#16
Espero que les guste~
Las tablas se rompieron con un fuerte crujido, pedazos y astillas cayendo al suelo, la puerta sugiriendo un destino bastante parecido, marcas negras encima de la madera que no resultó destrozada y un agujero grande en donde se centro aquel disparo. Bendy se estremeció un poco ante el ruido, porque era la primera vez en su existencia que escuchaba un estruendo como ese, congelado al ver el interior de la habitación, notando de manera distraída qué nada había cambiado.
Incluso había alguien aún en la mesa de operaciones, uno de los tantos Boris que existieron y uno de los pocos que logro conocer de manera personal, con el pecho abierto y los ojos vacíos mirando a la nada.
-Oh, por todos los cielos...- los hermanos hicieron una mueca de espanto. Habían esperado algo malo, se prepararon mentalmente para ellos durante unos pocos minutos, pero un cadáver aún era impresionante y horrible, en especial en el estado en el que estaba. La habitación en si no era una oficina como decía la placa, parecía más una especie de laboratorio, con algunas estanterías llenas de libros y otros con frascos llenos de un líquido desconocido, cada uno con algo que lucia como órganos de tono oscuro en su interior. Muebles con puertas que guardaban quien sabe que más cosas, con algunos dibujos rápidos y llenos de notas pegados en ciertos lugares. También, además de la mesa de cirugías aún ocupada y con grilletes metálicos, había un escritorio y una silla, el primero lleno de papeles y libros abiertos. Incluso había un pequeño en la esquina, con un abrigo de aspecto viejo lleno de polvo y telas de arañas, con un sombrero en la parte superior, y una maleta a los pies.
Todo era un desastre, como si aquel creador en su estado de locura se hubiera ido a toda prisa, quizás siendo arrastrado por alguna de sus propias creaciones o huyó de algún peligro, ninguno de ellos lo sabía.
-Muy bien, hagamos esto para que podamos irnos de aquí lo más pronto posible- el de rojo hace un gesto, incómodo.
-¿Tienes idea de en donde puede estar esa cosa?- el de azul miro al demonio mientras su hermano se adentraba un poco más en el lugar, quien estaba analizando todo con una mueca en el rostro. Bendy duda, aprensivo y lleno de temor, pero se obliga a si mismo a avanzar y adentrarse en ese infierno del que había escapado hace años antes, sus manos temblando mientras mira de reojo a su alrededor, empujando los recuerdos que intentan inundarlo pero sin atreverse a ver el cadáver en la mesa. Analiza los muebles, empujando a un lado lo peor de sus recuerdos y centrándose en buscar la presencia de aquella cosa entre sus recuerdos.
Sus ojos se detienen en el cuadro en la pared, estremeciéndose ante la foto de Joey que ahí esta enmarcada y que parece mirarlo desde arriba, lleno de superioridad.
Se acerca con pasos temblorosos, sin notar que los hermanos se detuvieron en seco para mirarlo con curiosidad y preocupación, sintiéndose incapaz de apartar la mirada de ese rostro y sintiendo que algo en su interior se retorcía hasta el punto de ser incomodo. Es su creador, aquel que le dio la vida a él y tantos más, pero siendo también quien arruino muchas cosas con el pasar de los años, experimentando y operando a cada creación que salía de la maquina, buscando algo que nadie entendía, y destruyendo a cada versión que llego al mundo, sin siquiera parecer arrepentido. Y él fue el único de su especie, el único Bendy que llego y aquel que sufrió a sus manos durante años, sin que nadie lo rescatara, hasta que aquello se desato.
La sensación en su pecho explota y algo parece encenderse, como una chipa que se convierte en una llama llena de tanto sentimiento que no puede contenerse. Su boca se abre en un grito que nunca podría ser escuchado por lo que ese hombre hizo y extiende su mano, escuchando una especie de rugido en el fondo de su mente mientras la tinta de su brazo se retuerce y extiende, cubriendo su mano enguantada, haciendo que luciera como la mano de un monstruo. Es grande, con dedos largos y que terminan de forma afilada, como garras, algo que no duda en usar golpear ese tonto cuadro. Se escucha un fuerte crujido de madera, como si algo se rompiera, y es algo que ahoga apenas el grito ligero de los presentes pero Bendy esta hundido en propios sentimientos de momento y no nota nada más que los ojos de aquella foto que aun lo observar. Aprieta los dientes, habría dejado soltar un gruñido si pudiera, pero se conforma con rasgar aquel rostro que es el dueño de la mayoría de sus pesadillas y lo pisotea, solo para darse el gusto por unos segundos, jadeando en silencio.
-¡Bendy!- Mug reacciona al verlo tropezar, acortando la distancia entre ambos, con las manos flotando y sin saber que hacer, horrorizado por la gran garra que parece derretirse de repente, manchando el suelo con tinta. -¿Qué fue eso?- se atreve a sujetarlo por los hombros para mantenerlo erguido, confundido por lo que acaba de ver pero Bendy luce perdido de igual manera, mirando su mano con sorpresa, como si ni siquiera él supiera que había sucedido.
-No lo sé- Cup frunce apenas el ceño, preocupado por el demonio al verlo jadear, pero su vista se fija en donde estuvo el cuadro y se permite silbar, con asombro ligero. -Pero él encontró lo que buscábamos- el cuadro parece haber funcionado como una especie de puerta que ocultaba unas repisas extra que están más adentro de la pared en comparación a las demás, con libretas y un libro color negro de aspecto grueso pero la atención de la taza esta en el frasco con tapa que allí esta. Esta lleno de un liquido color rojizo, un tono algo brillante y que sobresale debido a todo su entorno de colores apagados, pero allí esta. -Genial, podremos irnos de este lugar- se acerca para agarrar aquello por lo que llegaron a ese mundo. -¿Estás bien?- se atreve a preguntar cuando los ojos negros se fijan en él, el demonio luciendo atontado y algo perdido, quizás un poco desorientado después de su demostración repentina de poder.
Bendy asiente, rápido, sacudiendo bruscamente la cola y eligiendo ignorar lo que acaba de suceder, lo que hizo y lo que eso significa, pateando apenas el cuadro destrozado en el suelo pero sus manos tiemblan demasiado como para siquiera intentar hacer un gesto y se rinde con un suspiro.
-Podemos irnos ahora- el de azul le muestra una sonrisa suave, pudiendo ver como se enderezaba un poco ante eso, y extiende su mano.
-Vamos- el de rojo hace lo mismo, ambos en un ofrecimiento que logra que el demonio los mire con alivio y agradecimiento puro, agarrando las manos que le extienden antes de que los hundiera a todos en tinta, emergiendo justo frente al portal. -Agh, eso sigue siendo raro- los hermanos hacen muecas a juego, algo asqueado, porque eso aun es una sensación rara, como ser hundidos en una oscuridad acuosa que huele y sabe a tinta, pero aun es una buena forma de moverse con rapidez.
Aunque ver el portal trae una sensación de alivio en los tres, algo que los inunda y les permite relajarse un poco, todos dispuestos a dejar ese mundo atrás de momento, incluso el demonio que se suponía que allí pertenecía.
-Oye- Cup llamo, sin hacer el amague de saltar aún y Bendy lo miro, con los ojos bien abiertos llenos de curiosidad, sacudiendo apenas su larga cola tras de si. -¿Puedes...arreglar eso?- hizo un gesto, señalando a los cuernos algo deformados y su frente que parecía haber estado goteando. El demonio frunció apenas el ceño, confundido, alzando las manos para tocar su cabeza, abriendo los ojos con realización. Sus manos enguantadas fueron rápidas pero cuidadosa, moviéndose en algo que obviamente era algo común, rearmando sus cuernos y limpiando su frente, llegando a lucir más como en los dibujos que inundaban las paredes. -Mejor- le muestra una sonrisa tentativa que el otro le devuelve enormemente.
-Ah, esto es bueno- Mug piensa, aplaudiendo para si mismo, aliviado de que su hermano dejara su resentimiento y molestia sin sentido a un lado, incluso si fue en esa situación, era preferible que eso sucediera antes de que llegara muy lejos y el de rojo cometiera un error que fuera imperdonable o algo así de mano. Esta contento de que de cierta manera, esos dos parezcan llevarse bien. -Ahora, salgamos de aquí- hace un gesto, los otros dos asintiendo con cierto apuro, y uno por uno, saltan.
