Camino Final
1- "Me voy"
Miró a su alrededor, sintiéndose más cansada que el día anterior. Paseó la mirada por las personas que la rodeaban, adolescentes de sonrisas soñadoras.
Los contemplo con amargura.
<<Yo no puedo reír así>> Pensó <<Mejor dicho, ya ni me apetece reír así.>>
Nadie se percataba de su presencia, solo algunos le llegaban a dedicar una mirada de desprecio, los demás pasaban a su lado entre empujones y jalones bruscos, tirándole los libros y tratándola como un fantasma.
Alguna vez hubo uno que otro valiente que, impulsado por la lástima, se le acerco; pero siempre se alejaban al poco, extrañados por su rareza.
Lo mismo era en casa. Nadie la escuchaba, sus opiniones no contaban, y su depresión era solo una "etapa", y, aun si estaba pudriéndose por dentro, nadie lo notaba jamás.
Ya se sentía muerta.
No quería que nadie la mirase, no quería salir nunca más de la habitación.
Incluso lo que antes llegaba a animarla cuando sentía que se hundía, ya significaba nada para ella.
Todo era irritante, molesto, odioso...ya no soportaba ni los propios latidos de su corazón.
-Me voy de aquí, me siento enferma.- Avisó a nadie en específico, sin esperar realmente que alguien escuchara.
Y así, se fue.
2- "Estoy lista"
Caminaba sola por la avenida, arrastrando los pies y meciendo la cabeza de un lado a otro, emocionada por lo que planeaba. Por lo que tantas veces había imaginado, y que al fin tomaba forma fuera de su cabeza.
Un escalofrío le recorrió la espalda.
Si, estaba lista para hacerlo.
Ya no aguantaba más en semejante infierno.
Pateó una lata que se interponía en su camino. Se sorprendió con la idea de que era la última vez que pasaba por aquel silencioso camino. Clavo la vista a lo lejos, en un viejo columpio abandonado en el cual estaban gran parte de sus memorias. Aquel columpio la había visto crecer. Aquél columpio había sido testigo de su tortuosa muerte en vida.
<<¿Como acabar con esto?>> Se preguntó.
Se detuvo en seco.
Sus convers rechinaron cuando cambio de dirección. No tenía tiempo de ir a casa, tenía que hacerlo ahora.
Corrió a toda velocidad, pero la mochila la limitaba, así que la dejo caer de su hombro, cayendo estruendosamente en el suelo, y dejando todo su contenido desparramado en el mismo.
No necesitaría nunca más la mochila.
Entonces, ya sin el peso extra, pudo salir disparada a su nuevo y último destino.
Llegó, respirando con dificultad y con el sudor de la carrera escurriéndole por la frente.
Levanto la vista, sonriéndole al imponente edificio que se alzaba ante ella.
3- "Suerte"
La chica observo el mundo tan aburrido que se abría paso a sus pies, un mundo cruel, un mundo que nunca había aprendido a amar. Uno que había perdido la belleza ya tiempo atrás.
En ese segundo, tan largo como toda una vida, se sintió libre. Con el viento revolviéndole el cabello el cabello y golpeándole la cara, se sintió feliz al fin.
Sonrió, con tristeza pero a la vez con alivio.
Sabía que ese "vuelo" no podía durar para siempre, pero sin duda, era la mejor sensación que había tenido jamás. Se sentía viva por primera vez, e, irónicamente, era el vuelo que acabaría con su vida.
Cerro los ojos, que, inconscientemente, se le habían llenado de lágrimas. Era el llanto con que se despedía del mundo, el llanto que la dejaría ir para siempre.
Su vida paso ante ella, como una cinta a toda velocidad. Momentos buenos y momentos malos, pero ella ya no encontraba la diferencia entre ellos, y la verdad, ya estaba cansada de ambos.
-Adiós- Se despidió entre susurros, aun sabiendo que nadie la escuchaba, como nunca hicieron. -Suerte- Le deseó a todos: a los que le hicieron daño, a los pocos que alguna vez la llegaron a amar, a los que sufrían, a los que reían, a los que soñaban con volar como ella...A todos.
Lo último que vio fue el pavimento.
4- "Fue tu culpa"
-Míralos- Mascullo, meciendo los pies con indiferencia. -Míralos como lloran, como se lamentan y desean que regresemos. Como entre todos se echan la culpa "Gracias a ti ha saltado" -Ella rió, con amargura.
Bajo de un salto del ataúd. Se paseó frente a cada uno de los presentes, con las manos en la espalda y una torcida sonrisa llena de malicia, susurrándoles en tono burlón a cada uno al oído "Fue tu culpa"
-Me dan asco- Hizo una mueca, y se giró para ver a la chica que yacía inmóvil, pálida y sin vida. Se preguntó, al ver su antiguo cuerpo, como había aguantado tanto tiempo encerrada en aquella cosa.- Todos aquí son tan hipócritas, llorándole y dedicándole palabras de amor a alguien que en realidad nunca les hizo falta. -Rozó la mejilla de su yo muerta, sonriendo. -Nos vemos, cariño.
Y se alejo, dando saltitos y soltando risillas. Se alejo a un lugar del que nadie ha regresado, pero que muchos, como ella, anhelan conocer.
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