Capitulo uno

—¡Gabriela, levántate! —gritó una voz proveniente de la cocina, la cual fue capaz de despertarme.

—Mmmm, ¡ya voy! —respondí.

Me levanté, me metí a la ducha para un baño rápido. Al salir me puse una blusa de cuello alto color naranja y un overol, dejé mi cabello suelto, tomé mis cosas y salí rumbo a la cocina.

—Buenos días Gabriela... Toma, siéntate —dijo mamá mientras me entregaba un tazón de cereal.

—Gracias —dije comenzando a comer el desayuno—. Por cierto, má, ¿puedo ir a la casa de Alison luego de clases? —pregunté esperando su respuesta.

—Está bien, pero regresas a las seis y le dices a tu hermano que te vaya a recoger —dijo sin voltear a verme.

—Gracias mami— dije terminando de comer y parándome para dejar mi plato en el fregadero.

Vi el reloj en la pared, ya iba un poco tarde, tomé mi skate y le di un beso de despedida a mi madre. Salí de la casa y me puse mis auriculares. Me encantaba ir en skate, podía ver todos los árboles y el arte de la ciudad.

...

Llegué al instituto justo a tiempo. Corrí al salón de clases, los demás ya estaban en sus asientos, mi mejor amiga estaba guardando un lugar junto al suyo para mí.

Alison era mi mejor amiga desde cuarto grado. Nos conocimos gracias a que cuando era pequeña hablaba mucho con mis compañeros y la maestra se dio cuenta y decidió cambiarme de lugar para que no conversara tanto, pero eso no funcionó tan bien.

Ella es bastante bonita y amigable, es de esas chicas que te caen bien con solo hablarles. A diferencia mía ella sabe cómo iniciar y seguir una conversación, yo me pierdo luego del: ¿Cómo estás?

—Hola —dijo Alison con una sonrisa en el rostro.

—Hola, ¿cómo estás? —dije mientras tomaba asiento.

—Bien, ¿y tú?

—Bien —respondí mientras sacaba el informe que nos pidieron para la clase de historia.

—¿Te dieron permiso de venir a mi casa? —preguntó sacando unas lapiceras de su estuche.

—Amm, sí —respondí.

—¿Aún no te ha llegado la respuesta cierto? —dijo mientras yo volvía mi mirada hacia ella.

—No, aún no hay nada, empiezo a creer que no me la darán. —Luego de responder solté un pequeño suspiro.

—Tranquila, seguro reciben muchas solicitudes y tal vez no han visto las nuestras, además a mí tampoco me han respondido así que por lo menos estamos juntas en esto —dijo tomándome de la mano en forma de apoyo.

Por cierto, creo que les tuve que mencionar esto antes pero bueno, Alison y yo solicitamos unas becas para estudiar en el extranjero en Los Ángeles, California para ser exactos, en una universidad especializada en las artes. A ella le encanta diseñar ropa y es muy buena dibujando, también tiene otros talentos como su hermosa voz y sus grandes interpretaciones al actuar. Y a mí me encanta dibujar, la pintura, la danza, la actuación y tocar la guitarra. Por ese motivo nos emociona poder estudiar en ese lugar y si no nos aceptan, amm aún no sabemos qué vamos a hacer, no hemos preparado un plan B.

—Sí —respondí con una pequeña sonrisa.

Ella al igual que yo sabía que hay un plazo determinado para que respondan a la solicitud y solo quedan dos días para que se llegue la fecha, además ya solo nos quedan 13 días para graduarnos así que es todo o nada. Yo sé que ella ya está un poco desanimada, pero no quiere demostrarlo.

—¿Sabes? Escuché que están planeando hacer una fiesta para celebrar que terminamos el año y que nos graduamos —dijo sacándome de mis pensamientos.

—¿En serio? —pregunté con un poco de interés.

—Sip, ¿vas a ir?

—Ni siquiera me han invitado.

—Pero lo van a hacer y debemos ver qué nos pondremos.

Sabía que si le decía que no, de alguna forma me convencería, pero tampoco le diría que sí o por lo menos no por ahora.

—Lo pensaré, ¿ok?

—Vamos, será divertido y así veremos que pasa entre Jasson y Cáterin.

—¿De qué hablas? ¿Qué pasa entre ellos? —pregunté un poco confundida.

—¡¿Qué no lo sabes?! —exclamó, a lo cual yo negué con la cabeza— ¿Qué no eres la mejor amiga de Jason? Creo que todo el salón ya lo sabe menos tú —añadió.

