03
❝Erróneas decisiones❞
Ya habían pasado cuatro días desde que Taehyung y Sohyun se habían encontrado. La última mencionada se hallaba en su habitación acostada en la cama mientras revisaba su teléfono, perdiendo un poco el tiempo, ya que había finalizado con todos sus trabajos por hacer y todas las guías y apuntes por estudiar. Siendo así que toda la semana se había quedado hasta tarde para repasar, y despertando temprano para volver a hacerlo. Recién eran las 08:00 p.m., y dormir todavía no era una opción, a pesar de que no era una idea tan mala, luego se despertaría a media noche y de ahí no podría continuar durmiendo. Ella se conocía a la perfección.
Era sábado y al día siguiente no tenía clases ni mucho que hacer, pero si de algo le había servido la experiencia, era para enseñarle que era mejor dormir las horas justas, incluso si se disponía de más tiempo, porque cuando dormía mucho terminaba igual de cansada como si no lo hubiese hecho.
Todavía no se había atrevido a escribirle a Taehyung, pero de casualidad había encontrado su perfil de instagram en personas que podría conocer. Eso tan solo había sucedido hace un par de horas, pero eso no evitaba que ingresara cada diez minutos para ver si había subido algo nuevo.
Prácticamente no había fotos de él en la actualidad, pero había podido reconocer a su abuela junto a un pequeño Tae en una fotografía antigua. En general lo que subía eran fotos de su día a día; paisajes, puestas de sol, uno que otro caballo y hasta simples fotos de una mancha en el suelo. A primera vista era una cuenta bastante común, pero era sorprendente ver cómo capturaba la belleza de forma tan abstracta. Por lo menos por su cabeza nunca había pasado la idea de encontrar bello algo tan común como una lata tirada en el piso (misma lata la cual había reciclado, por lo menos según lo que se apreciaba en el resto de imágenes de la publicación).
No tenía muchos seguidores, por lo que seguirlo iba a ser demasiado obvio, pero incluso siendo así, estaba tentada en hacerlo. No solo por el morbo, sino que sus fotografías eran realmente hermosas. Y, aunque no había mucho sobre él, era interesante poder ver el mundo a través de sus ojos. Ella, por su parte, publicaba imágenes más random, nada profesional ni muy trabajado. Tenía fotos espectaculares, sí, pero le gustaba más mostrar fotos de alguna pintura que había hecho o hacer una publicación sobre alguna persona importante que había encontrado por allí en sus investigaciones en distintos libros y páginas de información. Una cuenta muy variada en conclusión.
Después de darle muchas vueltas al tema, presionó en el botón de seguir. Ya no había vuelta atrás, ya había presionado. Que Iseul le perdonara por ser tan descuidada, pero tenía muchas ganas de ser amiga de Tae. Si bien no conocía mucho de él en la actualidad, ¿qué amigos se conocían a la perfección antes de siquiera serlo? La amistad para ella era conocer a la otra persona de a poco, al igual que en una relación romántica. Ser amigos no solo iba en verse siempre, porque a veces no se podía ver por mucho tiempo a otra persona y se podía seguir teniendo una amistad sólida.
Estaba por presionar el botón para apagar el teléfono, cuando recibió un mensaje de uno de los grupos de su facultad. Por lo visto, algunos chicos y chicas se juntarían a tomar algo, en su mayoría eran jóvenes que estaban llegando al final de su carrera, por lo que supuso que tal vez querían celebrar el haber llegado hasta ese punto (aunque estaba segura de que si estuviera en ese punto, salir sería en lo que menos pensaría).
Terminando de leer los mensajes, una nueva notificación apareció. Era un mensaje de una chica con la cual compartía varias clases, en donde le preguntaba si iba a ir, ya que no quería estar ahí sin conocer a nadie. Sohyun lo pensó detenidamente, aún era temprano y salir no era un problema. Además, hacía bastante que no iba a una fiesta, de vez en cuando también merecía un descanso de los estudios.
Iba con ropa de andar en casa, así que se fue a dar una ducha para después ir a cambiarse a una vestimenta más apta para salir. Vestir con ropa ajustada no era mucho lo suyo, pero se colocó unos pantalones con un diseño roto en las rodillas (solo levemente), junto a unas zapatillas blancas con un poco de plataforma, y para la parte de arriba se colocó una camiseta más ajustada (ya que podía hacer frío) y un suéter suelto de cuello alto y de punto grueso de un color beige que iba a la perfección con su bolso del mismo color.
No era fanática de maquillarse de forma muy marcada, así que se aplicó un poco de base en una que otra manchita (aunque su piel de por sí estaba linda y sin muchas imperfecciones), encrespó sus pestañas y les aplicó la máscara para al final ponerse un poco de bálsamo labial con un tinte natural . Todo eso bastó y fue lo necesario para que ya estuviera lista. No demoró mucho, más tardó en cargar su celular, ya que como no había pensado en salir, lo había dejado con poca carga. Al final terminó saliendo un poco antes de que fuesen las nueve y al llegar al lugar acordado, ya eran cerca de las nueve y media. Por suerte aún faltaba que llegaran varias personas, así que no se sintió tan mal pensando que iba tarde.
Se quedó fuera del local esperando algún rostro conocido. En el interior solo había superiores y no quería ser el centro de atención al ser la menor entre todos, tomando en cuenta también que en su mayoría eran hombres y que ese hecho le incomodaba un poco. No tenía nada contra ellos, pero algunos podían a llegar a ser muy raros en reuniones de ese tipo y era mejor no exponerse.
—¡Sohyun! —quien le había preguntado si iba a ir, llegó hasta su lado acompañada de una chica—. Te presento a Hyejin, ella es mi pareja —la timidez con la que dijo lo último le pareció adorable.
—Es un gusto —hizo una reverencia por educación, pero la sonrisa en su rostro era sincera—. Me llamo Lee Sohyun, comparto algunas clases con Wheein, así que terminamos llevándonos bien.
—Un gusto igualmente. Espero que esta chica no te cause problemas, se puede ver como un angelito, pero si se lo propone puede ser muy odiosa.
—¡Hey! —protestó con ternura hacia su novia.
—Sabes que es cierto, bebé —le miró sonriendo, para luego voltearse hacia Sohyun—. Al principio no quería venir porque podía ser "incómodo", pero insistió tanto hablando sobre ti que al final terminé cediendo. Te oías como una buena chica, así que me dio curiosidad conocerte y terminé viniendo.
—Es bueno saber eso —sonrió suavemente—. Si te preocupaba pasar por un mal rato, ten por seguro que no va a venir de mi parte. Puede que haya algún patán o bicho raro en el interior del local, pero pasemos un buen rato, ¿sí?
Ahí fue cuando Sohyun cometió el primer error de la noche. Haber dado por hecho algo sin saber lo que sucedería después. La combinación de hombres, alcohol y reuniones siempre tenía algo de peligroso.
Ya eran cerca de las once de la noche cuando Wheein y su novia desaparecieron del lugar, no le sorprendía después de haber visto cuánto habían tomado, ni ella en los últimos siete meses había tomado tanto como solo una de ellas. Había pasado un buen rato en compañía de aquellas chicas, pero no estaba segura de poder seguirles el paso en una próxima vez, si es que había una.
Algunos superiores se habían acercado a ella, pero amablemente los había evitado yendo al baño cuando alguno actuaba de forma extraña o sobrepasando la línea que le parecía amistosa. Con el pasar de los minutos, la buena energía que le había dejado Wheein y su novia se había esfumado, pero no hasta un punto crítico, no al menos como cuando se comenzó a sentir rara.
Ahí fue cuando cometió el segundo error de la noche. Beber del vaso que había dejado solo mientras había ido al baño.
Se le podían decir errores, pero la verdad era que ella no tenía culpa alguna de que a alguien sin sentido común se le ocurriera tal estupidez. No había pensado en ello al estar pasándola bien, además, nunca antes le había ocurrido algo así. Siempre que salía con Iseul y Namjoon se cuidaban entre ellos, solo había sido un descuido pensar que todo estaría tal y como ella lo había dejado.
Las manos le comenzaron a sudar y se sintió un poco mareada, pero sabía que no era un efecto del alcohol. No se parecía en nada a una borrachera. Una ansiedad que no había sentido hace mucho se incrustó en su interior, y comenzó a expandirse por cada fibra de su ser.
—¿Por qué tan sola? ¿No prefieres venir a sentarte a mi mesa? —el mismo tipo que le estuvo rondando toda la noche hizo aparición— ¿Qué pasa? Si te sientes mal, podemos ir por ahí para que te revise... Será gratis, lo prometo..
—No se preocupe —intentó hablar lo más formal posible. Su voz estaba inestable, pero hizo lo posible para que le saliera con normalidad—. Solo necesito ir al baño. Con permiso...
—Si quieres, te puedo acompañar. No tengo ningún problema con eso —cuando pasó su brazo por su cintura fue el punto de quiebre para Sohyun.
