Capítulo 4. ¿Qué hago?
8:00am.
Soleado.
28ºC.
Martes.
Y yo estaba deprimida a tope... el día anterior había tenido la oportunidad de besar de una vez por todas a Nick, y la desperdicié. Y además Lucía volvía a estar enfadada conmigo y me sentía sola... le entendía perfectamente, haberme insultado es lo mejor que podía hacer; me lo merecía.
Me encontraba en la puerta del instituto, y no sabía si sería capaz de ver a Níquel a la cara...
Ya era hora de ir a clases de conocimiento, y para colmo estaba en un grupo con él.
Al acabar de entrar, por alguna razón, mi mirada se había enfocado directamente en él, y la suya en la mía. Nos pidieron que nos pongamos con nuestro grupo, y lo hicimos.
Aún recuerdo lo penosa que fue aquella situación, estuvimos toda la hora mirándonos, pero sin hablarnos.
Al salir de clase, a la hora del receso, Nick me detuvo.
-Abril, no podemos seguir así.
-¿Ehm?- Me hice la tonta, aunque sabía perfectamente de qué quería hablar
-Yo siento algo muy fuerte por ti, y lo sabes. Además, tú sientes lo mismo por mí
-Níquel, yo... no pued...- No quería tocar el tema, y punto.
-Escúchame, ambos nos queremos y no podemos ocultarlo... te miré aquella vez que nos conocimos y algo en mi me dijo que tenías que ser mía... quiero tenerte, y ahora que se lo que sientes por mí, me dan más ganas que nunca de vivir todos los mejores momentos de mi vida junto a ti.- Al principio me había sonado un tanto posesivo, pero luego hasta me pareció tierno
-Que profundo Nick, yo... l-lo siento, no sabía que...- No quería ponerme a llorar, pero me sentía impotente y las lágrimas lucharon con más fuerzas que nunca para salir.
-No llores princesa, ya...- Como siempre solía hacer, sin pensárselo, del mismo brazo del que me sostenía para no dejarme escapar me atrajo hacia él para abrazarme y yo se lo devolví.
-Yo no puedo hacerle esto a Lucía, es mi mejor amiga y tú mejor que nadie lo sabes.- Dije entre sollozos
-¡Ya, Abril, date cuenta! ¡Ella no es tu mejor amiga!- Subió el tono de voz, de verdad estaba enfadado
>>¿Una verdadera mejor amiga te llamaría Zorra a la cara, sin ningún miedo de perderte como lo ha hecho ella? Pues no Abril, olvídate de Lucía, no es más que una malagradecida. ¿Sabes acaso, lo que dijo de ti para poder ir a la fiesta de Samantha? Estuvo diciendo por ahí que tú eras una basura, que gente así nunca consigue lo que quiere, que acabarías votada en la calle, y que morirías de hambre.
>>Decía que le dabas asco y a la vez vergüenza, porque eras tan cobarde y tan idiota, que ni siquiera te dabas cuenta de que ella te engañaba, que solo te utilizaba para los trabajos en pareja, y que ni siquiera en eso eras buena.
>>Dijo, que nunca tuviste novios porque preferías andar por las calles de noche parándote en cada esquina para prostituirte... ¿Te parece algo que una supuesta mejor amiga pueda decir de ti?- Había pronunciado todo ese testamento en menos de un minuto, y me atrevería a decir que, por la rapidez con la que lo dijo, en ese momento no llegué a comprender ni la mitad
-Yo...- No sabía qué decir, puesto que casi que no me había enterado de lo que me había gritado, así que mejor prefería no arriesgarme a decir algo y arruinar eso aún más
-¡No Abril! ¡Abre los ojos! ¡Ni siquiera se ha acercado un poco describiéndote!- Su grito me tomó por sorpresa, por lo que di un pequeño salto retrocediendo.
Claro que, como me sentía completamente responsable de la anterior actitud de Lucía, no toleraba que hablara así de ella y mi fuerte sentido de Escorpio hizo que respondiera levantando el tono
-¡Ya para Nick! ¡No insultes de esa manera a Lucía! ¡Ella!, ella...tiene razón en todo... soy una buena para nada... Alguien como yo no hace nada bueno en este mundo.
-Pues sabes qué Abril, Lucía tenía razón en algo... Cuando te empeñas en algo, no hay quien te quite la idea de la cabeza; te aferras tanto que no eres capaz de ver la realidad. Hasta que no te des cuenta de lo que realmente está pasando... no vuelvas a hablarme...
-¡No! Nick, yo te...- Bien, debo admitir que eso solo lo hice para llamar su atención e intentar tranquilizarlo, pero...
-¿Amo?, eso no lo dudo, pero no puedes arreglar esto con un te amo Abril, ¡Lo único que te pido, es que te des cuenta de que Lucía no es tu amiga!- No funcionó
-En ese caso, adiós... Níquel- ¿Estaba cansada?, Sí; ¿Quería dejar esta discusión de lado?, Sí; ¿Pretendía que nuestra amistad se acabara?, No pero supongo que ese intento de huir de la asquerosa situación en la que estaba me había hecho que el tiro me saliera por la culata
-Abril... ¿Estás segura de que quieres hacer esto?, es la última oportunidad que te doy- Estaba tan cansada, y aparentemente la discusión me había llevado a no querer oír nada más, que sencillamente no le escuché. Simplemente le vi mover los labios, quería acabar con la charla que estábamos teniendo y lo iba a conseguir
-¡Adiós Níquel!- Por fin podía retirarme, pero no me había percatado de que lo único que había hecho había sido acabar con nuestra amistad.
Al menos no hasta que me detuve en seco, volviendo esos últimos 10 minutos de mi vida atrás, y logré escuchar lo que él había dicho. Al darme vuelta, él ya no estaba. Lo busqué por un buen rato con la mirada, pero no le vi por ningún lado. A él no, pero si a aquel par de ojos que me habían mirado desde la sombra aquella vez.
Estaba sentado, apoyando la espalda en la pared, con las rodillas recogidas y la mirada perdida en el suelo. Parecía triste y cuando me miró, logré captar cierta esperanza en su mirada, como si rogara ayuda y supiera que la encontraría.
Tardé un momento en hacer que mis pies se movieran llevándome a donde el niño se encontraba, pero la maldita campana volvió a interrumpir el momento. Cerré mis ojos y apreté mi mandíbula maldiciendo, por lo bajo, al señor encargado de hacerla sonar y cuando volví a abrirlos el niño de ojos miel ya no estaba.
"¿Qué obsesión tienen los chicos con desaparecer tan misteriosamente?"
Dejé el tema del niño a un lado y me dirigí al salón en el que daría clases de plástica, dispuesta a olvidar todo lo ocurrido al llegar a mi casa mientras me recostaba en mi cama y escuchaba música.
***************************************************************************************
N/a
Cabe destacar que el "instituto" también contaba con un colegio, por lo que era muy normal encontrarte con niños por los pasillos o recreos, pero este había llamado la atención de Abril, ¿Por qué será?
~Kiki se despide♥
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro