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29

Fantasía o realidad

Taehyung se despertó exaltado, y de un brinco se sentó en la cama sintiéndose totalmente desorientado. ¿Todo había sido un sueño? ¿Acaso su mente le había jugado una broma de esa magnitud? Tocó sus labios intentando comprobar qué tan real había sido el tacto, pero no lograba descifrarlo de ninguna forma.

A su lado estaba Sohyun durmiendo y estaban en la habitación de la chica. Bien, tal vez no estaba imaginando cosas. ¿Pero por qué estaban durmiendo? No tenía idea de qué hora era, y su teléfono no estaba por ninguna parte. Observó la mesita de noche a un lado de la cama, había un pequeño reloj que marcaba las 21:07. ¿Desde qué hora llevaban durmiendo?

—So... —la llamó despacito. No quería despertarla cuando se veía tan cómoda durmiendo, pero tenía muchas dudas que necesitaba responder—. ¿Quieres un bocadillo nocturno? Te puedo preparar algo si despiertas.

La chica primero abrió un ojo, luego el otro. Taehyung se rio tan solo por la ternura que le produjo verla así. Era tan bonita incluso cuando recién despertaba.

—Cinco minutos más... —giró su rostro para esconderlo en la almohada. Luego dijo algo más, pero no se logró entender entre su voz dormida y lo poco que se escuchaba al tener su rostro pegado.

—Vamos, necesito hablar contigo, Sohy —acarició su hombro derecho, presionando un poco para que se despertara—. Despierta, por favor, después de hablar te dejaré dormir cuánto quieras

Sohyun se volvió a dar la vuelta, esta vez quedando con el rostro hacia arriba. Se tomó su tiempo, y tras estirarse un poco, volvió a abrir sus ojos para ver a la persona a su lado. Taehyung se veía gracioso, su cabello estaba desordenado y parecía tener una antenita en su cabeza. Solo tenía puesta una playera, su chaqueta estaba en las piernas de ella. Era un chico muy tierno con sus gestos.

—¿De qué debemos hablar? —se sentó. Iba a quedarse dormida si continuaba acostada.

—Bueno, verás... Me surgió una duda —sus orejas se estaban poniendo rojas. Su cuerpo lo delataba sin que quisiera—. Ahora estamos aquí recostados en tu cama, tú te acabas de despertar y yo hace un rato, ¿si? —Sohyun asintió—. Antes de esto estábamos viendo una película, pero antes de eso también estábamos haciendo algo más, así que de casualidad tú y yo... ¿nos besamos?

—¿Nosotros? ¿Besarnos?

Hubo un pequeño silencio. Taehyung sintió que su corazón se detenía. ¿Cómo es que había imaginado todo eso? La calidad de su imaginación había estado a niveles de una película con alto presupuesto. Se sintió sucio por soñar cosas así cuando Sohyun había estado durmiendo tranquilamente a su lado, ni siquiera la podía mirar a la cara, pues sentía que iba a morir de vergüenza.

—Perdón, acabo de decir una estupidez —aplastó su cabello de la parte superior de su cabeza—. No me hagas caso y sigue durmiendo un rato. Iré a preparar algo para comer y te lo traeré cuando esté listo.

Bajó sus pies al suelo, buscando los zapatos de ir en casa. Quería teletransportarse y evitar decir alguna otra bobería, porque claramente eso es lo que había dicho. ¿Cómo se le había ocurrido hacerle esa pregunta? Por lo menos había tenido que pensarlo un poco mejor, pero la duda le había ganado y había dejado salir las palabras por su boca. Se puso de pie sintiéndose tonto. ¡Sentía que estaba haciendo el ridículo!

Antes que lograra avanzar para irse, Sohyun lo tomó de la mano. Tiró de ella y logró que se volviera a sentar.

—Ya, Tae. Lo hicimos, nos besamos hasta aburrirnos y la película solo quedó de fondo —una risa escapó desde el fondo de su garganta— ¿Tan rápido empiezas a dudar? Me preocupa que no confíes en tu memoria.

—Cielos, eres tan mala —llevó su mano desocupada para pasarla por su cabello. Su alma había vuelto a su cuerpo— ¿Eres consciente de la vergüenza que sentí? ¡Me dieron ganas de desaparecer!

—Perdón, perdón. Pero ya te había advertido que me gusta molestar un poco al chico que me gusta. Aunque debo admitir que el corazón se me apretó cuando te paraste para irte y por eso te detuve. Ya no habrá más bromas por un tiempo, lo prometo.

Sohyun se volvió a recostar y Taehyung copió su acción cuando la vio. Ambos se estaban viendo a los ojos, y Taehyung aprovechó de acariciar la mejilla izquierda de la persona que le gustaba. El pequeño resentimiento contra ella desapareció por completo cuando la vio sonreír por su acción.

—Me asusté tanto pensando que solo lo había soñado... —le confesó, cerrando sus ojos— No sabes cuánto lo había imaginado, y pensar que había sido irreal me hizo sentir muy raro. ¿Cómo te iba a mirar a la cara si había imaginado algo de ese estilo?

—Ya... Ya pasó. Fue real, y mucho —acercó su rostro hacia él para darle un piquito. Tae abrió los ojos cuando sintió la suave presión en sus labios— ¿Ves que sí fue real? Si no hubiera sido así, no habría podido hacer lo que acabo de hacer.

—De alguna forma se sigue sintiendo irreal.

Sohyun le dio otro piquito. Taehyung sonrió, no lo había dicho con esa intención, pero no se quejaba.

—¿Se sigue sintiendo irreal?

—Un poquito. Pero me arriesgaré y te voy a creer —bromeó esta vez.

—Qué considerado.

—Lo soy. Así que iré a cocinar algo tal y cómo te prometí, pero antes... Déjame darte un abrazo. Necesito recargar fuerzas.

Taehyung se sintió como la persona más cursi del mundo, pero no le importó. Podía admitir que quería estar pegado a Sohyun cada día de la semana y en cada minuto. Así que cuando la chica se coló entre sus brazos, se sintió más que dichoso.

—Oye Tae, dejando las bromas de lado... ¿Te arrepientes de lo que hicimos?

—Claro que no. Solo me puedo sentir muy dichoso por tenerte así de cerca. El corazón se me acelera a niveles peligrosos, ¿lo sientes? Está latiendo así solo por ti. Es tan loco que un órgano se ponga de esa forma solo por estar cerca de la persona que me gusta. Es una felicidad que ni siquiera puedo describir del todo en palabras.

Sus labios daban con la parte superior de la cabeza de Sohyun. Depositó un suave beso mientras acariciaba su cabello con cuidado. Sintió que incluso podía gritar a los cuatro vientos que su corazón estaba siendo más feliz que nunca.

Él genuinamente se sentía muy feliz.

—Me dan cosquillas en el estómago cuando te escucho. Las famosas mariposas no dejan de revolotear cuando estoy cerca de ti. Eres tan atento, dulce, gracioso, preocupado... Hasta me ofreces cocinar para comer algo. Siento que me saqué un premio gordo al poder contar contigo de tantas formas —acarició su pecho con delicadeza—. ¿Te gustaría que durmieramos juntos?

—Otra vez me estás tentando, eh. Y aunque me gustaría un montón, creo que es importante descansar, y para eso cada uno debería estar por su lado.

Sohyun suspiró contra su pecho. Olía rico… No, la palabra más bien era delicioso. Y pensar que al principio se había intentado resistir a que le gustara, cuando en ese momento estaba entre sus brazos sintiendo que definitivamente era su lugar seguro.

—¿No descansas conmigo?

—Generalmente, sí. Pero hoy en especial siento que debo despejar un poco la mente porque invadiste cada uno de mis pensamientos. Tengo ganas de hablar contigo toda la noche, también mimarte, y no me voy a hacer el tonto, que también te quiero besar hasta que no podamos más, y de esa forma dormir queda al final de la lista.

—Bueno, cuando seamos novios no me podrás rechazar, ¿si? Ahora te dejo libre para que hagas algo delicioso mientras yo me voy a bañar.

Dejarse ir costó un poco, pero minutos después ya cada uno había regresado a hacer sus propias cosas. Taehyung tomó su celular que había quedado olvidado en el sofá hace horas,  y recordando que había recibido una llamada, esperó que no fuera nada malo.

Mientras la comida se terminaba de hacer, tomó asiento para revisar de qué se trataba. Era un número desconocido, y se fijó que tenía cinco llamadas perdidas de su parte. ¿Quién sería y por qué había insistido tanto? Fue a la app de mensajería viendo que tenía un par de notificaciones sin ver, presionó el chat para salir de la duda.

Hola Taehyung, lamento la insistencia, pero necesito hablar contigo. El primer mensaje lo preocupó. Le habría gustado que desde el principio dijera quién era. Siguió leyendo: Lamento todo lo que pasó entre nosotros. Por lo mismo, me gustaría disculparme en persona y no solo a través de mensajes. Sé que me bloqueaste y que no quieres saber nada de mí, pero realmente me gustaría que nos viéramos en persona para explicarte todo lo que no pudimos hablar. Ya estaba claro de quién se trataba, no faltaba ni siquiera que dijera de quién se trataba. Quiso cerrar la app pero continuó: Estaré esperándote durante tres días en ese restaurante al que íbamos a comer la comida que se parecía a la que hace tu abuela. Estaré ahí entre las 19:00 y las 23:00 por si me quieres dar una oportunidad. Si no vienes entenderé que realmente al final no quisiste saber nada más, así que por si acaso, me despido por aquí. Agradeciendo todos los años de amistad que tuvimos y los buenos momentos que pasamos. Taehyung se sintió sensible, aquel mensaje no lo esperaba para nada. Por cierto. Soy Jimin. Tal vez tuve que empezar diciendo eso, pero tuve miedo de que lo vieras y no siguieras leyendo.

Sohyun apareció y le dio un abrazo desde atrás, pero cuando vio su rostro, notó sus ojos llorosos mientras observaba la pantalla de su celular que ya se había puesto negra.

—¿Q-qué pasó? —rodeó el sofá para ponerse de rodillas frente a él— No me digas que pasó algo malo. Esa llamada... ¿Le pasó algo a tus abuelos? ¿A tus hermanos?

—No... No es nada de eso. Es solo que... Jimin me escribió diciendo que le gustaría juntarse conmigo para hablar, y no sé, ¿cómo debería reaccionar ante eso? ¿Solo lo debería ignorar? Ah... Las cosas estaban tan bien, y ahora tengo esto y sé que no me dejará tranquilo hasta tomar una decisión.

—Hey, tranquilo —tomó sus manos mientras dejaba a un lado su celular—. Piénsalo con calma. Podemos hablar si lo necesitas. No puedo tomar una decisión por ti, pero sí puedo ayudarte a decidir.

—Tienes razón. Si no te molesta, ¿podemos dormir juntos? Me gustaría que estuvieras a mi lado mientras duermo, estaré más tranquilo de esa forma.

—Bien, está decidido. Ahora quédate aquí mientras termino de ver la comida y nos sirvo, ¿si? Después te bañas y nos acostamos juntos. Incluso podemos hacer algún juego para ver en qué habitación dormimos, ¿te parece?

—Me parece. Y perdón por ponerme así. Pensé que ya no me afectaba tanto el tema, pero veo que me equivoqué.

—Está bien, eres una persona muy buena y no puedes evitar sentirte así cuando es algo reciente —dejó un beso en una de sus manos—. Voy a servir para que tu estómago se ponga feliz, ¿si?

Sohyun se puso de pie y fue haca la cocina, viendo cómo Taehyung permanecía en el sillón con esa expresión de cachorrito perdido. Escuchar que Jimin lo había contactado no era del todo de su agrado, pero era consciente de que era una opción. Toda la situación era muy rara y había pasado de un momento a otro, claramente había algo escondido detrás.

Y pasara lo que pasara, solo se quedaría a su lado apoyando la decisión que eligiera. Antes lo había apoyado dándole un hogar al cual llegar, obviamente no lo iba a dejar solo en una situación tan compleja.

Taehyung la observó moviéndose por el lugar, y ella le regaló una dulce sonrisa que elevó un poco las comisuras de esos labios que había estado besando. No todo estaba saliendo como querían, pero juntos seguían avanzando como podían. Si él estaba ahí apoyándola, ella también estaría para él.

Aquellos sentimientos que hace días no se sentían tan fuertes, repentinamente se sentían más claros que nunca. Ambos querían tener algo más que solo una amistad, y cada vez se hacían más cercanos de distintas formas.

Kim Taehyung y Lee Sohyun ya no solo eran desconocidos que se habían conocido de niños y se habían vuelto a encontrar. Ellos realmente estaban trabajando en formar algo, que a pesar de no tener un nombre como tal,  era tan especial como si lo tuviera.

—Pondré algo de música. ¿Quieres alguna canción en especial? —aquella voz grave cruzó la habitación hasta llegar al pequeño parlante.

—Puedes elegir esta vez. Confío en tus gustos, así que cualquier cosa de tu agrado, también será de mi agrado.

—En ese caso... Creo que ya sé qué poner.

Y sin más palabras de por medio, comenzó a sonar una linda melodía que inundó de a poco la habitación. Taehyung tenía buenos gustos, por algo estaba totalmente dispuesto a entregarle su corazón a Sohyun. Y ella no se quedaba atrás, de a poco aquel chico había invadido su mundo volviendo sus días más felices y sin tanta soledad.

05/01/25

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