Realmente espero que les guste, se acerca el final!!! (¿Quieren una secuela? Seria divertido hacer una ^_^)

Los otros toons estaban teniendo problemas, Shadow seguía absorbiendo el poco color que quedaba en el lugar y mientras avanzaba dejaba enormes charcos de tinta, de donde salían muchísimas criaturas que se lanzaban a atacar a los toons.

-¡No podremos aguantar mucho!- gruño Cup disparando rápidamente a varias criaturas que intentaban atacarle.

-¡Lo sé!- Mickey los elimino con el disolvente. -¡Pero debemos esperar a que Ink y Mug salgan!-

-¡Rayos!- Oswald apretó el botón de su control, la electricidad afectando a algunas criaturas y logrando reventarlas. -¡¿Dónde esta el demonio holgazán?!-

-¡No lo sé!- Félix, en medio del pánico, empezó a sacar cosas al azar de su bolso y se las lanzo a los monstruitos de tinta. Vio de de reojo con miedo como Shadow alzaba su enorme mano y la empezaba a acercar al ratón, quien aun no lo había notado. -¡Mickey, cuidado!-

-¿Eh?- Mickey cerro los ojos con fuerza y se encogió en su lugar, esperando el golpe. Al no sentir nada, alzo la vista y parpadeo con sorpresa: había una nueva criatura tan grande como Shadow, mucha tinta goteando de su cuerpo y se le podía notar una gran sonrisa llena de dietes blancos. -Ese es...¿Bendy?- murmuro al ver los familiares cuernos.

-Así parece- murmuro Oswald.

-Con que...para eso era tanta tinta- murmuro Félix rascándose la nuca.

-Vaya, el demonio tenia otros trucos- murmuro Cup al ver como Bendy golpeaba a Shadow y lo sostenía en su lugar, ambos gruñéndose entre sí.

-Ups...- el ratón hizo una mueca al ver que Bendy derribaba a Shadow de un puñetazo. Lanzo disolvente a su alrededor, derritiendo a las criaturas que intentaban atacarlos. -Espero que eso no afecte a Ink y a Mug...-

Mientras tanto XD

-Este lugar parece cada vez más oscuro...- murmuro Ink caminando con cuidado pero un repentina sacudida la sorprendió, logrando que tropezase y cayera hacia el vació, el firme agarre que tenia Mug en su mano le impidió llegar más lejos pero la dejo colgada en el borde. Ink miro hacia abajo, alumbrando con la linterna y tragando con fuerza.

-¿Estás bien?- pregunto Mug preocupado.

-¡Si, solo súbeme por favor!- sintió que el otro la subía, un suspiro de alivio al sentir el piso bajo sus manos. -¡Estoy harta!- se levanto con el ceño fruncido y los puños firmemente apretados. -¡Ya no tenemos más camino y...!- apunto hacia donde estaban las manos retorciéndose. -¡...y esas cosas me erizan los pelos!-

-Tranquila- Mug le sonrío ligeramente. -Quizás...- miro alrededor, deteniéndose al ver un gran túnel sobre sus cabeza. -...podemos intentar ahí-

-Ya que...no podemos perder nada más- gruño, entregándole la linterna a su amigo. Se poso tras Mug y lo rodeo con sus brazos, abrazándolo con fuerza y empezando a mover las orejas. -Cuando pensé en esto, realmente no considere lo grande que podría ser este lugar...- voló lo que parecieron unos minutos, llegando al final del túnel. Dejo suavemente a Mug, mirando a su alrededor. -Y...seguimos sin nada...- gruño cruzándose de brazos.

-No te desanimes- Mug apoyo su mano en su hombro, sonriéndole. -Nuestros amigos cuentan con nosotros y yo creo que...- cerro la boca al sentir unas manos ajenas rozar sus costados. Dejo escapar un fuerte grito poco masculino y salto, su cuerpo y ojos totalmente en blancos.

-¡¿Mug?!- miro con preocupación a su amigo tirado en el piso. Agarro la linterna, alumbrando a donde antes estaba él y quedo tiesa: eran barrotes gruesos y sólidos, detrás de este se podía ver una figura completamente negra. -¿Quien eres?- frunció el ceño, sintiendo a Mug aferrarse a su brazo y temblando como gelatina.

-Oh...llegaron- alzo la vista. Parecía un humano pero con la piel totalmente negra, con ojos de un color verde claro y una linea blanca que se curvaba hacia arriba, al parecer en una suave sonrisa. -Por un momento temí que no pudieran llegar a mi- llevo sus manos, de cinco dedos pudo Ink notar, cerca de su pecho. La coneja empujo a Mug detrás de ella al ver un brillo rojizo emanar del pecho del desconocido, sus ojos abriéndose como platos al ver que de aquel pecho negro salía un corazón. Era rojo y con pequeñas manchas negras, brillando ligeramente a cada palpitación.

-Ink...- Mug murmuro suavemente. -...ese es...-

-Lo sé...- frunció el ceño.

-Los dejaría pasar pero...- el de piel oscura señalo a su alrededor, el corazón dándole una leve iluminación a la habitación. -...estoy algo encarcelado, por si no lo han notado- soltó una pequeña risa. Ink se mantuvo tiesa, sin separa los ojos de quien tenia en frente. -Relájate orejas largas...- ella apretó los puños. -...no pienso hacerles daño-

-¿Como podremos creerte?- pregunto Mug apuntándolo con su dedo.

-No tengo armas, ni nada con que lastimarlos- se encogió de hombros. -Además...- acaricio con uno de sus dedos largos y negros el corazón que flotaba a su lado, mirándolos de reojo. -...¿Por que lastimarlos si yo los traje hasta aquí?-

-¿Tu fuiste...?- Ink bajo la guardia por un momento pero se recompuso, agitando la cabeza y mirando al desconocido con el ceño fruncido. -¿Por qué?-

-Tengo mis razones- le sonrío ligeramente. Ink gruño, haciendo aparecer su martillo con un simple movimiento de mano y apretando el mango con fuerza, golpeando con furia los barrotes y derribándolos de un solo golpe. -Vaya fuerza...-

-Ahora...- Mug fue el que hablo esta vez. El de piel negra alzo la vista, sin moverse o reaccionar ante el dedo que rozaba ligeramente su frente. -...debes respondernos- Ink, para detrás de Mug, le gruño y levanto su martillo sobre uno de sus hombros, mirándolo con el ceño firmemente fruncido.

-Supongo que si...- rio ligeramente. -Creo que no me queda otra opción- tomo el corazón entre sus manos, mirándolo fijamente.