Me dirigí a la entrada del edificio que estaba en toda la entrada vi en un mostrador pequeño que tenía una chica atendiendo a unas estudiantes, así que camine hacia ellas y me presenté.

—Hola chicas soy Sofía y estoy llegando nueva. —les dije y dirigí mi vista a la chica detrás del mostrador y está me sonrió.

—Un placer Sofía yo soy Marta, estoy a cargo de verificar a los estudiantes ¿traes tú identificación para verificarse en el sistema?. —me dijo muy amable y yo asistí.

La identificación me avía llegado un día antes de venirme así que la había impreso y se la tendí, ella la tomo y busco mi nombre en la computadora y anotó algo en esta.

—Perfecto ya estas confirmada tu llegada, aquí tienes las normas, las llaves de tu casillero, la habitación y las indicaciones de la universidad. — me tendió una hoja.

—Muchas gracias. —la tomé y leí mi número de casillero, el 16 y la habitación estaba en el segundo piso puerta 3, así que primero llevaría mis cosas allí para luego buscar la oficina de la rectora.

—Debes estar en la oficina de la rectora para que confirmes tus materias. —me dijo.

—Ok muchas gracias. —le volví a decir y miré a las dos chicas que estaban allí con nosotras y estás solo me observaron, así que agarre mis cosas y me despedí. —Adiós. —y Marta fue la única que se despidió, así que no le di importancia y subí las escaleras para llevar mis cosas.

Al encontrar la puerta 3 abrí con la llave que me dio Marta y vi que una de las camas estaba ya ocupada así que supuse que mi compañera ya había llegado, yo me dirigí a la otra y vi un armario en la esquina de la cama vacío, supuse era el mío, así que la siguiente hora la dedique a acomodar mis cosas, y cuando termine ya que no traía muchas cosas, tome mi teléfono y llamé a casa, al cuarto pitido lo cogió mi mamá.

—Hija, ¿Cuéntame cómo llegaste?, ¿Como es todo?, ¿Como te atendieron?. —me bombardeo mi mamá con preguntas yo tuve que alejar un poco la bocina porque casi me quedo sin tímpano.

—Calma mamá. —le dije para que dejará hablar y está suspiro. —He llegado bien y me recibieron muy bien, ya tengo todo arreglado, como están ustedes por alla. — le dije y me senté en la cama ya que estaba parada en medio del cuarto.

—Todos bien hija, extrañándote mucho ya, y cuéntame ¿tienes compañera de cuarto?, ¿Como es?. —me preguntó y yo miré la cama vacía.

—Si ya hay una chica, pero no está. —y en eso alguien abrió la puerta y una chica de mi mismo tamaño entro y me miró intrigada y luego me sonrió, yo le señale el teléfono y está asistió pasando y sentándose en su cama y yo la observé mientras mamá, me decía otras cosas allí.

La chica era de mi tamaño con el cabello castaño oscuro y tenía como unos mechones de colores claros, era un poco delgada y de piel un poco tostada y vestía un pantalón negro y una franela azul claro con un dibujo de una flor amarilla, mi mamá me saco del escaneo que le estaba hacia a la chica y le dije que tenía que colgar. —Mamá tengo que colgar, voy a donde la rectora. —le dije y está antes de colgar me dio un sermón de como portarme y que la tuviera informada de todo, mi compañera escuchan todo y una risilla se le escapó y yo le sonreí y congue la llamada apenas mi mamá se despidió y me dijo que le daría mis saludos a todos.

—¿Tu mamá es muy protectora cierto?. —me dijo mi compañera.

—Si a veces se pasa un poco, por cierto me llamo Sofía. —le tendí la mano cuando me levante y está hizo lo mismo.

—Malena, un placer, y tranquila mis padres eran también así hasta que un día me arte y me enfrente a ellos. —me dijo y yo asistí.

—Tu has llegado hoy. — le pregunté y está negó con la cabeza.

—Llegue hace dos días en la tarde, y tome esta cama espero no te moleste. —me dijo señalando la cama y yo negué con la cabeza.

—No te preocupes está bien. —le dije restándole importante.

—Y cuéntame qué carrera vas a cursar, debemos conocernos. —me dijo acostándose en su cama boca abajo y colocó sus manos en su quijada y flexionó los codos en el colchon y me miro.

Yo suspire y me volví a sentar y tome la misma posición en mi cama y quedamos viéndonos de frente, la habitación no era tan grande pero si cómoda para las dos, había una cama en cada estreno y una mesa de noche las separaba y allí reposaba una lámpara común, y frente a las camas estaban nuestro armarios, en la habitación no avía duchas solo un pequeño aseo que contenía un inodoro y un lavamanos y la puerta del aseo por fuera era el espejo que era grande, Malena me miraba esperando mi respuesta así que decidí decirle la verdad pues ella tendría que cubrirme cuando mis padres aparecieran por allí.

—Lo mío es complicado pero tengo que ponerte al tanto porque tú serás mi cómplice. —le dije y está sonrió ampliamente.

—Esto me parece muy interesante, un secreto , suelta esa bomba chica. —me dijo riendo y yo me sentí avergonzada.

—Como verás, mis padres son un poco sobre protectores, sobre todo mamá, ella es muy controladora y puede llegar a ser axficiante en algún momento. —le dije y está me miraba atentamente. —Y bueno yo siempre he echo todo lo que ellos dicen y venirme aquí fue mi manera de liberarme de sus órdenes. — pause un poco y está me dijo.

—Joder chica tu si que estás bien complicada. —y negó con la cabeza y yo decidí decir lo peor.

—Eso no es todo. —está abrió los ojos y soltó una risilla y yo también me reí, no sé porque lo hacía pero me sentía bien. —Mis padres creen que voy a estudiar medicina, cuando en realidad voy a estudiar arte. —solté la bomba que nadien sabía, y está negó con la cabeza.

—Tu historia es muy profunda, y ¿como harás para que crean que estás estudiando medicina?. —me preguntó intrigada.

—Ellos solo vendrán una vez al mes, y entonces cuando vengan yo me haré pasar porque es medicina lo que estudió y si te preguntan algo tú solo di cosas referente a la medicina y listo. —le termine de decir y está asistió.

—Captado. —me hizo una seña militar poniendo su mano firme en la frente y yo me reí.

—¿Y tú qué vas a estudiar?. —le pregunté.

—Yo voy a estudiar diseño, mis padres tienen un negocio de telas y confecciones y quieren que sea mío a futuro por eso me voy a preparar. —me dijo.

—Eso es genial, poder hacer lo que uno quiera. —le dije con una sonrisa.

—Si lo es, para ti esto debe ser un respiro. —me dijo señalando toda mis cosas y luego la habitación.

—Como no tienes idea, quiero hacer las cosas como yo quiera, aunque eso me llevé a romper las reglas de mis padres. —le dije y suspiré, a veces parecía tan ilusa yo.

—Ya verás que sí las vas a romper todas estando aquí. —me dijo con una risita. —ahora vamos a clases y tú dónde la rectora. —me dijo caminando fuera de la habitación.