—¡N-no! —su expresión alterada llamó la atención de algunos de los que estaban presentes. Como pudo, bajó un poco el volumen de su voz, apartándose a la vez del agarre de su superior— No hace falta, en serio. Solo siga tomando, yo regresaré en un rato.
Y así, sin más, se fue de la vista de aquel desagradable sujeto, del cual no quería saber nada después de todo lo que le había dicho. Tenía miedo, y ya no estaba segura si era también un efecto de lo que le habían dado. Sus manos no paraban de temblar y solo podía sostener su bolso con fuerza. Necesitaba ayuda, ya ni siquiera quería pedir un taxi. Tenía miedo de que cualquiera intentara sobrepasarse y ella no pudiera ni siquiera defenderse por el estado en el que estaba.
Entró al baño y cerró con seguro para que nadie más pudiese ingresar. Sacó su teléfono del bolso y le marcó a Iseul, después del tercer intento sin respuesta alguna, le marcó a Namjoon, y fue lo mismo. Sintió impotencia de que ninguno le respondiera, ella siempre respondía a sus llamadas y justo cuando ella los necesitaba no había señal alguna de ellos... Se puso a llorar cuando su cuerpo se volvió a sentir raro, ya no quería sentirse así, no quería enojarse con sus amigos solo porque no respondieron, pero estaba desesperada, en cualquier momento sentía que le pasaría algo peor.
Como última opción, buscó con ojos llorosos y vista nublada el contacto de Yoongi, si él no respondía, ya no sabía qué iba a hacer. A la primera llamada no contestó, pero a la segunda sintió a alguien responder tras la línea.
Ahí fue cuando cometió el tercer y último error de la noche.
***
Taehyung ya se estaba quedando dormido cuando sintió su celular vibrar a un costado de su cama, no le prestó atención, pero cuando lo volvió a sentir, lo tomó para ver quién le llamaba a esa hora. Juraba que si era su madre iba a lanzar el aparatejo contra la pared, sin embargo, el nombre de Lee Sohyun apareció en su pantalla. Le sorprendió, ya que el último contacto que tuvo con ella había sido cuando le hizo una llamada frente a él para asegurarse de que ese era su número. Había sido cosa de ella por lo que lo dejó pasar, pero que le llamara a esa hora era raro. Demasiado.
Descolgó la llamada, sumamente extrañado.
—¿Sohy-
—Y-yoongi —aquel nombre acompañado de unos sollozos le hicieron despertar enseguida. Llegó a sentarse en su cama de la impresión.
—¿Perdón? —estaba simplemente en shock. ¿Qué rayos estaba pasando?
—Yo l-lo siento tanto. De seguro estabas durmiendo, pe-pero necesito que me... me vengas a buscar. Vine a tomar algo con unas ami...gas, pero alguien le echó algo a-a mi vaso y me siento muy rara —y tras decir aquello nuevamente los sollozos se hicieron presentes.
Taehyung aún no entendía absolutamente nada. Está bien, por lo visto Sohyun estaba en problemas, ¿pero qué tenía que ver él en el cuento? Ni siquiera tenía idea de quién era ese tal Yoongi o por qué no le había respondido y era él a quien llamaba.
—Okey, cálmate un poco —habló lento y pausado, queriendo que Sohyun le entendiera—. No soy Yoongi, soy Taehyung, Kim Taehyung. Estoy seguro de que tras esta llamada hay una larga historia, pero necesito que te calmes un poco para que esta conversación resulte.
—Cielos... Pensé que e-eras Yoongi. Yo marqué su contacto y todo... —y solo al revisar la pantalla tras limpiarse las lágrimas se dio cuenta de que decía Kim Taehyung y no Min Yoongi como había pensado— Qué vergüenza, la-lamento haberte llamado. No quería ser inoportuna, p-pero me alteré y no me di cuenta de mi equi...vocación.
Tal vez lo mejor para Tae hubiese sido decir que entendía el error y cortar la llamada para no meterse en asuntos que no eran suyos, ¿pero habría sido eso lo correcto? Podía ser muy distante con el resto, pero estaba seguro de que su conciencia no lo dejaría tranquilo sabiendo que alguien estaba mal. Si le pasaba algo... él hubiese podido ser su última llamada. No quería que sucediera algo así, menos si podía hacer algo al respecto.
—¿Dónde estás? Te puedo ir a buscar —se levantó buscando ropa para ponerse mientras esperaba la respuesta de Sohyun. Podía estar actuando precipitadamente, pero era mejor que arrepentirse después.
—T-te envío mi ubicación ahora. Si vienes... No demores mucho, por favor. T-tengo miedo, Tae —y aquel último sollozo logró que Taehyung se sintiera seguro de hacer lo correcto.
Se cambió rápidamente y se dirigió a la habitación de su amigo, que por lo visto todavía seguía jugando en su celular. La llamada aún seguía, por lo que solo alcanzó a decir con rapidez:
—Jimin, me surgió una emergencia y necesito el auto.
—¿Te acompaño?
—No, solo quédate aquí. Cualquier cosa te llamaré. No voy muy lejos, pero quédate atento, ¿si?
—Okey, Tae. Llega sano y salvooooo —y ojalá lo haya escuchado, aunque con lo rápido que iba, lo dudaba.
Taehyung tomó las llaves del mueble de la entrada y un abrigo que estaba colgado. Apenas se calzó los zapatos, ya estaba dando grandes zancadas hasta el ascensor..
—¿Sohyun, sigues ahí?
—S-sí. Apresúrate, por favor. Siento mis piernas y brazos raros. Aunque quiera, n-no creo poder moverme. ¿Y-ya vienes, verdad? —cada vez que hablaba sentía que tenía menos sentido. Se sentía extrañamente cansada, tan solo quería dormir, pero los latidos de su corazón le resonaban en los oídos.
—Ya voy. No me cortes. Piensa en cosas lindas o cuéntame una historia, pero no te vayas a quedar dormida. Estaré tras la línea en todo momento, ¿si?
—Ujum... Solo no tardes.
Y así, tras unos minutos de charla sin sentido y un Taehyung buscando un lugar donde estacionarse, logró encontrar el lugar que Sohyun le había mandado. Sin siquiera pensarlo, entró al lugar y se dirigió al baño de mujeres, lugar en donde sabía que estaba gracias a una de las tantas historias que le contó. Se paró delante de la puerta y golpeó suavemente. Al salir tan rápido del vehículo, había olvidado el teléfono en el asiento del copiloto.
—Sohyun, soy Taehyung. Ya llegué, abre, por favor —pasaron unos segundos eternos hasta que se escuchó movimiento del otro lado.
Cuando la puerta fue abierta,, se encontró con la imagen de una chica realmente afectada. Sus manos temblaban de forma notoria y el rojo de sus mejillas nada tenía que ver con un sonrojo natural. Su postura era incómoda, pero obviamente se lo atribuyó al mareo que le dijo tener.
—Gra-gracias por llegar. Ya no soportaba estar encerrada ahí dentro —cuando lágrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas, a Taehyung no le quedó más remedio que corresponder a los torpes brazos que lo envolvieron mientras su cuerpo se sacudía contra el de él producto de los sollozos.
—Nos vamos a ir ahora, ¿si? Lo peor ya pasó. Estoy aquí y te voy a sacar.
Sohyun asintió como pudo, y agradeció que el tacto de Taehyung no se sintiera sucio o incorrecto. Todavía se sentía mal, pero gracias a su compañía se sentía más segura.
Salieron por el pasillo y atravesaron las distintas mesas para poder llegar a la entrada. Todo hubiese ido perfecto si alguien no hubiese agarrado a Tae del cuello de su abrigo. Cuando se giró, solo se encontró con un tipo promedio.
—¿Qué mierda crees que haces? Deja a mi chica.
La cara de Taehyung se transformó. Era sería de por sí, pero en ese momento fue más notorio.
—¿Disculpa? ¿Desde cuándo las mujeres son objetos para que ella te pertenezca? Molesta a alguien más, ¿okey? —cubrió a Sohyun, quien comenzó a temblar más fuerte. Aquel tipo sí que era muy molesto.
—Ella estuvo conmigo toda la noche. No vengas a hacerte el hombrecito y llevártela como si nada.
—Querrás decir que la acosaste toda la noche, ¿no? —no venía a pelear, pero tampoco tenía problema en hacerlo— No me vengas con esa mierda de hombrecito, primero aprende a ponerte bien los pantalones y después me buscas.
—Mira, imbécil, tú no me vengas con eso. Yo la vi primero —se interpuso en la salida y esta vez agarró a Tae por el cuello de su abrigo con fuerza y no solo para llamar su atención—. No voy a gastar mi tiempo en un crío que no sabe cuál es su lugar.
Para ese momento, varias personas habían fijado su atención en ellos, y la verdad es que a Tae no le gustó para nada que vieran a Sohyun como algún tipo de objeto por el cual peleaban, siendo que la chica se ponía más nerviosa entre toda su confusión.
