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❝Ebriedad de apoyo❞

Sohyun se asustó un poco cuando salió de bañarse y revisó su celular dándose cuenta de que tenía tres llamadas pérdidas de Taehyung, de quien no sabía nada desde hace unos dos días. Tras haberle ido a cuidar, los días habían transcurrido con normalidad, pero desde un par de días atrás el chico no había respondido a ninguno de sus mensajes. No había querido preocuparse, pero aquellas llamadas le decían que seguramente había ocurrido algo malo, no quería que fuese así, pero algo se lo decía. Marcó de vuelta y tras tres intentos, el cuarto fue respondido.

—S-Sohyun —aquella voz quebrada solo le confirmó sus sospechas. Dejó a un lado la toalla húmeda y se sentó en una orilla de su cama.

—¿Qué pasó? ¿Por qué tu voz está así?

—Jimin me echó del departamento. Es... Algo difícil de explicar. Ni siquiera yo lo entiendo bien —Había bastante ruido de fondo, pero Sohyun hizo un gran esfuerzo para solo centrarse en él— ¿Qué hice mal, So? Si-siempre estuve para él. Por mucho tiempo fue una prioridad para mí, pero desde hace tiempo las cosas cambiaron. ¿Será que cambié yo? Ni siquiera me he dado cuenta. Todo es tan malditamente raro. No sé qué hacer ni dónde ir. Y-yo...

—Hey, tranquilo —su voz fue lo más dulce posible. Si de algo le había servido la mala experiencia con ese superior, era para haber entendido que en situaciones malas todos necesitan algún apoyo—. ¿Dónde estás? Puedo ir y así buscamos alguna solución juntos.

—No sé si sea buena idea. Llevo una hora tomando como un estúpido, por lo que mi condición no es la mejor. En serio soy un desastre...

—Oh, vamos. No seas tan duro contigo. Ambos ya nos hemos visto en estados para nada buenos. No porque alguna vez tomes voy a pensar mal de ti —intentó animarle.

—Tomar por problemas no es sano. Creo que eso ya lo deberías saber...

—Cierto —le dio la razón—, pero si voy y dejas de hacerlo se podría remediar, ¿no?

—Puede que sí.

Así fue como Sohyun terminó yendo a un bar sin siquiera tenerlo en sus planes. Se había prometido no ir a alguno, pero una situación de ese índole lo ameritaba. No iba a dejar sin apoyo a un amigo que necesitaba de alguien y menos cuando tenía claro que esa persona no tenía muchas opciones a las cuales recurrir. Se podría decir que era una carga más para ella, pero si Tae podía vivir cada día con un montón, seguramente ella podía con un poco más, aunque en sí no le consideraba realmente como una carga.

Cuando vio a Taehyung, se percató de que en verdad no traía mucho más que una maleta no muy grande y una mochila. Tenía los ojos rojos y llorosos, como si hubiese llorado mucho o aguantado enormemente las ganas de hacerlo. Cuando él la vio de vuelta, no tardó mucho en ir hasta ella para terminar rompiéndose como un pequeño niño que se ha caído y con tan solo ver a su madre basta para que de sus ojos salgan gruesas lágrimas. Sohyun le había visto ya de forma vulnerable, pero el corazón en serio le dolió cuando le vio con esa expresión tan triste y perdida.

Taehyung estaba mal. No el tipo de mal de cuando se está enfermo ni cuando se tiene un simple día malo. Taehyung estaba mal, del tipo que duele con solo verle. De ese tipo en el cual hasta llorar con él se siente más seguro que intentar reconfortarlo.

—N-no quiero quedarme sin trabajo ni irme de aquí —soltó con la cabeza gacha y lágrimas surcando sus mejillas—. Se suponía que todo iba a estar mejor, que por fin algo me saldría bien. Pero todo se está yendo por entre mis dedos...

—Respira un poco. Ven, vamos a sentarnos —caminaron hasta el parque más cercano y ahí tomaron asiento en una de las bancas. Por suerte no había muchas personas que les quedaran viendo, más llenos estaban los locales—. ¿Qué pasó para que Jimin te echara?

—Bueno, hasta ayer todo estaba aparentemente normal. Durante la semana tuvimos algunas peleas, pero no creo que ninguna haya sido tan grave como para echarme —secó torpemente sus mejillas—. Ayer otra vez no llegó por la noche y hoy solo apareció diciendo que me tenía que marchar... Ni siquiera alcancé a reaccionar del todo y cuando me di cuenta, todas mis pertenencias estaban fuera del departamento junto a mí. Fue algo tan vergonzoso y degradante.

—¿Y no te dio una explicación?

Tae negó, nuevamente con sus ojos llorosos. Recordaba el rostro acongojado de Jimin a la perfección. Aquella expresión que no iba para nada con lo que hacía. Recordaba incluso haber visto lágrimas en el rostro de su amigo (si es que todavía le podía llamar así). Y todo aquello le confundía mucho, porque ya no estaba seguro de sí había ocurrido exactamente así o si se trataba de su imaginación haciéndole una muy mala pasada. ¿Qué había ocurrido? Con cada segundo que pasaba se sentía más perdido. Tal vez así se sentían los perros cuando un dueño los abandonaba tras haberle dado cariño y un hogar.

Tal vez toda su vida había sido la de un perro abandonado.

Sohyun fue a una tienda que se encontraba cerca y compró una botella de agua para Tae. Olía bastante a alcohol, pero no de una forma asquerosa o que llegara a ser repugnante, simplemente olía bastante. Si había tomado mucho no se le notaba tanto, pero quería ayudar para que aquella sustancia disminuyera un poco del cuerpo del chico. Sus mejillas estaban coloradas y se había balanceado para llegar hasta ella, fuera de eso se veía igual que siempre.

—Toma —le extendió la botella—. Espero que sirva de algo para poder tener tu mente más despejada.

—Gracias. Últimamente me has ayudado mucho. En serio estoy agradecido contigo.

—Ya te lo he dicho, para eso estamos los amigos.

Hubo un pequeño silencio en el cual Taehyung aprovechó para tomar un sorbo de agua. Sohyun se sentó dejando descansar en sus muslos sus manos. Nunca había pensado en que podría terminar sentada en un parque con un chico medio borracho, siendo ella quien le intentaba consolar. Hace un par de horas le había dicho a su padre que se dormiría temprano porque ya había terminado todos sus quehaceres, pero por lo visto el destino le tenía preparado otro asunto.

—Hoy cumplimos un mes siendo amigos —comentó Tae de repente—. Los días han pasado muy rápido. Debo admitir que cuando dijiste que podíamos serlo, no creí que fuese posible llegar. Pensé... Que antes te terminarías aburriendo, pero nunca faltaste a tu palabra. Estoy agradecido de haberte visto ese día.

Por lo visto Tae contaba los días, pero como So no lo había hecho, quedó sorprendida al saber aquello. El tiempo en serio había pasado volando.

—La vida da muchas vueltas. Si lo piensas bien, no muchos se reencuentran después de tanto tiempo, y si lo hacen a veces ni se reconocen. Somos afortunados por haber tenido en la memoria al otro.

—Sí. Si llegas a irte de mi lado creo que sería doloroso. Pero no creo poder olvidarte nunca más —admitió más calmado. El alcohol le hacía soltar un poco la lengua—. Puede que no llevemos tanto tiempo conociéndonos, o sea, un mes para algunos es muy poco, incluso siendo así... He disfrutado mucho las preguntas que nos hemos hecho. Desde hace mucho que no disfrutaba tanto estar con alguien y junto a ti siento que he podido alcanzar cierta felicidad. Eres una persona maravillosa, ¿sabes? Ojalá fuese posible llevarte como amuleto de la suerte, tal vez así me sentiría más seguro.

Sohyun se emocionó un poco por sus palabras. Le hacía sentirse realizada de alguna forma. Ya no solo había sido una ayuda para su familia, ahora también había ayudado a alguien más y aquello se sentía inmensamente reconfortante. Se suponía que ella era quien quería brindar palabras lindas de apoyo, pero Tae se había adelantado. El mundo estaba lleno de muchas personas, pero por un momento se sintió como si ellos fuesen los únicos. Nadie más pasaba por el lugar, por lo que su pequeña utopía tomó mayor realismo.

—Tú también eres una muy buena persona, Tae. Ya verás que las cosas tomarán un buen cauce y te irá mejor. Puede que no ocurra el día de mañana, pero ya llegará su momento en el que recibirás alguna recompensa por todos tus buenos actos.

—Espero que así sea, pero por el momento debo hallar alguna solución para mi presente. No tengo donde quedarme y me daría un poco de lástima tener que dejar mi trabajo y regresar con las manos vacías a casa de mis abuelos. Vine a Seúl con la idea de poder surgir y regresar con más experiencia y especialmente con bienes, pero... solo tengo sueños frustrados y seguramente tendré que abandonar el único trabajo que me da un sustento estable...

—Tal vez no sea necesario... ¿Tienes algún familiar o conocido que viva aquí? —indagó por si acaso.

—No. Toda la familia que conozco está en Daegu o sus alrededores. Lo más cercano que tengo es a mi jefe que me ha ofrecido un par de veces una cabaña, pero principalmente es para dormir y hay otros empleados que la necesitan más que yo. Así que... Creo que mi única opción es regresar junto a mi abuela. Ayudarla no es tan difícil, pero ya perdería un sueldo. No sería capaz de recibir dinero de su parte cuando me ha dado todo lo que ha podido.

Si las cosas eran así, hasta Sohyun se sentía frustrada. Sabía que irse a una gran ciudad sin grandes recursos podía ser algo difícil, por razones así ella había terminado viviendo en una propiedad de un familiar cercano. Los costos se abarataban y en general ese asunto de conseguir un lugar donde vivir no era tan complicado. Lo habían acordado hace tiempo, claro, pero siempre se podía tener esperanza. Su situación y la de Tae no eran tan diferentes, pero la distancia iba surgiendo cada vez que indagaba más a fondo.

—Ya veo. Las cosas están complicadas. Pero por el momento pensemos en el ahora. Puedes venir conmigo para pasar la noche.

—Vives sola, Sohyun. No creo que sea moralmente correcto...

Sohyun quiso reír por su comentario, pero la seriedad que había empleado al decirlo le obligó a mantener la carcajada guardada en su interior. No sabía si el alcohol recién le hacía efecto a su amigo o si en verdad estaba siendo serio, pero su forma de decirlo le había causado mucha gracia. ¿Moralmente incorrecto porque era una chica? Eso ya estaba un poco pasado de moda. Hombres y mujeres podían ser amigos sin problema. Las mujeres no eran una especie de presa y los hombres unos depredadores que no podían soportar estar solos con una sin hacerle algo, en el caso de que así fuera; el hombre tenía que ser un estúpido, por no decir alguna grosería de mayor intensidad.

—Somos amigos y eres un buen tipo. Además, tú quieres estar virgen hasta el matrimonio, no creo que seas capaz de incumplir tu propia promesa, ¿no?

Taehyung pareció dudar un momento, y es que el chico tenía mucho en lo que pensar y el alcohol en su sistema no ayudaba en nada. ¿Cómo Sohyun sabía que era virgen? ¿le había visto su parte íntima en medio de la calle? No, eso no era posible. Estaba seguro de tener sus pantalones puestos como para que aquello sucediera... Pero lo más importante, ¿siquiera viendo esa parte era posible saber si alguien era virgen? Él solo había visto la propia y la de Jimin, pero no tenía ninguna experiencia más allá ni nada que comprobara su pensamiento...

—Taehyung —Sohyun chasqueó los dedos frente a su rostro para llamar su atención—. No sé lo que está pasando por tu mente, pero lo último que dije fue una broma y ya es hora de que vayamos a descansar. Se está haciendo tarde.

—Aah... Sí había entendido. Solo pensaba en otras cosas.

—Está bien, en serio debes estar pensando mucho —se levantó extendiéndole una mano—. Vamos a descansar un poco, especialmente tú que debes estar más que agotado, ¿si?

El corazón de Tae dio un vuelco por lo lindo que se sentía ser apoyado por alguien. No dudó en tomar la cálida mano frente a él en busca de sentir aún más real ese apoyo que se le ofrecía. Sohyun realmente había llegado para sacarlo de un horrible pozo, su simple compañía le hacía sentirse capaz de avanzar en la vida. Podía estar un poco perdido por el alcohol y la reciente situación, pero si de algo estaba seguro, era de que no se arrepentía de haberle permitido ingresar a su vida y, solo tal vez un poco, a su corazón.

Nunca en su vida se había enamorado, pero si se sentía tan bonito como lo que sintió en ese momento, esperaba poder volver a sentir esa sensación hacia una persona.

—Sohyun —le llamó suavemente mientras caminaban en busca de un taxi. La nombrada se giró a verle—. Gracias por todo. Realmente agradezco que estés en mi vida —ya le había agradecido, pero sentía que nunca se cansaría de hacerlo.

Escuchar esas palabras alegraría a cualquiera, y no solo por venir de un rostro lindo. Tae era algo así como un cachorro tristón que se ponía feliz con ver a alguien que le daba un poco de comida y unas cuantas caricias. Era alguien sencillo, gruñón de vez en cuando, pero nunca malo con quien le había dado atención. De más estaba decir leal, pues aquello lo demostraba casi de forma innata.

—Si me sigues agradeciendo así, voy a terminar creyendo que te debo algo. No me molestaría, pero no me gusta estar en deuda.

—Oh, perdón —dijo avergonzado—. Creo que estoy hablando mucho. No suelo tomar, así que siempre olvido que me pongo parlanchín.

—No te preocupes. Me gusta mucho poder escucharte.

***

Ambos se quitaron los zapatos y Sohyun le ayudó con la maleta para ingresar al lugar. Tae se había mareado un poco en el trayecto, por lo que le ayudó a sentarse en el sofá más cercano. El lugar era bastante sencillo, no había mucha decoración y solo destacaban un par de pinturas hechas por ella. Todo estaba bastante ordenado y limpio, a excepción de la mesa llena de hojas que arruinaba un poco el orden, de ahí en más todo estaba correcto.

—¿Tienes la botella? Quiero un poco de agua.

—Sí, toma. Si quieres más agua solo avísame.

Se levantó dejando a Taehyung descansar un momento. Tomó las hojas entre sus manos y comenzó a ordenar algunas. Se suponía que las iba a dejar ahí para repasar por la mañana, pero le molestó un poco el hecho de que el lugar se pudiera ver desordenado por ello. Miró de reojo a quien estaba detrás ella, notando que el chico le estaba viendo.

—¿Cómo te sientes ahora? —una hoja se resbaló del montón, y un poco apenada se agachó a recogerla.

—Creo que mucho mejor. Cuando nos bajamos del taxi pensé que iba a vomitar —dejó la botella a un lado y se paró para ir hasta el lado de su amiga.

Sohyun estaba un poco nerviosa. Nunca alguien se había quedado a dormir en el lugar y menos teniendo claro que el sitio ni siquiera era de ella. Si sus padres o su tío se enteraban, no sabía qué podía suceder. Taehyung solo se iba a quedar a dormir, claramente, pero antes no había pensado en que podría sentirse tan ansiosa por su presencia. Estaba segura de que ningún vecino la había visto acompañada de Tae, pero incluso siendo así, tenía sus dudas. No era incorrecto llevar a un chico, eso lo tenía claro, sin embargo, llevarlo a dormir a un lugar que no era suyo le parecía un poco inapropiado. Solo iba a ser una noche, pero sentía como si lo fuese a alojar por un largo tiempo.

—¿Son apuntes? —aquella voz tan suave le sacó de sus pensamientos.

—Sí. Los estaba ordenando un poco —la torpeza con la que respondió no fue a propósito. El chico había aparecido de la nada a su lado.

—¿Es muy difícil la carrera? Últimamente tengo ganas de estudiar algo... Y estoy viendo opciones.

Aquello había sido una sorpresa, que Taehyung confesara aquello no era algo que esperaba. Ella solo deseaba terminar rápido para poder trabajar luego, que su amigo se quisiera perfeccionar no era algo malo, pero si ya se tenía un trabajo, volver a trabajar era como una pérdida de tiempo, por lo menos en el sentido de que los estudios utilizaban muchas horas del día. No comer bien o dormir mal no era algo ajeno tampoco. Había que estar dispuesto a dejar muchas cosas de lado; hacer un sacrificio no era exagerar.

—Humm... Creo que depende de cada quien. Para mí no es muy difícil en cuanto a contenido, pero mentalmente me agota mucho. Estudio porque me parece que así podré ayudar, pero no es como que lo disfrute del todo. Tal vez... con los años le agarre el gusto.

Está bien, lo había dicho. No había sido totalmente adrede ni había agregado mucho detalle, pero había llegado a decirlo.

Taehyung le observó con una expresión que no pudo descifrar del todo. ¿Sorpresa? ¿Ingenuidad? Tal vez entendía cómo se sentía. Las palabras no salieron enseguida de la boca de su amigo, pero estaba segura de que, de alguna forma, le estaba transmitiendo apoyo, al igual como ella lo había hecho todo ese tiempo. Se quedaron mirando como bobos unos segundos, y es que parecía que sentían que de esa forma podían entender al otro.

No había palabras, pero sin duda juraban entenderse.

—Eres una mujer muy esforzada —Sohyun entendió para donde iba el tema, por lo que apartó su mirada—. No pongas la felicidad de los otros por sobre la tuya. Mereces ser inmensamente feliz, así que no vayas por la vida solo complaciendo al resto —la palma de su mano izquierda acunó una de las mejillas de la chica. Era una mano grande, pero suave y delicada ante el tacto—. No te estoy reprendiendo ni mucho menos, solo piensa en lo que he dicho. Puedo ser despistado, pero también puedo ver algunos detalles.

Por un momento Tae estuvo tentadísimo en inclinar y acercar su rostro al contrario para depositar un suave beso en la cálida mejilla de Sohyun. Sintió un cosquilleo naciendo en su abdomen debido a la idea que había pasado por su mente, mas se obligó a eliminar cualquier indicio de aquello y solo conformarse con poder haber tocado la suave piel sin haber sido rechazado.

Su corazón se aceleró un poco y temiendo que fuesen otra vez unas horribles ganas de vomitar, tomó distancia no sin antes haber dado una delicada caricia a la tersa piel.

¿Qué había sido aquello? Ninguno lo supo exactamente. No había sido algo que les produjo incomodidad, mucho menos rechazo. Pero había sido raro, de eso no había dudas. Sohyun sintió la necesidad de fundirse en la mano de su amigo, pero se contuvo para no tornar la situación más extraña. Una suerte fue que Taehyung quitara su mano antes de que hubiera actuado, si no hubiese sido así, no habría dudado en hacerlo.

—Creo que ya deberíamos prepararnos para dormir. Puedes tomar una ducha mientras yo llamo a un amigo que puede que mañana vaya a Daegu.

—Oh, tienes razón. ¿El baño está..?

—En mi habitación. Hay otro baño, pero hay un problema con las tuberías. —Bien. Ambos se notaban normales.

Sohyun le guio hasta su habitación y posteriormente al baño. Taehyung dejó su maleta a un lado de la cama y su mochila sobre esta. Sacó un pijama y una toalla limpia para poder secarse, todo esto bajo la atenta mirada de su amiga. Tras ello ingresaron al baño y Sohyun le indicó donde estaba todo y el pequeño truco que tenía la puerta de su habitación por si le acomodaba más salir a la habitación para cambiarse. Por su parte, regresó hasta donde habían estado antes para llamar a Yoongi.

El agua de la ducha ya estaba sonando cuando tomó su teléfono y le marcó a su amigo. Esperó que estuviera todavía despierto, por suerte fue así, ya que no esperó mucho para que hubiese respuesta del otro lado de la línea.

—So, ¿qué pasa?

—No mucho... ¿Cómo estás? ¿Qué tal todo?

—Todo bien. Estaba viendo un poco de televisión, pero ya estaba por irme a dormir.

—Que bien, que bien —menos mal y no le había despertado—. Humm, ¿de casualidad mañana vas a ir Daegu? El otro día dijiste que estabas pensando ir.

—Hasta el momento, sí. Por mí dormiría todo el día, pero quiero ir a ver a mis padres y a mi Holly... —pareció dudar, sin embargo, lo terminó diciendo— Además, Myeong también quiere ver a su familia.

—¿Ella es tu novia? —formuló con curiosidad.

Yoongi nunca había dicho que era su pareja directamente, pero había muchos indicios que dejaban en claro que sí lo era.

—Sip. No lo había dicho antes, pero supongo que era obvio por la forma en que la mencionaba —soltó una risita—. Por cierto, ¿me preguntabas si iba porque quieres que te lleve?

—Algo así, ¿tienes cupo para dos?

—Claro. Donde hay tres pueden haber cuatro.

Yoongi era un tipo muy simpático y, aunque muchos lo catalogaban como alguien frío, solo había que conocerle bien para darse cuenta de que solo era una masita un poco seria. Aunque dependía de la ocasión, pues también podía llegar a ser muy ruidoso y juguetón si se lo proponía. Una vez que habían tomado en el departamento de Namjoon e Iseul, ninguno de los tres pudo lograr que se callara. Él simplemente hablaba sobre lo bueno de la bebida y de su linda mascota. Al final solo el sueño había logrado vencerlo para que guardara silencio. Si no hubiese sido por ello, probablemente hubiesen tenido que idear algún plan para hacer que se callara.

—Bien. ¿A qué hora saldrás más o menos?

—Puede que sea un poco temprano. Como a las ocho y media a más tardar. Myeong quiere llegar a almorzar a donde sus padres y ayudar de paso, por lo que irnos tarde no sería bueno.

—Okey. Mañana llámame o envíame un mensaje para estar listos.

—Los pasaré a buscar, ¿si? No te vayas a poner ansiosa pensando en cómo llegar a mi hogar. Dale la noticia a tu invitado.

—Lo haré. Muchas gracias, Yoongi.

—No es nada. Ten una linda noche.

—Igualmente. Descansa bien.

La llamada terminó justo cuando Taehyung estaba saliendo de la habitación ya listo y cambiado. Sus mejillas estaban un poco coloradas por la ducha, pero se veía más relajado y menos tenso. Realmente era un tipo muy apuesto, Sohyun obviamente sabía eso, pero por muchos días había olvidado aquello. De alguna forma no se había fijado, no obstante, nuevamente sintió lo que había sentido aquella vez en la que le encontró fuera de la universidad después de tanto tiempo; imponente y modelo innato.

Intercambiaron lugares y esta vez Taehyung se quedó en el sofá mientras su amiga se iba a duchar para poder dormir. Leyó los apuntes sin entender del todo, pero estaba interesante cada línea que leía, por lo que inevitablemente se quedó concretado en aquella acción. Ni siquiera había preguntado dónde dormiría, pero poco le importó mientras sus ojos se movían de un lado al otro leyendo las palabras. Por él simplemente dormiría en el sofá, era mucho mejor que su idea de ir a un parque y dormir en una banca a la intemperie. Idea bastante loca que surgió en la confusión del momento, por cierto.

Se sumió tanto en su lectura que solo se percató de la figura de Sohyun frente a él porque le tapó la luz con la cual se apoyaba para leer. La chica le sonrió y él respondió a la acción sin dudarlo.

—Espero no te moleste, pero no te dejaré dormir en el sofá siendo que no hay calefacción. Soy tranquila durmiendo, así que ni me sentirás.

—¿Eso quiere decir que debo dormir contigo?

Esperaba que fuera una broma, pero otra parte de sí estaba deseando enormemente que no lo fuera. Lo mejor que le podía pasar es que fuese real, pues dormir junto a alguien se podía sentir cálido, no sólo hablando en un sentido térmico, sino en un sentido más amplio y abstracto. Él podía disfrutar la soledad, pero amaba estar en compañía de quien quería. No quería pensar en Jimin, pero él muchas veces había sido un apoyo para su inestabilidad emocional. Muy a su pesar, se obligó a centrarse en Sohyun.

—Si no quieres, puedes pasar frío. Yo no te detendré... —se hizo la ofendida y Taehyung soltó una risita por su actuación.

—Ya sabes que abrazo y busco mimos estando dormido. Estás a tiempo de evitarlo y salvarnos de una situación incómoda.

—Sólo vamos a dormir. Estoy un poco cansada y mañana hay que despertarse temprano que nos vamos a Daegu —Fue apagando las luces hasta que solo la de la habitación quedó iluminando el lugar—. Si no te apresuras puede que gane el mejor lugar de la cama.

Tae sin esperar más, se levantó y fue detrás de Sohyun, tal y como un cachorro que sigue a su dueño sin importar a donde vaya. Su amiga sólo se rio y tras ello prepararon la cama para poder dormir.

Al final del día Taehyung ya no se sintió como un perrito abandonado, tal vez porque Sohyun le hizo sentir como si le hubiesen adoptado. El destino era muy incierto y ninguno sabía lo que pasaría luego, pero apoyándose en el otro, el peso de los problemas disminuía y la alegría en sus corazones era reconfortante. Ni la peculiar escena frente al sofá evitó que pudiesen dormir muy tranquilos y, sin exagerar, con unas bobas sonrisas en sus rostros tras haberse hecho un masaje mutuo (con el cual Taehyung fue sinceramente el más feliz).

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Publicado: 31/12/2020

Última actualización del año. Son unas 4.500 palabras, así que hubo esfuerzo en esto uwu. Iba a publicar para el cumple de Tae, pero no se pudo.

Espero poder actualizar pronto. Cuídense y están sanos. Feliz fin de año ♡

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Fecha de publicación tras edición: 29/08/21

Mi primera actualización donde tengo 18 años 😎


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Fecha de publicación tras edición: 14/08/24

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