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❝Cariño y esperanzas❞
Myeong era una chica bastante ruidosa que no cerraba la boca a menos que una fuerza mayor la obligara. Taehyung y Sohyun se dieron cuenta de ello apenas se subieron en los asientos traseros del vehículo. Era muy linda y simpática, además atenta. Sohyun había pensado que podía ser un poco tímida, pero sin duda estaba muy equivocada. La novia de su amigo contó un millón de historias, desde cosas específicas como la forma en la que se conocieron ella y Yoongi, hasta cosas más random, como la vez que comió comida de perro de casualidad.
A primera vista no se parecía en nada a Yoongi, pero se complementaban a la perfección.
—¿Ustedes son novios? —Yoongi le había dicho que no fuese muy curiosa, pero se moría de ganas por saberlo, pues ambos chicos se veían muy bien juntos.
—No, no. Solo somos amigos —aclaró apresurada. No quería que Taehyung se pudiera sentir incómodo si se demoraba mucho en responder—. Nos conocemos desde pequeños, pero desde hace un mes somos amigos oficialmente.
—Ya veo —comentó con una sonrisa—. Parece una historia de algún buen drama. Amigos de pequeños, el destino los separa y luego... ¡Pum! Se vuelven a encontrar después de tanto. ¿No crees que es una historia linda, amor?
—Un poco entretenida —le respondió—, pero no hostigues tanto a los chicos. No has parado de hablar desde que se han subido al auto. Pareces una cacatúa.
La pareja rio y Sohyun le acompañó despacito. Por otro lado, Taehyung estaba tenso como un elástico que se estira. Nunca antes había ido a una especie de junta con personas que no conocía. Era raro y no sabía cómo actuar, pues los nervios le carcomían en su interior. Incluso si estaba con So, no podía lograr que la tensión desapareciera. Para rematar todo aquello, no podía dejar de pensar en el momento en el que despertó y vio a Sohyun a su lado en la cama, durmiendo de una forma tan tranquila que dejaba en claro que él no representaba peligro alguno para la chica.
Se había tentado enormemente en dejar un suave beso en su frente, pero antes de actuar, regresó a la realidad, cayendo en cuenta sobre todo lo que había pasado. Jimin le había echado y él solo había pasado la noche con Sohyun por ello. No había un trasfondo más preciso y sus fantasías sólo eran pensamientos ilusos que le sacaban un rato de lo negativo. Sohyun era su amiga, solo eso. Él no la amaría más allá de una amistad y ella tampoco, porque los amigos estaban para apoyarse y cuidarse mutuamente, no para besarse y formar una familia (cosa que era lo que más deseaba en el mundo). Podía ser joven, pero era una de sus metas y Sohyun... él no sabía exactamente lo que ella quería.
Hicieron una parada en una gasolinera, ya que Myeong tenía que ir de forma urgente al baño. Hablar tanto le había secado la garganta, por lo que había tomado mucha agua para compensar aquello. Al final ambas chicas se bajaron por petición de Myeong, siendo así que Yoongi y Taehyung quedaron solos en el auto. El mayor vio la hora en su reloj y comentó vagamente sobre ello, Tae le escuchó pero no dio ningún tipo de respuesta.
—¿Te gusta Sohyun? —aquella pregunta sólo hizo que el silencio aumentara. Tae aguantó la respiración sin darse cuenta.
Vaya, eso le había sorprendido mucho. Le había dicho a su novia que no hiciera tantas preguntas, pero él había sido directo y sin chistar; haciendo una pregunta que logró hacer que su estómago sintiera un cosquilleo producto de una mezcla de nerviosismo e inseguridad. El tipo le intimidaba un poco, no lo iba a negar. Se sentía como si fuera un interrogatorio de un padre hacia el pretendiente de su hija.
—No. Yo no... —hallar las palabras adecuadas era difícil. Tampoco es como si quisiera sólo dar un rotundo no, pues desde que se había despertado no estaba seguro de muchas cosas. Demasiadas.
—No te pongas nervioso. Solo pregunto si te gusta, no si le vas a pedir matrimonio, eh —si antes le había visto por el retrovisor esta vez se giró para verle—. Sohyun es una mujer muy guapa además de inteligente. Si no tuviera a Myeong en mi vida, no dudaría en tenerla como candidata a una potencial novia.
—Lo sé. Ella simplemente es... Genial. Es una chica muy buena y preocupada por el resto. Siempre intenta mantener la compostura y analizar el momento para ver todas las posibilidades. Cocina muy rico a pesar de que dice que se le dan mejor los postres, y no duda en consentir a alguien incluso si está ocupada —¿Así o más embobado? Es que para él hablar de Sohyun era como hablar de bondad y todas las cosas buenas del mundo. Tenía claro que no era perfecta, pero era especial.
—Pero aun así no te gusta. ¿A eso querías llegar? Porque con lo que has dicho me dejas pensando mucho.
—Ella...
—Miren, chicos. Al salir del baño So se encontró un billete —Myeong interrumpió cualquier intento de respuesta. Había sido una suerte tomando en cuenta que Taehyung no sabía lo que iba a decir.
Sohyun observó a ambos chicos, pensando en que probablemente habían intercambiado palabras mientras no estaban presentes. Sabía que para Taehyung no tenía que ser la cosa más fácil del mundo, pero Yoongi era alguien fácil de tratar y que podía sacar algún tema de conversación incluso si se veía como alguien que tenía la boca sellada. Confiaba en que los chicos se podrían llevar bien, tal vez incluso hasta el punto de poder ser amigos. Yoongi no sabía mucho de Taehyung, pero le había comentado que le parecía un buen chico.
El mayor le dedicó una mirada inquisitiva a Tae, y después se dio la vuelta para mirar a su novia.
De Seúl a Daegu eran unas tres horas, pero como los abuelos del chico vivían en los alrededores, en unas dos horas y media ya bastaba para llegar al camino principal que guiaba hasta la casa. El resto del trayecto que quedaba, después de la improvisada parada, continuó con las preguntas por parte de Myeong y con las respuestas más razonables por parte de Sohyun, Yoongi permaneció en silencio sólo concentrado en el camino mientras conducía y Taehyung solo siguió ensimismado en sus pensamientos, por lo menos hasta que el paisaje le comenzó a ser conocido y se percató de que ya estaban por llegar.
Yoongi aparcó a un lado de la carretera, en un espacio vacío un poco antes de llegar al camino que llevaría a casa de los abuelos de Tae. Así lo había querido el menor, ya que su abuela le había dicho que iría por ellos (incluso si no tenía una licencia de conducir). Todos se despidieron como correspondía y así la pareja pudo continuar con su viaje para visitar a sus familias. A Taehyung le hubiese gustado ser más participativo, pero no tenía la cabeza como para poder pensar algo con lo que poder aportar a la charla. Estaba procesando mucho, y eso que ni siquiera llegaba a ser mediodía, por lo que prácticamente llevaba atrapado en su mente todo lo que llevaba de su día.
Había dejado algunas de sus cosas en casa de Sohyun (solo por si acaso), pero consigo llevaba su maleta para tener ropa que cambiarse en caso de que se fuera a quedar más de lo esperado. Realmente no quería dejar Seúl, pero si no había más posibilidades, no había nada más que hacer al respecto. Era una persona conformista, incluso si le gustaba aspirar más allá de sus horizontes. No quería ser pesimista y abandonar todo por lo que había luchado, sin embargo, tampoco se quería ilusionar sólo por algo que tal vez no pasaría. Abandonar la capital sería algo difícil, y con todas sus fuerzas esperaba que aquello no ocurriera.
Caminaron unos metros mientras Taehyung llamaba a su abuela para confirmar si ya venía. Se terminaron sentando en el césped cerca de una cerca al costado del camino para esperar mientras la mujer mayor llegaba. Sohyun tenía que ser muy buena amiga si continuaba a su lado incluso en una circunstancia así, pues cualquiera ya se hubiese aburrido de ser un acompañante y más encima tener que adaptarse a los tiempos de alguien más. En cambio, ella solo se había sentado a su lado sin reclamar ni exigir nada.
—Myeong es graciosa —comentó la chica, interrumpiendo así la suave brisa que movía las ramas de los árboles cercanos—. Es bastante parlanchina, pero simpática. Creo que a Yoongi le gusta porque es su complemento.
—Bueno, él parecía bastante enamorado de ella. No dudo en que se complementen. Además, por lo que escuché, se conocen hace ya un tiempo y su relación se fue dando naturalmente —las palabras del mayor llegaron a su mente. Observó a su amiga de reojo, quien había apoyado su cabeza en sus manos—. ¿A ti... Te gusta Yoongi?
—No. Claro que no —aclaró apresurada—. O sea, al principio de conocerlo tuve un pequeño flechazo por él, pero solo fue porque es un tipo muy atento. Supongo que solo me dejé llevar y en algún punto confundí su amabilidad con algo más, pero esa fase ya pasó.
Por muy tonto que sonara, aquellas palabras tranquilizaron bastante a Taehyung. Incluso si era un tipo muy genial, ella no sentía más que un cariñoso amistoso, nada más allá. ¿Era egoísta de su parte pensar de esa forma? Tal vez. Pero una parte más codiciosa de sí le decía que no estaba mal pensar así; que era algo normal. ¿En qué sentido? No tenía idea. Ser tan codicioso no era algo común en él, pero quería tener a Sohyun como alguien incondicional, alguien que no le abandonaría sin importar qué.
Mientras Taehyung se quedó observando sus manos, Sohyun apoyó su espalda en un pilar de la cerca para ver su entorno. El día estaba realmente hermoso y el clima era estupendo, si no hubiese sido por ese caballo que había aparecido a su lado, el paisaje hubiese sido realmente encantador... Un momento, ¿había un caballo de verdad? Cuando se giró para asegurarse, sólo pudo dar un grito mudo para luego tirarse a los brazos de su amigo, quedando así ambos tirados sobre el césped. Tae había estado tan centrado en sus pensamientos que no había entendido del todo lo que sucedía, pero en su confusión abrazó a Sohyun, intentando protegerla de un peligro, el cual no entendía del todo.
So se intentó refugiar de la manera más fácil y accesible, sin reparar en que el chico no estaba entendiendo mucho. Escondió su rostro en uno de los costados del cuello de su amigo, teniendo en su mente la imagen clara de la cabeza del caballo a su lado. Estaba muerta de miedo y nervios, el caballo le había sorprendido de sobremanera, y más al aparecer casi de la nada. No lo había visto ni de lejos, así que tenerlo a su lado había sido una sorpresa; una no muy grata para ella. De la impresión se había guardado hasta la voz.
—Cielos, ¿qué pasa? —como pudo levantó su cabeza viendo al caballo observándolos por sobre la cerca—. ¡Pero si es Kinki! —una genuina sonrisa se formó en su rostro— So, este es el caballo que me regaló mi padre. Dios, todavía viene a saludar a la gente.
Kinki sin duda era un animal muy especial. El padre de Taehyung lo había tenido escondido (no literalmente) para dárselo a su hijo mayor en su décimo cumpleaños. Si bien no había estado vivo para ese momento, de igual forma el regalo llegó aquel 30 de diciembre. El animal ya tenía cerca de quince años, dejando en claro que el tiempo había pasado volando. Su padre había fallecido ya hace catorce años... Realmente había pasado mucho desde ello, pero la falta aún se seguía sintiendo.
—Me dan miedo, Tae. En verdad me dan mucho miedo —se aferró a la camiseta de quien le tenía entres sus brazos. Sus dedos estaban temblando levemente y Taehyung supo que no era ninguna clase de broma.
—Está bien. Solo ha venido a saludar. Tranquila —la intentó tranquilizar hablando suavemente.
Acarició el cabello de su amiga con sumo cuidado, procurando ser lo más delicado posible. Él amaba los caballos, pero podía entender si alguien les tenía miedo. Eran animales fuertes e imponentes; sin duda impresionantes. El ejemplar junto a ellos no era para menos, su padre había elegido un caballo realmente majestuoso. Cuando era pequeño hasta sus primos se habían asustado al verlo. Él se había reído cuando el resto de niños salían corriendo con los ojos llorosos por miedo, sin embargo, si se trataba de Sohyun, él simplemente se volvía alguien preocupado automáticamente. No quería que la chica sufriera nunca.
Sohyun en serio se había convertido en... Alguien especial para él.
Aprovechó la cercanía y la sostuvo entre sus brazos como si de un cristal se tratase. Estaban tirados en el césped, pero se sentía como en las nubes, por lo menos para él. Tenerla descansando en su pecho se sentía correcto y el tacto era reconfortante. Seguramente después le podría dar alergia por apoyarse en el césped con todo el polvillo que este tenía, pero en serio estaba disfrutando el momento. Bueno, tal vez no era lo más correcto, pero lo tomaba como una recompensa del universo. Después de todo había fantaseado mucho con una situación así como para que no sucediera.
Sohyun sacó su cabeza de su escondite, quedando así frente al rostro de Taehyung, quien se relamió los labios cuando la cercanía entre ellos se vio reducida. Se tentó en besarle, tanto que su rostro se acercó instintivamente hacia el de ella. Ni siquiera pensó en que podía parecer un maleducado cuando rozó levemente nariz con nariz. Sus respiraciones se me mezclaron con torpeza, de una forma que le aceleró el corazón de forma boba. No, estaba mal. Los amigos no se besaban ni sentían mariposas en el estómago por estar tan cerca. Tenía que mantener la compostura y no actuar sólo por impulsos, incluso si los labios frente a él se veían tan... apetitosos.
Una bocina se hizo escuchar y ambos se separaron casi a la velocidad de la luz. Sohyun se puso de pie de una forma exageradamente rápida y Taehyung quedó tirado en el pasto mirando hacia el cielo. Una hoja le cayó en el rostro y deseó que el tiempo se hubiera detenido hace unos momentos. Podía sentir sus labios cosquillear, incluso si no había sucedido nada. A lo lejos venía su abuela, con el automóvil frenando a cada momento. La señora realmente no sabía conducir, pero hacía su mejor esfuerzo.
***
Los abuelos de Taehyung eran unas personas muy humildes y simpáticas. Su casa no tenía muchos lujos, pero era amplia y se notaba que la estaban arreglando. La abuela del joven era una señora muy tierna y preocupada por su nieto, su abuelo era más reservado, pero no por eso menos agradable. Le había mostrado a Sohyun unas fotos mientras narraba las historias de estas, por otro lado, Taehyung se había ido con su abuela a ayudar en la cocina para preparar la comida para el almuerzo. Solo estaban ellos cuatro, pero aunque fuesen pocos, el día se pasó de forma muy agradable.
Ya por la tarde Taehyung se fue con su abuelo para ver los caballos y el terreno, Sohyun no fue, ya que mucha vergüenza ya había pasado por la mañana gracias a Kinki. En su lugar, se quedó compartiendo con la abuela Kim, quien era una dulzura total y la trataba como si fuese otra de sus nietas. Algo realmente agradable tomando en cuenta que era la primera vez que se conocían como tal. En el pasado se habían visto, pero nunca habían llegado a compartir como en ese momento.
Hablaron sobre diversos temas, aunque Taehyung fue el principal centro de atención. Su abuela realmente lo amaba, se notaba en la manera como lo mencionaba; como si se tratase de un tesoro. También insinuó levemente si eran algo más que amigos, Sohyun se había puesto nerviosa por ello, pero un poco tímida respondió que recién llevaban siendo amigos un mes y que en sus planes no estaba el tener una pareja por el momento. Aunque claro que dijo que Taehyung era un gran chico, por lo que seguramente ya encontraría a alguien que lo amara. Nunca había tenido una charla así, pero fue mucho mejor de lo que esperaba.
Las horas pasaron y no faltaba mucho para que el sol se pusiera cuando Taehyung llegó junto a su abuelo. De ahí en adelante pasaron lo que quedaba de la tarde sentados fuera del hogar viendo la extensión de terreno y hablando de temas triviales, hasta que los abuelos del joven se entraron al hogar porque el frío comenzó a hacerse presente. Nadie se iba a congelar, pero los mayores cuidaban bien de su salud para estar saludables, a pesar de que a veces tenían algunos achaques producto de la vejez.
—Tus abuelos son tan simpáticos que estoy queriendo que también sean mis abuelos —le sonrió juguetonamente—. La he pasado tan bien que me da hasta tristeza tener que irme...
—¿Ya piensas en irte?
—Yo feliz me quedaría, pero solo traje un abrigo y una blusa extra.
El rostro de desilusión de Taehyung fue demasiado notorio, tanto como para hacer dudar a cualquiera de sus decisiones, y Sohyun no fue la excepción. Que había que tener el corazón de piedra como para no dejarse conmover por tal expresión.
—¿Si te presto ropa te lo piensas? Te prometo que te daré lo mejor que tengo si es necesario —seguramente la carita de cachorro su abuela la conocía muy bien, pero Sohyun no estaba acostumbrada a verle actuar de forma tan mansa.
—No seas bobo. Estaría agradecida hasta con una bolsa de basura.
—Con cualquier cosa te verías linda —se levantó de su asiento sonriendo por su pequeño logro, y no pensando mucho en lo que había dicho—. Iré a hablar con mis abuelos. Si te quedas, mañana te llevaré a dar un paseo por el lugar, sin caballos, claro está. Te aseguro que la pasaremos muy bien.
Así fue como tras hablar con su abuelos, todos quedaron de acuerdo con la decisión de que Sohyun se quedaría un poco más. Como las habitaciones de invitados estaban siendo arreglas, ambos quedaron en la habitación de Tae, ya que era la única disponible junto a la habitación de los mayores. Llevaron un colchón sobrante y arreglaron el lugar para que cada uno durmiera por su cuenta, pues no podían dormir juntos en una sola cama cuando solo eran amigos, por lo menos no en casa de los mayores por educación. Aunque ellos realmente no eran tan conservadores, e incluso habían tenido conversaciones en donde le habían dicho a su nieto que ellos le seguirían queriendo mucho aunque le gustaran los chicos o se hiciera muchos tatuajes.
Eran los mejores.
Todos pasaron un poco más de tiempo de calidad en el living del hogar, pero cuando se comenzó a hacer tarde, cada uno partió a su respectiva habitación. En eso Tae fue detenido un momento por su abuela, quien quería pasar un momento más del día junto a él, incluso si solo era un pequeño momento. So continuó su camino hacia la habitación, aprovechando el momento para estar a solas con su mente, pues todo el día se la había pasado junto a alguien; prácticamente desde que se había despertado.
—Mi niño, estoy tan feliz de tenerte aquí. Te había extrañado tanto que llegué a pensar que ya no volverías —le rodeó con sus brazos expresando lo mejor posible todo el amor que sentía por él. Tae le regresó el gesto con mucho cariño.
—Yo también la extrañé, pero no había tenido tiempo para venir. Sohyun me ayudó con un empujoncito para dar la cara de una vez —rio bajito—. Después del problema con Jimin me sentí muy perdido, pero ella apareció para brindarme la ayuda que necesitaba.
—Es una buena chica, eh. Debes prometerme que encontrarás a alguien como ella antes de que me muera, si es ella tampoco me quejaría —le tomó por los hombros sonriendo genuinamente—. Quedaría muy tranquila sabiendo que tienes a alguien a tu lado, Tae. Puede sonar solo como una bobería por parte de esta vieja mujer, pero hallar a la persona que te complementa es maravilloso. Debes estar atento para ver cuando la tengas a tu lado.
—Estoy atento, abu. No debe preocuparse por eso.
—¿Entonces crees que pueda ser ella? ¿Te gusta? —la señora ya sería mayor, pero eso no le quitaba lo juguetona—. Dijiste estoy y no estaré. Pero no me mires así, hijo, solo era una broma... A no ser que sea verdad. Oh, no me digas. ¡Te gusta!
—Es hora de dormir, abu, no hora de decir boberías. Mejor vaya con el abuelo que la está esperando.
—Yo creo que tienes una oportunidad con ella... Además se ven bonitos juntos. Te ayudaré para hacer un enganche si es necesario.
—A dormir —tarareó llevando a su abuela hasta su habitación—. Duerma bien, abuelo —se dirigió esta vez a quien ya estaba acostado—. Si necesitan algo me avisan. Estaré en mi habitación.
—No te preocupes. Ten buena noche. Y hace frío, así que cierra la puerta tranquilo, nosotros no diremos nada.
Lo que tenían de buenas personas también lo tenían de bromistas. Taehyung nunca les había presentado una pareja, por lo que vivían emocionados por que el momento llegase, pero había que admitir que también disfrutaban juguetear con su nieto mayor. Le habían cuidado desde pequeño y les era inevitable pensar en él solo como un nieto más. Obviamente querían mucho a todos, pero su lazo con Taehyung era más especial. Muchas personas les habían dicho en el pasado que solo se aferraban al pequeño Tae porque era igualito a su hijo fallecido, pero ellos tenían claro que no reflejaban la imagen de su hijo en él, sino que cuidaban del tesoro que les había dejado.
Porque para ellos eso era su nieto; un precioso tesoro.
Cuando Taehyung llegó a su habitación, se encontró a Sohyun sentada en el colchón. Se había sacado su abrigo y estaba solo con una camiseta manga larga. Sonrió inevitablemente cuando se giró a verle teniendo en una de sus manos un calcetín, ya que el otro ya se lo había puesto. Pasó al interior cerrando la puerta y enseguida fue hasta uno de los muebles para buscar algo de ropa, misma que había ordenado más temprano. Sacó la que le había prestado aquel día que la había ido buscar al bar y se la extendió todavía con una sonrisa en su rostro.
—Iré al baño a cambiarne —le avisó a su amigo—. No me vayas a ocupar mi lugar —advirtió—, he dejado mi esencia para marcar territorio —y así salió del cuarto dejando a Tae riendo.
El chico caminó rápido y se tiró a su cama para comenzar a rodar, al final terminando cayendo sobre el colchón sin querer. Estaba muy confundido sobre lo que sentía en su interior, ya dos veces en el día le habían preguntado si le gustaba Sohyun y aquello le dejaba pensando aún más. ¿En verdad le gustaría? Estaba seguro de nunca haber pasado por una situación así. Se conocían hace tan poco y él era un joven que daba pequeños pasos, si Sohyun le gustaba se hubiese saltado un montón y, nuevamente, aquello no le había pasado nunca.
Amar era un sentimiento fuerte, tal vez solo podía estar confundido de la misma forma en la que su amiga se había confundido con Yoongi. Aunque Sohyun no había profundizado mucho en el tema, por lo que no sabía si solo se refería a sentir mariposas en el estómago o a querer besar a alguien con unas ganas que podían carcomer el interior de una manera increíble. Lo peor de todo era que él sentía ambas cosas y eso le generaba todavía más confusión.
Sabía que estaba mal, que eran buenos amigos y las cosas estaban bien como estaban. Sin embargo, algo en su interior no lo entendía, y la idea seguía y seguía dando vueltas. Él quería poder surgir, estudiar, tener un trabajo estable y formar una familia junto a quien amaba, pero todas esa ideas se querían ir a la basura cada vez que veía a Sohyun, o al menos lo pudo confirmar cuando la vio junto a sus abuelos, pareciendo algo tan normal; como si ocurriese todos los días. Suspiró un tanto sobrepasado por sus pensamientos, incluso imaginar despertar junto a Sohyun lograba que en su panza se instalaran esas famosas mariposas.
Intentaba disimular y hasta ignorar esos pensamientos, pero con ese casi beso en el camino, lo arruinó por completo. Sohyun no le había dicho nada al respecto, pero estaba seguro de que la chica tenía su opinión respecto a ese hecho. Nadie podía ser tan indiferente, ¿o sí? Tal vez él solo había exagerado la situación y no había sido para tanto. Si no había dicho nada por algo tenía que ser.
Pasaron los minutos y los dos ya se habían cambiado y acostado dispuestos a dormir. La luz estaba apagada y ninguno había hablado hace rato, pero ambos sabían que el contrario seguía despierto. Sohyun se atrevió a terminar el silencio que los tenía consumidos.
—Has cambiado un poco. Al principio te sentía como alguien tan lejano, pero en poco tiempo te has abierto y me has hecho parte de tu vida —comentó mirando hacia el techo.
—¿Tú crees?
—Bueno, antes me parecías un poco extraño en comparación a ahora. Me refiero, es como si fueras dos personas distintas —guardó silencio un momento—. Lo pensé más cuando hablaste con Jimin después de la noche en que me intentaron drogar, realmente creí que serías alguien sin sentimientos, por decirlo de alguna forma. Pero me equivoqué rotundamente. En verdad eres alguien que siente mucho aunque no lo demuestres.
—Gracias por la sinceridad. Supongo que escucharlo por parte de alguien más me hace reflexionar sobre cómo me mostraba ante el resto —apoyó sus manos sobre su estómago—. Sentirme como me siento no ha sido fácil, pero con tu ayuda he aprendido mucho sobre distintos temas. Así que te lo agradezco de corazón. De alguna forma espero poder seguir creciendo junto a ti.
Ninguno se miró, pero las palabras habían llegado como esperaban. Taehyung pensó en que pasaría lo que tendría que pasar. Puede que no le confesaría su verdadero sentir, pero si seguían junto al otro, tenía la mínima esperanza de que las cosas irían a su favor. No esperaba llegar a ser su pareja, pero si algo llegaba a suceder, no se quejaría (tal y como había dicho su abuela).
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Publicado: 05/09/2021
Primer capítulo completamente nuevo tras la edición a los otros. Han pasado unos 9 meses desde que publiqué de forma regular y con capítulos recién escritos, así que se podría decir que la historia renació 😂
He estado tan ocupada que me estoy quedando corta de nuevos capítulos, pero haré lo posible por escribir más ♡
Gracias a quienes leen, pues si bien no llueve, gotea. De a poco la historia ha ido creciendo y eso me pone muy feliz.
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Publicado tras edición: 16/08/2024
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