—Es que llevamos casi más dos semanas sin hablar tanto, he estado un poco ocupado y él también, y no hemos coincidido —dije sin darle mayor importancia.

—Bueno, pues yo te diré en lo que está ocupado...

—¿Ah, si? Dime en qué ha estado ocupado ¿eh?

—En conquistar a Cáterin —respondió con una sonrisa.

—¿Qué? —Fue lo único que salió de mi boca en ese momento—. ¿Qué acabas de decir? —No sabía qué más decir.

—Que a Jason le gusta Cáterin, o bueno, eso es lo que se rumora por los pasillos —dijo levantando los hombros.

—Buenos días chicos, perdón por la tardanza —dijo la maestra entrando al aula—. Empecemos, pasen a dejar el informe a mi escritorio para poder calificarlo mientras escuchamos la presentación de sus compañeros. Alison pasa adelante por favor —agregó sacando sus lapiceras del estuche. Alison se paró de su asiento y pasó al frente.

No podía creer que él no me lo hubiera dicho antes, se supone que soy su mejor amiga o bueno, eso creo. Ahora entendía el por qué lo veía hablando con Cat de vez en cuando y la verdad es que digamos que él me gusta desde hace dos años más o menos, así que se siente raro cuando te dicen que a esa persona le gusta alguien más, oh, y por cierto, Alison no lo sabe, supongo que le contaré en algún momento pero por ahora no sé como sentirme además de que Jasson no tuvo la confianza de contarme a mí y sí a todos los demás.

Alison me sacó de mis pensamientos cuando llegó a sentarse y me preguntó cómo le había salido la presentación. Solo le respondí que estuvo bien, a pesar de que casi no escuché lo que dijo.

...

Las clases pasaron sin nada fuera de lo común, corriendo entre los pasillos para el cambio de clase con solo diez minutos para tomar las cosas que necesitaba de mi casillero, al fin llegó la hora del descanso.

Me encontré en mi casillero guardando mis cosas cuando de pronto llegó alguien que se apoyó contra el casillero de al lado.

—¿Irás a la fiesta? —dijo mientras sacaba un libro de mi casillero.

—Oye, ¡deja eso! —reproché—. Y no, no me han invitado —añadí.

—¿Qué? Cáterin dijo que ella se ocuparía de decirles a cada uno —dijo levantando la mirada del libro.

—Pues no, tu novia no nos ha invitado —dije quitándole el libro de las manos para meterlo de vuelta en mi casillero.

—Así que ya te enteraste, ¿no?- preguntó bajando la mirada y pasando su mano por su nuca.

—Los rumores corren rápido por estos pasillos. —Tomé una sudadera que él había dejado en mi casa y se la entregué.

—Te lo iba a decir, en serio... pero, no sabía cómo y he estado un poco ocupado últimamente. —Levantó la mirada y la dirigió hacia mí.

—Claro, pero sí tuviste tiempo para contarles a tus amigos del equipo de fútbol quienes le contaron a todo el instituto —dije cerrando mi casillero—. Y eso también quiere decir que no confías en mí. —Me di la vuelta y caminé en dirección al comedor.

—¡Oye! Vamos, no te molestes —dijo cuando vio que me iba— ¡Gab!

Caminé lo más rápido que pude para alejarme de él, no podía seguir viendo esos ojos color avellana y su pelo castaño y ondulado. Si seguía un minuto más allí dejaría de estar enojada y lo perdonaría de inmediato.

Me fue imposible alejarme al no poder abrirme paso entre todos los estudiantes. Por lo que él me jaló de la mano hacia el campo.

—Vamos Gab, no te molestas por favor, entiende que no sabía cómo decírtelo, no sabía cómo reaccionarías y no quería que pensaras que te estaba cambiando, perdoname, ¿si? —Hizo un puchero.

No emití ningún sonido, solo rodé los ojos y de repente me abrazó...

—Si no me perdonas no me despegaré de ti para toda la vida —dijo abrazándome con aún más fuerza.

—¡Ya! ok, ok —dije zafándome de su agarre.

—Sííí —dijo como niño pequeño.

—Pero, con una condición.

—A ver, ¿cuál?

—Que nos lleves a mí y a Alison en tu auto a su casa hoy luego de clases.

—Ok —dijo levantando los hombros.

—Ahora, si me permites, iré a comer —dije dándome la vuelta para poder irme.

...

Terminó la última clase, la de educación física, Alison y yo estábamos en los vestidores y en ese momento llegó Cáterin y su grupo de amigas a dónde estábamos sentadas, se plantó frente a nosotras y empezó a hablar.