Atravesaron el portal, tropezando un poco al llegar al otro lado pero siendo rápidos en recuperarse, los hermanos con las manos en alto y su dedo brillando en preparación mientras se acercaban a la puerta, con el demonio sujetando el disolvente de su mundo entre sus manos siguiéndolos de cerca pero cuando abrieron la puerta, todo estaba tranquilo. Frente a ellos, todo el suelo estaba húmedo, con charcos de todos los tamaños formados como si hubiera llovido pero ninguna señal de tinta o monstruos.
-Vaya~- tararean ante aquello, aliviado de ya no ver ningun peligro inminente, aunque el de rojo un poco molesto por no haber podido ayudar activamente contra esas cosas.
-¡Volvieron!- Mickey es el primero en verlos y acercarse, sonriendo lleno de felicidad y alivio. Parece tranquilo, algo mojado por el aspecto de su pelaje y ropa pero ileso, aunque Bendy ladea apenas la cabeza con curiosidad al notar que el ratón parecía estar acunando una de sus manos contra su pecho de manera disimulada, un gesto que no llama la atención de nadie más pero la suya si por alguna razón.
-¡Y consiguieron el disolvente!- Oswald también se acerca, con las orejas en alto y una sonrisa en su rostro, igual de mojado que su hermano por alguna razón. -¡Eso es genial!- rodea los hombros del ratón con su brazo para acercarlo a su costado, lleno de emoción apenas contenida, y el otro ríe, apoyando su mano en la espalda ajena, permitiéndose acurrucar por unos segundos pero manteniendo su otra mano cerca de su pecho, sin necesidad de verlo para saber que había marcas verdes asomándose por debajo de su guante y manchando sus manos por completo, puede sentir la quemazón.
-¿Qué les sucedió?- Mug se atrevió a preguntar, sonriendo con diversión, casi queriendo reírse por el aspecto de los presentes y la extraña escena. Parecía más como si hubieran estado jugando con agua y no luchando contra monstruos de tinta, era algo graciosos al decir verdad.
-Félix perdió un poco el control de la manguera- Ink es quien contesta, acercándose con pasos firmes, y siendo la más mojada entre ellos hasta el momento, goteando agua a su paso, bufando con fastidio fingido pero esta sonriendo, llena de diversión. -Y en serio, bañarme con manguera no estaba en mis planes-
-En los planes de ninguno- el conejo agrego, mientras el ratón asentía con una gran sonrisa en su rostro y con la diversión ayudando a ignorar la molestia en su mano.
-En mi defensa, todos se cruzaron en mi camino- Félix termina por acercarse, luciendo tan mal como ella, haciendo una mueca ligera ante el pelaje mojado y el olor a gato húmedo que se sentía en si mismo. -Pero tu, me mojaste a propósito- la miro con mala cara, haciendo un puchero infantil a pesar de que se suponía que él era el mayor en el grupo.
-Y en mi defensa, tenía derecho a vengarme- la sonrisa de la coneja solo se agrando, orgullosa de si misma, recordando que había logrado robarle el control de la manguera al felino y lo termino por empapar en cuanto el peligro desapareció. También, puede o no que haya soltado una risa loca en un triste intento de imitar a un villano pero eso era algo que iba a quedar entre los que estuvieron allí.
El demonio se anima a verla, porque ella fue la más amable desde el principio y le tiene un cariño al decir verdad, sonriendo sin poder evitar y acortando la distancia entre ambos para poder abrazarla, sin importarle que estuviera mojada, sonriendo enormemente.
-¡Bendy!- ella le devuelve el gesto con fuerza, contenta de verlo y aliviada de que haya vuelto a salvo, esperando que no hubiera sido demasiado para su amigo el haber tenido que volver a ese lugar en busca de aquello que alguna vez lo lastimo. -Oh, cielos, que bueno que estés bien- lo aparta para poder tomar su rostro entre sus manos, con preocupación brillando en sus ojos de diferentes colores, analizando al otro. Parecía que estaban teniendo una conversación silenciosa entre ellos, hasta que la expresión de ella se derritió en algo suave y triste. Solo lo volvió a abrazar con fuerza, un gesto que él devolvió, y es entonces cuando ella alza la vista, sus ojos encontrándose con los de los hermanos que los miraban fijamente, pudiendo notar por sus expresiones que algo había pasado en ese mundo.
Ink estaba segura de que habían visto algo horrible allí, algo oculto en uno de los tantos cuartos que ese enorme estudio tenía cerrados.
-En todo caso, creo que llego la hora de una ducha- el rey hablo, rascándose la nuca, alborotando aun más su pelaje en el proceso. -Luego, hablaremos sobre el tema del disolvente y el tema de La Mancha pero antes, hay que estar limpios, antes de que todos olamos a animal mojado y Hortensia nos regañe- hizo un gesto hacia la puerta del castillo, dispuesto a atrasar la charla sería por un momento relajante bajo la lluvia de la ducha, lo necesitaba en este punto. -Vamos- se dispuso a entrar, esperando que su esposa no se enojara demasiado por el camino mojado que iban a dejar en el interior, ya podría limpiarlo después.
-Una ducha~- tarareo el gato con una sonrisa, ya rebuscando por sus cosas en su bolso y siguiendo al conejo.
-Eso sería bueno- el ratón sonrío, moviendo los de dedos de la mano que acunaba de manera tentativa, apenas haciendo una mueca ante la sensación de ardor que desaparecía de manera lenta mientras el disolvente desaparecía de su sistema.
-¡Yo no tengo nada!- Ink reclamo al darse cuenta de ese detalle, dejando caer las orejas con una mueca y sollozo dramático.
-¡Dejare algunas cosas en tu cuarto, no te preocupes!- y ella suspiro de alivio ante las palabras del felino, agradeciendo al cielo por ese bolso mágico sin fondo alguno.
-Genial~- sonrío, dispuesta a adentrarse al castillo como todos los demás y darse una ducha con agua caliente, aunque no quería imaginar lo que sería tener que cepillar todo el nuevo pelaje que tenía, aun era extraño recordar que era un toon con apariencia de coneja. En serio, todo era muy raro.
-Oye- pero ella se detuvo en seco al escuchar a Cup, mirándolo con curiosidad, agarrando una de sus orejas para intentar quitar algo del exceso de agua, pudiendo retorcerla cual toalla solo por la magia de las caricaturas e ignorando de momento la gran cantidad de agua que cayo al suelo a favor de enarcar una ceja. -Yo...- dudo, luciendo incomodo y fuera de lugar, removiéndose en su lugar con cierta ansiedad, mientras Mug lo miraba con diversión antes de extender al mano y golpear a su hermano de rojo en la espalda, logrando que tropezara. -Les debo una disculpa- logro decir.
-¿Por haber sido un imbécil que intento dispararle a mi amigo sin ningun razón?- Ink fue directa, quizás un poco bruta también, y el de rojo hizo una mueca pero termino por asentir, sabiendo que había mucha razón en esas palabras. -Esta bien, me había esperado tu actitud, si tengo que ser sincera-
-¿En serio?- Cup parpadeo, confundido y un poco perdido ante eso.
-La ventaja de conocerlos a todos- se encogió apenas de hombros, dispuesta repetir el proceso anterior con su otra oreja antes de levantarlas, sintiendo que estaban mucho más livianas sin el exceso de agua pero su pelaje estaba alborotado, empeorando los rizos que tenía al decir verdad. -Sabía tu historia con Devil, la apuesta por la que perdiste tu alma y la de tu hermano, todo el recorrido que tuvieron que hacer como parte de su trato y su enfrentamiento con ese loco. Era sabido que uno de los dos iba a tener problemas con un demonio, en especifico tu, porque Mug no parece del tipo que guarda resentimiento con mucha facilidad-
-Eso es...raro- señalo el de rojo, mientras el de azul parpadeaba con sorpresa al parecer.
-Quizás- tarareo, para nada ofendida, sabiendo que toda la situación en si era bastante rara para todos los involucrados. -Pero aun así, ya estaba consiente de como te comportarías, incluso si no me gustaba eso- Bendy aplaudió ante ella, algo asombrado, preguntándose una vez más como funcionaban las cosas en al cabeza de su amiga. -En todo caso, tengo curiosidad por algo- se llevo las manos a la cintura, ladeando apenas la cabeza. -¿Qué te hizo cambiar de actitud?-
-En esa oficina...había un cadáver de un toon con el pecho abierto- el de azul fue quien contesto, con una mueca de asco y horror en su rostro, mientras su hermano desviaba apenas la vista y apretaba con fuerza los puños.
-Oh, cielos- ella miro de reojo al demonio, quien se estaba encogiendo un poco en su lugar, con angustia ligera mientras retorcía su larga cola entre sus manos. -Supongo que encontraron a uno de los Boris disecados- los miro con tristeza. Había esperado que no se encontraran con algo así, no quería que los hermanos vieran eso al decir verdad, pero no parece que la suerte estuviera de su lado en ese sentido.
-¡¿Uno?!- la miraron con espanto.
-Joey siguió creando una versión nueva de sus personajes cuando el anterior...- hizo un gesto ligero, sin querer tener que completar esa frase pero ellos parecieron entenderlo, pudo verlo en la forma en la que sus rostros decayeron, uno luciendo al borde del llanto y el otro con furia que solo crecía. -Hubo muchas versiones de todos, excepto de Bendy. Fue el único que no tuvo otra versión porque él se aseguro de mantenerlo vivo- el mencionado los miro con timidez, casi avergonzado, no había querido que nadie supiera la realidad de su mundo y ellos habían visto algo horrible, una de las tantas cosas. -Se los dije, el tipo estaba loco- agrego ante la expresión en los rostros ajenos.
-Ah, me siento como todo un imbécil- el rostro de Cup se desmorono, lleno de arrepentimiento, agradecido con su hermano que no dejo que su mala actitud llegara muy lejos y que evito que hiciera alguna tontería más grande a parte de malas miradas. -Lo siento- miro directamente al demonio ante eso, sabiendo que este merecía unas disculpas sinceras y directas.
-Bueno, al menos, te disculpas- Ink tarareo para si misma, satisfecha. Y mientras tanto, Bendy parpadeo, algo sorprendido al decir verdad porque era la primera vez que alguien que no fuera Audrey se disculpaba con él, sintiéndose un poco perdido respecto a lo que debía hacer a continuación y mirando a la coneja en busca de alguna especie de consejo. -Es tu decisión- hizo un gesto y el demonio se enderezo, volviendo a mirar a los hermanos, pensativo. Al decir verdad, Cup pudo haber sido brusco y algo grosero, incluso había intentado dispararle, pero podía entender un poco mejor su actitud después de escuchar lo que la coneja había dicho. Ellos tuvieron problemas con un demonio por lo que pudo entender, uno que intento llevarse sus almas y con el que tuvieron que pelear al parecer, así que cree que puede entenderlos, hasta cierto punto.
Bendy siente rencor, hacia su creador que le había hecho cosas horrible y contra aquel que los había abandonado para dejarlo a manos de ese loco, pero no cree que puede sentirse enojado contra Cup, no cuando puede ver su arrepentimiento genuino. Así que no tiene problemas en tomar su decisión, avanzando para acortar la distancia entre ellos, solo para tomar la mano ajena. La acuna entre las suyas, dándole un apretón ligero, mostrándole una gran y brillante sonrisa, en espera de que se le entendiera sin señas.
-¿Estoy perdonado?- aunque Cup solo quiere asegurarse, relajando su cuerpo con alivio al recibir un entusiasta asentimiento como respuesta. -Gracias- le da un apretón a las manos del demonio, cuya cola se mueve con felicidad notable, y la coneja aplaude ante la escena.
-En ese caso, ¡yo también te perdono!- Ink avanzo con los brazos en alto, abrazando al otro, quien se quejo a medias ante su estado empapado pero aun así, se apoyo en el toque, colocando su mano libre en la espalda de ella y con una sonrisa de alivio en su rostro. -Ahora, todos somos amigos- declaro con orgullo en cuanto se separo.
-¡Amigos!- Mug se adelanto para abrazarlos a todos, medio aplastando a su hermano en el proceso, pero estaba contento. Su hermano reacciono y ahora, tienen más amigos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro