Reina-Valera 1960
Lucas 12:2
Porque nada hay encubierto, que no haya de descubrirse; ni oculto, que no haya de saberse.

Salía del baño cuando ví a Melodi acostada en mi cama.

—Tu mamá me dijo que pasara que te estabas bañando —afirmó ella mientras se levantaba y se sentaba a orillas de la cama.

—Ay Melodi no sé ni por dónde empezar —le dije mientras me sentaba a su lado y secaba mi cabello con la toalla.

—Pues empieza por ese beso tan apasionado que te diste con Rodrigos en medio del parqueo —sugirió ella en forma de burla.

—A la verdad fue maravilloso ,nunca pensé que mi primer beso sería tan cargado de emociones, realmente me gustó mucho —agregué estando muy entusiasmada.
El beso con Rodrigo nunca lo podría olvidar había sido un momento muy especial.

—Bueno Alan qué piensas hacer ahora le vas a dar una oportunidad.- preguntó ella.

—Realmente me gusta mucho Rodrigo, pero ahora mismo lo único que puedo pensar es en el error que cometí —repliqué dejando caer mis brazos con la toalla sobre mis piernas.

—Pero de qué error hablas mi vida —preguntó a ella mientras levantaba las cejas examinando la situación.

—Bueno por esa razón te hice venir, el problema es que le dije a Rodrigo de vernos después del culto hoy en la noche, pero sabes cómo son las cosas en la iglesia y eso no va a poder ser. Necesito que me ayudes es que realmente lo quiero ver, pero allí será imposible —le expliqué.

—Bueno a mí se me ocurre algo pero no sé si te va a gustar la idea —sugirió ella mientras dibujaba una sonrisa pícara en su rostro.

—Melodi me estás asustando —dije temerosa de su plan.
Melodi era una chica muy atrevida así que su plan no sería nada bueno, pero mejor que verlo en la iglesia cualquier cosa.

—Mira qué te parece si después del culto te vas a dormir para mi casa, le dices a tu mamá que quieres que te repase pora un examen o cualquier otra cosa que se te ocurra, y ya que Rodrigo se queda en mi casa será Inevitable verlo, yo lo vería después para informarle del cambio de planes ¿qué te parece la idea? —preguntó ella muy inquieta por saber mi respuesta.

—¡Estás loca ! —repliqué conociendo que era una mala idea.

—¿Quieres o no quieres verle ? —preguntó ella

—Sí claro que quiero verlo, pero toda la noche en la misma casa que él no me parece adecuado —respondí estando segura de que eso no podía ser.

Quería verlo pero no era correcto de esa manera ¿Qué pasaría si se entera mi mamá ?o peor alguien de la iglesia, eso significaba perder mi ministerio y no volver a danzar, no, no estaría dispuesto a hacerlo de esta manera.

—Mira Alan no tiene porqué pasar nada, nadie tiene que enterarse confía en mí —dijo ella.

—¿Pero qué pasa si alguien se entera?— pregunté un poco preocupada.

—No te preocupes todo va a salir bien boba —afirmó ella estando muy segura de sus palabras.

—Bueno está bien veré qué pretexto le inventó a mi mamá, pero algo más, Isaac no se puede enterar de esto ok —dije.

—Si, no se va a enterar de nada —respondió ella.

Luego de conversar un rato más con Melodi se marchó y yo me apresuré a alistarme para el culto, tenía que verme hermosa así que seleccioné uno de los vestidos más lindos que tenía, era rojo y sus mangas eran largas hasta la muñeca con un deslumbrante encaje que hacía forma de flor en sus tejidos, tenía un corte de corazón en el escote y quedando ajustado hasta la cintura, luego se abría en forma de flor campana con definidos picos.
En cuanto a mi maquillaje me había puesto una sombra color marrón claro con un delineado negro que hacía resaltar mis ojos, había usado un rizador de pestañas que me daba un volumen perfecto, hacía lucir espesas y largas mis pestañas, había colocado el iluminador y el rubor en las zonas adecuadas y pinté mis labios con un intenso rojo sangre.

****
En la noche el culto....
Estaba en el banco de las danzas como de costumbre estábamos de pie en medio de la adoración, cantaban una de mis canciones favoritas.

Canción:
Me cubres, me cubres... con tu gracia oh Dios
No importa qué pasó, ni dónde me encontró, no importa lo que fui, Cristo me levantó....
Me acepta como soy, mis culpas el llevó, justificado soy, porque su gracia me cubrió....

De momento sin darme cuenta mis lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas, esta vez era diferente mi corazón se oprimía de una manera extraña, era un dolor que me hacía inclinar mis rostro mientras con mis manos apretado mi pecho, no lograba volver en sí y las únicas palabras que salían de mi boca eran:

—Dios perdóname, perdóname, perdóname —repetía una y otra vez sollozando y muy agitada.
Entonces sentí las manos de alguien sobre mi cabeza y hasta que comenzó a orar por mí me di cuenta que era el pastor.

—Oración:
Dios quiere hacer grandes cosas a través de ti, pero sabes qué es tu decisión de que el obre en tu vida, no quites a Dios del primer lugar que se merece en tu corazón, no ocupes ese puesto con nadie más, tú eres la hija de un Dios extraordinario y recuerda que solo él es eternamente fiel.

Esas palabras me hicieron llorar con más fuerza, reconocía mi error me dolía profundamente el corazón, era insoportable sentir que estaba mal ...y entonces terminó la adoración me senté nuevamente en el banco aún muy agitada.
Con la vista hice un recorrido de las personas que estaban en el templo y fue cuando vi a Melodi y Rodrigo sentados en el último banco; Rodrigo me miraba fijamente, pero esta vez me miraba con ojos entrecerrados parecía un poco confundido, al parecer llevaba un tiempo mirándome y por primera vez sentí vergüenza de llorar en la iglesia. Nunca pensé decir esto pero estaba realmente avergonzada, no podía sostenerle la mirada... Pero mi corazón comenzó a latir cuando vi que él me daba una sonrisa de labios cerrados y me saludaba levantando una mano y dejé escapar una sonrisa de mis labios.
Y pasó que a partir de ese momento solo podía pensar en cuando estuviera sola con Rodrigo, hasta que se terminó el culto.
Entonces me tocaba salir rápido para poder irme con Melodi, ella no era de venir mucho a la iglesia pero a veces lo hacía por mí. Primero teníamos que pasar por mi casa a recoger las cosas y hablar con mi mamá porque no había tenido el valor de hacerlo todavía.
Salí sin saludar a nadie ni siquiera a Isaac que lo dejé conversando con el pastor, tomé a Melodi por la muñeca y la arrastré fuera del templo y atrás nos seguía Rodrigo.

—No te dije que a Rodrigo no lo podían ver aquí conmigo —repliqué mientras seguía tirando de ella.

—Alan No pasa nada el está lejos de nosotras —dijo señalando a Rodrigo que venía a más de un metro de distancia de nosotros.

—Bueno vamos a salir de aquí lo más rápido posible antes de que alguien nos vea —le dije sofocada de lo rápido que estaba caminando.
Cuando de pronto escucho que alguien grita mi nombre.

—¡Alan!

Quién gritó el nombre de Alan.
Pronto lo sabrán?
Aquí está cómo les prometí... mi capítulo.
Espero y les guste 😘💜
Gracias por dedicarle tiempo a mi historia. Besos😍💜😘