Capítulo 13. Caso abierto
Tras mucho dolor, y una relajante siesta, volví a despertar, y maldije hacia mis adentros por seguir estando viva.
Abrí los ojos paulatinamente, procurando no despertarme del todo pues prefería seguir durmiendo durante toda una vida. Pero algo fue lo que provocó que quisiera dejar a mis pestañas retirarse por completo a máxima velocidad de mi campo visual; estaba en comisaría.
Eso sí que no lo recordaba, era algo completamente nuevo y desconocido para mí. Miré a mis alrededores y pude notar que estaba en una habitación con puertas transparentes parecidas a una ventana, y un enorme escritorio revuelto de papeles. Debajo de todos estos se encontraba un iPad hermoso, y estaba encendido. Las ganas de levantar su pantalla y leer lo que se encontraba allí o tan solo curiosear por los archivos hicieron que me diera la vuelta bruscamente, con el fin de controlar mis deseos.
Y me encontré con un espejo, y una silueta desconocida. Era una mujer, literalmente, su rostro me era familiar, tenía un cabello brillante y sedoso con unas perfectas ondas en su extremo. Sus ojos café estaban cansados, como si acabara de despertarse de alguna pesadilla horrible donde regresaba en el tiempo gracias a cambios temporales controlados por un niño llamado Toby y sentía cómo se ahogaba e incluso ardía en llamas de una forma hiperrealista.
Sí, esa era yo, ese era mi reflejo más bien. Y estaba asombrada, desorientada y asustada. Me toqué el rostro reiteradas veces, aún atónita con lo que veía. Luego observé nuevamente mis alrededores y me di cuenta de que seguía en la comisaría, eso significaba que algo iba mal. O eso creía yo.
Giré la silla extremadamente cómoda en la que estaba y posé mis manos sobre el iPad, no esperé un segundo más y lo encendí. Lo primero que hice fue mirar en la esquina de la pantalla para verificar la hora y fecha: 29 de enero de 2034
¿¡2034!? ¿¡Cómo podía estar en ese año!? Eran 16 más con respecto a mi supuesta fecha actual, a esa en la que aún era una adolescente de 16 años... "¿¡TENGO 32 AÑOS!?"
No podía creérmelo, y aún no terminaba de tragármelo cuando un hombre alto, esbelto, de piel negra y ojos azabache entró a la sala en la que yo estaba. Imponía tanto que llegué a creer que estaba implicada en algún delito muy fuerte. Pero si era así ¿por qué estaba sentada del lado del comisario? Y, ¿por qué no estaba esposada?
-Teniente Robinson, he encontrado más información acerca del caso de La Niña desaparecida, Margaret Roseau, según lo que dicen estos informes los tutores legales habían denunciado la desaparición de esta pequeña hace un par de años atrás, en Wisconsin. ¿No le parece extraño que hayan venido hasta Los Ángeles solo para volver a denunciar la misma desaparición de la misma niña con las mismas características? Es bastante sospechoso puesto que...
El hombre pareció percatarse de mi total desconcierto ante el tema y levantó la mirada de su conjunto de expedientes e informes para mirarme por primera vez desde que había irrumpido así de la nada y para respirar, también por primera vez, desde que empezó a hablar.
-¿¡Quién eres!?- Me levanté sobresaltada de la mesa, aunque tardé bastante en reaccionar lo hice y mejor tarde que nunca, ¿no?
La mirada del corpulento hombre que tenía enfrente cambió bruscamente a una de... ¿empatía? Como si con la mirada me dijese que ya sabía la razón de mi desconcierto
-Soy Richard, uno de sus oficiales...- Hizo una pausa para inspeccionarme- ¿Se siente bien?- Preguntó finalmente
-¿Q-qué? ¿Oficiales?- Y recordé la primera palabra que dijo al entrar- ¿Teniente? ¿Yo?
-Otra vez no... - Soltó más para sí, pero lo oí de todas formas- Ha vuelto a tener una de sus pesadillas
¿Pesadillas? ¿Quería decir que todo lo que viví fueron pesadillas y que esta era la verdadera realidad?
- Entonces... ¿Esto es la realidad?- Pregunté sintiéndome estúpida al hacer una cuestión como esa
-Así es mi señora- Dijo sin más, como si estuviera acostumbrado a que esto ocurriera.
Me quedé un par de minutos en silencio, hasta que recordé lo último que Toby me había pedido, y desperté de algún modo de mi laguna mental
-Okey, necesito que me ayudéis en algo. Buscad el caso de...- "No confíes en nadie"- no... olvídalo, yo me encargaré de esto
Me puse de pie y empecé a buscar cosas por los cajones de lo que parecía ser mi despacho, no sabía exactamente qué estaba buscando, pero supuse que mi yo de ese tiempo, sí. Así que solo me dejé guiar.
Ese tal Richard me seguía a escasos centímetros, provocando que mi nerviosismo, miedo y estrés aumentaran mucho más.
Al final, tras tanta persecución, pareció querer hablar, y supuse que se lo estaba guardando desde hace rato
-Eh... Teniente, he de decirle algo de suma importancia...
Aunque intentaba hacer caso omiso a lo que el agente de policía me estaba tratando de contar, conseguí nada más y nada menos que una dosis doble de estrés.
-Verá, usted ha pasado por esto en otras ocasiones, por tanto es posible que ahora mismo tenga una especie de laguna mental. Yo puedo ayudarla, tiene que dejarme que la ayude en esto, usted me lo pidió antes de...
Mis cabales no dieron para más y se zafaron del agarre de las palmas de mi lengua: -¡Señor Richard! Necesito concentrarme, y si usted está aquí hablándome como una cotorra desesperada me será bastante imposible, así que váyase.
Sabía de dónde salía esa determinación, era esa que siempre había ocultado con temor a espantar a la gente de mi, ese aire de jefa me pertenecía. Pero Richard no pareció captarlo, seguía ahí parado como si esperara a que le dijera algo más: - No dije por favor. No te invité a que salgas "si quieres"- Hice el gesto de comillas con los dedos índice y anular de ambas manos, exageradamente- Es una orden.
El oficial sonrió, como si ya conociera ese lado de mi. Y era extraño. Muy extraño.
Por fin abandonó la habitación y para mi sorpresa, volvieron a interrumpirme solo unos segundos después. Se trataba de unos tres tipos altos, corpulentos, de traje negro, y o que más me había llamado la atención; su cara de pocos amigos.
Como si supieran qué es lo que yo estaba haciendo allí, me miraron y soltó el que parecía ser el mandamás de la situación: -Robinson, Tobías Robinson
-¿Perdone?- Dije imitando su cara de "todos me caen como el culo, y soy de los que no ladran pero muerden, témeme"
-Se llamaba Tobías Robinson- señaló con un leve movimiento del mentón, la carpeta que yo llevaba entre mis manos, la carpeta que hace instantes había encontrado con algo de información sobre Toby
-Qué queréis- animé a que escupiera todo, era más que obvio que algo querría a cambio
-Te hemos pedido, hace unas cuantas semanas ya, que resolvieras el caso y nos entregara toda la información recaudada- Había algo que me impedía confiar en ellos, y como Toby me había recalcado, era mejor que no confiara en nadie
- Y quienes se supone que sois- se miraron entre sí y el líder me regaló una ingrata risa sarcástica
-Somos del FBI- escupió como veneno, creyendo que con nombrar esas tres siglas mis piernas empezarían a temblar.
-Aún no he empezado, así que tendréis que esperar. Ah, y...- Me di el gusto de fanfarronear- llegaron tarde, ya sabía su nombre y apellido de pila
Su cara de asco fue de película, y rápidamente cambió a la misma expresión fría e inerte de antes
-Date prisa- anunció con una gruesa voz
-No necesito que un oficial de policía me diga cómo hacer mi trabajo.- Sonreí de lado, volviendo enseguida a lo que estaba haciendo. Consiguiendo así que se dieran cuenta de que estaba completamente desinteresada en prestarle la más mínima atención.
Ya tenía esos pequeños detalles, me propuse buscar entre los archivos de la despensa y en los ordenadores de toda la comisaría, algún informe más o algún periódico con casos relacionados a él. Sería algo duro, pero estaba dispuesta a hacerlo.
***************************************************************************************
EDITADO
Ay amigos/as, sólo nos quedan dos capítulos, ME VOY A MORIR Dx
¿Qué tal, les va gustando? En ese caso, os invito a leer mis otros dos libros; Un amor suicida (ROMANCE) y Amor complicado (HISTORIA CORTA) los dos están en proceso, pero si les soy sincera; quiero llegar al último capítulo de Amor complicado que, aunque yo lo escribí, me hace llorar :")
Pues nada, nos leemos prontos panchiis :D
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro