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#14

Espero que les guste~

Nota: Había olvidado lo entretenido que era escribir de este grupo xD

Se tomaron un descanso, no solo para tomarse el tiempo de limpiar lo que habían ensuciado y lavar los platos para poder guardarlos luego de secarlos, sino también para darse unos minutos extras para digerir del todo lo que habían hablado hasta el momento. El hecho de Ink fuera una humana que de alguna loca y extraña manera se había convertido en una especie de toon hibrido al ser arrastrada por el portal no era la principal preocupación al decir verdad, aunque si era un fenómeno que ninguno de ellos podía entender aun, pero las implicaciones que llegaron con el simple hecho de esa extraña idea de que La Mancha ansiaba llegar al mundo real...bueno, eso si que era un gran peso extra, incluso si Mug y Cup no entendían del todo aun que podía significar algo así.

Todos se sentaron cuando terminaron, sabiendo que no había manera de que pudiera retrasar esa conversación por más tiempo. Tenían que hablar, intentar idear un plan o algo así para poder derrotar a La Mancha y esta vez, que fuera de forma permanente.

-Entonces...- Félix sonrío con nerviosismo ligero, sacudiendo su cola, sabiendo que su pelaje estaba algo erizado.

-¿No podemos usar esa cosa verde que dicen que es muy peligrosa para un toon?- Cup hizo un gesto con las manos. Le habían advertido que se mantuviera alejado del liquido verde toxico, con un advertencia de que podría matarlo o algo así, no había entendido mucho eso en su momento.

-Se llama disolvente, tonto- bufo Mug a su lado, burlón ante la mala costumbre de su hermano de olvidar con facilidad esa información que consideraba sin importancia.

-Lo que sea- le saco la lengua en un gesto infantil y lleno de frustración que solo logro que el otro riera entre dientes. El de rojo gruño, ya luego encontraría la manera de vengarse de su hermano menor, ya tenía una larga lista de motivos y se seguían agregando más puntos a eso. -En teoría, deberíamos poder derretir su triste y molesto trasero hasta el olvido, ¿no?-

-En teoría pero tiene una cierta cantidad de disolvente en su cuerpo, eso y la tinta se mantienen unidos por la magia- Oswald se cruzo de brazos. -Es realmente resistente- lo había visto una vez, hundir sus manos en el disolvente sin razón aparente, y aunque pareció dolerle, solo se rio, invadiendo más zonas con esa cosa.

-Pero eso no lo hace inmune- Ink señalo aquel detalle. Las criaturas que esa cosa había creado también tenían un toque de disolvente y eran resistente pero el ratón había logrado derretir a uno con mucho esfuerzo, incluso con el dolor de las consecuencias. 

-Puede ser- Mickey retorció sus dedos, tragando con dificultad a través del nudo que se había formado en su garganta y se negaba a desaparecer, sintiendo que su cola se envolvía alrededor de una de las patas de su silla. -Aunque...debe ser enorme ahora, con todo lo que se comió- hizo una mueca. Ya se había visto grande cuando lo vieron en el estudio de Bendy, no quería imaginar cual era su tamaño ahora, no después de haber estado encerrado en lo que parecía ser el mundo colorido y grande de los hermanos con cabeza de taza. Tampoco quería pensar en el dolor que sentiría al derretir esa cosa pero podía intuir que eso iba a ser horrible. -Se necesitarían grandes cantidades para siquiera hacerle daño- hizo una mueca de solo pensarlo, sabiendo que sería necesario el pincel, resistiendo la tentación de rascarse los brazos en un intento de alejar la sensación fantasma de quemazón que llego a él al solo pensar en ello.

-Y el pincel sería la única fuente interminable de disolvente que tendríamos porque las zonas inundadas se vaciaron por si mismas cuando esa cosa desapareció la primera vez- hablo el conejo, cruzándose de brazos. Había sido un alivio en su momento, que los caminos volvieran a aparecer después de tantos caños y que no se necesitaran realmente los proyectores para ir de un lado al otro, incluso si nadie supo exactamente a donde habían ido esos litros de disolvente. Solo habían desaparecido, al mismo tiempo que el color volvía a donde pertenecía.

-Ah, que dolor de cabeza- la coneja hizo un puchero, dejando caer sus orejas encima de sus hombros para acariciar una de ellas con aire ausente, alisando su pelaje ligeramente rizado. -Sería genial encontrar una manera de hacer que el disolvente fuera el doble de fuerte o algo así, lo suficiente como para hacerle daño sin necesitar tanto- también le preocupaba el como podrían usar un liquido que ninguno de ellos realmente podían tocar siquiera, intentando ignorar esa voz en el fondo de su mente que le gritaba que el pincel era la respuesta para eso. Un arma mágica, que podía recargarse a si misma, con potencia suficiente para hacer mucho daño si el liquido se volvían aun más peligroso.

Mientras tanto, Bendy no hizo amague de unirse a la conversación, ni siquiera con señas o algo así pero si estaba escuchando con atención, bajando la vista y viendo sus dedos enguantados entrelazados, jugando con los pulgares, sabiendo que su fina y larga cola se estaba agitando en demostración de su estado pensativo. Su sonrisa esta ausente, apretando los labios temblorosos, con sus ojos luciendo más oscurecidos de alguna manera mientras su mente se hunde en recuerdos que la simple mención de un disolvente mejorado traen de lleno.

Se estremece y cierra los ojos con fuerza.

Son recuerdos horribles y dolorosos de décadas atrás pero que recuerda con una espantosa exactitud. De un rostro supuestamente algo enloquecido de aquel que se había presentado como su creador, acompañado de esa voz con falsa amabilidad que le hablaba mientras sus manos le causaban un dolor insoportable y manchas de tinta fresca en su traje ostentoso que sabía que venían de su cuerpo. Recuerdos se estar atado a una mesa, con cosas metálicas que lo mantienen quieto y sin posibilidad de escape, de una horrible tonada que se repetía constantemente y que no lograba ahogar el ruido de los instrumentos cuando ese sujeto los alzaba, listo para usarlos. Recuerdos de sus propios gritos llenos de agonía que resonaban por la macabra habitación que ese hombre había tenido la audacia de llamar su oficina, hasta que fue silenciado y solo pudo llorar en silencio, incapaz de exteriorizar su sufrimiento.

Y ahí es cuando algo se le viene a la mente. Aquella cosa que su creador había guardado casi de manera celosa, en un lugar seguro y lejos de la vista de cualquiera, algo que solo sacaba cuando tenía malas intenciones. Era un frasco, lleno de liquido rojizo de un tono brillante y que nunca parecía acabarse de alguna manera, acompañado de un fuerte olor que cubría la habitación por completo cuando la tapa era sacada. Era disolvente, uno especial y hecho para ellos en especifico, las creaciones de la maquina de tinta, algo que usaba como una amenaza casi constante para cada una de ellos. Bendy lo recuerda, recibió una advertencia con esa cosa, y había dolido muchísimo.

Abrió los ojos con un jadeo silencioso, enderezándose, luchando por empujar todo lo malo a favor de centrarse en lo importante. Cree que puede tener una solución, algo tan fuerte que podría eliminar su enorme problema.

Se baja de un salto ligero de su silla, acercándose al grupo, tirando de la ropa de la coneja y el ratón para llamar su atención, soltándolos cuando todos los ojos se fijan en él. Ante la atenta y confundida mirada del grupo, el demonio se señaló a si mismo con entusiasmo e insistencia, para luego hacer un gesto, casi como si estuviera mostrando algo o quizás entregándolo, no lo tenían muy en claro. Repitió eso muchas veces, un poco frustrado y desesperado cuando los demás solo lo miraron con confusión, luciendo perdidos ante lo que intentaba decirles. Dio un ligero pisotón en el suelo, sacudiendo bruscamente la cola.

-En serio, ¿Por qué rayos no habla?- gruñón Cup, algo frustrado, creyendo que el demonio solo estaba fingiendo para molestar a los de su alrededor o algo por el estilo. Bendy retrocedió apenas ante eso, apretando los labios una vez más, sabiendo que su cola se esta retorciendo en muestra de su incomodidad y miedo. No quería pensar en lo que su creador hizo, la forma en la que le robo su voz. No quería que ellos lo supieran, no ahora.

