Estos dos verbos son puntuales para quienes hemos empezado a transitar por su sendero de búsqueda espiritual. Veamos por qué.
En las diversas situaciones que hemos de vivir siempre nos enfrentaremos a la toma de decisiones, a la espera de desenlaces donde estamos inmersos o simplemente a accionar en un determinado momento. En cualquiera de los casos en los que debemos dar nuestra opinión lo mejor es Mostrar y no Demostrar lo que sabemos, pensamos o podemos hacer.
Cuando Mostramos exponemos nuestra visión u opinión pero sin intentar que éstas sean asumidas o compartidas por los otros. Simplemente mostramos y permitimos al Otro libertad para decidir si acepta nuestra visión. Cuando mostramos no hay presión, el Otro llega por su propia cuenta a la verdad contenida en nuestras palabras.
Cuando Demostramos nos posicionamos frente a lo que sabemos o pensamos y desde nuestra perspectiva ofrecemos argumentos evidencias, pruebas, razones para intentar convencer al Otro de adherirse a nuestra visión. Con la demostración queremos movilizar al otro para que vea las cosas tal y como las vemos desde nuestra óptica.
La demostración tiene la intención de convencimiento; mostrar tiene la intención de ofrecimiento. En la demostración hay más movimiento del Ego porque queremos ser reconocidos mientras que cuando mostramos queremos más comprensión.
Dos palabras con límites cercanos, a veces imperceptibles. Pero si actuamos desde la consciencia las comprendemos cada vez más rápido y mejor. Las aprehendemos, les damos mejor uso y aprendemos a interactuar con ellas en nuestras vidas.
Namaste!