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Rutas de escape

Cuando el paseo entre hermanos terminó, fue inevitable sentir algo de tristeza. El tiempo que habían pasado juntos no había sido mucho, pero de todas formas la calidez de la experiencia había sido lo suficiente grata como para que el menor de todos hiciera un pequeño berrinche deseando que su hermano mayor se pudiera quedar un poco más. Tal vez hubiese sido posible si en su visita no hubiera tenido un acompañante, pero Sohyun estaba a su lado y tenía que hacerse responsable de ella.

No es como que hubiese podido decirle a la chica que se regresara sola a casa después de todo lo que estaba haciendo por él. Y, si hubiese llegado a actuar de esa forma, luego se habría sentido como un gran imbécil.

El camino de regreso a Seúl estuvo relajado a pesar de que el cansancio aportaba en algo en que no estuviera la misma energía que estuvo al ir a Daegu. Conducir por varias horas no era algo muy divertido, pero estando juntos no se volvía algo pesado y de esa forma las risas no faltaron y el silencio no se volvió incómodo como en ocasiones anteriores. Taehyung se sentía en su elemento tras el volante y Sohyun se sentía agradecida por ese pequeño descanso que le había ayudado a despejar un poco la mente.

Antes de irse de Daegu, en conjunto habían comprado una bolsa de golosinas para comer en medio de la carretera si es que a alguno le llegaba a dar antojo de algo dulce. Sohyun ayudó a Taehyung dándole un caramelo en la boca, y si bien el chico tenía la suficiente concentración como para conducir mientras hacía la otra acción, no se quejó y se dejó consentir un poco. Aprovechar situaciones así no parecía del todo mal y si Sohyun no se sentía incómoda por ello, al final nadie salía perdiendo.

Aprovecharon de hablar sobre muchos temas triviales e incluso el juego de las preguntas apareció en un tramo del trayecto. En el automóvil solo reinaba la tranquilidad junto a las risas que de vez en cuando eran algo más ruidosas.

Sin duda era un ambiente muy grato para poder viajar.

—Tus hermanos fueron muy agradables. Al final llegamos a la confianza suficiente y con Dakyung intercambiamos números de contacto.

—¿En serio? No sé si sentirme feliz o celoso —comentó con una sonrisa.

—¿Por qué estarías celoso? Con tu hermana hablamos como por dos horas. Contigo no fueron más de diez minutos.

La sonrisa de Taehyung aumentó su tamaño. Su amiga tenía razón, con suerte y habían hablado unos quince minutos antes de que ella le hubiese pedido su número de contacto. Y si lo pensaba bien... Había sido una especie de locura tomando en cuenta que habían sido unos completos extraños por bastante tiempo. Sohyun había sido muy valiente en atreverse a pedirle su contacto para seguir hablando.

—Tienes razón. Aunque tal vez sí me pone un poco celoso que se hayan llevado tan bien. Siento que a mí me costó obtener tu confianza.

—Sí... Pero es que es diferente. No todas las relaciones se dan de la misma forma. Además ahora todo está bien, si hasta viajando juntos estamos —rio llevando un dulce esta vez a su boca—. Para este punto creo que ya logramos estar en un ambiente cómodo sin mucho esfuerzo. Antes hasta quedarnos solos lograba formar un ambiente incómodo.

—Bueno, hemos compartido bastante en este último tiempo, supongo que es natural que ya estemos sin tantas barreras entre nosotros.

Sohyun asintió dándole otro dulce. En eso Taehyung sacó un poco su lengua para atrapar el caramelo y terminaron riendo a todo pulmón cuando de casualidad chocó con uno de los dedos de su amiga. So realmente no era alguien a quien le diera asco las cosas con facilidad, sin embargo, su risa fue una mezcla de nervios y gracia por lo que había pasado. Taehyung tampoco se quedó muy atrás, pues sus orejas no tardaron en sentirse calientes. ¡Le había dado mucha vergüenza! Pero no quería exagerar.

—Lo siento mucho —se disculpó todavía con un rastro de risa—. Estaba viendo tanto la carretera que no calculé bien.

—Hey, no pasa nada. Estamos en confianza.

—De todas formas...

Hubo un pequeño silencio.

—Mira que no pasa nada malo —con una idea surgiendo en su mente extendió una de sus manos—. Dame una de tus manos.

Taehyung algo extrañado se la pasó mientras que la otra permaneció en el volante para seguir teniendo control sobre el automóvil. Al principio pensó que tal vez se iban a tomar de la mano como lo habían hecho al salir de casa de sus abuelos, pero fue tan solo en cosas de segundos que su mano fue tomada y guiada hasta que unos de sus dedos fue levemente presionado por los dientes de su amiga. Fue una presión suave y para nada dolorosa, incluso así los colores se le subieron al rostro.

Algo contrariado dio un pequeño brinco en su lugar y de esa forma su dedo terminó siendo liberado.

—Me asustaste —dijo apenado. Aunque la verdad es que más que asustarse se había sorprendido.

—Lo siento. Lo que hice sí que fue una bobería —se llevó las manos a su rostro para cubrir el colorado de sus mejillas—. Fue una pésima idea. Te asusto un poco más y podrías haber perdido el control del volante.

—No fue para tanto. Además... comprendí que no es algo incómodo. Quedamos a mano, así que todo bien.

Sohyun se preguntó si realmente todo estaba bien. ¿Por qué había hecho eso? De repente un impulso surgió en ella y actuó sin pensarlo. Le había mordido el dedo y luego se había sentido demasiado avergonzada como para siquiera verle a la cara. Por suerte Taehyung no había parecido molesto o incómodo por su acción, y agradecía que el chico hubiese reaccionado así. Faltaba bastante para Seúl y no había gracia alguna en estar los noventa minutos restantes en silencio por la bobada que había hecho.

Tras preguntar, encendió la radio del vehículo y buscó alguna frecuencia en la que la música fuera buena. Por pedido de su amigo se detuvo cuando una suave voz cantando una canción, al parecer algo romántica, inundó la movilización. Era agradable y a pesar del toque de melancolía que tenía, fue lo suficiente pegajosa como para que los dedos se movieran solos contra alguna superficie con tal de seguir el ritmo.

Cuando la canción acabó, Sohyun no pudo evitar reír por lo bajo. Los azares del destino a veces podían ser muy locos. Quien cantaba no era nada más ni nada menos que el idol de momento. Y aunque trabajaba con un nombre artístico, tras las siglas J.K había un nombre que había conocido bastante bien en el pasado. Por lo visto realmente el chico estaba cumpliendo su sueño de poder llegar con su música hasta el oído de quien menos se podía pensar. Haber visto un gran cartel de su rostro había sido una sorpresa, pero confirmó que su carrera estaba progresando bastante bien si hasta en la radio aparecía.

La voz del locutor se escuchó nuevamente, y dio el aviso de que el tan codiciado ídolo había asistido a una pequeña sesión de preguntas gracias a la promoción de su álbum debut. Jungkook tenía que estar muy bien valorado si es que se atrevían a apostar por alguien que prácticamente recién comenzaba su estrellato. Golden boy fue el apodo dado por quienes tenían puestas todas sus expectativas en el joven que al parecer era perfecto en todos los sentidos.

—Me gusta bastante este chico. Una vez vi que te quedaste viendo un cartel de él y me puse a investigarlo un poco. Al parecer los covers que hacía le ayudaron para que pudiera saltar a la fama.

—¿Es así?

—Claro. ¿No lo sabías? Pensé que eras su fan o que lo escuchabas.

—Oh, no. Con los estudios casi se me olvida que existen los idols. A quien le gusta es a mi hermano pequeño.

—Ya veo. Es joven, así que de seguro llama la atención de chicos menores a él.

—Claro... ¿Aunque sabes? Jeon Jungkook estudió en donde yo estudié. Solo era dos años menor.

Sohyun se tensó un poco al haber admitido lo último. Esperaba que su amigo no hubiese relacionado sus palabras con la relación que había comentado haber tenido en el pasado. Aunque por lo visto, la expresión de Taehyung solo había sido de genuina sorpresa. Muchos podían estudiar con algún trainee o con alguien que soñaba ser un idol, pero no todos lograban decir que su compañero en la actualidad era un idol o había logrado serlo. Y mucho menos decir que habían salido con un idol antes de su debut. Eso era casi un milagro.

—... Así que, J.K. Se ha dicho mucho que eres un genio por componer tus propias canciones. Incluso tu canción principal You are that se ha llevado bastantes elogios por una letra que logra invadir el corazón de todos. Tu primer álbum vendió 160,000 copias en las primeras 48 horas, un logro para un solista que no ha salido de algún programa o ha estado anteriormente en un grupo —la voz del entrevistador irrumpió en sus pensamientos—. ¿Cómo te sientes al respecto? ¿Pensaste que tu música podría tener un impacto con tanta prontitud?

—Me siento orgulloso de lo que estoy logrando, pero... por otro lado también estoy muy sorprendido. Mi sueño siempre ha sido poder llegar a las personas con mi música... y estar alcanzándolo me genera todo un mar de emociones. Agradezco a todos quienes me han brindado su apoyo y amor.

—De seguro vas a tener que estar preparado, porque tu futuro se ve muy brillante, tal y como el oro —la risa de entrevistado y entrevistador resonaron en las bocinas del automóvil—. Por cierto, muchos están interesados en saber si te inspiraste en alguna experiencia para escribir una letra tan emotiva. Aunque eres joven, un amor del pasado tal vez...

¿Estaba bien que el locutor le hiciera esa pregunta? Aunque no se la hicieran a ella, pudo sentir algo de incomodidad por ello. La vida de las personas era algo propio de cada uno, ¿para qué hacer ese tipo de preguntas que eran algo íntimo de cada quien? Y sobre todo, los temas así con idols solían ser algo complejos, hacerle esa pregunta a alguien que recién hacía su debut hace poco era como ponerlo con una espada contra la pared. Los fans eran un tema difícil y lo que tenía que ver con idols y parejas lograba formar un revuelo.

—Solo diré: Eres eso... que queda en mi memoria a pesar del paso de las estaciones. You are that.

Cielos, esta respuesta dejará a todos quienes nos oyen con la duda de todas formas. Pero por haber escuchado un trozo de la canción solo con tu voz de seguro sales totalmente perdonado.

La risa de ambos se hizo escuchar nuevamente. ¿Habría sido solo por respeto o para que la incomodidad no les ganara? Bueno, solo ellos lo sabrían. Sohyun solo pensó en que había sido algo descortés hacer esa pregunta cuando podía haber hecho un montón más relacionadas a su música o el resto de las canciones del álbum. Podía no ser experta en el tema, pero estaba segura de que habían muchos más tópicos que se podían tocar dejando de lado la vida amorosa del joven idol.

—Uy, en el aprieto que casi lo mete el locutor. Estas preguntas no deberían ser un tema relevante si puede llegar a incomodar, ¿no crees?

Dio una respuesta afirmativa. Taehyung tenía razón en su comentario. No a todos les gustaba hablar sobre su vida amorosa o en general sobre su vida privada. Aunque por otro lado... también le había dado mucha intriga poder saber la respuesta. ¿La habría nombrado a ella acaso? No, no lo creía. No obstante, en el fondo había una pequeña llama de esperanza que le decía que ella había podido haber sido quien inspiró a Jungkook para que la letra de esa canción naciera.

¿Aunque... el chico habría tenido algo especial con alguien después de ella? Le había perdido el rastro por mucho tiempo y si no hubiese sido por su hermano menor, no se habría enterado de que su nombre en el mundo del espectáculo comenzaba a resonar. Para Sohyun, Jungkook había sido alguien de mucha importancia en el pasado, pero después cada uno siguió por su lado y se podía decir que no habían terminado lo que tenían en malos términos.

—¿Quieres otro dulce? —ofreció—. Pero sin morder ni lamer, eh.

***

Bajar del automóvil tras mucho tiempo sentados significó una pequeña sesión de estiramiento para los músculos que necesitaban con algo de urgencia movimiento más allá de los escasos centímetros que permitían el espacio de la movilización.

No era muy tarde y aunque cenar a esa hora no era lo más común, ambos tenían ganas de llenar sus estómagos con algo más que dulces (que podían haber estado muy ricos, pero no se comparaban con una deliciosa cena que dejaba la panza llenita y satisfecha). Ambos se pusieron manos a la obra y en equipo tras unos cuantos minutos tuvieron listos sus bowls de alimentos preparados para consumir. Que tuvieran gustos similares fue de bastante ayuda, pues gracias a ello cada ingrediente agregado era bien recibido y sin objeción alguna.

La habitación no estaba para nada silenciosa e incluso así, Sohyun sugirió poner algo de música. Le había quedado gustando comer con música sonando de fondo desde que había almorzado con Taehyung y como a ambos pareció gustarle la idea fue aún mejor. Puede que no generara la misma sensación de esa vez, pero de alguna forma lograba hacer que el ánimo fuese mayor y la conversación se extendiera más allá de haber terminado la comida.

Estaban en su mundo, de eso no había dudas. Por mucho que hubiesen estado todo el día juntos, parecía que a cada segundo surgía un tema con el cual la conversación se iba extendiendo un poco más.

Algunos comentarios les hacían regresar en el tiempo en un abrir y cerrar de ojos, y luego regresaban al presente para hablar de un futuro que era un total misterio para ambos. Sohyun se sintió tanto en confianza que se atrevió a hablarle sobre su idea de dejar la carrera y dedicarse al arte o algo que le hiciera sentir más feliz que responsable, en ese momento Taehyung la escuchó en silencio esperando poder saber más y más sobre ese tema.

Era una experiencia única poder saber tanto sobre alguien de una forma tan trivial como lo era una charla después de comer. Probablemente nadie esperaba mucho después de eso, por eso saber a detalle lo que sentía el otro era como un milagro que no siempre se daba.

—¿Crees que soy egoísta por pensar así?

—No lo creo.

Y aunque su amigo le había dado esa respuesta, no pudo evitar que cierta inquietud la invadiera. Ella realmente se sentía muy egoísta cuando tenía ese tipo de pensamientos.

—¿Sabes? Aunque mis padres nunca fueron exigentes, siempre he sentido una presión que me dice que debo hacer las cosas de una forma si es que quiero que sean felices quienes me rodean —admitió con algo de vergüenza—. Me siento en un laberinto cada vez que pienso en mis estudios. Incluso si sé donde está la salida, no tengo la certeza de si lograré llegar hasta ese punto.

—Creo que en ese caso es bueno tener rutas de escape. Y aunque muchos dicen que está mal huir y que hay que afrontar la realidad... A veces desconectarse de todo ayuda a comprender lo que realmente queremos. Digamos que es... como ver el laberinto desde arriba.

Con calma ambos tomaron una de las manos del otro por sobre la mesa. Sentir la piel ajena era de gran ayuda para saber que tenían algo de apoyo por mucho que todo pareciera estar lleno de neblina y obstáculos que eran difíciles de superar. Sus dedos se entrelazaron con delicadeza y permanecieron observando sus manos unidas como si fuese la cosa más interesante del mundo.

—Vamos a tener que hacer un esfuerzo por hallar nuestro camino.

—Así es...

El celular de Sohyun comenzó a sonar y mientras ella iba a atender la llamada y pasaba más música, Taehyung aprovechó de recoger la mesa para ir a lavar todo lo que habían utilizado. Lo menos que podía hacer era ayudar con las tareas del hogar y aportar en lo que más pudiera mientras permaneciera alojado en el hogar de su amiga.

La llamada era de la madre de Sohyun y aunque en un principio parecía una llamada común para hablar sobre el día y desear buenas noches, se fue extendiendo lo suficiente como para que hasta Taehyung se preocupara ante las expresiones que estaba poniendo su amiga.

So, quien realmente intentaba no alterarse mucho, permaneció un par de segundos con el teléfono cerca de su oreja incluso cuando la llamada ya había finalizado. ¿Por qué parecía que repentinamente la alegría se esfumaba ante ella? ¿Era tan difícil vivir sin preocupaciones o malas noticias? Tan solo unos minutos atrás había hablado sobre un futuro incierto pero prometedor y de la nada todo eso se iba por la borda dejando sentimientos amargos.

Se sentó en el sofá deseando que al menos por un segundo el tiempo se detuviera y de esa forma pudiera pensar con algo más de calma. Taehyung se sentó a su lado esperando que ella empezara la conversación o, por otra parte, estuviera ahí en caso de que necesitara un abrazo o alguna acción para consolarla.

—Mi papá sufrió un accidente... —comenzó contándole—. No fue nada muy grave —aclaró viendo que su amigo había puesto una expresión fatalista—, es solo que, necesita nuevamente una operación en su pierna mala y no se la quiere hacer porque dice que no quiere hacer un gasto innecesario que va a afectar en la economía de la familia. No me agrada cuando es tan tacaño... Lo más importante es su bienestar.

—¿Has hablado con él sobre eso?

—No... Por lo visto lo quería mantener en secreto, y como sabe que es difícil que lo vaya a visitar, aprovechó eso para su beneficio.

—Vaya, sí que es astuto.

—Demasiado para alguien que debería pensar en su propio bien.

Aunque pudiera ser algo precipitado, Taehyung le ofreció sus brazos abiertos en caso de que lo necesitara. Sohyun iba a rechazar con amabilidad su ofrecimiento, pero solo bastó que viera su rostro preocupado por ella para que cambiara de idea. Al principio fue un abrazo con una posición algo incómoda y Taehyung estuvo tentado en sugerir que era una posición más cómoda si mejor se ponía en el espacio que podía hacer entre sus piernas, pero en vista de que podía ser una posición algo rara, Sohyun terminó subiendo sus pies al sofá mientras apoyó su cabeza en el regazo de su amigo.

—Si no tienes mucho que hacer el próximo fin de semana... Te podría llevar a verlo. De seguro quieres hablar con él en persona, ¿no?

—Sí, me gustaría poder hablar con él. Y, bueno, también sería genial ver a mi familia. Hace bastante que no los veo...

—Es un hecho entonces. Si no tienes nada que hacer, te llevaré a verlos.

—Gracias, Tae —cerró los ojos mientras su amigo se atrevió a acariciar su cabello—. Eres todo un ángel, ¿lo sabías?

—Solo soy buena persona —respondió con una tímida sonrisa—. Tú has sido tan buena conmigo... Solo quiero que puedas ser feliz y qué mejor si puedo aportar en eso.

Sohyun se giró quedando con la mirada hacia arriba y en cosa de segundos sus ojos ya abiertos se toparon con unos ojos que le observaban con total devoción. Apartar la mirada fue lo primero que se le ocurrió, sin embargo, era una tarea difícil si aquellos ojos le observaban con tanta ternura. El rostro de Taehyung de por sí era bonito, pero en ese instante pareció incluso hacerse más bello. Tal vez eran sus mechones de cabello que se veían algo adorables y a la vez encantadores, no lo supo con exactitud, pero verlo le hacía sentir que todo iría para mejor.

Sintió una mano cálida deslizarse por su mejilla y aquella acción solo logró que quisiera permanecer así por mucho tiempo. Dormir y despertar con esa sensación... Aquello sin duda sería una especie de bendición y signo de buena vida. Esa calidez era reconfortante y pensó en que muchos harían lo imposible por sentirse como ella se sintió en ese momento. Simplemente era como... como estar en un hogar lleno de lindos recuerdos y sensaciones amigables.

—¿Podemos permanecer así por el resto de nuestras vidas? —preguntó, nuevamente cerrando sus ojos.

—Yo feliz permanecería así. Estar contigo es como una noche estrellada en el campo; tan tranquilo y sin algún peso encima. Así que, Sohy, creo que te volviste mi noche estrellada.

Sohyun de golpe volvió a abrir los ojos para mirarlo y pudo jurar que en su vida no había visto una sonrisa tan bella como la que él le estaba dando. Había una pizca de timidez en su rostro y parecía que en cualquier momento sus mejillas se tornarían rosas, pero le seguía observando como si fuese el centro de todo lo existente. ¿Había sido una confesión o un agradecimiento infinito? Ninguno quiso pensar en la respuesta a esa pregunta y solo permanecieron en esa posición por largo rato.

Las palabras dejaron de importar y solo se centraron en el otro. Las suaves caricias que daba Taehyung fueron copiadas por Sohyun y aunque parecía una misión algo imposible, gracias a que Taehyung bajó un poco su cabeza, pudo acariciar una de sus mejillas y colar entre sus dedos esos mechones de cabello que le habían parecido tan encantadores.

Y puedo que no todo fuese perfecto. Que los problemas surgirían en los momentos más inesperados y sembrando una inquietud que no era muy bien recibida, pero tan solo sabiendo la existencia del otro, la carga no sería tan pesada y las sensaciones amargas serían reemplazadas por una tranquilidad que solo a veces el toque de una mano especial podía lograr.

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Publicado: 31/07/2022

Dos meses más y se cumple el año sin actualización, pero aquí llegué para evitar esa situación🤭

¿Cómo les va la vida? Estos dos han tenido sus problemas, pero ya ven que juntitos lo resuelven.

He estado escribiendo nuevos capítulos, y ya quiero que los puedan leer. La evolución en Taehyung y Sohyun es algo qué se ha ido dando solo, por lo que espero que lo puedan leer por ustedes mismos. Sin más, espero actualizar el próximo domingo <3

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Publicado tras edición: 16/08/2024

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