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❝Dulce hogar❞
El viaje había estado bien. Era verdad que era muchísimo más fácil haber viajado en tren, sin embargo, solo en un automóvil podían tomar su tiempo para actuar a su manera.
Mientras Sohyun había estado ordenando su cuarto, Taehyung había salido a comprar algunas golosinas para comer. Y es que comer un dulce de vez en cuando mientras iba tras el volante era algo que le encantaba, si hasta sentía que un poco de energía invadía todo su ser. Además que la compañía de la chica siempre era buena, ¿cómo no iba a viajar contento?
Era verdad que no era un viaje corto como tal, pero había válido la pena.
Sohyun le había dado la dirección, así que solo era cosa de ir viendo el recorrido que tenían que seguir y, cuando parecía que todo estaba muy enredado, simplemente le decía dónde debía doblar y seguir derecho, así hasta que dieron con la casa de la chica. La cual estaba igual que siempre, excepto por unas plantas nuevas que no estaban cuando se había marchado. Su madre, aficionada a la jardinería de seguro había sido la que se había encargado de agregar esas nuevas adquisiciones al jardín.
—Bienvenida a casa, Sohy —le dijo una vez que el automóvil quedó bien estacionado.
—Gracias, Tae. Por fin llegamos.
No sonreír parecía una tarea imposible.
Ambos se sacaron los cinturones de seguridad para poder bajar de la movilización. Por lo visto, era un lugar bastante tranquilo. En las calles cercanas no se habían visto muchas personas, pero seguramente era porque la población en general estaba en panoramas más cercanos al mar.
Taehyung aprovechó de arreglarse un poco el cabello mientras Sohyun sacaba algunas cosas del vehículo. Para no llegar con las manos vacías, la chica le había comprado anteriormente algunos regalos a su familia, y él tan solo había llevado un jugo que al parecer era del gusto del hermano menor de su amiga. Esperaba que así fuera, que no quería pasar un momento vergonzoso por dárselas de galán fallido que se quería ganar a la familia de su interés amoroso.
Sohyun tocó el timbre, y no mucho después apareció su madre tras la puerta. Tenía cierto parecido a la chica, pero no tanto como se había imaginado. La mujer abrió bastante los ojos cuando se fijó en el acompañante de su hija. Qué si bien lo había imaginado, tenerlo enfrente era algo totalmente distinto. Su hija no había dado tantos detalles sobre su aspecto, por lo que verlo en persona la sorprendió bastante.
—Pasen, chicos.
—Muchas gracias, señora. Es un gusto verla nuevamente —dio una reverencia bastante pronunciada. Quería ser lo más educado posible.
Pasaron hasta la sala de estar y ahí se encontraban el padre y el hermano de Sohyun. Estaban sentados como si se tratara de una clase de guión que tenían que seguir, y probablemente la madre del hogar tenía que ver mucho con ello. Abrazó a su hija aprovechando que por fin la veía después de buen tiempo sin tenerla a su lado, y a ello le siguió un abrazo de su hermano menor. Taehyung se quedó observando con el jugo en una de sus manos y sin saber dónde poner la que tenía libre. Definitivamente estaba más nervioso de lo que esperaba, y cuando todos los ojos se posaron en él, se notó más.
—Buenas tardes, señor y señora Lee, también a ti Yoonyoung —dio otra reverencia—. Soy Kim Taehyung, el hijo de Kim Jungsuk. E-es un gusto verlos otra vez y también conocer a Yoonyoung. Sohyun me ha hablado mucho de todos.
¿Lo había hecho bien? Esperaba que sí.
Sintió que por poco una gota de sudor se iba a deslizar por su sien producto de los nervios.
—Tae me hizo el favor de traerme para que los pudiera ver. Vinimos en su automóvil, así que sean amables con él, eh.
—Vaya, pero si es igual a Jungsuk —le comentó el señor a su mujer—. Es un gusto verte. La última vez que te vimos eras incluso más bajo que Yoonyoung —el nombrado observó en silencio. ¿Cómo su hermana conocía a tipos guapos?
—Gracias... Yo traje este jugo para ustedes. Espero que les guste. Sohyun me dijo que era el favorito de Yoonyoung.
—Hyung, no le hagas caso a mi hermana que no es mi favorito. Pero gracias, es el segundo que me gusta más —al ver al chico mayor con los brazos extendidos fue a recibir el jugo—. ¿Quieres que te sirva un poco? Parece que estás sudando mucho.
—Yoyo, no molestes a Taehyung —le reprendió su hermana mayor.
—Solo digo... Voy a buscar vasos para servir.
Con el menor ya no estando en la habitación, todos los adultos tomaron asiento. El problema en la pierna del papá de la chica fue mucho más notorio a la hora de sentarse. Tae observó a su amiga para ver su reacción, y si sus padres no hubieran estado presentes, no habría dudado en tomar su mano para transmitirle algo de seguridad, pero por respeto mantuvo una distancia prudente. Por un momento agradeció que no hubiera nada oficial entre ellos, si ya estaba tan nervioso por solo ser presentado como un amigo no quería imaginar cómo hubiera sido la presentación siendo novio oficial.
—¿Cómo están tu mamá y tus hermanos? Me imagino que también deben estar grandes.
—Están bien. No hace mucho vi a mis hermanos cuando fui a visitar a mis abuelos.
—Son igualitos todos, y es verdad que están grandes —agregó Sohyun— Los vi cuando lo acompañé a Daegu, y no podía creer el parecido entre los tres.
El señor y la señora Lee se miraron. Por lo visto eran buenos amigos, lo suficiente para ser bien cercanos.
—¿Y cómo se encontraron de nuevo? —indagó el hombre mayor.
Sohyun ya había comentado algo al respecto, pero claro que era mucho mejor escucharlo en persona.
—Fui a dejar a un amigo a la universidad y luego de eso me encontré con Sohyun en una calle que estaba al costado de su facultad. Su cara se me hizo muy conocida... Así que la llamé y hablamos por unos minutos, desde ahí no perdimos el contacto.
Bueno, la historia no había sido exactamente así, pero sonaba mejor. Ninguno creyó que hubiese sido correcto comentar ciertos incidentes que habían pasado entre eso, mucho menos algunos altercados que harían ver a Taehyung como una pésima persona. Ya estaba aprendiendo de esos errores y quería mucho a Sohyun como para volver a actuar tal y como lo había hecho en esos momentos.
—¿Y tú estás estudiando, Taehyung?
—Por el momento no —admitió sintiéndose avergonzado. Esperaba que no se formaran una mala imagen de él por ello—. Estoy trabajando como ayudante de un instructor de equitación, y también tengo otros pequeños trabajos. ¿Conocen al actor Kim SeokJin? Una vez también fui ayudante de su fotógrafo para una sesión de fotos. No todos los días se dan oportunidades así...
—¡¿Kim SeokJin?! —preguntó emocionada la mujer mayor— ¿El actor guapo que sale en Flor de primavera?
—Sí... No sé cómo dio conmigo. Pero me contactó y así lo conocí en persona. A-aunque ya no seguimos en contacto ni nada. Solo fue para esa oportunidad.
Sohyun nunca había escuchado esa historia, estaba igual de sorprendida que su madre. Su amigo en ocasiones sí que podía ser un misterio. Su hermano menor apareció con dos vasos en la mano, uno se lo extendió a Taehyung y el otro a ella.
—Hyung, eres muy guapo y pareces muy simpático, además que tienes un auto bonito. ¿Me puede llevar a una parte? En esta casa nadie me quiere acompañar.
—¿A dónde quiere ir? —le preguntó Sohyun a sus padres.
—Resulta que Jungkook está en la ciudad en un pequeño evento promocional y tu hermano lo quiere ir a ver, pero el auto está en el taller y le dijimos que justo hoy venías, así que no se iba a poder.
¿Jungkook? ¿Ese Jungkook? Sohyun no pudo evitar sentirse inquieta. Siempre que algún tema relacionado a él surgía, intentaba evitarlo lo más que podía. El chico de oro era algo que quería dejar en su pasado, mucho más cuando ya estaba más segura de que estaban surgiendo sentimientos por alguien más después de tanto tiempo.
—Taehyung debe tener hambre, Yoyo. Por venir hasta acá ni siquiera hemos almorzado.
—Bueno, cocina algo para nuestro invitado y para ti, mientras yo hablo con él en mi habitación —se paró frente a ambos jóvenes—. Se nota que tú lo conoces, así que yo quiero conocerlo. No te molesta, ¿cierto, hyung?
—Yoyo, no seas manipulador —le advirtió su madre.
—No se preocupen, en verdad no me molesta —formó una pequeña sonrisa. Compartir con el hermano menor de quien le gustaba podía tener puntos a su favor, además que le gustaban los niños, no había nada malo en acompañar al menor. Se acercó a Sohyun y bajó un poco la voz—. Puedes aprovechar el momento para hablar con tu papá.
—Bien, te presto a Taehyung, pero no seas muy cargoso. Él es un chico tranquilo y tú eres muy inquieto.
El menor aceptó sin darle mayor atención a las palabras de su hermana, e invitó al mayor a que lo siguiera para ir a su habitación. Taehyung vio como Sohyun quedaba con sus padres, y esperó que ese momento le sirviera para poder hablar con ellos, especialmente con su padre.
Tras pasar por un pasillo llegaron a la habitación de Yoonyoung. Era como la de cualquier chico de su edad, aunque los pósters de Jungkook decoraban la mayor parte de las paredes. Definitivamente era fanático del idol.
Había muchas pruebas y cero dudas.
—Te ves como una buena persona, y si eres amigo de mi hermana, lo debes ser. ¿Si te pido que me lleves a ver a Jungkook hyung puedes hacerlo o solo aceptarías por compromiso?
—No me molestaría llevarte, veo que en verdad eres su fan. Él con tu hermana iban a la misma escuela, ¿lo sabías?
—¡Claro! Tengo una foto de ellos dos. También iban a la misma academia de Taekwondo. Espera que te muestro la foto.
Lo invitó a sentarse en su cama y fue hasta su escritorio para sacar una imagen de alguno de los pequeños cajones. Fue así como entre sus manos trajo un cuadro con un bonito marco.
—Esta es una de mis reliquias más preciadas. Nadie más en el mundo debe tener esta foto. Se la robé a Sohyun cuando quedó en una de sus cajas que no llevó cuando se mudó para estudiar en Seúl.
Y aunque fuera una de sus reliquias, le extendió el cuadro para que lo viera mejor. Todo sacrificio era válido con tal de presumir su tesoro.
Taehyung tomó la foto entre sus manos para poder ver la imagen. Estaba seguro de que tenían que haber habido más personas en la imagen original, pero en esa solo se veían Sohyun y el idol. Era una imágen realmente normal como la de cualquier adolescente, pero no pudo evitar detenerse en los rostros de ambas personas. Aunque no fuera del todo visible, ambos se estaban viendo con una sonrisa en sus rostros. Tal vez habían ganado alguna competencia o había sido una buena práctica, pero se veían muy felices y cómodos el uno con el otro.
Sohyun le había dicho que solo habían sido compañeros, pero estaba seguro de que los compañeros no se miraban de esa forma. No con esos ojos tan brillantes y sonrisas tan cálidas. ¿Tal vez eran amigos?
—No sé porqué mi hermana tenía esto si ni le gusta Jungkook o su música, pero le agradezco mucho el material inédito. Nadie más debe tener esta foto, ¿verdad?
—No creo que nadie más la tenga. Tienes que cuidarla bien, eh. Ahora Jungkook se está haciendo bastante famoso.
—¡Lo sé! Por eso quiero ir a verlo. Me gusta mucho su música, pero en esta casa nadie lo entiende, ni Sohyun está de mi lado. Y claro, como soy pequeño no puedo hacer mucho.
No supo si esa era la verdadera manipulación, pero era débil ante una situación así. ¿Cómo no iba a ayudarlo si estaba en sus posibilidades poder aportar en que cumpliera su sueño de de ver al idol que le gustaba? Además, la ilusión en sus ojos... Definitivamente no era algo a lo que se podía negar.
Nunca había compartido un momento así con sus hermanos cuando eran más pequeños, pero podía ayudar al chico. Y si él era feliz, su familia también lo sería, y por consiguiente Sohyun también se pondría feliz, ¿no?
—No te preocupes. Yo te puedo llevar para que lo veas. Y si Sohyun no quiere ir, podemos dar una vuelta los dos, eh. Aunque no te puedo asegurar que lo veas de cerca, tampoco si tus papás van a dar la autorización...
—¡No importa! Tan solo verlo en persona ya es un sueño. Una de mis compañeras lo vio y dijo que era muy alto y guapo. Mmm, si te veo bien hasta tienes un aire a él.
—Yo soy mayor, así que si es así, él tiene un aire a mí.
—Tienes razón. Pero como sea, ¿quieres ver otras imágenes que tengo de él? Tengo unas dónde está en la academia de Taekwondo, pero ya está con todo el grupo, así que de seguro alguien más la puede tener.
El chico fue a buscar esas otras fotos para que las viera, y aunque comentaba sobre el idol, Taehyung solo se podía centrar en el rostro de Sohyun.
La chica no había cambiado mucho y parecía que siempre había sido así de linda. Era bonito poder verla en esa etapa que él desconocía, pero esa sensación rara que le había producido la foto en la que estaba junto a Jungkook, no le quería abandonar. ¿Habrían sido más cercanos de lo que había imaginado por lo que le había dicho Sohyun? ¿Pero por qué se lo habría ocultado? No todos tenían un compañero que se había convertido en idol, y mucho menos con un reconocimiento como el que estaba teniendo Jungkook. Más que algo que ocultar, era algo que por poco se podía hasta presumir.
A no ser que... Había algo que Sohyun no quería decir. Tal vez algo en lo que no debía indagar por mucho que la curiosidad se estuviera apoderando de sus pensamientos.
—Tú y mi hermana se conocieron muy pequeños, ¿no? —el chico logró hacer que se bajara de la nube de sus pensamientos.
—Sí, nosotros nos conocimos gracias a nuestros papás. Ellos montaban a caballo cuando eran más jóvenes, ¿lo sabías?
—Papá tiene algunas fotos de él sobre caballos, y bueno, también su pierna mala como recuerdo —se acomodó más cerca de Taehyung, sintiéndose cómodo con el chico mayor—. Papá nunca me quiso enseñar a montar aunque se ve divertido, supongo que tiene miedo de que me pase algo.
—Es que montar puede ser muy peligroso... —el recuerdo de su padre le invadió— Yo sé montar porque aprendí desde que era muy pequeño y estuve en ese ambiente, igual que tu hermana, pero pasó un accidente que nos enseñó que lo que tiene de divertido también lo tiene de peligroso. Así que entiendo a tu papá cuando no te quiere enseñar —acarició el cabello del chico por reflejo. Se sintió muy fraternal—. Yo... perdí a mi papá en ese accidente que te dije, y me imagino que tu papá se debe haber preocupado por eso, más cuando dices que quedó con su pierna mala.
—Hyung, lo lamento mucho por ti —sus ojos estaban brillosos por las lágrimas. Yoonyoung podía ser muy sentimental por mucho que a ratos quisiera tener la imagen de un chico rudo—. Voy a hablar con mi hermana para que te cuide mucho. Definitivamente eres una buena persona —y con total confianza se lanzó a darle un abrazo.
—Ella ya me cuida mucho, así que no te preocupes por eso. Yo también la cuido allá en Seúl, o bueno, donde sea que la acompañe.
—¿Mis papás te pueden adoptar? Definitivamente tienes que ser mi hermano mayor para que me consientas que aquí nadie lo hace.
—No creo que puedan... —y aunque hubiese sido posible, sin dudarlo se hubiera negado— Pero puedo intentar ayudarte a cumplir uno de tus sueños ahora. Y quién sabe, si Jungkook va a Seúl podría convencer a tu hermana para que lo puedas ir a ver.
Y con sus meñiques entrelazados, se convirtió en una promesa. Taehyung no había pensado que pudiera haber sido tan fácil llevarse bien con el hermano de Sohyun después de lo que le había dicho, pero por lo visto tan solo había exagerado al pensar que iba a ser una tarea imposible. El chiquillo era simpático, aunque su amiga no había mentido al describirlo. Pensando en ello justo la chica apareció en la habitación de su hermanito, viendo como tenían varias fotos esparcidas por la cama.
—Yoyo, se acabó el tiempo. Ya me llevo a Taehyung que vamos a almorzar. Mamá me contó que almorzaron temprano porque te había dado hambre y no aguantaste esperarnos.
—Estoy en crecimiento. Debo comer a las horas adecuadas. Yo sé que hyung está de mi lado. Aunque estudie medicina, parece que no sabe lo básico —le susurró a quien estaba junto a él, sacándole una risa por sus palabras.
Taehyung pensó en lo bonito que se sentía estar en un dulce hogar.
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Publicado: 30/09/2023
Ya denle una propia familia feliz a Tae (lo dice quien es la que lo decide)
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