-No puede hacerlo- Ink apretó los labios, negándose a revelar demasiado de la historia ajena, ignorando que eso solo logro que los demás fruncieran el ceño con confusión y preocupación ligera, incluso Cup no podía negar que eso no sonaba bien. -Bendy fue creado como una caricatura muda, ¿no?- le mostro una suave y tentativa sonrisa, levantando su dedo índice para ponerlo frente a su boca, en una promesa silenciosa de no decir nada que él no quisiera y el demonio la miro, aturdido, parpadeando para alejar el ardor que de repente llego a sus ojos por la necesidad de llorar que lo invadió. Agradecía lo que ella estaba haciendo, con cada fibra de su ser. -Bien, intentemos esto una vez más- se centro en el demonio, dispuesta a intentarlo con un poco más de empeño.

Bendy asintió ante ella, retrocediendo unos pasos con cierta emoción cuando algo se le ocurrió, fingiendo estar pensativo por unos pocos segundos antes de chasquear los dedos con los ojos bien abiertos y con esa magia digna de caricaturas, un foco apareció por encima de su cabeza. Se veía opaco, un poco maltratado, pero aun así, se encendió.

-¿Tienes una idea?- ella sonrió cuando Bendy aplaudió con alivio de haber sido entendido, él asintiendo pero frunciendo el ceño, sabiendo que explicar lo demás sería complicado.

-Aquí, quizás esto ayude con la comunicación- Félix saco una pequeña pizarra de su bolso, con plumones especiales para eso y un borrador, los ojos del demonio de tinta brillando ante los objetos que no dudo en tomar con mano cuidadosas y medio tropezó para subirse a su silla una vez más, dejando aquello sobre la mesa pero en vez de escribir, como muchos la mayoría había esperado, empezó a dibujar.

Una estrella extraña, cuyos trazos fueron hechos sin siquiera separar la punta de la superficie blanca, y con las puntas unidas entre si por un gran círculo que fue agregado al final a su alrededor.

-¿Eso es un pentagrama?- Mickey parpadeo, señalando aquello con confusión, curioso de que intentaba decirles el demonio y que tipo de solución tenía en mente. La falta de habla era un gran problema de comunicación, en serio que si. El demonio asintió, haciendo un gesto hacia su dibujo, pudiendo notar por las expresiones en los rostros ajenos que no estaban entendiendo el punto. Frunció apenas el ceño, frustrado consigno mismo y su falta de voz, mirando a su alrededor en busca de algo que pudiera ayudarlo y enfocándose por unos segundos en el bolso que el gato siempre parecía llevar consigo. Cree que es algo mágico, lo vio sacar muchas cosas de allí y es como si no tuviera fondo realmente, logrando que en su mente algo hiciera "click".

Se movió, aprovechando que el gato estaba muy cerca, abriendo su bolso sin permiso y metiendo sus manos allí, un poco desesperado en este punto.

-¡Hey!- Félix se erizo, más que nada por la sorpresa del repentino movimiento ajeno, pero lo dejo rebuscar por su propia cuenta, el demonio sacando un par de juguetes a simple vista. Una figura de acción alta, con aspecto humano, que no dudo en colocar sobre la mesa y mirando hacia la pizarra dejada allí, con un cubo siendo colocado justo encima del pentagrama y con pequeñas piezas a su alrededor, haciendo un gesto ante la escena que había armado. El conejo enarco una ceja, mientras el ratón y el gato compartían una mirada entre ellos, todos llenos de confusión.

-No lo entiendo- Mug ladeo apenas la cabeza, frunciendo el ceño con confusión, en serio tratando de poder interpretar las acciones y gestos del demonio pero nada se le venía a la mente.

-Nada de esto tiene sentido- Cup se cruzo de brazos, molesto y algo frustrado en este punto pero mordiéndose la lengua para evitar comentar algo más sobre la falta de habla ajena. Se sentía como si hubiera algo más profundo en lo que la coneja había dicho, algo horrible por la mueca ligera que logro ver en el rostro del demonio, decidiendo hacerle caso a la voz de su conciencia como pocas veces hacia y manteniendo la boca cerrada al respecto de momento. 

-¡Ah, ya sé!- Ink se ilumino, ignorando la incredulidad en los rostros ajenos y sus muecas, manteniendo sus ojos brillantes en el demonio que la miraba de manera expectante y que movía su larga cola con emoción ligera. -Estás hablando de la maquina de tinta de tu mundo- lo dijo con total seguridad, contenta al verlo aplaudir con una sonrisa llena de felicidad y alivio en su rostro. Ella tarareo, contenta de haberlo podido interpretarlo porque esas eran las ventajas de ser una fanática que conocía a cada uno de ellos y sus respectivos mundos. -¿Eh?- bajo las orejas, algo ansiosa al notar como todos los presentes la miraban fijamente, sintiéndose algo intimidada de repente. -¿Qué?-

-¿Cómo rayos puedes entenderlo?- Félix hizo un gesto. Él mismo había sido un toon mudo debido a la época en la que había sido creado e incluso entonces, se sentía un poco torpe al no poder comprender del todo cuando el demonio intentaba explicarse o en este caso, compartir lo que se le vino a la mente.

-Los conozco a todos, ¿recuerdas?- les sonrío, divertida, satisfecha de poder usar algo de lo que sabía sobre los presentes. -Y reconocí esta escena- hizo un gesto a lo que Bendy había armado. -Este es su creador, Joey Drew. Un hombre que perdió la cordura con su obsesión de crear un toon vivo y único- señalo la figura de acción, el demonio estremeciéndose apenas pero asintiendo ante sus palabras para que los demás supieran que ella tenía razón. -Y esto, fue el resultado de su locura. Una maquina de tinta que funcionaba con alguna especie de cosa demoniaca, algo que daba vida a todo lo que había dibujado- esta vez, señalo el cubo encima del pentagrama, ganándose un nuevo asentimiento. -Fue super fácil~- rio, divertida ante los quejidos de los demás, sabiendo que ellos estaban algo molestos y frustrados en este punto por no ser capaces de entender del todo al toon mudo. -En todo caso, ¿Qué tiene esto que ver con tu idea?-

Bendy se enderezo, haciendo un gesto hacia el gato, quien en realidad le acerco el bolso y lo sostuvo, dejando al demonio rebuscar en su interior una vez más, sacando algunas cosas más. Un par de pequeños frascos, uno con liquido verdoso y el otro rojizo, además de muchas pequeños peones que eran piezas de ajedrez. Los coloco alrededor del cubo y encima de este, el frasco con liquido rojo. Hizo un gesto, esperando, algo impaciente.

-Este tal Joey, ¿creo algo más a parte de la maquina?- Mickey se arriesgo a suponer, algo aliviado al recibir un asentimiento. Bendy empujo hacia el conejo y el ratón el frasco con liquido verde, señalándolos a ellos y luego al objeto, llegando incluso a hacer un pequeño teatro, como si estuviera sufriendo.

-¿Disolvente?- Oswald enarco una ceja, el demonio asintiendo una vez más, emocionado y contento de estar llegando a algún punto a base de señas. Tomo el frasco con liquido verde y lo sostuvo al lado del otro con liquido rojo, logrando que el rey frunciera el ceño. -Espera un segundo- levanto la mano, luciendo molesto y asqueado de repente, logrando que los demás lo miraran con curiosidad. -Dime, por favor, que estoy entendiendo mal pero...¿estas intentando decir que ese loco creador tuyo no solo creo una maquina para traer sus dibujos a la vida, sino también una especie de disolvente para eliminarlos?- y para el horror de todos los presentes, Bendy asintió una vez más.

-¿Por qué rayos un creador haría algo así?- Félix se erizo con ira, sin poder imaginar la razón tras algo tan horrible como eso.

-Les dije, Joey estaba loco- Ink hizo un gesto con una mueca, asqueada. Esa parte de la historia no se la sabía, aunque tuvo una teoría de que ese podría haber sido el caso, pero no pensó que ese loco en realidad lo hubiera hecho. Y viendo lo horrorizados que se veían todos allí, no quería imaginar como se podrían cuando supieran la historia completa. -¿Eso significa que el disolvente normal no funciona en ti?- fue morbosa curiosidad y Bendy negó, sujetándose el brazos como si le doliera. -Solo te causa dolor, como a mi en todo caso- chillo ante la repentina mano que agarro una de sus orejas y se removió ante el tirón.

-Más te vale que no hayas hecho un loco experimento contigo misma o algo así para saber eso- el gato la miro con el ceño fruncido, casi como un padre que esta listo y dispuesto a regañar a su hija por una de sus locuras.

-¡Fue un accidente, lo juro!- sollozo dramáticamente, suplicando por piedad, aliviada de ser soltada y mandándole una mala mirada al otro, quien solo se cruzo de brazos.

-Entonces, a todo esto, ¿eso significa que esta cosa sería mucho más fuerte?- Mug señalo el frasco de color rojizo, esperando haber entendido todo de manera correcta, un poco entusiasmado ante la idea de que estuvieran al borde de tener una idea de como derrotar al monstruo.

-Se supone que si- Ink se acaricio la oreja, alisando apenas su pelaje, sacándole la lengua en dirección al gato al notar que él no confiaba del todo en su palabra de no haber hecho tonterías a propósito. -Todos los toons del mundo de Bendy fueron creados por la maquina con poder demoniaco, así que en teoría, deberían ser mucho más resistentes que un toon como cualquier de ustedes- enderezo las orejas. -Así como se creo una maquina impulsada por energía demoniaca, podemos imaginar que el disolvente tiene el mismo poder-

-Supongo que tiene sentido- Cup tarareo, frunciendo apenas el ceño al ver de reojo al demonio y notar que lucia de repente aprensivo, retorciendo sus dedos enguantados de forma dolorosa, con su cola agitándose bruscamente. Entrecerró los ojos apenas, sintiendo que algo no estaba del todo bien, teniendo un mal presentimiento que retorcía su estomago.

-¿Mezclar energía demoniaca y magia no sería algo...peligroso?- el gato no pudo evitar preguntar, indeciso y algo ansioso. En su propio mundo, no se manejaba con tanta magia como en el de Mickey y Oswald, ellos tenían más experiencia con eso, uno más que el otro al decir verdad.

-No lo sé, nunca se a probado algo así- el ratón negó, pensativo, frotando sus dedos entre ellos y creando pequeñas chispas de magia, intentando imaginar que podría suceder al mezclar dos fuerzas diferentes. -Pero en este punto, hay que intentar. Es la única idea que se nos vino a la mente hasta el momento- los demás compartieron una mirada entre ellos, con ciertas dudas algunos, pero terminaron por asentir, sabiendo que él tenía razón en eso. No parecían tener muchas opciones. -El pincel puede recargarse de forma manual si se necesita. Podemos recargarlo con este disolvente especial y usarlo en contra de La Mancha- no le importaba las consecuencias, estaba más que dispuesto a hacerlo.

-¿Eso es necesario?- Ink miro al otro con el ceño fruncido, en un reclamo silencioso que hizo que el ratón se pusiera algo nervioso y desviara la vista, encogiéndose ante el enojo que podía sentir venir de la coneja. -Si tenemos este "super disolvente", hay que usarlo directamente, no es necesario lo del pincel- no cuando el daño en el cuerpo del usuario podía ser mil veces peor de lo usual en ese caso.

-En realidad, podría ser una buena idea- suspiro Oswald, ignorante de la realidad de la situación con respecto al pincel y las consecuencias de su uso. -Es mágico, se supone que esa cosa tiene una recarga infinitita, y no sabemos cuanto de ese disolvente haya en el mundo de Bendy, así que tener una fuente interminable de eso sería bueno- era cierto. Un frasco, quizás dos o tres, no creía que fueran suficientes contra algo de tamaño inmenso que se defendería con todo, era mejor tener un seguro. Confiaba en el poder de aquello que Yen Sin creo, un pincel cuya magia le permitía recargarse a si mismo en cuestión de segundos, solo podían esperar que la sustancia cambiara ante el contacto con el otro disolvente y funcionara de la misma manera. Y confiaba en su hermano. -Alguien tiene que ir al mundo de Bendy y...- la reina aparece, interrumpiendo a su marido sin querer. Tiene el pareja erizado y una expresión de pánico en su rostro, eso es luciendo para que todos se levanten de sus lugares. -¡Hortensia!- es rápido en acercarse, tomando sus manos, angustiado y preocupado al sentirla temblar. 

-¡Nos están atacando!- tira de la mano de su marido, medio arrastrándolo hasta la puerta principal entreabierta que no dudo en empujar y los demás llegar justo a tiempo para ver a una enorme criatura medio arrastrándose de la Montaña Mickeybasura, con un sonido grave que suena casi como un gruñido.

Y ahí va la ligera tranquilidad que tenían.

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