Capitulo 15
Después casi media hora me levanté de la cama las mejillas seguían húmedas por las lagrimas y la ropa la tenía arrugada por estar enrrollada en forma fetal en la cama, la garganta la tenía seca, así que me levanté.
Me servi un poco de agua y busque para cambiarme la ropa, al abrir el armario la camisa negra de Santiago callo a mis pies y un nudo volvió a mi garganta, ese imbécil se había metido en mis pensamientos, en mis sueños y seguro se estaba metiendo en mi corazón como lo odiaba por ser un idiota, tome la camisa con rabia y la olí, todavía conservaba el olor a su perfume y eso me hizo suspirar.
Así que me pare frente al espejo y pude ver la marca de la mano de logan en mi cadera y en mi cuello, se había tornado un poco entre roja y morada.
Ese imbécil me había lastimado y de paso se había quedado con mi teléfono ahora como haría, no tenía dinero para comprar uno, me entraron ganas de llorar otras vez pero respire profundo y busque entre mis cosas la pomada mentolada que mi mamá me había dado junto a unos medicamentos por si me enfermaba.
Me puse la camisa y cuando iba camino a la cama para colocarme la pomada un golpe suave en la puerta me asusto y dejé caer la pomada al suelo, me acerque a la puerta con cuidado y pregunté quién era.
—¿Quién está allí? —.pegue la oreja a la puerta.
—Soy Santiago Sofía —.apenas escuché su voz, mi corazón se paralizó y comenzó a latir a toda prisa, ¿Qué hacia el allí?, abrí la puerta y lo que vi me dejó consternada.
—¿Qué te sucedió? —.tenía una ceja partida, un golpe bajo su ojos izquierdo y traía una mano agarrando su costado derecho aparte de traer la camisa llena de sangre, el metió la mano en su bolsillo del pantalón y saco mi teléfono y yo me sentí faltan, estaba así por mi culpa.
—Esto es tuyo —.me lo tendió y intento dar un paso y puso una mueca de dolor.
—No debiste hacerlo mira como te dejaron —.lo ayude a entrar poniendo su mano libre sobre mi hombro y dejando que pusiera un poco del peso de su cuerpo en mi, lo conduje a la cama y se quejó.
—Esto no es tu culpa, es mía, logan cree que eres mi chica por eso te ha estado vigilando —.me tense al escucharlo decir que logan me estaba siguiendo.
—¿Vigilando? —.este me miró.
—Si Sofía, logan es peligroso —.lo vi dejar el teléfono sobre la cama y yo me agaché a recoger la crema que estaba a un lado de él, cuando me agaché senti su mano apartar un poco de mi cabello del cuello y seguro miró las marcas, yo me quedé quieta y lo deje mirar —¿Fue el cierto? —.me preguntó molesto.
—Si pero no es nada —.rio amargamente.
—Como no es nada Sofía, te miraste el cuello —.yo me levanté y quedé frente a él, quién me miró fijamente y me recorrió con la mirada y me sentí desnuda frente a él, si la situación no fuera esa, me hubiera acercado a besarlo, ese pensamiento me dejó helada, ¿yo quería besarlo?.
—Déjame curarte esas herida y ver tu costado —.se levantó despacio y quito su mano del costado, yo me acerque y quedé muy cerca, lleve mis dedos a su camisa y lo mire a los ojos —¿Puedo?.
Me referí a quitar su camisa y este asistió con la cabeza, así que le saque la camisa con cuidado y mis dedos rozaron su piel en todo el proceso y un quejido ronco brotó de sus labios, dejé la camisa caer al piso y miré su pecho y su torso que tenían algunos tatuajes y seguí mi inspección hasta su costado y miré un golpe entre rojizo y morado, acerque mis dedos y lo palpe con suavidad, santiago estaba atento a cada paso que daban mis dedos sobre el —¿Duele si hago presión? —.le pregunté.
—Si un poco —.se quejo.
—Con que te golpearon, debemos ir a un médico —.sugerí.
—He recibido peores golpes, eso se me pasa —.tomo mi mano que estaba todavía en su costado y la llevo a su pecho y la dejó allí cerca de su corazón, ese acto me dejó desconcertada y lo mire.
—¿A ti te duele? —.se refería al cuello.
—No, con la pomada estaré bien, vamos a colocarte un poco a ti también —.baje la mano y busque la pomada, quedé frente al espejo y me recordé que solo traía puesta la camisa de él y mis pantys, la camisa me llegaba a los muslos, mire a través del espejo y santiago me observaba y mis mejillas ardieron por completo.
—No me equivoque —.me dijo.
—¿Con que? —.le pregunté ya frente a él otra vez.
—Con la camisa, te queda mejor a ti —.yo abrí mucho mis ojos y me sentí avergonzada.
—Deja de decir tonterías y déjame colocarte la pomada —.me unte los dedos y me acerque a sus costados colocando la pomada.
Mis dedos la esparcieron por toda la zona y lo sentí tensarse y su respiración acelerarse, eleve mi vista hacia el y tenía los labios medio abiertos y su mirada oscurecidas sobre mí. —Listo.
—¿Me toca a mí? —.yo lo mire confundida.
—Colocarte la pomada —.a eso se refería que tonta pensé.
—Ten —.se la di y me aparte el cabello del cuello y este se acercó más a mi, podía sentir el calor de su pecho.
—¿No te hizo más nada? —.se refería a logan.
—Intento besarme y como no me dejaba me apretó con fuerza por el cuello y la cadera —.dije en tono bajo.
—Ese imbécil me las va a pagar —.dijo serio.
—No te metas en problemas por mi —.le pedí y este me miró de frente, tenía el rostro endurecido.
—No puedo dejar esto así, el sabe que no puede meterse con lo mío —.al escuchar mío me dio un sustito en el estómago.
—¿Tuyo? —.pregunté bajo, este me miró y suavizo su expresión y sonrió de lado.
—No te hagas ilusiones niña —.dijo en noto sarcástico.
—Idiota, que te crees —.y se echó a reír y yo no pude evitar sonreír.
—Mira quién lo dice, la que me retrato en una pintura —.carajos pero que creído.
—Hay no, que creído eres tú, dame la pomada y deja que te desinfecte la ceja —.lo escuché reír y me fui por el alcohol y un algodón.
—No eso arde, aleja eso —.se refería al algodón con alcohol.
—¿Y quién es la niña ahora? —.lo obligue a sentarse y me pared entre sus piernas, el ambiente se sentía bien, a pesar de yo estar casi desnuda y el sin camisa no era incómodo, era como si nos hubiéramos visto así siempre.
—Auch eso arde sopla —.pedía y yo me agaché un poco y sople su ceja.
—Listo —.me giré y este tomo mi mano y me detuvo.
—Puedo ver —.me señaló la cadera y yo trate grueso, allí tenía los dedos marcados, pero para el verlos tenía que subir mi camisa y eso implicaba dejar mis pantys al descubierto.
—Es que... —.no podía hablar, el se dio cuenta y me sonrió de lado.
—Tranquila no eres mi tipo —.yo le di con el dedo en la ceja y este se quejó. —Olle eso duele.
—No busques entonces —.me volví a parar entre sus piernas y respire hondo. —Aquí —.señale mi cadera del lado derecho donde estaba la marca.
Este asistió y tomo la orilla de la camisa y la elevó despacio, mi pecho subía y bajaba, sus dedos rozaron mi piel desnuda y sensaciones nuevas me invadieron, dejo todo mi costado derecho al descubierto y me sentí temblar en sus manos.
—Ese hijo de puta, te dejo aquí peor que el cuello, lo voy a matar —.enfureció.
—Tranquilo santiago, no busques conflictos por favor —.le pedí, este agarró la pomada y se colocó en los dedos y los llevo a mi cadera pero antes de esparcirla me miró.
—Te prometo que no se volverá a acercar a ti —.yo asistí con la cabeza y este se dispuso a colocar la pomada, con sus dos dedos, el medio y el índice, pero él no supo lo que mi cuerpo experimento en ese momento.
Mis pezones de sintieron duros y algo en mi entrepiernas no fue normal, sus dedos dando círculos allí, tener su cara frente a mí vientre y con su vista fija en mis cadera se sintió nuevo para mí.
Y eso me asustó, no pude evitar tensarme y dar un paso atrás, me giré dándole la espalda y respire lento, tenía que calmarme, lo sentí a mis espaldas parado allí cerca, muy cerca.
—¿Te lastime? —.me preguntó y yo negué —Si te hice sentir incómoda me disculpo —.yo cruce mis brazos sobre mis pechos no quería que viera mis senos endurecidos me daba vergüenza, me giré y quedé frente a él.
—Es que nunca había dejado que alguien me viera así, casi desnuda y menos que me tocará —.su expresión fue de sorpresa.
—¿Nunca te ha tocado un hombre? —.yo negué. —¿tu novio?.
—Nunca he tenido uno, mis padres no me dejaron —.dio un paso atrás.
—Disculpa si te he incómodado —.agarro su camisa —Creo que mejor me voy.
—No espera —.tome su mano y el me miró. —Hablando de eso como entraste —.cambie de tema.
—Eso no te lo puedo decir —.intento pasar por mi lado y llegó a la puerta.
—No te vayas —.le pedí cuando estaba frente a la puerta - no quiero estar sola.
—¿Segura? —.me miro.
—Si puedes usar mi cama, yo duermo en la de Malena... hay dios se me olvidó Malena —.agarre mi teléfono y santiago me habló.
—Yo ya hablé con ellos quédate tranquila —.se sentó en la cama y me miró.
—Con ellos —.este me señaló la cama de Malena y yo me subí en ella.
—Ellos fueron los que me avisaron de lo que te paso y yo sabía dónde estaba logan, así que fui discutimos y pasó lo que pasó y luego cuando venía les llame y les conté todo, luego llegué aqui —.me relato todo resumido.
—Gracias —.le sonreí. —Mejor tratamos de dormir ya casi no falta mucho para el amanecer —.me fui a la cama.
—Descansa —.dejo la camisa en un lado de la cama y se recostó boca arriba pasando un brazo bajo su cabeza y el otro lo colocó sobre sus ojos, yo lo mire por última vez y apague la luz y me acosté mirando el techo, que día había sido el mío.
Primero logan, luego Santiago y tenerlo allí sin camisa sobre mi cama era increíble, no podía ya negarlo sentía muchas cosas por el, ¿Pero el sentiría algo por mi?.
Con ese pensamiento me dormí.
Santiago:
La escuché roncar bajito y supuse se había dormido ya, yo me giré un poco y con la luz que se proyectaba de la calle por la ventana, iluminaba un poco la habitación y pude detallarla un poco, Sofía era una chica linda, tenía sus encantos, todavía conservaban rastros de su adolescencia y me regañe a mi mismo, yo tenía 21 años y ella cumpliría apenas 18 años.
Me habia contado Darío que Malena le estaba haciendo una fiesta que si quería asistir, yo estaba indeciso porque no sabía si ella me quería ver, desde hacía unos días ya tenía claro mis sentimientos hacia ella, y eso me tenía asustado.
Ella rompía la promesa que me había echo a mi mismo, de no enamorarme y menos de alguien menor de edad, pero ella pudo, en tan poco tiempo lo hizo y eso me ha tenido asustado, no saber cómo manejar este sentimiento.
Todo estos días en los que me estuvo evitando me sentía enfadado con Darío por dejar que ella me viera pelear aquella noche, ver cómo me ignoraba cuando yo estaba cerca, oh incluso cuando ya no andaba con Malena y Darío cuando salían.
Un día tome valor y me acerque a Malena para preguntar por ella y cuando me dijo que ella no queria saber nada de mi, me sentí fatal y preferí seguir mi camino, hasta ese día en la cafetería cuando la vi con ese chico, riendo y conversando a gusto, me sentí celoso y eso me llevo a dejar que Daniela me coqueteara para ver su reacción y está me ignoró por completo.
Pero ahora estábamos aquí en la habitación uno al lado del otro, todavía sentía lo suave de su piel en mis dedos y en como se tenso ante mis toques, como su cuerpo reaccionó a lo desconocido y saber que ningún hombre la habia tocado o visto, me gustaba mucho esa sensación que me producía y con esos pensamientos sobre Sofía me deje llevar por el sueño.
Mientras en otra parte.
A solo unas horas para la sorpresa de Sofía.
12:45pm, del 05 de noviembre.
—Por favor es una sorpresa abra con cuidado —.alguien le dijo a Marta.
—Ya casi —la puerta se abrió y lo que se miró dejo a todos paralizados.
Santiago y Sofía a punto de besarse.
Y un pastel cayendo al suelo.
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