— Estoy bien Ara — replica por quinta vez la castaña — No necesito que estes pegada conmigo todo el tiempo —

— Lo sé, pero tu novio no te deja ningún segundo y yo necesito de mi amiga — contesta Ara — Aparte, estas caminando con un bastón, siempre necesitarás ayuda hasta que lo dejes de usar —

Artemisa apenas cumplía una semana que salió de la enfermería, debido a la cantidad de crucios y demas hechizos de ataque que su cuerpo recibió, afecto algunos de sus nervios temporalmente, por lo que le costaba realizar algunos movimientos como caminar o alzar la mano, asi que asistía a clases pero no podía hacer mucho. Los moretones de sus brazos y cara se están difuminando, ahora solo quedan algunos restos en manchas negras, aunque las ocultaba debajo de algunas finas capas de polvo de maquillaje.

Eso si, Riddle no se movía de su lado, y si lo hacia le pedía a la mejor amiga de la chica acompañarla o al duó de hombres, Ragnor y Malfoy, que estuviesen de su escolta. La castaña no sabía que pasaba por la mente del azabache y este no le decía nada.

— Y te lo agradezco Ara — replica la chica con una sonrisa débil, hace mucho que no recibía una atención asi por parte de cualquier ser humano — Pero, ¿sabes qué es lo que Tom está haciendo? No me deja ni siquiera estar cerca de otros alumnos —

La rubia se queda en silencio algunos segundos, pensando correctamente en que decirle a su amiga y, más que nada porque ella tampoco lo sabe y solo escucha las conversaciones a medias que Abraxas tiene con Narcisse.

— Solo sé que Riddle cambio sus planes — comenta la chica acompañado de un hincamiento de hombros — Al parecer, despues de lo que te sucedió, reunió a sus seguidores y dijo que se terminaba todo, ya no seguiría con lo que él planeaba. Ahora solo tiene confianza con nosotros tres, pero no sabemos que nos deparará en un futuro —

La conversación murió ahí y las dos mujeres siguieron su día como si nada. Artemisa en algunos momentos se sentía sofocada por toda la atención y la poca información que tenía acerca de lo que el azabache hacía, inclusive cuando ella le preguntaba directamente, este solo le sonreía y respondía que pronto lo sabría.

A pesar del accidente, la Ragnor nunca dejo de darle su pócima a Tom en los jugos que este consumía; de hecho, ya se terminó el primer frasco, y esperaría algunas semanas para darle de la segunda.

En varias ocasiones, el profesor Dumbledore conversó con ella, más que nada para vigilar su salud y actividades escolares a pesar de no ser su maestro de casa; muchos de los profesores estaban al pendiente de la morocha, tenían medio de que pasará por otro incidente.

El termino del ciclo escolar se acercaba, y Artemisa ya no estaba segura de si Tom haría su dichoso viaje que menciono en invierno, por lo que estaba dispuesta a tomar la invitación de Narcisse a irse a la mansión Ragnor y residir en ese lugar.

— Pero, ¿de verdad no hay problema que viva ahí? — pregunto por segunda vez la chica al castaño.

Narcisse sonrío ladinamente — Artemisa — reniega — Mis padres comprenden tu situación, no hay ningún problema para ellos recibir a alguien, bien sabes que la mansión tiene muchas habitaciones como para tener un centenial de gente y solo la habitamos cinco personas —

— Bueno, entonces me iré contigo — suelta en un suspiro, concentrada en el cuardeno entre sus manos.

Estaban en la sala común, sentados en los sillones frente a la chiminea; ella traía el cuaderno que Narcisse le había regalado de navidad, sabía muy bien de que se trataba, era una libreta que se perdió después de la desaparición de su tía Selene. Durante la segunda guerra mágica, tras la muerte de sus tíos abuelos y el que Selene fue secuestrada por los mortífagos, y los carroñeros, por el mandato del Señor Oscuro, interrumpieron el hogar de los Ragnor y se llevaron muchas piezas de antiguedad, entre ellas la libreta, después de la muerte de Voldemort y el encerramiento de sus seguidores, su padre y tío trataron de buscarlas, pero nunca las encontraron.

El arbol genealógico servía de mucho, pero no tenía toda la información exacta de la familia y las generaciones Ragnor, por empezar que solo detallaba los nacidos despues de Apolo, el primer Ragnor en Inglaterra.

— ¿Por qué te irás con Ragnor? — pregunto una voz que iba entrando a la sala.

Los dos jovenes voltearon a ver de quien era, encontrándose con Riddle cruzado de brazos y caminando hacia la chica, tomando asiento enseguida de ella y encarando al Ragnor. 

— Mmh... Narcisse me estaba ofreciendo su hogar para vivir, incluso después de que terminemos el colegio — habla Artemisa — Le había dicho que no tenía a donde ir en vacaciones y él me mencionó que discutió con sus padres sobre mi situación, los señores Ragnor amablamente están ofreciéndome un techo hasta saber que hacer —

La respuesta dejo a Tom pensando, considerando este que su viaje a Noruega ya no se realizaría, ya que desistió la idea de buscar la diadema de Ravenclaw. Veía ahora más factible quedarse en Inglaterra y aprovechar la influencia de los Ragnor y Malfoy para hacer de su nuevo plan en marcha. Ya no solo dependía de lo que sus profesores le dicen o lo querían, empezó a mover hilos con el profesor Slughorn asistiendo a sus reuniones, ahora necesita más de ellas.

Por lo que sonrió, y sin prestarle mucha atención a sus movimientos, paso uno de sus brazos encima de los hombros de la castaña. Artemisa se sorprendió y se puso tensa por unos segundos para despues recargarse en él, le gustaban los brazos de Tom, para ser delgados, eran cálidos, le recordaban cuando cayó a ese tiempo, fueron los mismo brazos que la levantaron para llevarla a enfermería, pero, en su interior, sabía que ya no eran la misma persona.

Y no se podía decir si eso le aterraba o le agradaba. 

Riddle al ver la reacción de Vincetamor en acercarse más, encerro su brazo alrededor de los hombros y paso el otro encima de su regazo. Era agradable saber que la castaña podía estar comoda con él. 

Narcisse no se perdió los movimientos de ambos slytherin, aunque debía de reconocer que tenia una orgullo por Artemisa, ya que pudo domar a la serpiente mayor.