Espero que les guste~

Oswald suspiro, habían logrado devolver el color a los mundos y a los toons, pudieron limpiar todo el desastre que Shadow había dejado, pudieron mover los proyectores abandonados en las alcantarillas hasta la superficie pero él, el rey del páramo, no sabia que decirle a su hermano. El conejo se acerco a donde estaba los hermanos taza con el demonio y el ratón, a punto de entrar al proyector que llevaba al estudio de Bendy.

-¿Que van a hacer?- pregunto solo para llamar su atención.

-Revisaremos el mundo de Bendy- respondió Mickey mirándolo de reojo por un momento, desviando la vista cuando Oswald lo miro. -Usamos ese estudio como prisión temporal de Shadow y de seguro habrá hecho un gran desastre- se encogió de hombros. -Miraremos que es lo que necesitamos y volveremos a por Félix para que nos ayude-

-Mickey...- Oswald dudo, estirando su mano hacia su hermano pero este avanzo, acercándose al proyector.

-Terminare en poco tiempo- el ratón lo mira con una triste sonrisa. -En serio, no te preocupes. Me iré antes de que te des cuenta- sin esperar respuesta, Mickey Mouse salta y desaparece dentro de la pantalla.

-Se puede cortar la tensión~- canto el demonio rompiendo el silencio.

-Idiota- gruño Cup golpeándole la nuca.

-Tonto- Bendy le saca la legua.

-¿Estás bien?- pregunto Mug al conejo, apoyando su mano en su hombro.

-Si...eso creo- el rey suspiro. -Buena suerte-

-Gracias, volveremos rápido- Cup pateo a Bendy, mandándolo directo al proyector. -Nos vemos- le guiño el ojo con una ligera sonrisa, saltando tras el demonio.

-No te preocupes- Mug le sonrío enormemente al conejo. -Estoy seguro que todo se solucionara entre ambos-

-Eso espero- suspiro. -¿Has visto a Ink?-

-Se fue con Félix a ayudar a Hortensia con los niños- rio con diversión.

-Gracias- sonrío.

-No hay problema~- salto, desapareciendo de la vista del rey. Suspiro nuevamente, dándose la vuelta y empezando a caminar, saludando a los demás toons que caminaban de un lado a otro con paso apurado. Llego a donde estaba su estatua, mirándola por un momento. Sus ojos recorrieron la figura de su padre, su creador, y no pudo evitar dejar escapar un suspiro, bajando las orejas con tristeza. -Metí la pata hasta el fondo papá...- se paso la mano por la cara, caminando para rodear la estatura y deteniéndose, riendo ligeramente ante la escena que tenia en frente: Ink estaba parada con las manos en la cintura, dos de los conejitos de pelaje azul posados en cada uno de sus hombros y otro sobre su cabeza, mientras que frente a ella estaba Félix sentado en el suelo, sonriendo nervioso y tapado hasta la cintura de conejitos.

-¡En serio, este lugar es pequeño!- gruño la coneja pero no movió ni un musculo, con miedo de tirar a alguno de los niños. -Los proyectores a otros lugares no funcionan aun y no hay ningún tren cerca...¡es imposible que no podamos encontrarlos a todos!-

-Creo...Creo que perdí la cuenta- murmuro el gato.

-¿En que número te quedaste?- ella lo miro con curiosidad.

-150...creo- se rasco tras una de sus orejas.

-Y tendremos que empezar de nuevo...- se froto la cara con desesperación, agarrando rápidamente al conejito que cayo de su cabeza.

-¿Que están haciendo?-pregunto Oswald con diversión, acercándose a ellos.

-Intentando contar conejos- rio Félix.

-Resaltemos la palabra "INTENTANDO"- Ink suspiro. -Hortensia nos pidió que encontráramos a todos sus hijos mientras ella ayudaba con la limpieza-

-¿Y como les va con eso?- para Oswald, es divertido ver la desesperación ajena por encontrar a todos sus pequeños.

-No muy bien- ambos negaron.

-Les ayudo- el conejo saco un silbato color celeste de su bolsillo, llevándoselo a la boca y soplando con fuerza, el sonido haciendo eco por un momento.

-¿Qué...?- Ink y Félix vieron con asombro como, instantáneamente, un montón de conejitos se acumularon a su alrededor. Se miraron entre ambos, para devolver su mirada hacia el conejo.

-Muy bien, mi niños- ellos rieron. -Les diré esto, si ustedes se quedan tranquilos y le hacen caso a Félix, les daré una hora más de televisión antes de dormir-

-¡Si papá~!- exclamaron todos con grandes sonrisa.

-¿Cómo es que...?- Félix solo podía parpadear, viendo a aquellos pequeños sentarse y esperar entre risas.

-Soy su padre, sé algunos trucos- rio el conejo sin poder evitarlo.

-Te odio...- murmuro Ink.

-No lo haces...- sonrió Oswald.

-Si, si lo hago- gruño. -Tardamos un tiempo en juntar unos pocos y tú, con un simple silbato, logras que vengan todos en un segundo- suspiro. -Eso es frustrarte...-

-Lo sé pero ellos son así- el otro se encogió de hombros. -Oye Ink...- ella lo miro de reojo. -...¿podemos hablar?-

-Claro- se encogió de hombros y miro al gato. -¿Podrás solo Félix?-

-Si- sonrío. -Solo espero terminar antes de que los demás vuelvan-

-Lo harás~- agarro la muñeca ajena y empezó a caminar. -Entonces...¿hablaste con Mickey?-

-Si hablar con él significa que me dio esa tonta sonrisa falsa y se fue, pues sí, hablamos mucho- llegaron hasta el borde del lugar, Oswald sentándose y dejando los pies colgando.

-Tiene derecho a estar molesto- murmuro ella sentándose a su lado.

-Ya lo sé- gruño con frustración. -Es solo que...-

-...Te sientes mal- continuo ella, sabiendo lo que quería decir.

-Si- suspiro. -No quería...No quiero no volver a verlo- frunció el ceño. -No quiero que deje de venir- la miro de reojo. -¿Eso esta bien?-

-Claro, son familia después de todo- ella se encogió de hombros. -Escucha, una disculpa no borrara lo que dijiste...-

-Lo sé- él bajo las orejas.

-...pero deberías hablar con él- sonrío ligeramente. -Mickey no es una persona mala, sé que esta dolido pero aun así deberías hablar con él, decirle como te sientes y quizás llegues a un punto donde ambos estén bien-

-¿Crees que me perdonara?- la miro de reojo.

-Yo creo que si- asintió, para después mirarlo con seriedad. -Solo...piensa lo que vas a decir antes de hablar-

-Lo intentare- rio ligeramente.

-¡CHICOS!- escucharon la voz de Mug.

-Tienes hasta que terminemos de arreglar el estudio de Bendy- ella se levanto. -Mientras tanto, piensa que vas a hacer-

-Bien- se levanto. -Yo también iré-

-Genial~- se sonrieron mutuamente, empezando a caminar.