—Si sé o no cuál es mi lugar, te debería importar una mierda. Ahora suéltame antes de que te ponga en tu lugar —tiró del brazo del tipo logrando que lo soltara—. Para la próxima no tendré la paciencia de ahora —acomodó el cuello de su abrigo—. Andar drogando a mujeres no es de hombres, como dices. Piérdete de una vez.
El sujeto, al sentirse pasado a llevar y al escuchar los murmullos en el lugar, no tuvo mejor idea que propinar una patada directo a uno de los tobillos de Taehyung, quien ya aburrido del tipo, optó por ni siquiera hacerle caso, siguiendo así su camino hacia la salida. Le había dolido, pero prefería solo marcharse sin hacer más escándalo.
—¡Eso es! Vete con esa perra y ve a llorarle a papi, escapando como un cobarde —esa frase fue la que rebasó la poca paciencia que le quedaba.
Y que quedara claro, él podía ser muy tranquilo, pero había cosas que lo sacaban de sus casillas. Justo como aquel desagradable tipo. Fue algo muy rápido cuando sentó a Sohyun y acabó con la distancia que lo separaba de aquel sujeto. Cuando menos lo pensó, ya tenía sus nudillos sobre la mejilla del hombre, dando un puñetazo directo en el marcado pómulo. Tal vez había aportado el alcohol, la cosa es que el tipo cayó solo con un golpe al piso, no había rastro de sangre ni nada dislocado, sin embargo, por el ruido del impacto se podía decir que había sido bastante fuerte.
—No me vuelvas a tocar los huevos —y ver que ni siquiera hacía el intento de pararse, fue suficiente para Tae—. Y que te quede claro. No te vuelvas a acercar a Sohyun ni a ninguna mujer si es para decir toda esa mierda verbal. Que lo cobarde ahora se te sale hasta por los poros, imbécil.
Su corazón le iba a mil gracias a la adrenalina del momento, pero ya más tranquilo se acercó a Sohyun para ayudarle a ponerse de pie con mucho cuidado. De seguro hubiese sido más fácil cargarla en su estado, pero el pie le dolía y caerse no era una opción. De todas formas, la terminó cargando en su espalda al ver que no avanzaban casi nada.
La gente en el local no hizo nada más al respecto, la mayoría había quedado en un estado de sorpresa por lo que había pasado.
—Sí que creciste... Tu espalda ahora es taaan amplia —se abrazó más a él buscando calor que a su cuerpo le faltaba—. Vamos a dormir juntos, ¿cierto? Hoy no quiero dormir sola... Mi hogar es ta-tan solitario. ¿Me das la mano? Quiero sostenerla como antes.
—Shh... Tranquila —le extendió una de sus manos mientras con la otra la afirmaba. Hace un rato que nuevamente actuaba de forma rara, pero no había dicho nada al respecto para no asustarla—. Tenemos que ir al hospital o algo así. Tal vez ahí te den algo para que te sientas mejor.
—N-no quiero —y empezó a lloriquear—. El efecto no debe durar tanto porque no alcancé a-a tomar todo el contenido —Tae seguramente se quedaría sin aire si seguía aferrándose tan fuerte—. So-solo duerme conmigo. No quiero sentirme a-así estando sola.
—Sohyun, mañana te puedes asustar si ves que me quedé contigo. Vamos, sé buena y dime dónde vives. Te puedo hacer compañía un rato —hasta él se sorprendió por lo suave y delicado que estaba siendo.
—No, no l-lo haré. Si te digo, te vas a ir... Y ya no estaré segura. Ne-necesito que te quedes conmigo.
—Ya no eres una niña. Eres una mujer fuerte, ¿si? Dime tu dirección para que te lleve.
No hubo respuesta. Dios... En el lío que se había metido. Llevar a una chica borracha y probablemente drogada era todo un desafío, y más cuando esta se aferraba a él como si su vida dependiera de ello. Más bien, ni siquiera que fuese una chica lo hacía difícil, llevar a cualquier persona en ese estado era todo un desafío. Estaba cansado, le dolía el pie y hasta sus nudillos ardían.
¿Qué debía hacer en esa situación? Ya no estaba seguro de nada.
○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○
Publicación: 15/09/20
Mi vista todavía no se ha recuperado por completo, pero estoy haciendo lo que puedo para editar los capítulos para que no tengan muchos errores.
¡Gracias por leer! ♡
○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○
Fecha de publicación tras edición: 11/07/21
Los Wattys iniciaron hace unos días y me preguntaba si debería probar suerte con esta historia. Aunque me faltan varios capítulos y palabras, pero solo sería intentar.
○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○
Fecha de publicación tras edición: 25/06/24
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro