Capitulo 12
Lo caliente del sol y la brisa con olor del mar, me relajaron tanto que sin darme cuenta me quede dormida.
Pero sentí cuando alguien me lanzo arena a la cara y me levanté de golpe insultando al idiota que me había lanzado la arena. Pero cuando fije mi vista en el idiota me quedé congelada y vi que era Santiago pero lo peor fue ver sus ojos clavados en mis senos que por alguna razón estaban al aire libre y de los nervios lleve mis manos allí, y sentí mi cara arder de vergüenza.
La gente nos miraba y otros reían bajito, Malena se levantó de golpe y me decía lo siento mucho Sofía, pero santiago reacciono y me cubrió con la toalla que recogió de la arena, la vergüenza no cabía en mi.
—Sofía perdón esto fue mi culpa —.me dijo otra vez Malena.
—Santiago ya déjala vamos a comer —.hablo Daniela y yo la mire mal, así que me aleje de Santiago y comencé a guardar mis cosas, solo quería irme de allí.
Pero no vi por ningún lado la parte del traje de baño, que carajos se habia hecho así que seguí con la toalla cubriendo mi cuerpo y le hable a Malena.
—Me quiero ir —.le dije.
—Vayan ustedes ya los alcanzó —. escuché decir a Santiago y luego se acercó a mí a ayudarme a guardar las cosas.—Deja yo lo recojo tu sujeta bien la toalla —.y me miró con una sonrisa tierna y mi cara ardió más.
—No tienes porqué ayudarme —.le dije y este se encogió de hombros.
—Pero quiero — respondió.
—Déjalo que ayude Sofía —.me riño Malena y me codeó yo rode los ojos.
—Listo, ¿Quieren comer algo? .—nos dijo levando mi mochila a su hombro.
—Yo sí quiero —.hablo rapido Malena.
—¿Quieres?.—me dijo al ver que yo no respondía.
—Si quiero .—dije después de ver los ojos muy abiertos de Malena y está aplaudió cuando dije que si.
—Vamos, allí hay un baño y te puedes arreglar.— yo solo asistí y camine a su lado, Malena venía con una sonrisa que no le cabía en la cara y me decía calladito al oído.
—Yo creo que le gustas —.yo solo la mire mal y le dije que se callara.
Llegamos a una especie de restaurantes Cerca de la costa y vimos a los chicos, Darío se puso feliz al vernos y Marín y su novia estaban normal, en cambio Daniela me miró bien mal y puso su cara de fastidio, santiago me dijo donde quedaba el baño y yo me fui con mi mochila, Malena me dijo si quería que fuera y yo le dije que estaba bien que se quedara, así que me dirigí al baño.
Ya dentro del baño busque la camisa que me habia puesto esa mañana y cuando me la puse mis senos se marcaban pues no era gruesa la tela, me sentí frustrada por eso.
Ahora que hacía, me arregle un poco el cabello echándolo hacia adelante para ver si tapaba algo, pero era muy poco lo que pudo tapar, así que no tenía más remedio que salir así.
Me lave las manos y me eché agua en la cara cuando sentí la puerta abrir y miré por el espejo a la persona que me detallaba con desagrado.
—No sé que estás haciendo pero de una vez te digo, que te mantengas alejada .—me dijo Daniela y yo fruncí las cejas y me giré a observar su cara.
—¿Cuál es tu problema conmigo? .— la encaré si creía que me iba a intimidar estaba equivocada, crecer con hermanos varones te hace fuerte.
—Todo tú lo eres, con esa carita de que no rompe ni un plato, pero debes ser una... —no la deje terminar de hablar y me le acerque.
—Mide lo que vas a decir porque no te tengo miedo .—ella se sorprendió por mi valentía y me miro mal, así que agarre mi bolso y le pase por un lado pero está me tomo del brazo y me amenazó.
—Alejate de el o no respondo .—yo jale mi mano y salí de allí molesta que le pasaba, por mi sé lo podía quedar si quería.
Santiago:
La vi llegar molesta y con el bolso colgado adelante y se sentó frente a mí, al lado de Malena, ya todos habíamos pedido comida y solo faltaba ella y Daniela que no sabía dónde andaba metida, Sofía miró a todos y luego sus ojos se conectaron con los míos y pude ver que estaba molesta por algo.
—¿Que quieres comer?.—le dije para romper el ambiente tenso que traía y está se encogió de hombros así que yo le di el menú para que escogiera.—Yo invito .— le dije y Darío me habló.
—Olle y porque a mí no me invitaste .—me dijo en tono ofendido.
—No molestes y porque siempre andas viviendo de mi .—lo moleste y este puso cara de ofendido dramático y todos rieron menos ella que me miraba solo a mí y su semblante cambio cuando Daniela se sentó a mi lado muy cerca y ellas intercambiaron miradas nada cariñosas.
—Quiero pedir, ¿Me das el menú?.—-me tomo la mano Daniela coqueta y miró a sofia.
—Yo lo estoy mirando .—le dijo de mala gana y todos notaron la tensión que había entre ellas, yo me imaginé que estaba pasando así que aleje mi mano de Daniela y la mire.
—Deja que ella pida y luego pides tú .—está me miró mal.
—Yo solo quiero una ensalada y unos plátanos fritos con salsa .—respondí, yo no era amante a la comida del mar, santiago asistió y tomó el menú y se lo dio a Daniela quién pidió sushi.
Sofia:
—Porque no dejas el bolso en un lado, asi no podrás comer .—me dijo Malena y yo le dije bajito porque no podía y está asistió y miró de reojo a santiago quién nos miraba a las dos y se dio cuenta de lo que pasaba así que se levantó y saco de su bolso una franela negra y me la tendió.
—Usala .—yo me sonroje y la tomé, Malena me miró con una sonrisa cínica y Daniela con una asesina así que disfrute ponérmela y verla a la cara y Daniela quién me mato con los ojos.
—Gracias no tenías que hacerlo .—le dije en un tono suave.
—No hay problema yo quiero hacerlo .—y volvió a repetir esas palabras " yo quiero hacerlo ", que bipolar era.
—Que generoso estas hoy .—le dijo Darío.
—Eso mismo pensé yo.—hablo Martín.
—No exageren .—le dije.
—¿Te digo algo Sofía?, el nunca hace eso por nadien .—se rio Darío y santiago le lanzo un pedazo de pan.
—Cállate Darío si quieres seguir viviendo.—lo amenazó y todos rieron incluso yo, claro menos Daniela que tenía cara de querer matarme y eso me hizo reír más, me coloque la camisa y pude sentir su olor a colonia y me gustó mucho.
Al cabo de una hora ya estamos recogiendo las cosas para irnos.
—¿Ustedes vinieron en taxi?.—nos preguntó Darío a Malena y a mi que ya estábamos saliendo del restaurante.
—Vinimos en metro.—le dijo Malena.
—¿Si quieren las llevamos?, nosotros, andamos en el carro de Santiago —.nos ofreció.
—No queremos molestar .—dije yo.
—Tranquila allí cabemos todos, porque Marín anda en moto con su novia y solo venimos Daniela, Santiago y yo, así que sobra espacio .—tomo los bolsos y se dirigió al auto y en eso llegó santiago a nuestro lado.
—¿Vienen con nosotros?.— miró a Darío poniendo los bolsos en el maletero del auto.
—Espero no molestar.— dije.
—Chicos ya vengo.—nos interrumpió rapido Malena y se fue tras Darío y me guiño un ojos.
—Claro que no molestan, ya te dije que nos estaremos viendo.—y señaló a Darío que le daba un beso a Malena en la boca y yo voltee a otro lado.
—Si lo dices así, me encantaría ir contigo.—le dije en tono sarcástico y este solo rio y nos encaminamos al auto.
Que resultó ser una belleza, era un camaro azul oscuro del año 1996, pase mi mano por este y miré a Santiago con una sonrisa sincera.—Es muy hermoso.—confesé y este se sintió bien.
—Gracias.—me abrió la puerta de copiloto y yo lo mire dudando en entrar.
ese momento se sintió tan personal para ambos que no supimos que más decir y nos quedamos así, el con la puerta abierta y yo frente a esta sin mover ni un músculo y nuestras miradas batallando por decir de todo.
Yo no sabía muy bien que sentir, el me exasperaba, sentí un pequeño empujón por parte de Malena y me fui hacia adelante casi dándome en el pecho con el techo del carro pero santiago metió su mano y freno el impacto, su brazo quedó entre el carro y mi pecho y sentí mis pezones ponerse duros sobre la firmeza de su brazo y el rose me envió una descarga por todo el cuerpo, así que me aleje y mire a Malena.
—Yo ya me quiero ir.—se excuso y entró al auto junto a Darío, pude ver a Martín y las chicas venir así que me introduje en el auto yo también antes de que Daniela me quitara el puesto.
Pinche bruja me reí, santiago se subió y me miro otra vez y me sonrió dulce y mi corazón dio un brico, eso no me gustaba.
—¿A donde me siento?.— dijo Daniela llegando al lado de Santiago.
—Sube atras con los chicos.—está se agacho y me miró mal y luego se fue detrás, santiago encendió el auto y salimos de la zona de la playa, así que yo solo mire por la ventanilla a disfrutar del aire fresco y el olor al mar y sin darme cuenta me dormí.
—Olle llegamos.— sentí un pequeño jalón en mi hombro izquierdo y me queje abriendo los ojos, era Santiago y ya estamos frente a la residencia.
—Me quedé dormida disculpa.—me frote los ojos.
—Tranquila ya Malena subió.—mire el auto vacío. Carajos había dormido tanto, que ni Daniela estaba allí.
—Creo mejor subo ya es tarde.—me fijé en la camisa y me dispuse a quitármela cuando esté me freno tomando mi mano.
—Quedatela no sería visto bueno que entres sin ella mostrando tu sabes.—yo me sonroje pero asistí y miré su mano sobre la mía aún, este también se dio cuenta y retiro la de el.
—Vamos saco los bolsos.—salió del auto y abrió el maletero, yo lo seguí y me entrego los dos bolsos.
—Gracias por traernos.—agradecí.
—No fue nada.—cerró la maleta del auto y caminamos frente al auto.
—Mejor subo, ya después te entrego la camisa y otra vez gracias por ello.—este asistió con la cabeza y se acercó a mí de repente y se detuvo frente a mí, yo levanté un poco la cabeza ya que era un poco más alto que yo.
—Te confieso que te queda mejor a ti.—y se acercó a mí mejilla y dejo un beso allí y yo me quedé paralizada ¿Qué habia sido eso?.—Nos vemos.—dijo y se subió a su auto y lo vi acelerar y irse, yo me giré y entre a toda prisa con la mano sobre la mejilla, fue sorpresivo pero me habia gustado no lo podía negar.
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