando sintió que delineaban su entradita. JungKook llenó de presemen sus dedos para inciar con el estiramiento del anillo de músculos.

-Ko-Kook...

El primero se sintió muy incómodo, casi no dolió. Pero ahora que el segundo ingresaba, sus paredes no evitaron estrecharse; y sus ojitos apretarse, así como sus dientes hacer fricción entre sí. JungKook vió que el alfa no estaba del todo cómodo así que, con muchi cuidado lo dejó sobre su espalda en el colchón y liberó sus feromonas mientras con su mano libre mimaba el acanelado torso.

Cuando el castaño logró acoplarse un poco más, volvió a besarlo y mover sus dedos. Tae ya comenzaba a gemir, la boca del alfa mayor se dirigió al pecho contrario, quería que el otro también sintiera las pequeñas cosquillas en sus tetillas.

Kim gimió cuando JungKook dió una ligera mordida en su pezón y al mismo tiempo aumentaba las embestidas de tres dedos dentro de él. Agradecía que aún en la bruma de su calor, él se tomara el tiempo de prepararlo bien para tomar su polla.

En poco tiempo JungKook ya tenía al alfa en cuatro sobre su cama. No se resistió a dejar una nalgada en aquel bello culo.

-Alfa... adentro~- pedía Kim meneando su trasero. Jeon no esperó más para poder adentrarse en el otro.

Dolió, sí lo hizo, pero ahora ya ambos gemían por las estocadas otorgadas por el más blanco.

-Que bien me tomas cachorro. Toda mi polla dentro tuyo, aah~... Se siente genial.

-Alfa~

Gruñidos de ambos se escuchaban por la pequeña cabaña, igual que sus feromonas esparcidas por ella. Era increíble que nadie los hubiese escuchado aún, pero por ellos mejor así.

Kim comenzó a hiperventilar cuando JungKook tomó su pene y inició a bombearlo. Ambos estaban muy cerca no resistírían mucho más, y JungKook sintió sus colmillos crecer y sus ojos se volvían de color ámbar.

-¡Alfa!, ¡Alfa!- llamó el alfa de orbes naranjas.

-Córrete, cachorro- otorgó el azabache -también estoy muy cerca de llenarte, bebé.

Y Tae no necesitó más para poder liberarse, sus colmillos dolieron y mordió la primera almohada que vió, mientras toda su esperma se acumulaba en la mano de Jeon que estaba envuelta en su glande. Al mismo tiempo aulló cuando sintió como JungKook encajaba sus colmillos en su hombro luego de correrse dentro suyo, mas el nudo estaba fuera de él.

Los dos cayeron rendidos en la cama muy agotados y satisfechos; por el momento. Tae estaba recuperando el aire cuando sintió y miró como un brazo tatuado lo abrazaba por la cintura, así como también un fornido cuerpo lo abrazaba por detrás, y una lengua pasearse por la herida recién abierta.

-¿Kook?- él mencionado gruñó y se escondió en la parte trasera del cuello de Tae, luego de terminar su tarea. El mayor río quedito para quedarse dormido junto al otro alfa.