Recuerdo haber pasado una noche asquerosa. Estaba un poco asustada, abrumada por lo que había pasado y desconcertada; nada en mi presente había cambiado. 

Dándole vueltas a las cosas, como siempre, recordé que también había vsito a Toby la vez que sucedió lo de anoche en mi presente y no le conocía mucho. Sólo sabía que siempre se quedaba entre las sombras, y para mi parecer , acechándome. De lo que también me había percatado era que realmente, no me había tomado el tiempo necesario para pensar lo que me había estado ocurriendo hasta el momento como creía haber hecho, " y ahora que me doy cuenta... estuvo siempre allí, él estaba cuando Níquel me pidió salir." Y, desapareció... "¿¡Desapareció!?... Acaso él es.. ¿¡Un fantasma!?"

Sí, hasta aquel momento, esa descabellada pero cierta idea, no se había cruzado ni por asomo por mis pensamientos. Y lo peor fue que casi no conseguí conciliar el sueño "Otra vez" por culpa de mi repentino abrir de ojos frente a la situación. "Aunque ahora desearía no haber dormido, ni esa ni ninguna noche siguiente."

En el sueño

-Ok. Primero que nada, me he comportado como un...- "Okey, esta situación la conozco, será fácil. Me tendré que dejar guiar por mi futuro y no por mi corazón ni ninguna de esas chorradas..."

-¿Completo idiota? Lo sé, ve al grano- Intenté que el sueño se acortara, el incesante dolor de cabeza no me permitía centrarme en muchas cosas y quería descansar en paz.

Literalmente, a esas alturas, era lo que más deseaba. Subir o bajar, dependiendo de lo que la balanza de mis actos decidiera, y descansar en paz después de tanta amargura y desenlaces desastrosos. 

-Bueno, pues no he podido evitar amarte cada vez más, y hasta aquí llegó mi límite...- "¿De verdad alargaba tanto las cosas?"

En cierta parte, me irrité. Como dije antes, estaba agotadísima y sólo pedía dormir un poco. Descansar de tantas locuras en mi vida, al menos por la pequeñísima cifra de 24 horas. Pero ni siquiera en un momento como ese Dios escuchó mis plegarias.

-He dicho que vayas al grano, y si no lo haces tú, lo hago yo- "Oh. Por. Dios" Estaba que no podía más, entre que no me creía lo que acababa de hacer, y que el cansancio era cada vez más evidente en el suave pestañeo de mis párpados, aquel beso terminó lo que había sido un corto pero agotador sueño o viaje bucle-espacio-temporal o como fuese que se llamara lo que estaba viviendo.

O eso creía, aunque realmente sólo había cerrado los ojos. Pensando que al abrirlos volvería a la cama de aquel apestoso hospital. Pero no fue así. Dejé que mis pestañas se elevaran con suavidad y de a poco dejaran pasar la luz del día y una imagen de un atónito Nick.

Y allí, a velocidad de un rayo de tempestuosa tormenta, me di cuenta de que lo había besado. LO. HABÍA. BESADO. "¿Cómo pude haberlo besado así sin más, cuando antes apenas podía verlo fijamente a los ojos?" Besaba tan bien, que deseé volver a juntar nuestros labios, imploré volver a sentir su calor y ese suspiro de placer que le permitió tomarme de la cintura, "¿Por qué no lo había hecho antes? ¿¡POR QUÉ CARAJOS NO LO BESÉ ANTES!?"  (Mi mini-yo interno, además de ponerse a golpear su cabeza contra los bordes de mi afilado cerebro, no dejaba de tirar de su cabello; frustrada, pensando que así acabaría conmigo de una vez por todas. O quizá pensaba que después de eso, los repetitivos golpes en las paredes de mi mente, lograría hacerme recapacitar; poner de nuevo en marcha esa masa de carne rodeada de líquidos pegajosos.)

Sus labios sabían muy dulces, y en esos segundos que estuvimos separados, me puse a intentar adivinar el sabor exacto de sus carnosos labios; ¿Fresa? "No, soy alérgica a la fresa. Aunque eso puede que explique la hinchazón de mis labios...", ¿Pomelo? "El pomelo no es dulce, idiota", ¿Cereza? "No me gustan las cerezas. Es más, las detesto... ¿Por qué pienso que podrían ser cerezas? Sentí miles de cosas con ese beso, pero definitivamente no me asqueó". 

"¿Manzana roja?"

Oh si, ahora sí encajaba todo. Una apetitosa, dulce, roja y brillante manzana roja. Y es que todo encajaba a la perfección. Les tenía una leve alergia, lo que creía que explicaba la hinchazón de mis labios; si la manzana era buena, podía llegar a ser terriblemente dulce; y aquel beso, aquel corto pero apasionado beso, logró que por primera vez en mi vida pudiera entender cómo se sentía Eva.

Sí, esa Eva, la pecadora del jardín del Edén. ¿Cómo no pecar cuando tan apetitosa y prohibida propuesta era tan accesible? Sólo era un mordisco, un pequeño e inocente mordisco, que no dañaba a nadie, pero perjudicaba a todos. Y esa serpiente venenosa apareció, claro que apareció. En sí, siempre estuvo ahí, porque es bastante imposible deshacerse de una criatura tan harpía como lo es la conciencia.

- Sí quiero.- Contesté a una pregunta que ni siquiera había permitido que se formulara, pero que sabía muy bien que lo haría

-¿En serio?- Se extrañó él, tan sorprendido como yo

-¿Esto responde a tu pregunta?- Sonreí pícara, y lo volví a besar. 

Vi su pregunta como la oportunidad perfecta para volver a dejarme llevar por la tentación. Y no pueden culparme, él en mi presente ya no existía, sólo me quedaba disfrutar de lo que ya nunca podría disfrutar.

Y en cuanto hube abierto los ojos, llegó el momento que no deseaba para nada, intensificado en dolor el doble que la primera vez. Allí estaba, nuevamente, Toby. De pie, frente a mi, a un par de metros de distancia. Y simplemente se evaporó, desapareció como agua en el desierto. 

Empezaba a cabrearme mucho que hiciera estas cosas, pero no tuve mucho en qué pensar, puesto que a diferencia de las otras veces; esta vez ya no era el agua lo que me ahogaba y me hacía sentir en un laberinto sin salida. 

Esta vez era una llama ardiente inexistente, pero que aún así su dolor era completamente real. Me sacudía sin parar, intentando aliviar el sufrimiento de algún maldito modo. Supongo que esa era mi recompensa, después de pecar. Supongo que era así como se sentía estar en el mismísimo infierno, rencoroso y ardiente en deseos de hacer pagar a aquellos que cometían los peores errores en su vida, aquellos que realmente se lo merecían.

Entonces, ¿Realmente me lo merecía? ¿Era por eso por lo que sentía cómo mis lágrimas se evaporaban e incluso se volvían áridas, o hasta ácidas y resbalaban por mi piel desgarrándola? 

No quería dimitir, si realmente esto me llevaba a algún sitio, debía seguir. Debía seguir. Y seguiría hasta el final.

La próxima vez, intenten que no les deseen que se vayan al infierno.

Nunca saben cuándo un niño podría aparecerse en sus vidas, haciéndoles vivir cambios temporales y sufrir de las consecuencias de sus actos.

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EDITADO

N/A

Hola mis queridísimos lectores :D... estoy depre :( 

Esta historia está a punto de llegar a su final... 

Sólo le faltan cuatro capítulos Dx 

No quiero que acabe, me hacía muchísima ilusión escribirla. Y espero que causara lo mismo en ustedes mis beshos lectores :)

Quizá actualice la portada en esta o la siguiente semana; y aunque aún no la he visto, créditos a su fabulosa creadora @Maddox_tvd 

Besoteeees <3 Nos leemos pronto ;)