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❝Valiosos momentos❞

Taehyung estaba feliz, aunque por poco la palabra se queda corta para lo que sentía. Había despertado con una horrible fiebre y un dolor en el cuerpo insoportable, pero eso no le impedía que la alegría lo inundara, ya que aquello significaba que Sohyun le podría ir a ver. Y él en serio la quería ver.

Puede que la alta temperatura le tuviera un poco desorientado, pero estaba seguro de que ese era su mayor deseo en el momento. No supo siquiera cómo fue que le terminó mandado un mensaje en su condición, pero se quedó dormido con una tonta sonrisa, más digna de quien gana una medalla de oro tras mucho esfuerzo que de un tipo enfermo que con suerte se podía levantar para tomar un poco de agua.

Jimin no había aparecido en toda la mañana y ni un mensaje había respondido. Sin embargo, no estaba muy asustado o preocupado por ello. No era la primera vez que sucedía y seguramente solo se había ido a follar a un hotel con alguna persona.

El chico podía ser muy directo y un tanto libertino, pero era respetuoso y si iba a mantener relaciones con alguien, siempre se iba a otro lado, procurando no causar problemas. Ambos vivían ahí y Jimin respetaba los espacios de cada uno. Taehyung a veces se sentía un poco mal por hacer que su amigo se tuviera que "marchar" a otro lugar para estar con alguien, o sea, era su hogar y él podía hacer lo que quisiera, y aun así siempre le dejaba el departamento solo para él en situaciones así.

No es que su amigo todos los días desapareciera así sin avisar, pero con el tiempo había aprendido que si no respondía mensajes ni avisaba era porque iría a pasarla bien un rato. La primera vez había preguntado todo preocupado por su desaparición, pero desde que había recibido de respuesta un: "Fui a meter mi miembro viril en alguien", se prometió que no le volvería a preguntar más sobre ello. Era virgen y todo ese rollo, pero eso no significaba que fuese alguien ignorante en el tema o vergonzoso, simplemente no quería saber todas las veces que su amigo se la metía a alguien... O cuando se la metían (porque sí, aunque no lo gritara a los cuatro vientos, Jimin se consideraba alguien con gusto hacia los hombres y las mujeres, en donde aceptaba cualquier rol en la cama).

Tae pensaba que era realmente tonto al actuar de esa forma. Si alguna vez le llegaba a pasar algo, él nunca estaría seguro de si no respondía por gusto o por motivos mayores. Se lo había dicho un montón de veces, pero Jimin era llevado a su idea y si decía algo tenía que suceder como él quería. Era un chico caprichoso, pero también era buena persona...

Estaba dormitando mientras pensaba en aquello, hasta que el sonido de unos mensajes le hizo abrir perezosamente sus ojos. Tenía muchas ganas de ver a Sohyun, pero el estúpido sueño le quería vencer. Se dio ánimos como pudo al enterarse de que la chica ya estaba fuera del edificio. No tenía idea de cómo había llegado, pero tenía claro que no se había ni bañado y que seguramente tenía que estar con todo el cabello alborotado y el aliento pesado por dormir tanto, añadiendo a la lista las legañas en sus ojos producto también de todas sus horas de sueño.

Por el tiempo ya no alcanzaba a bañarse, pero algo tenía que hacer al respecto. Balanceándose llegó hasta el baño para lavar su cara y dientes. Arregló su cabello como pudo y se bañó en perfume, no en exceso, pero lo suficiente para que la chica no pensara que era un cerdo que no se había ni bañado (aunque ese fuese el caso).

Su pijama estaba decente... Había mejores, pero no le quedaba mal. El color azul le venía bien y las líneas verticales resaltaban su altura. Era suelto y con suerte no se le notaba la pequeña pancita que sobresalía. No tenía un cuerpo de envidia y a veces su pancita le acomplejaba un poco. Jimin tenía unos abdominales envidiables y marcados y él... no tenía sobrepeso ni un abdomen súper abultado, pero tampoco era totalmente plano y por lo mismo se notaba con ropa más ajustada..

Bueno, le dio lo mismo. Su amiga ya iba a llegar y no estaba para cuestionarse cosas así. Estaba un poco mareado y quería seguir durmiendo, pero tenía que ir a abrir la puerta, ni modo que la chica entrara por arte de magia.

Caminó hasta la entrada como pudo. ¿La fiebre había aumentado? No tenía idea, pero podía jurar sentir que por un momento todo le dio vueltas, aunque aquello se podía deber a la emoción de ver a Sohyun. ¿Estaría con uniforme? ¿Vestiría abrigada por el frío del exterior? Estaba dispuesto a prestarle ropa si la chica tenía frío y era necesario. La vez que la vio vestir su ropa fue tan... lindo. Su figura se había adaptado a la vestimenta perfectamente. Había estado bastante oscuro, pero no podía negar tener algunos fragmentos de esa noche.

Un suave escalofrío le recorrió la columna, por suerte el timbre detuvo todo pensamiento raro que había surgido en su cabeza. Sí, probablemente la temperatura la tenía más alta de lo normal. De repente como que hacía calor, ¿no?

Pasó sus manos por sus muslos para eliminar cualquier rastro de sudor. Respiró intentando estar más tranquilo, aunque no obtuvo un muy buen resultado. Dio unos cuantos pasos hasta la entrada y abrió la puerta con un poco de duda. Su corazón de enfermo aceleró su pulso al ver la amable sonrisa de su amiga. Se veía linda, como siempre, y de sus manos colgaban un par de bolsas (además del bolso que llevaba colgado de uno de sus hombros).

—Hola, Tae. ¿Puedo pasar? —el chico parecía enfermo, pero por suerte no tanto como había imaginado.

Llegar hasta ahí había sido todo un desafío. Se había retrasado un poco y al final había terminado tomando un taxi por no saber las líneas de transporte que pasaban por el lugar. No había sido un mal momento como tal, pero sí que había estado un poco alerta con todo lo que pasaba a su alrededor. En el pasado había ido a una academia de taekwondo, sí, pero las cosas se olvidaban y recordar algunas patadas o movimientos ya no era lo mismo. La práctica se había perdido con el paso de los años y con suerte patearía a un tipo en las pelotas por los nervios.

La situación en el local con Tae y ese superior había sido un caso especial. En ese momento ni siquiera había podido estar parada correctamente sin su ayuda, pero de no ser así, el tipo se hubiese llevado un buen puntapié en los huevos por intentar sobrepasarse. Podía ser una chica tranquila, sin embargo, en momentos como ese no hubiese dudado en actuar de esa forma.

Taehyung la saludó y luego le guio torpemente hasta la sala de estar. Había querido ayudarle con las bolsas pero en verdad no pesaban y Sohyun tampoco quería aprovecharse de un enfermo. Ninguno había almorzado, así que la chica se ofreció a cocinar algo mientras Tae le miraba desde el sofá. ¿Podía ser posible que su amiga se viera tan bien en distintas facetas? Se sentía muy afortunado por recibir ayuda de su parte.

—¿Jimin al final llegó? —preguntó mientras ordenaba las cosas que había llevado consigo.

El chico negó, subiendo sus pies a una superficie menos fría.

—Debe estar ocupado por ahí. Solo él y el de arriba han de saber en lo que anda. Yo solo lo dejo ser.

—Vaya, tuviste que pasar una mala noche entonces —comentó, picando alguna verdura. Estaba concentrada en ello, pero también en Taehyung.

—En verdad dormí bien. Solo cuando desperté me di cuenta de que estaba enfermo —respondió viendo lo que hacía la chica—. Me quedé dormido y olvidé que tenía que trabajar, por suerte hoy tocaba hacer mantención a los establos, así que no necesitaban que hubiese mucha gente porque iba a estar cerrado. Mi jefe es tan amable que entendió la situación, nunca antes había faltado, probablemente antes de enojarse se preocupó.

—Ya veo, que bueno que haya sido así. Es mejor que descanses bien para reunir fuerzas y mejorar pronto.

—Sí... —le dio la razón— ¿Tú estás muy cansada? Seguramente tu semana ha tenido que estar muy agotadora hasta el momento y más agregándole que vengas a ver a este enfermo.

—Bueno, es parte de vivir. Hay días que cansan más, pero son recompensados de vez en cuando —el agua que había puesto momentos atrás ya estaba por hervir. Agregó las verduras para que comenzaran su cocción—. Venir a verte también es como desconectarme un rato. Si no estuviera aquí de seguro estaría en casa comiendo mientras repaso algunos apuntes. No es que sufra haciéndolo, solo...no sé, la rutina puede aburrir.

—Podríamos escapar a casa de mis abuelos en Daegu cuando tengas tiempo. Es un lugar tranquilo y perfecto para dejar descansar la mente —le había salido en un tono muy tranquilo y todo eso, no obstante, al darse cuenta de sus palabras, quiso saltar por el ventanal frente a él por tres razones:

1) Había dicho escapar como si fuese algo malo. 2) Había dado por hecho que la chica le acompañaría, cuando ni siquiera tenía un auto propio. ¿En qué la llevaría? ¿Un caballo prestado de su jefe? Y finalmente 3) Había dicho ella más él en la misma oración y con ello había pensado inmediatamente en Jimin y sus conquistas con las cuales iba a otra parte para poder tener sexo. ¡¿Por qué justo pensaba en eso!? ¿Era un efecto secundario de la fiebre pensar con la cabeza de abajo?

Sohyun le sonrió por su comentario y no se pudo sentir más asqueroso. Se excusó yendo al baño, que nada más le quedaba por hacer para no sentirse así. Necesitaba bañarse para sentirse limpio de alguna forma. La invitada no comentó nada al respecto, si tenía que ir al baño ella no era quien para controlar su naturaleza. Siendo así, continuó concentrada cocinando hasta que todo estuvo listo. Taehyung todavía no regresaba y aquello le preocupó un poco. No quería pasearse por el lugar descaradamente, pero sentía que la situación lo ameritaba. Lo primero que hizo fue ir a la habitación de su amigo, sin embargo, esta estaba vacía y sin su presencia. Tras ello dio un vistazo a la habitación de Jimin, y estaba en ello cuando escuchó un ruido que dedujo provenía del baño. Se escuchó como algo cayendo, así que con rapidez se dirigió al lugar.

—¿Tae? —no hubo respuesta. Su preocupación aumentó y ni girar el pomo de la puerta sirvió— ¿Estás bien? ¿Te has golpeado? —un suave lamento se escuchó y tocó la puerta ya pensando en lo peor. ¿Era legal desarmar la puerta de un hogar ajeno? No lo creía, pero si no escuchaba una respuesta terminaría recurriendo a eso— Voy a terminar llamando una ambulancia o a los bomberos como no respondas, Tae. Me estás preocupando.

Cielos. Incluso hubiese preferido escuchar de su parte que estaba cagando y que le dejara en paz, pero aquel silencio tras el ruido anterior le tenían con una ansiedad creciendo en su interior. Ya se estaba yendo por el pasillo en busca de algo con lo cual abrir la puerta, cuando el sonido de la puerta siendo abierta hizo presencia. Dejó de lado la idea de sacar de su bolso algún lápiz o de ir a la cocina en busca de un palillo y dio media vuelta encontrándose a un Tae apoyado en la puerta con las mejillas rojas y su cabello mojado, al igual que parte de su ropa.

—Perdón, estoy muy mareado, So —llevó una mano a su frente, haciendo levemente hacia atrás algunos de sus cabellos—. Ayúdame, por favor.

—¡Tae!

Su expresión de dolor y su tambaleo solo avivó las ganas que tenía de cuidarlo. Aquel chico realmente era como un cachorro que necesitaba cuidados y cariño. Como pudo le ayudó para llegar a su cama y ahí le ayudó a cambiar la parte superior de su pijama que se había mojado, siempre procurando no ver de más, pues estaba enfermo y todo, pero no iba a aprovechar eso como excusa para verle la piel desnuda.

Había hecho un pequeño berrinche por ello, pero para Sohyun aquello era como haber cambiado a su hermano menor (o eso pensaba mientras lo hacía). Le secó el cabello con una toalla, le ayudó a acostarse un rato e incluso fue de ayuda para que comiera un poco. Ella por su parte había aprovechado comer cuando Tae se había quedado dormido con unos paños fríos en su frente y en su cuello.

Tenía la temperatura alta, pero a medida que los paños fríos hacían efecto esta iba descendiendo, cosa muy buena, ya que así el chico no se quejaba tanto y podía descansar como correspondía. Sohyun también había aprovechado esa instancia para repasar un poco sentada en el escritorio de la habitación. No había estado en sus planes, pero no quería dejar a Tae solo y tenía que aprovechar el tiempo mientras este descansaba.

Cada cierto rato le cambiaba los paños para que estuviesen más fríos y le revisaba la temperatura con mucho cuidado. Apartaba algunos mechoncitos que se mojaban y le secaba la piel cuando sentía que estaba demasiado húmeda. Había descubierto que tenía un pequeño tatuaje con el nombre de su padre la primera vez que le había secado el cabello, pero no comentó nada porque no era momento para hablar sobre ello.

Así se pasó la tarde hasta que fueron las 18:00 p.m. Para ese entonces a Sohyun se le cerraban los ojos y el lugar al lado de Tae cada vez se veía más cómodo. Estaba segura de que la fiebre había bajado casi por completo o por lo menos mucho, así que había dejado los paños húmedos a un lado para no mojar la cama. Regresó otra vez la vista a la pantalla para seguir leyendo, así estuvo un rato aguantando las ganas de dormir, hasta que sus ojos se cerraron por unos minutos y cuando los volvió abrir se percató de que por el reflejo de la pantalla apagada se veía la figura de un cuerpo detrás de ella. Era Tae, quien estaba por taparla al haberse fijado que se había dormido.

—Ah, lo siento. No quería despertarte —se disculpó, todavía un poco atontado. Apenas se había despertado y la vio fue en busca de una manta para cubrirla.

—No, está bien. Discúlpame a mí —Se enderezó, refregando sus adormilados ojos. Se dio la vuelta para mirarle—. Se supone que estaba cuidándote, pero se me cerraron los ojos sin darme cuenta. ¿Cómo te sientes? ¿Quieres algo?

—Hmm, iba a buscar un vaso de agua. Aunque ahora quiero ir al baño, creo que me hiciste tomar bastante líquido —le extendió la manta y Sohyun la recibió con una pequeña sonrisa.

—Sí, era para que tu temperatura bajara más rápido. Estaba preocupada pensando en que tal vez te tendría que llevar a un hospital, pero tu cuerpo reaccionó bastante bien a los remedios caseros. No sabía si eres alérgico a algún componente de una pastilla y no quería arriesgarme tampoco.

—Muchas gracias, Sohyun —un poco tímido hizo una reverencia—. Tuvo que ser difícil aguantar todo esto estando cansada. Si quieres puedes dormir un rato en mi cama, solo ocupé un lado y el otro está intacto —le ofreció todavía más tímido—. Yo... creo que iré al baño a cambiarme esta ropa, que parece que fuese verano y las hojas de los árboles dicen todo lo contrario.

Sohyun observó el espacio que efectivamente estaba intacto. La comodidad que había visto hace un rato seguía ahí. ¿Sería una mujer muy aprovechada si tomaba la oportunidad que se le ofrecía? Tae le miró esperando su respuesta y ella se levantó con la manta dirigiéndose hacia la cama, ahí tomó asiento mientras el chico sacaba nueva ropa.

—Espero no molestar. Solo será un ratito mientras vas al baño —le aclaró. Seguiría sentada hasta que el chico abandonara la habitación—. Por cierto... De casualidad vi el tatuaje que tienes bajo la nuca. Es muy bonito. Ya veo por qué dijiste que te gustaban los tatuajes, si hasta tienes uno.

Tae, que permanecía agachado, se giró con la punta de las orejas rojas. Vaya, él quería ser capaz de mostrárselo por sí mismo, pero por lo visto gracias a la situación ocurrida aquello se había adelantado.

—Gracias por el halago. Eres una de las pocas personas que lo ha visto. Ese tatuaje es... muy importante para mí. Me alegra saber que te gustó —sus orejas se pusieron más rojas y Sohyun rio suavemente.

—No te avergüences. En verdad te queda genial —le mostró dos pulgares hacia arriba—. Si yo fuese tu papá estaría muy honrado.

—Si fueses mi papá sería raro... —comentó haciendo una mueca extraña.

—Bueno, ve al baño. Yo estaré aquí, sin moverme ni un milímetro —se sacó el calzado de andar en casa y subió sus piernas a la cama para taparlas con la manta—. Si llegas a necesitar algo solo despiértame. Si tengo el sueño muy pesado solo dime ibuprofeno, así diré todos sus usos, restricciones y componentes.

—Eso es bastante peculiar.

—Lo sé. Es como mi alarma personal para que vaya en sintonía con mis estudios.

Taehyung rio despacito y tras ello salió de la habitación para ir al baño. Realmente Sohyun era alguien muy buena. Le había ayudado y no se había quejado para nada, él en su lugar seguramente ya hubiese estado aburrido, pero ella seguía sonriéndole tan amablemente. Llevó una de sus manos hasta donde descansaba la tinta que decoraba su piel y una pequeña sonrisa se extendió en su rostro, recordando las palabras de su amiga.

Estaba siendo feliz. Un poco enfermo, pero feliz. Sohyun era un rayito de sol en su vida, uno que iluminaba y le hacía olvidar por momentos la situación que vivía. No es como si ella fuese aquella persona especial, la cual se había imaginado como madre de sus hijos y esposa soñada. No. Era algo más. Tal vez en su momento de poca lucidez la había imaginado como una potencial pareja sexual, pero eso no decía nada en verdad. Simplemente había sido un pensamiento fugaz.

Ingresó al baño pensando en ello de una forma tan centrada que ni siquiera se dio cuenta de cuánto tiempo estuvo con la mente en los pensamientos.

Por otro lado, Sohyun se quedó dormida no mucho después de que Taehyung se fuera. Estaba muy cansada y aunque lo negara y se hiciera la fuerte, cerca del chico no sentía ningún tipo de amenaza. Si hubiese sido otra persona tal vez una alerta en su cuerpo hubiese permanecido, pero junto a él se sentía medianamente segura.

La habitación estaba inundada por la vibra de Tae y la almohada tenía el perfume que había tenido su pijama. Inconscientemente se había hundido en ella buscando esa esencia tan atrayente. Le gustaban los olores envolventes y su amigo olía muy bien, no lo iba a negar. No sabía la marca o de qué provenía el olor, pero era bueno. Tanto que ni siquiera se percató de cuando Taehyung regresó a la habitación, ni cuando muy dudoso se recostó a su lado, a una distancia prudente, claro está.

***

—Vaya, primero los dos solos en el sofá y ahora en la cama, ¿me debería sorprender? ¿Cómo los voy a encontrar la próxima vez?

Jimin ingresó en la habitación y solamente Taehyung se percató de su presencia, ya que Sohyun aún dormía. Arrugó levemente su ceño entre confusión y molestia, y es que estaba durmiendo muy bien y, si no hubiese sido por la voz de su amigo, hubiese continuado en ello. No había aparecido en tantas horas y al final interrumpía su preciado momento de descanso. Intentó pararse, pero se percató de que la chica estaba ocupando uno de sus brazos como almohada. Sintió su rostro un poco caliente por eso, pero como pudo salió de aquella comodidad para que Jimin no llegara a despertar a la chica.

—¿Y tú dónde estabas? —ya estando en el pasillo se atrevió a subir un poco el volumen de su voz, solo un poquito. No quería despertar a su amiga por lo que también cerró suavemente la puerta de su habitación.

—Por ahí... Haciendo cosas —respondió sin darle mucha importancia.

—Entiendo, haciendo cosas. ¿Sabes? Por lo menos me pudiste contestar un mensaje. Si no fuese porque ahora tengo a Sohyun, me pudo haber pasado algo y tú ni señales de vida dabas.

—¿Por qué? ¿Pasó algo?

—No importa, ya pasó —caminó hacia la sala de estar para estar más lejos de su habitación. Jimin le siguió un tanto desconcertado.

—Oh, vamos —le reclamó—. No me digas que estás molesto por eso. Sabes perfectamente que a veces me gusta salir por ahí para distraerme un rato. La vida es tan aburrida a veces, no me culpes por intentar hacerla más divertida.

Tae permaneció un momento en silencio. No quería explotar de la nada, y menos todavía no sintiéndose al 100%. Aunque con esa actitud de Jimin le era muy difícil morderse la lengua para no decir algo que pudiese ocasionar alguna discusión.

—Jimin, no todo trata sobre ti, ¿sí? Puedes ir y acostarte con quien quieras, hacer lo que quieras y donde quieras. No me importa eso, ¿bien? Solo... solo que me molesta esa actitud tuya de dejar todo a un lado como si no existiera. Eres libre de actuar como te dé la gana, pero eso de no contestar un simple mensaje me supera, en serio. Yo estoy ahí siempre que me necesitas, pero a ti parece que te da lo mismo cómo estoy.

—Eso no es verdad. Yo...

—Se lo dices al resto, sí. Pero últimamente has estado más pendiente de eso que de demostrármelo a mí. A los otros no les va a importar, Jimin, hay personas que vienen y van, pero tú, estando conmigo después de tantas cosas... No sé, pareciera que en esta amistad me estoy esforzando más yo que tú. Puedo ser muy estúpido, pero me doy cuenta de la distancia que ha surgido entre nosotros. Ahora solo porque estoy en amistad con Sohyun te has vuelto a acercar, pero si ella se va... ¿me vas a dejar de lado? —apretó los labios en una fina línea, demostrando así su dolor.

Nada. No hubo una respuesta inmediata de su amigo. ¿Qué les estaba pasando? Su amistad últimamente estaba así de rara, o se extrañaban mucho o ni se veían. Jimin exhaló sonoramente, llamando así la atención de quien estaba frente a él. Le observó con ojos tristes, pero no respondió lo que se le había dicho.

—No discutamos ahora. Sohyun está en casa y ya solo basta haberla hecho pasar por una mala situación una vez. Quiero resolver esto, pero no es el momento adecuado, ¿está bien?

Esta vez Tae no le respondió. Las palabras de Jimin cada vez le dolían más.

—Me iré a mi habitación. Si necesitas que la lleve a casa, avísame —no dijo más, y tal como llegó se fue.

¿Qué había sido esa mierda? se preguntó Tae. Le había visto en pijama con su rostro todo agotado y además en compañía de Sohyun y lo único que había hecho fue hacer un tonto comentario para después actuar de la forma más desinteresada. Sabía que no estaban en su mejor momento de amistad, pero la falta de interés le seguía sorprendiendo. Antes ni siquiera le hubiera importado hacer una escena frente a alguien y ahora le interesaba ser respetuoso con los demás.

Ese cuento no se lo tragaba ni estando enfermo. Jimin estaba raro, pero no quería arrastrarse hasta él después de lo sucedido.

Si quería su espacio, se lo daría. De todas formas siempre se había sentido como un bicho raro, no le sorprendía mucho si después de todo Jimin admitía que lo veía igual que el resto: un parásito, un tonto, un bueno para nada, alguien sin educación y quién sabe qué otros adjetivos y calificativos más. Estaba bien, ahora también tenía a Sohyun, ya no tenía que temer quedarse solo y abandonado. Todo iría bien... Se lo repitió un millón de veces hasta que sintió que su mente se lo creyó, el problema era que su corazón nunca lo aceptó como él esperaba.

Su abuelita siempre le decía que no era malo pensar con el corazón, pero deseó que por una vez, aquella mujer estuviese equivocada.

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Publicado: 10/11/2020

Lamento la demora, pero ha sido un cierre de semestre muy loco. Probablemente hoy tenga mi última clase del año, así que espero que termine bien.

+4K para compensar la demora. A este paso llegaré a las 50K palabras con uno o dos capítulos más. Estoy muy orgullosa :")

Cuiden su salud y procuren estar sanos ♡

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Fecha de publicación tras edición: 22/08/21

Confirmado, todos los domingos habrá actualización uwu


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Fecha de publicación tras edición: 14/08/24


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