—Te vi discutiendo con Jasson en el descanso, escuché que estás molesta porque no te dijo que estamos saliendo, o qué ¿estás celosa de que yo le guste y tú no? —dijo para después soltar una pequeña risa.

—En primera, no deberías escuchar conversaciones que no te interesan, en segunda, no te ha invitado a salir y... —me interrumpió.

—Pero pronto lo hará y vendrá conmigo a la fiesta, a la cual por cierto están invitadas para ver como él y yo bailamos y para que yo vea como te mueres de celos por eso.

—¿Yo, celosa? De eso jamás y mucho menos de ti —hablé señalándola—. Además, ni siquiera me gusta.

—Repítete eso hasta que te lo creas. —Se dio la vuelta y salió seguida por su séquito de pirañas.

—Déjala, no sabe de qué habla —dijo Alison poniendo su mano sobre mi hombro.

—Bueno, pues tiene un poco de razón —dije soltando un suspiro.

—¡No! Jason, ¿en serio? —Solo asentí—. Es tu mejor amigo, no puede gustarte.

—Lo sé, al principio no quise aceptarlo y después no sé qué pasó.

—¿Hace cuánto te gusta? —preguntó en voz baja.

—Hace dos años más o menos —dije esperando un regaño de su parte.

—¿Y por qué no me lo habías dicho? Y tú te molestas porque Jason te ocultó lo de Cáterin por un par de semanas —dijo y rodó los ojos.

—Ni me lo recuerdes.

—¿Y qué haremos ahora?

—Nada —respondí y levanté los hombros.

—¿Cómo que nada?

—O por lo menos nada por ahora, ¿ok?

—Iremos a esa fiesta y le demostrarás a ella que eres mejor y tú saldrás con Jason.

—Claro, lo que tú digas.

—Está bien. —Hizo una mueca, tomó su mochila y se paró—. Vamos, ya sonó la campana.

—Solo voy por mi skate a mi casillero.

—Apúrate, te espero en la puerta principal.

—De hecho, le pedí a Jason que nos llevara a tu casa—. Se dio una palmada en la frente.

—Te juro que a veces no te entiendo, niña.

—Solo espérame en el estacionamiento. —Salí corriendo hacia el pasillo.

Llegué a donde se encontraba el auto. Alison ya se había subido en la parte de atrás lo que significaba que debía sentarme en el asiento del copiloto.

—Adelante señorita, ¿a dónde va usted tan linda? —dijo Jason en tono burlón.

—Déjate de bobadas. —Le di un golpe en el brazo—. Arranca de una vez.

—Sí señorita. —Hizo una pausa para arrancar el auto— ¿A su casa, verdad señorita Alison?

—Sí señor chofer y, si no le molesta... —dijo estirando su brazo para poner una USB en el puerto de entrada de la radio, sacando de un tirón la que Jason tenía.

—¡Oye! Cuidado.

—Tranquilo, no la voy a romper —La música empezó a sonar "Amapolas de Leo Rizzi" era la primera de la lista. Era una de nuestras canciones favoritas.

—Túúú... —Empecé a cantar con una sonrisa.

—Y yoo... —Jason volteo su mirada hacia mí mientras cantaba.

—Pensando que somos el centro.

—Del universooo...

—Tú y yoo... —Alison y yo empezamos a cantar a todo pulmón.

-—Jugando a que saltee la tensión.

—Y todo se haga fuegooo...

—Y será así.

—Hasta que salte la presión.

—Y cuando salte la presión.

—Te leo lo que te escribiíííí...

Ustedes solo imaginen que van en la carretera con vía libre, con música a todo volumen cantando la canción que más les gusta, con las ventanas abajo dejando entrar todo el aire, acompañados de sus mejores amigos y a punto de gritar con toda el alma la parte que más aman de la canción.

—Y aquí vamos —habló Jason—. En 5, 4, 3, 2,1 y... —Cubrió uno de sus oídos con su mano.

—Tú y yo...

—¡Cantándole a las amapolaaaaas!

Disfrutaba estos momentos, son esos pequeños y locos momentos los que te hacen sentir vivo donde por una vez sientes que tu vida no es del todo una historia triste y donde sientes que todo es posible.

Hola loquillas espero que les haya gustado el capitulo, espero que poco a poco todo valla tomando forma. Recuerden votar, comentar y compartir con otras lectoras.

Las quiero 😋🥰🤗