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«Buscando a las Estrellas» (2/2)

   Dentro de la aeropuerto de París se encontraba mucha gente haciéndole honor a la reputación de La Ciudad del Amor”, parejas abrazadas, besándose y pasando el tiempo juntas. Pero este no es el caso de dos participantes especiales.

—¡Que perro asco!.— soltó la joven

   De piel clara, cabello castaño atado en una coleta y un mechón sobresaliente al costado, ojos verdes pintados de un violeta azulado y labios pintados de un rojo intenso. Su cuerpo era corpulento pero eso no le impidió mostrar sus atributos con una camiseta amarillo claro y una tela traslúcida desde el cuello hasta el comienzo de sus pechos, shorts negros por encima de sus muslos y unas botas blancas bajas. Su atuendo brillaba gracias a unos aretes dorados y brazaletes metálicos.

—Agh, si veo a otra pareja de idiotas mezclando saliva voy a vomitar.— dijo el muchacho a su lado

   De piel blanca bien cuidada sin marcas, cabellos azabaches divididos a la mitad, ojos avellanas con la ceja derecha cortada que reflejaban un claro rechazo al ambiente tan azucarado de las parejas; llevaba una camiseta blanca bajo una chaqueta negra con diseño de llamas en el torso y en las mangas, pantalones azul grisáceo y unas zapatillas de un beige.

   Este tenía una mochila y una maleta mientras rodaba los ojos cada vez que veía una pareja actuar tan empalagosa que sentía sus orejas picar y no precisamente por sus aretes.

—¿Cuánto tenemos que esperar junto a esta gentuza?.— le preguntó irritado

—El mánager dijo que vendrán a buscarnos en unos minutos,— miró su celular y suspiró —Tendremos que soportar a estos idiotas.— exclamó cruzándose de brazos

—¡Agh!, ¿qué más da?.— se sentó en un asiento libre y soltó: —Hey~ para matar el tiempo, ¿por qué no hablamos sobre los ineptos de nuestras temporadas?.

—Pues conozco algunas debilidades que de seguro te harán reír de la pena ajena,— ofreció su mano —Estemos en el mismo equipo o no, yo cuidaré tu espalda si tú cuidas la mía para llegar a la final juntos.— dijo sonriendo ladino

—Hecho.— le tomó la mano y afirmó:
—Juntos los tomaremos por sorpresa.

—Si, luego patearé tu culo en la competencia y te enviaré a casa.

—Ni en tu mejor día~ pero suerte.

   Tuvieron una charla en pocos minutos antes de que el ya mencionado piloto apareciera frente a ellos y los llevara al jet, donde recibieron algunas miradas de sorpresa y otras de rechazo.

—¿¡Grett!?.— soltó espantada la mayor

—La única e inigualable.— exclamó posando su mano en la cintura

—Estamos condenados...— soltó la de pecas sonando muy irritada

—Habla por ti, linda~ a diferencia tuya, a mí me aman y solo necesité de mí misma para ganar dinero.— le dijo con clara sorna antes de irse

—Oh no...— exclamó el grupo de jóvenes de la segunda temporada

—Oh si~ malditas perras.— el de nacionalidad asiática sonrió mostrando sus dientes y habló: —Prepárense porque vine más Yul que nunca.

—O sea, más insoportable.— el latino rodó los ojos

—Ganaste la temporada anterior, pero esta vez caerás, color humilde.— le insultó cruzándose de brazos

—¿¡A qué te refieres, imbécil!?.

   Cuando el coreano giró se asustó al ver a la chica de pantalones rojos con gran furia en sus ojos y su sonrisa forzada.

—A nada...

—¡Si sabes, idiota!.

—Calma Gabby, no vale la pena.— le detuvo el detective también disgustado

—Te van a a pegar por racista.— dijo la canosa negando seria

—¿Y quién se supone que es usted?.

—Me presento, soy Miriam Adams, la ganadora de «Campamento Desventura» en la primera temporada, un gusto.

—¿¡QUÉ!?,— sus ojos se abrieron como platos —¿¡Cómo carajos ganó esta viejorra arrugada contra jóvenes!?.— cuestionó sorprendido muy molesto

—Con mucho esfuerzo y sin hacerme enemigos, tal vez te ayude.— respondió la de ojos grises sonriente

—¡Puta madre, que basada!.— gritó el ganador de la segunda temporada

—¡De esa papeada no regresas!.— comentó el ojeroso con un cantito

—¡Cállense!.— dijo el asiático para sentarse con su compañera

—¡Próxima parada: España!.— se escuchó de los altavoces

—¿España?,— la castaña de lentes parpadeó varias veces y miró a sus compañeros —¿Quién creen que será?.— les preguntó con un puchero

—El único que se me ocurre es Nick.— opinó la pelinegra sin real interés

—No es él,— intervino la muchacha rubia —Hablo con él desde que salimos del programa y me dijo que ni siquiera recibió la invitación a la nueva temporada.— explicó muy calmada

—¿En serio?, creí que habían quedado en malos tratos por su actitud.— habló la pelirroja desde atrás

—Al principio si pero Nick demostró un cambio, el que conozco ahora es muy diferente al que fue al inicio.

—Eso es bueno, ese comportamiento suyo hizo que mi shipp de él con Lill desapareciera.— exclamó la alemana sonando muy decepcionada

—Pues vas a alegrarte, ¡mira!.— dijo enseñando su teléfono

   En el se veía un chat de WhatsApp con otra persona que se identificaba como la participante Lill, en este ambas hablaban con mucha camaradería y la mayor no solo reveló en palabras que vivía con el ex participante Nick —especificamente cocinando la cena en lo que él volvía del trabajo—, si no que además envió fotos de ellos dos comiendo juntos.

   Una en especial hizo que los chicos quedaran boquiabiertos y a la pelirroja la hizo estallar de emoción: los dos se besaban en los labios.

—¡Ahhh~ esto es hermoso!.— expresó la alemana con los ojos brillantes

—Estoy... Sorprendido.— soltó el azabache parpadeando varias veces

—Les deseo suerte en su relación.— dijo la castaña sonriente

—Pero entonces, si no es Nick ni Lill... ¿Quién podría ser?.— preguntó la de gran rodete

—Esperen... Estoy recibiendo un mensaje del Universo.— interrumpió el de camiseta gris de mangas largas

—¡Ahahahaha!, esa marihuana debió estar vencida.— se burló el cantante

—¿¡Cómo!?.— soltó el de ojos cian frunciendo el ceño

—Prefiero escucharlo a él que a ti, jodido racista, sexista, homofóbico, clasista, y pare de contar.— exclamó el de rizos cruzado de brazos

Ignóralo Puchonguito.— le dijo el de cabellos bicolor quitándose la chaqueta

   El moreno solo suspiró y se dejó abrazar por su pareja. El de cabellera verdosa cerró los ojos con fuerza mientras soltaba gruñidos bajos, algo que extrañó a algunos que lo conocían, ya que las veces que el joven decía “recibir un mensaje del Universo” se lo veía calmado, por lo que callaron en unísono para escucharlo.

—El Universo dice... Dice... Que el dolor, la oscuridad y la rabia nos acompañará en este viaje.— apretó los costados de su cabeza con sus dedos y terminó por decir: —Estos vendrán disfrazados de poder y felicidad... El corazón... Dice que el corazón dejó de funcionar, solo lo motiva el odio.

—El corazón... ¿De quién?.— preguntó la rubia confundida

—El corazón del... Océano.— suspiró pesadamente y exclamó: —Uff~ eso se sintió intenso, nunca me ha pasado.

—¿El corazón del océano?, no creo poder entenderte.— dijo la de lentes

—¿¡Quieres decir que el océano corre peligro!?, ¡sabía que debí participar en la marcha contra la contaminación contra los cuerpos de agua de la naturaleza!.— habló la morena de ojos verdes entrando en pánico

—Cariño, vuelve a dormir.— le dijo la pelinaranja dándole un beso en la mejilla para tranquilizarla un poco

—Si~ sigue igual de loca.— comentó la
de botas blancas para ponerse su abrigo de piel café

—No creo que se refiera al Océano como tal... Aunque tampoco la está pasando bien últimamente,— la alemana rascó su nuca —Debe ser una personificación a una característica física o metafórica de alguien.— opinó con una sonrisa orgullosa

—¿Qué?.— soltó la mayor que escuchó toda la conversación perdida

—Es un recurso literario básico que utilizan los que les gusta darle alma a cosas que no.— el asiático suspiró y dijo: —En vez de decir naranja dices... Llama que enciende la alegría en el corazón, pintando el mundo con la calidez de un abrazo eterno o esencia de vitalidad y resplandor, brilla en la sinfonía del crepúsculo y encanta al universo con tu fulgor, ¿yo qué sé?.

—Wow~ no sabía que eras tan bueno en la literatura poética.— dijo la alemana asombrada

—¿Crees que le pagaría a alguien para hacer mis canciones?, ¡no!, escribo lo que yo quiero cantar y gano el doble de lo que un letrista cobraría.— respondió acomodándose para dormir

—Pero que tacaño.— soltó la actriz sin quitarle la vista a su celular

—Así que... Una característica, ¿eh?.— habló el pálido volviendo a la charla

—Si, pero no estoy segura.— contestó la de collar de oro

—¡Lo sabremos cuando lleguemos~!.— dijo la texana quitándose el sombrero para recostarse

   El viaje fue más corto desde Brasil a Reino Unido, y mucho más de este a Francia, pero las palabras que el moreno comunicó dejó a más de uno en alerta. No a nivel de que estén ahora sudando frío con el corazón latiendo a mil por minuto, pero algunos sabían que —por muy loco que suene—, los mensajes que el muchacho trasmitía se cumplen.

   Y dado a algunos ex participantes que jugaron el papel de Villanos”, junto al propósito de este programa, no parecía muy descabellado la idea de que habrá mentiras y jugadas de carácter maligno.

   El jet bajó vuelo hacia el aeropuerto de Galicia, en la zona donde los vuelos privados se separan con los de grupo común. La rubia que despertaba de su siesta, la castaña que jugaba en su consola y la pelirroja que leía un libro en silencio estaban en las primeras ventanas del Jet, por lo que fueron las primeras en ver a quién buscaban.

—¡¡Pero si es Jake!!.— anunció la de ojos azules emocionada

—¿¡Qué!?,— la mayor de todos exclamó sorprendida —¿Estás segura?.— le preguntó caminando hacia ella

—¡Si no me crees, mira por ti misma!.— dijo para dejarle ver por la ventanilla

   La de suéter con diseño de margaritas fijó su vista y abrió sus ojos en asombro al ver a su ex gran compañero de su temporada, su piel era clara aunque un poco más pálida de lo que recordaba, su cabello igual de azul aunque ahora largo y atado en una coleta baja, sus ojos negros estaban cubiertos por unos grandes lentes de sol. Vestía una camiseta negra de mangas cortas con rayas horizontales al frente intercaladas de gris y blanco, pantalones azules ajustados con algunas roturas, botas negras altas que levantaban un poco el pantalón y destacaban por las suelas que terminaban en puntas.

—Oh Dios...— soltó en un susurro poco audible para el resto

—¡Se ve tan distinto a cuando apareció en su temporada!.— opinó la pelirroja con sus ojos pegados en el chico

—Demasiado diría yo,— la de ojos verdes acomodando sus lentes —Quizás los dos se lleven bien.— le comentó a su pareja quien solo alzó los hombros

—¡Vaya~ se ve genial!.— dijo el de cabellos bicolor mirando por su ventanilla

—¡Mmm!.— gruñó el moreno a su lado cruzándose de brazos

—Ay James~ no te pongas así.— le abrazó por los hombros y le dijo: —Tú eres único e inigualable para mí, mi amor, no tienes que ponerte celoso.

   El de rulos solo frunció su ceño y creó un puchero, pero al sentir los besos de su novio solo pudo reír y atraparlo en un abrazo dulce y suave.

—No puedo resistirme a ti, bebé.— susurró para besarle en los labios

—¡Puaj!, que empalagosos.— la niña hizo una expresión facial de asco para luego decir: —Apuesto que sigue siendo el mismo pelmazo inseguro, pero más gótico que antes.

—Eso lo veremos pronto.— dijo el adulto a su lado en voz baja

—¿Quiénes son los que están con él?.— preguntó la mayor algo incómoda

   Olvidé decir que no estaba solo, sino que cuatro jóvenes que se diferenciaban biológica pero estéticamente se parecían hablaban con el participante sin notar el Jet que estaba a varios metros. El conductor de este apagó el motor y bajó para caminar hacia él.

—Hola.— habló el hombre de barba

—Hostia~ ¡Michael Fassbender!,— un chico de oscuros cabellos cortos, ojos como el más puro chocolate y de nariz fina con un piercing sonrió —No esperaba verlo por aquí.— bromeó mordiéndose el labio

—¿Michael Fassbender?, si... Si estuviera en un coma etílico.— una chica de cabellos blancos con trenzas de tonos violetas a los costados, ojos de un celeste tan claro que se notaba sus pupilas retocó su maquillaje y comentó: —Más bien se parece a Thor de Endgame sin la panza cervecera.

—Hubiera molado un Thor a lo “Llanero Solitario, le siguió un joven rubio, ojos azules y una estrella pintada de negro en la mejilla derecha —Pero joder, los memes de “Mugrienthor” me matan.— dijo riendo al final

—Se callan,— un muchacho —visto como el mayor pero igual joven—, de cabellos negros, piel pálida y ojos de un frío verde los fulminó con la mirada y el resto calló —¿Necesita algo, señor?.— le preguntó serio pero cortes

—Vine... Por el participante Jake, debemos irnos... Ahora.— contestó el de cabellos naranjas algo descolocado

   Nunca había recibido comentarios burlescos y/u ofensivos de su físico... O al menos no de personas, la marioneta que lo acompañaba siempre no era muy amable con él precisamente.

—Supongo que ya es hora.— el de camiseta a rayas suspiró y dijo: —¿Me prometen no llorar por mi ausencia?.

—Si.— respondieron el del piercing y el de ojos verdes

—Fácil.— respondió el rubio

—Mis ojos se quedarán secos por ti.— respondió la única mujer

—No hacia falta responder tan rápido, ¿eh?, panda de cabrones.— dijo el de lentes haciendo un puchero

   El grupo se miraron en silencio para luego carcajear al unísono.

—Cuídate, esas pirañas no pensarán dos veces para consumir hasta el último pedazo de tu carne.— habló el pálido abrazándole por los hombros

—Estoy preparado para dejarlas con hambre,— sonrió correspondiendo el gesto por pocos segundos —¡Te quiero, niña bonita!.— dijo para abrazar a la muchacha que le sonreía

—Dalo todo, ¡y no olvides de verte fabuloso!.— dijo para separarse y lanzar un beso como una diva

—Aprendí de la mejor.— caminó hacia el de ojos azules y le pellizcó la mejilla con fuerza para decir: —Será mejor que te controles mientras no estoy para cubrir tus mierdas, gilipollas.

—Ni que fuera algo que pudiera controlar, pero extrañaré tus tiradas de oreja, mami querida.— soltó con una sonrisa traviesa

—Puto crío,— soltó su mejilla para besarla y mirar al de piercing —Y tú, sigue esforzándote en el béisbol, quiero verte batear como toda una estrella cuando vuelva.— le dijo enseñando su puño

—Y yo quiero verte pateando culos en ese programa de mierda.— sonrió para chocar sus puños

—Créeme~ lo harás.— volteó hacia el hombre con sombrero y exclamó: —No lo retrasaré más, vámonos.

   Este asintió y tomó la maleta con forma de ataúd, le causó un poco de incomodidad pero se abstuvo a decir algo. Cuando llegaron al Jet, el chico ajustó las ligas de su mochila y tomó su equipaje para subir siendo recibido por muchas miradas.

—Bueno, miren esto.— tronó su cuello y soltó: —¡It’s Show Time!.

—¡¡Jake!!.— gritó la mayor caminando rápido hacia él

—¡Miriam, que gusto verte!.— dijo para recibirla con un gran abrazo

—Oh Dios... Te extrañé tanto, niño.

—Yo también, abuelita.

   La escena era emotiva, y más cuando la mayor comenzó a llorar en silencio pero sin borrar su sonrisa. El teñido de azul sintió la humedad en su ropa y al verla sonrió muy conmovido.

—Ohhh~ no llores,— le limpió las mejillas con los pulgares —Si lloras yo lloro, y
soy muy pero muy feo cuando lloro.— dijo acariciándole el cabello

—Lo siento, es solo que... Te eché mucho de menos, no he sabido de ti por casi dos años y.. No contestabas mis llamadas.— tomó una gran bocanada de aire y expresó: —Pensé lo peor.

—¿Qué va?, soy yerba mala.— bromeó para abrazarla de nuevo

   La mayor rió bajito y luego de unos minutos se separaron, el de lentes de sol iba a decir algo cuando uno de sus amigos apareció en el vehículo aéreo jadeante y con una sorpresa en sus manos.

—¡Diego!, ¿qué pasa, cariño?.— le preguntó dejando boquiabierto a más de uno en el Jet

—¿“Cariño”?.— soltó la de camiseta amarilla descolocada

—¿Acaso él...?.— susurró la niña con los ojos abiertos al igual que el adulto que la acompañaba en el viaje

—Es imposible.— exclamó la pecosa con una expresión de horror

—Nada es imposible, ¡no con el poder del amor!.— dijo la morena a su lado pero luego reaccionó y dijo: —Oh, Tom...

   Este ni siquiera le prestaba atención, tenía sus ojos cian puestos en el de coleta azul que sonreía de lado. Mientras algunos concursantes murmuraban entre ellos, el pelinegro de ojos verdes recuperó el aliento y habló:

—Casi olvidaba darte esto, ¡surprise~!.

   Le entregó una caja medianamente grande forrada de papel blanco con cintas negras y una araña decorativa como si fuera un moño, el de botas negras la aceptó y meditó un buen rato antes de abrirlo, encontrándose con una chaqueta negra con un diseño muy particular en la espalda de esta: un dragón de fuego azul y letras que intercalaban el blanco y el celeste formando la frase Sub Zero Wins”.

—Awww~ esta guapa.— dijo sacando la prenda del empaque

—Supe que la que tenías quedó destruida, así que decidí darte una... Sabes, para que no te olvides de los pobres, Estrellita de Mar.— explicó guiñándole un ojo

—¡Eso jamás!,— se puso la chaqueta y se miró emocionado —Me encanta, muchas gracias.— expresó mostrando sus dientes en una gran sonrisa

—Por nada, colega.— abrió sus brazos y pronunció: —¿Qué tal uno de estos antes de que esos pendejos se cansen de esperarme y se vayan sin mí?.

   El contrario rió y se acercó para abrazarle de nuevo, estuvieron así unos segundos para que luego el muchacho bajara del Jet y se despidiera con la mano. La puerta se cerró y el peliazul suspiró para voltear hacia la mayor quién le sonreía pícara y juguetona.

—¿Es tu novio?.— le preguntó bromista

Gracias a Dios, no.— respondió entre risotadas ruidosas

—¿Y por qué el apodo tan tierno?.— le cuestionó cruzándose de brazos

—Así nos tratamos desde que nos conocimos, nada importante.— le tomó de las manos y le dijo: —¡Mírate, te ves increíble!, dime cuál es tu secreto, ¿un millón de dólares?.

—Eso ayuda,— ambos rieron al unísono —Veo que... Haz cambiado mucho.— opinó mirando su aspecto

—¡Gracias por notarlo!.— contestó haciendo poses de modelo estándar

—¡Hey Jake!, que bueno verte.— le saludó la rubia sonriente

—Hola Ashley, estás preciosa.— halagó para abrazarla amistosamente

—Tú también te ves muy bien, eh... Lindo collar.— comentó con una sonrisa pequeña e incómoda

   Dos detalles que no les comenté; el primero es que llevaba un collarín negro que cubría casi por completo su cuello con un dije de lo que coloquialmente es conocido como una estrella, pero en realidad se trataba de un pentagrama de un color plateado, y el segundo es el detalle de sus uñas pintadas de negro.

—Gracias querida, a mí me gusta tu sombrero, ¡el detalle de la zanahoria hace querer apretarte las mejillas!.— le picó una mejilla con suavidad, miró a la mayor y exclamó: —Bien~ vayamos a sentarnos juntos y hablemos de cómo gastaste ese dinero, ¿si?.

—Uh... Bueno-!.— la mayor no pudo terminar de hablar cuando llegaron a su asiento que compartía con el detective

—Ahhh... Hola.— le saludó con un nudo en la garganta

   ¿Debo recordarles que él y el de coleta azul tuvieron un pequeño romance en su temporada para terminar su relación de manera amistosa?. Los dos se miraron en silencio, la sonrisa del de lentes oscuros decayó poco a poco, solo para volver a sonreír mientras le extendió la mano en un saludo.

—¡Tom!.— rió bajo y dijo: —¿Cómo haz estado?, ya veo que muy bien.

   El nombrado se le quedó mirando antes de aceptar el apretón de manos, notando una fuerza controlada en sus manos suaves pero frías como un hielo.

—Lo mismo digo, pero... ¿Por qué no respondías mis llamadas o las de Miriam?, ¿qué sucedió?.— le preguntó con una seriedad clara

—Robaron mi celular y tuve que darlo de baja, y perdí los números de muchos, entre ellos el de Miriam y... El tuyo.— respondió cabizbajo con las en su cintura en forma de jarra

—¡Oh!, wow... No tenía idea.— soltó el azabache al no saber que decir

—Si pero me suda la polla,— alzó los hombros —¡Ahora podemos pasar tiempo los tres juntos!— comentó con una sonrisa de oreja a oreja

Ahaha... Si, eso sería genial.— dijo con una risa baja

—¡Jake!.

   Este volteó y vio a dos jóvenes de cabelleras destacables con brillantes ojos y nerviosas sonrisas frente a él.

—Hola, ustedes deben ser los de la nueva temporada... Perdón, no sé sus nombres, no vi esos episodios.— respondió con un saludo de mano

—Yo soy Lake y él es Aiden, ¡somos tus fans!.— habló la de falda azul

—Tienen que ser una broma...— susurró la pelinaranja seria

—A diferencia tuya...— murmuró el de suéter oscuro serio

—Chicos, no peleen.— habló la morena acomodando su suéter verde

—No sabía que tenía fans... Y menos que fueran tan lindos y adorables.— expresó con una sonrisa de lado

—Oh por Dios~ ¿escuchaste James?, ¡nos llamó lindos y adorables!.— chilló el de aretes de cruces

—Si, lo escuché.— rió bajo por la actitud de su novio

—¿Te molesta si nos tomamos una foto los tres juntos?.— le preguntó la chica mostrando su teléfono

—Claro que no, ¡vengan!.— contestó acomodando su flequillo

   La alemana le dio su teléfono al de rulosa cabellera negra y este les indicó juntarse y sonreír antes de sacar la foto.

—Muchas gracias... ¡Lake, pásame esa foto!.— pidió el de ojos celestes

—Por supuesto,— sonrió tomando su celular de nuevo —Me gustaría que me dieras tu autógrafo, ¿podrías?.— le habló al de chaqueta negra

—Vale.— recibió una libreta y un bolígrafo, mientras buscaba una hoja limpia leyó algunas anotaciones de la chica y dijo: —A la... Te gusta escribir, ¿eh?, ya voy por la décima página y todas están escritas.

—Ah si... Es un pasatiempo, de hecho hace unos meses pude publicar mi primer libro con las ilustraciones de Tess.— informó señalando a la chica quién saludó con la mano

—Pues te deseo la mejor suerte, por cierto, ¿cómo se llama el libro?.

«El secreto del Príncipe de Roma», es una historia donde un soldado y un príncipe se conocen y se enamoran, pero el Rey no permite su amor por ser de clases sociales diferentes y del mismo sexo, además de que pensaba comprometerlo con una princesa de otro reino con el propósito de juntar estos y tener el gran dote de esta familia, así qu-!.

   El jadeo de sorpresa junto a la acción del chico de taparse la boca con la libreta le interrumpió su explicación.

—¿¡Tú eres Lake Müller!?,— ella asintió y él jadeó de nuevo —¡No te creo, esta es la coincidencia más jodida de todas!.— soltó una risa incrédula

—Espera, no me digas que...

   El de collarín negro buscó algo en su mochila y sacó un libro con el dibujo de dos hombres, uno que representaba a un príncipe con las manos atadas con una planta de púas dorados, y el otro era un soldado con armadura plateada estando de rodilla mientras tenía la cabeza baja.

   Ambos se daban la espalda mientras el fondo mostraba un bosque con flores de cerezos cayendo a su alrededor, y arriba de la portada estaba el título de la obra literaria lo que provocó ahora asombro en la muchacha que apretó su collar de corazon con ambas manos.

—¡Me lo regalaron hace dos meses y lo amé de verdad!, pero cuando pregunté por el segundo tomo me dijeron que la escritora estaría de viaje y que podría atrasar la entrega.— se acercó a ella y le tomó las manos para decirle: —No puedo creer que esto esté pasando.

—Y-Yo... Tampoco lo cre-creo.— dijo la de medias de gatitos sonrojada

   La cercanía entre sus rostros y el agarre frío pero seguro del contrario la ponía nerviosa, sumando la información que recién recibió no ayudaba a que sus pobres mejillas dejaran de arder.

—Que giro inesperado.— opinó la azabache haciendo reír a sus amigos

—Tu ídolo es fan tuyo... Hoy conocí la envidia.— habló el de cabellos bicolor cruzándose de brazos

—¿De qué hablas?, yo soy tu más gran fan.— le dijo el moreno abrazando sus caderas y besando sus labios

—¡Ngh!, J-James... Aquí no.— le susurró avergonzado el bajito

—Ya sabemos que se besuqueaban, no tienes que ocultarlo, Cruella.— exclamó la de suéter amarillo

—Además tienes a un bombón de novio, si fuera tú me lo comería frente a estos soldados caídos.— dijo burlón el de camiseta a rayas

—Per-!.— unas manos le interrumpieron haciéndolo sentar en las piernas de su novio quien le sonreía de lado

—Ya escuchaste a tu ídolo.— acomodó un mechón de su cabello beige y le dijo:
—¡Cómeme todito, Baby!.

   La pareja no tardó en unir sus labios con travesura y cariño, para algunos les resultó incómodo o molesto, a otros les resultó gracioso y hasta tierno como se demostraban amor.

—¡Ok, entendimos que se quieren dar y no consejos, vayan a un motel!.— les gritó el asiático tapando sus ojos

Despiértenme cuando lleguemos.— dijo el de lentes para quitárselos y poner su sombrero sobre el rostro

—Ya se tenían ganas desde rato.— opinó el chico de ojos azules

—¡Hunter!.— le regañó su pareja pero este se reía junto con la de rodete

—En verdad no es tan diferente a mi casa.— volvió su atención a la pelirroja y le susurró: —¿Podré pedirte un favor ahora yo, querida~?.

—¡A-Ah!, claro, claro que sí.— asintió algo avergonzada

—¿Firmarías mi libro, por favor?, yo firmaré tu libreta.

   Ella tomó su bolígrafo y dio su firma a la primera página agregándole un corazón al final, y fue su turno de recibir un autógrafo del de coleta azul que le dibujó unas estrellas alrededor del escrito, notando que era su nombre sin poder evitar sonrojarse más.

—Muy bien idiotas, ya nos vamos, si no se sientan en los próximos treinta segundos saldrán volando sin poder demandarnos si llegan a sobrevivir.— se escuchó a una voz chillona por el altavoz que erizó la piel a más de uno

—Ohhh~ yo quería hablar un ratito más contigo y Miriam... Que putada,— el peliazul hizo un puchero —¡COÑO!.— se quejó por un golpe en su nuca

—¡Lenguaje!.— le regañó sería la mayor

—Y encima me pegan, ya está.— guardó su libro y tomó su maleta para decir: —Me iré a sentar, espero verlas luego.

   Las mujeres le saludaron para sentarse en sus lugares, cuando el de lentes pasaba por al lado de la pecosa notó como ella puso su pie izquierdo con la intención de que cayera. Pero el chico pasó sin problemas solo para voltear y pisarle sin una sonrisa.

—¡Ellie!, ¿estás bien?.— le preguntó su novia preocupada

—¡Auch, fíjate por dónde caminas!.— le recriminó la chica tocando su pie

—TÚ fíjate dónde metes la pata, maldita zorra.— todos sintieron el frío en su tono, solo para quedar mudos con lo que escucharon a continuación: —Ve mejor a venderte por $100 en una puta y cutre entrevista de chimento, porque eso es lo que vales de su tiempo.

   Nadie dijo nada, solo vieron como caminó por el pequeño pasillo sin esa sonrisa que tenía desde el comienzo. Al llegar al final vio un asiento vacío con su ex compañero de su temporada, colocó su equipaje en el compartimiento y se sentó a su lado, miró al castaño por unos segundos antes de sonreír de nuevo y abrazarlo por los hombros.

—¡Dan~ te extrañé amigo!.— exclamó acercándolo más a él

—También te extrañé.— correspondió al gesto más relajado y dijo: —Oye, te pasaste con Ellie... Pero te entiendo, también hizo comentarios no muy agradables sobre mí en televisión.

—Parece que nadie se salvó de esa perra hocicona.— susurró haciendo reír a ambos como niños

—No seas malo, Jake~ no es su culpa tener el hocico grande.— le regañó con un evidente sarcasmo

—Tienes razón, hay que dejarla así como está... Creo que la dejé renga de esa pierna.— murmuró mordiéndose el labio para evitar carcajear

—Que pena... Para ella, ¡será una ventaja para nosotros si quedamos en el mismo equipo otra vez!.— volvieron a reírse y aprovechó para preguntarle: —¿Tú cómo estás?, no he sabido de ti desde esas infames entrevistas.

—No te mentiré, lo que dijo me dolió por un tiempo... ¡Pero luego decidí darme unas merecidas vacaciones y viajé a Galicia!, mi abuela fue ahí y no se cansaba de contarme lo hermoso que era, y no se equivocó.— contestó mostrando sus dientes en una sonrisa

—Me alegro, ¿y te estás quedando a vivir ahí o cómo?.

—Estoy en eso... ¡Hey, tengo cómics de DC!, ¿quieres leerlas conmigo para no aburrirnos?.— invitó señalando su mochila que estaba en su regazo

—¡No preguntes dos veces!.

   No comenzó la Aventura y ya tenemos drama, ¿qué les deparará el destino a estos participantes y al show?.

💫.

Hay una referencia
en esta historia, para encontrarla vayan a la cuenta de fushiita_canon

Vayan a leer su historia y darle mucho amor, nos vemos❤️

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